Cuando Girona celebraba el fin de año, Betis le arrebató el festejo

Girona estuvo muy cerca del triunfo, que le hubiera permitido cerrar con tranquilidad, y tal vez con holgura la primera parte del año. Se puso en ventaja cuando terminaba la primera etapa y mantuvo la diferencia durante todo el complemento, aunque Betis se arrimó a medida que pasaban los minutos, y en el epílogo llegó a la igualdad.

La primera incidencia fue un cambio; el que tuvo que hacer Betis, a los 14′, por lesión de Héctor Bellerin, que fue reemplazado por Ruibal. Había comenzado con intensidad, pero la libreta de apuntes anotó, en su primer renglón, una variante obligada.

El equipo de Manuel Pellegrini formó con Rui Silva; Héctor Bellerin, Germán Pezzella, Chadi Riad y Juan Miranda; Andrés Guardado y Marc Roca; Assane Diao, Rodrigo y Ayose Pérez; Willian José.

La visita comenzó con Paulo Gazzaniga; Eric García, David López, Daley Blind y Miguel Gutiérrez; Iván Martín y Aleix García; Yan Couto, Pablo Torre y Savio; Artem Dovbyk.

A los 19′ llegó Betis; enganchó bien Ayoze, y sacó un tiro apenas desviado. Respondió la visita, con un centro de Yan Couto, el tiro de Savio y la respuesta de Rui Silva, bien abajo, cuando iban 22′.

Luego, Betis tuvo dos oportunidades. la primera a los 24′, con una corrida de Diao, que elevó su remate cuando enfrentaba solo a Gazzaniga; la otra, a los 25′, con un disparo de Willian josé que rechazó Paulo Gazzaniga, el rebote lo tomó Ayoze, y el arquero argentino volvió a responder bien.

Pero era una noche de infortunios con las lesiones, y a los 33′ Juanpe debió reemplazar a David López, con una molestia física.

El primer período se cerró con el penal de Ruibal a Savio. Remató Artem Dovbyk, y puso el 0-1 a favor de Girona.

Manuel Pellegrini decidió hacer el segundo cambio para inciar el complemento; William Carvalho reemplazó al mexicano Andrés Guardado.

Creció el local. A los 49′ el propio Carvalho sacudió con un remate que controló Gazzaniga. A los 60′ Diao sacó un tiro que se fue alto.

Girona se refugió en su campo, y Betis comenzó a apretar.

Llegaron las variantes, a los 64′ Cristhian Stuani ingresó por Artem Dovbyk, y Portu entró en lugar de Pablo Torre. En el equipo sevillano, a los 66′ llegaron las tres últimas modificaciones permitidas. Sergi Altimira entró por Marc Roca, Borja iglesias ingresó por Willian José y Abde Ezzaizzouli ocupó el lugar de Rodrigo Sánchez.

De a poco, todo se tiñó de verde. Probó Ruibal a los 75, a unque su tiro salió arriba.

Cuando iban 78′, Miguel Sánchez, entrenador visitante hizo los dos últimos cambios de su conjunto; Valery Fernández entró por Yan Couto, y Jhon Solís reemplazó a Savio. Pero no le dieron resultado las modificaciones. Girona, sin Dovbyk, Couto y Savio, perdió fuerza en el ataque.

Mientras, Betis forzaba las cosas. A los 83′ Abde hizo una gran jugada individual que terminó en un corner. Y a los 87′ llegó a la igualdad. La jugada comenzó en un tiro de esquina que no había sido, pues en la jugada anterior Borja Iglesias cabeceó afuera. El juez entendió que había habido un roce y sancionó el corner. De allí llegó el cabezazo, el rebote, otro más, y el balón le quedó a Germán Pezzella, quien con un gran tiro sorprendió a Gazzaniga, y puso el 1-1.

Lo tuvo Blind, a los 90′, em un balón que le quedó para definir, pro el tiro salió muy cerca. Y lo pudo liquidar Abde, a los 90+2′, pero Gazzaniga intervino a tiempo.

Fue empate, justo. Porque Girona tuvo su momento, pero se retrasó, sacó a sus mejores futbolistas, y se quedó en el complemento. Betis apostó por el empate, y al cabo tuvo su premio.

Hernán O’Donnell

En el último suspiro, Unai Gómez le dio vida al sueño de Athletic Club de Bilbao

Fue un partido bárbaro, lleno de intensidad, buen trato de pelota, y con planteos ambiciosos. Athletic Club de Bilbao produjo las mejores llegadas, la Unión Deportiva Las Palmas tuvo más la pelota. Pero lo cierto es que el local se mostró más cerca de la victoria, que pudo concretar con el ingreso del joven Unai Gómez, quien le dio frescura y movilidad al equipo, amén de meter el gol de cabeza en el epílogo del partido, tras varias salvadas del arquero visitante, Álvaro Vallés, otra de las figuras de la noche.

El equipo de Ernesto Valverde formó con Unai Simón; Iñigo Lekue, Dani Vivian, Aitor Paredes y Yuri; Ander Herrera y Beñat Prados; Iñaki Williams, Ohaian Sancet y Nico Williams; Gorka Guruzeta.

La visita comenzó con Álvaro Vallés; Julián Araujo, Saul Coco, Mika Marmol y Sergi Cardona; Marvin Park, Javier muñoz, Máximo Perrone, Enzo Loiodice y Muir El Hadaddi; Sory Kaba.

De entrada el local mostró sus caminos; una llegada de Iñaki Williams por derecha, y Vallés que tapó el mano a mano. Luego, a los 34′, un centro de Nico Williams fue cortado por el portero Vallés, y a los 38′ tuvo la mejor oportunidad de la primera etapa, a través de un penal que ejecutó Gorka Guruzeta y atajó Vallés, en otra intervención destacada.

En el complemento fue más punzante el local. Salió con mayor decisión, aunque Las Palmas no rsignaba sus aspiraciones de ataque.

A los 54′ llegaron los dos primeros cambios del conjunto vasco. Mikel Vesga entró por Ander Herrera, y Alex Berenguer reemplazó a Gorka Guruzeta.

Muy pronto, el Athletic Club iba a generar otra llegada importante. Iban 56′ cuando Nico Williams se fue por la derecha, lanzó el centro, Araujo no pudo despejar, el balón le quedó a Berenguer para definir, y Álvaro Vallés, en notable intervención, sacó la pelota al corner.

Francisco García Pimienta, el entrenador de Las Palmas, decidió hacer la primera modificación a los 58′: Sandro Ramírez ingresó en lugar de Sory Kaba.

A los 65′ llegó un cambio clave en el equipo local. Unai Gómez reemplazó a Sancet, de correcto partido. Pero Unai le dio otra frescura al equipo, mayor movilidad y dinámica.

A los 73′ disparó Iñaki Williams, abajo, allí atrapó Vallés. Cuando iban 76′ Unai Gómez se escapó por el medio, superó la salida de Vallés, y cuando iba a rematar, fue interceptado por Araujo. Luego, a los 78′, Nico Williams, disparó de media vuelta, y cortó Vallés.

Volvió a tener una chance Bilbao, a los 81′, con un corner de la izquierda y el cabezazo de Vesga que se fue apenas alto.

A los 85′ llegaron las dos últimas variantes del equipo de Valverde; Jauregizar entró en lugar de Nico Williams, mientras que Raúl García ingresó en lugar de Prados. En la visita, Alex Suárez reemplazó a Munir, a los 90′.

Y cuando todo parecía concluir, y la gente comenzaba a abandonar el estadio, llegó el desborde de Williams, el centro bajo, el despeje corto de Vallés y el cabezazo de Unai Gómez al costado derecho del arquero visitante, para poner el 1-0 a favor de Athletic Club de Bilbao, que se abrazó al joven salvador y al triunfo, que le permite soñar, soñar…

Hernán O’Donnell

Girona tuvo una gran actuación y le toma el gusto a La Liga

Es mucho más que la sensación de la temporada; es más que el equipo sorpresa, o la revelación del año. Girona es cosa seria. Un conjunto que trata muy bien el balón, que elabora asociaciones de modo permanente, que busca atacar desde el comienzo, que gana con autoridad. Que juega bien. Girona es el puntero de La Liga cuando se acerca la pausa de la mitad de la temporada. Venció a Alavés con claridad y sueña con la gloria.

El equipo de Miguel Sánchez formó con Paulo Gazzaniga; Eric García, David López y Daley Blind; Yan Couto, Iván Martín, Aleix García y Miguel Gutiérrez; Portu, Artem Dovbyk y Savio.

Alavés comenzó con Antonio Sivera; Andoni Gorosabel, Nahuel Tenaglia, Rafa Marín, Rubén Duarte y Javier López; Antonio Blanco y Ander Guevara, Jon Guridi, Samu y Luis Rioja.

El local salió con infulas, y a los 7′ aviso con un centro de Yan Couto que cabeceó Dovbyk, y el balón se fue al corner tras rozar en Marín. Dominaba y sostenía el ataque de manera permanente, hasta que llegó la apertura del marcador.

Tras una buena jugada de ataque, remató Couto, el arquero visitante dio rebote, y de cabeza Dovbyk puso el 1-0 para Girona, cuando iban 22′ de juego.

Respondió la visita, a los 29′, con un centro de la derecha ejecutado por Guevara, y el cabezazo de Samu fue bien controlado por Gazzaniga.

Era mucho más el local. A través de una presión constante y un respeto supremo por la pelota, dominó toda la primera parte. Y la cerró con otro gol; tras un centro de Yan Couto, Portu pusó el 2-0, a los 41′ de juego.

Se adelantó un poco Alavés en el inicio del complemento, y así hizo más entretenido el partido. Pero cuando parecía que podía darle cierta competitividad, llegó el tercero de Girona, a través de un tiro penal de Artem Dovbyk, que puso el marcador 3-0 para el local, a los 58′.

A los 59′ tuvo una chance la visita, con un buen tiro de Gorosabel, que controló Gazzaniga en forma brillante. Si bien la pelota se había ido por el fondo y debió sancionarse antes saque de arco para el local, los árbitros no advirtieron y dejaron seguir hasta la gran atajada del arquero argentino.

A los 60′ llegaron los primeros dos cambios de Alavés; Abderrahman Rebbach entró por Rioja, mientras que Ianis Hagi ingresó en lugar de Guridi.

En el local, las primeras dos variantes sucedieron a los 63′. Valery Fernández reemplazó a Savio, y Pablo Torre entró por Portu. El DT local ya empezaba a pensar en el partido del jueves ante Betis.

Fue el propio Pablo Torre quien, a los 72′, tuvo una buena chance, con una corrida y un remate muy peligroso.

A los 73′ se abrió otra ventana de cambios. El tercero de Girona fue el de Jhon Solís por Iván Martín, y el tercero y cuarto de la visita fueron: Kike García entró por Samu, mientras que Alex Sola reemplazó a Andoni Gorosabel.

Tuvo otra chance el local, a los 76′, con un remate de Valery Fernández que salió muy cerca.

Luis García, entrenador de Alavés, dispuso el quinto cambio de su equipo a los 77′. Carlos Benavídez entró en lugar de Antonio Blanco, mientras que el local realizó las dos modificaciones que le quedaban; Arnau Martínez ingresó por Yan Couto, y Juanpe reemplazó a David López, ya a los 78′.

Alavés cerró el partido con una imagen digna. Tuvo una llegada a los 81′, con un tiro de Rebbach que se desvió y controló Gazzaniga, y con un remate de Rubén Duarte que se estrelló en el travesaño, cuando iban ya 84′ de juego.

Girona cerró la noche española con una gran sonrisa. Había hecho un gran partido, construido una victoria amplia, y volvió a abrazar la punta de la tabla de posiciones.

Hernán O’Donnell

En los penales sonrió San Miguel y logró el ascenso a la Primera Nacional

Lo más emotivo del partido estuvo al final, en la serie de ejecuciones desde el punto del penal, para dirimir quien de los dos, San Miguel o Douglas Haig de Pergamino, ascendía a la Primera Nacional. En ese momento creció el dramatismo y la expectativa, porque el partido había acabado con un 0 a 0 insulso, pobre, desabrido. Todo lo que faltó en los ciento veinte minutos de juego, se completó en la serie de penales. Y San Miguel se quedó con el premio mayor: el ascenso a la Primera Nacional, la segunda categoría de nuestro fútbol.

Douglas Haig hizo las veces de local en el Estadio “Ciudad de Vicente López”, del Club Atlètico Platense, y formó con: Juan Ignacio Cabrera; Agustín Pezi, Lucas López, Agustín Osinaga y Mariano Mauri; Brian Meza y Juan Pablo Miño; Pablo Mazza, Tomás González y Mauricio Tévez; Nicolás Johansen.

El equipo de Los Polvorines comenzó con Joaquín Pucheta; Francisco manenti, Dixon Rentería, Rodrigo Díaz y Peter Grance; Matías Rojas, Federico Sena y David Muller; Lautaro Díaz, Jorge Ferrero y Ezequiel Melillo.

El primer tiempo tuvo algo de emotividad. A los 5′ avisó Mauricio Tévez con un remate fuerte que Pucheta controló con esfuerzo; a los 14′ llegó San Miguel, con una jugada que cortó lucas López tras el centro atrás.

había sido parejo el cuarto de hora inicial, pero luego Douglas se acomodó mejor al partido y tuvo una cantidad de llegadas bastante claras hasta el final de el etapa.

A los 20′ remató bien abajo Nicolás Johansen, y Pucheta supo controlar. A los 22′ una jugada iniciada por Lucas López, de buen primer tiempo, solvente y seguro, asistió Tévez, el centro fue para Johansen, quien metió un buen cabezazo atajado por el arquero de San Miguel. Cuando iban 26′ sacó un tiro preciso Mauri, a los 32′ no pudo resolver Tomás González luego de un buen enganche en el área, y a los 45′ Juan Miño elevó su disparo.

El equipo de Gusavo Raggio había dejado una mejor sensación al cabo del primer tiempo. Por eso San Miguel salió con otra determinación a jugar el segundo período, y a los 40″ avisó Muller con un tiro que pasó cerca.

Respondió Tévez, a los 52′, con un disparo que atajó Pucheta. Y a los 55′ Raggio hizo los primeros dos cambios de su equipo. Pablo Cuevas entró por Lucas López, lesionado, pero de buen partido, sobrio y sereno para manejar la línea de fondo, y Joaquín Petino reemplazó a Mauricio Tévez.

A los 64′ fue Gustavo Coleoni, DT de San miguel, quien hizo las dos primeras variantes en su equipo: Iván Regules ingresó en lugar de David Muller, y Álvaro López entró por Lautaro Díaz.

Hubo una llegada peligrosa de San miguel, a los 67′, que derivó en un tiro de esquina, pero con el correr del tiempo, el partido se quedó sin ideas, sin imaginación, y entró en el tobogán que llevaba a lo que todos sospechábamos: cuidarse más de lo que se arriesgaba, y que los penales dieran su veredicto.

Cuando iban 71′ Coleoni hizo el tercer y cuarto cambio de San Miguel; Matías Benítez entró por Federico Sena, y Pablo Ortega reemplazó a Jorge Ferrero. En el conjunto de Pergamino, Nicolás Trecco ingresó por Tomás González, a los 72′.

Tuvo una chance San Miguel, a los 81′, pero no pudo resolver Grance, y hubo que ir al alargue.

Allí pasó poco y nada. El cuarto cambio de Douglas a los 92′, con el ingreso de Mauro Siergiejuk por Nicolás Johansen, luego, a los 100′ Cristain Chávez entró por Ezequiel Melillo y Nahuel Sica reemplazó a Matías Rojas, en el quinto y sexto cambio que dispuso el “Sapito” Coleoni.

Nada por aquí, nada por allá. En el segundo tiempo suplementario, a los 115′, Ezequiel Ávila entró por Pablo Mazza, en Douglas Haig. Y enseguida llegaron los penales.

Y con los remates, los nervios y la tensión. Pezzi metió para Douglas, puso el 1-0 y luego se cerró el arco. Elevó Rentería el primero de San Miguel, Pucheta le atajó a Mauri, Cabrera a Nahuel Sica, Pucheta volvió a atajar, esta vez a Miño, y Álvaro López consiguió poner el 1-1 en el tercer intento de San Miguel.

Trecco puso el 2-1 para Douglas, igualó el experimentado Cristian Chávez, Siergierjuk convirtió el quinto remate de Douglas y Pucheta cerró la serie inicial con un buen remate. 3-3, y a definir en series de a un tiro.

El defensor Osinaga, de muy buen partido, adelantó a Douglas, 4-3. Rodrigo Díaz igualó, 4-4, para San Miguel.

Avila, dsviado junto al palo izquierdo de Pucheta. Ortega no pudo aprovechar la chance de San Miguel, y Cabrera con la atajada le devolvió la esperanza a Pergamino. Convirtió Petino, 5-4. Peter Martínez Grance convirtió para el equipo de Coleoni: 5-5.

Y ahí volvió a aparecer el héroe de la tarde. Pucheta detuvo el tiro de Brian Meza, y Matías Bnítez, no falló: San Miguel se quedó con la serie, por 5-6.

La locura, las lágrimas, y los abrazos viajaron de Vicente López a Los Polvorines. La tristeza, la desazón, la pena, cayó con los últimos rayos de sol de Floirda, directo a Pergamino. Unos rieron, otros lloraron. Así es el Fútbol.

San Miguel logró un ascenso glorioso a Primera Nacional. Sonríe la gente del “Trueno Verde”, un regalo de fin de año estaba escondido en las manos de Joaquín Pucheta, y el sacrificio de todos.

Hernán O’Donnell

Peñarol acertó la última bola, y el Campeonato Uruguayo estira su definición

La jugada más importante del partido fue la última. Sí, en ciento veinte minutos de juego, donde pasaron pocas cosas trascendentes, cuando todo parecía definirse en los penales, Abel Hernández metió un sprint final y definió con total justeza para darle la victoria a Peñarol, y llevar la definición a un doble encuentro entre el “Carbonero” y Liverpool, que contaba con la ventaja de haber sido el Primero del Torneo Anual, con lo cual, si ganaba esta semifinal, era el Campeón Uruguayo. Pero se metió “La Joya”, y ahora habrá una definición a dos partidos, uno en la casa de cada uno.

El conjunto de Jorge Bava formó con Sebastián Britos; Federico Pereira, Juan Izquierdo, Mateo Antoni y Miguel Samudio; Marcelo Meli, Pablo Siles y Gonzalo Nápoli; Alan Medina, Thiago vecino y Luciano Rodríguez.

El equipo de Diego Aguirre comenzó con Guillermo De Amores; Hernán Coelho, Menosse y Maximiliano Olivera; Camilo Mayada, Damián García, Sebastián Rodríguez, Ignacio Sosa y Lucas Hernández; Angel González y Matías Arezo.

Sorprendió Aguirre con los tres centrales y los dos carrileros. Porque ahogó a Liverpool en la mitad de la cancha, le impidió desarrollar su habitual juego atildado, y no encontró los caminos hacia el arco “Carbonero”. Fue más Peñarol en el primer tiempo, en el que tuvo una chance a los 12′ con un pelotazo de Coelho, la corrida solitaria de Angel González, y su remate que tapó bien Sebastián Britos, con una rapida salida.

Manejaba mejor los tiempos el “Aurinegro”, y Liverpool consiguió su primera llegada clara a los 44′, con una asistencia de Pablo Siles, y el remate de Luciano Rodríguez que atrapó De Amores.

El “Manya” salió a jugar el segundo tiempo con dos variantes; Valentín Rodríguez entró por Lucas Hernández, y Sebastián Cristoforo reemplazó a Ignacio Sosa.

Y salió decidido Peñarol. A los 48′ probó Camilo Mayada, con un tiro que pasó cerca. Contestó el equipo de Bava, con un tiro libre de Luciano Rodríguez que sacó bien el golero De Amores, cuando iban 56′.

A los 64′ vino el tercer cambio en Peñarol; Abel Hernández remplazó a “Speedy” González. Iba a ser una variante influyente…

Jorge Bava produjo dos modificaciones a los 66′; Martín Barrios entró por Pablo Siles, y Rodrigo Rivero reemplazó a Luciano Rodríguez. Este último cambio, también iba a tener incidencia en el match…

El partido se diluía entre las variantes, el roce y el corte del juego. El cuarto cambio en Peñarol llegó a los 73′: Matías Aguirregaray reemplazó a Camilo Mayada.

Liverpool contó con la jugada más clara hasta entonces; a los 76′ un gran centro de Rivero fue cabeceado por Vecino y De Amores desvió la pelota con un gran esfuerzo.

Bava hizo su tercer cambio a los 79′; Ruben Bentancourt ingresó por Gonzalo Nápoli. Quería ir a buscar el partido, pero a los 89′ Rivero se excedió en la lucha por el balón, levantó la suela ante la disputa con Menosse, y se fue expulsado. Se acercaba el final y Liverpool iba a jugar el suplementario con un futbolista menos.

Sin embargo, a los 90+3′ Thiago vecino su una oportunidad, pero el balón salió desviado. Y Bava optó por reemplazarlo, al delantero Vecino, por un defensor, Federico Andueza, para reacomodar a la línea de fondo, cuando iban 90+4′.

Diego Aguirre hizo un cambio ofensivo para comenzar el tiempo suplementario; Franco González entró por Valentín Rodríguez. Y le quedaba una sexta variante, que usó a los 103′, con el ingreso de José Neris por Matías Arezo. En Liverpool, Agustín Cayetano reemplazó a Marcelo Meli.

El partido se jugaba con más nervios que precisión. Para el inicio del segundo suplementario, vino el sexto cambio en Liverpool. Matías Ocampo ingresó en lugar de Miguel Samudio.

La tensión dominaba el ambiente y todo parecía conducir a los penales; sin embargo, en la última bola de la noche, Cristóforo tiró el pelotazo para Abel Hernández, la “Joya” corrió, se fue por derecha, superó la marca de Andueza, y ante la salida de Britos definió con certeza y potencia al primer palo, para poner a Peñarol adelante por 0-1, a los 119′ de juego.

Fue la explosión para el “Carbonero”, la tristeza para Liverpool. Pero, al cabo, solo el cierre de un capítulo, porque el triunfo de Peñarol conduce a la gran Final, a doble partido entre ambos contendientes. Por eso, a esta historia, todavía le falta lo mejor.

Hernán O’Donnell

Liverpool sufrió, pero terminó primero en el Torneo Anual y va a la final con Peñarol con ventaja deportiva

Primero, una pequeña explicación del sistema del Campeonato uruguayo para entender la definición. Se juegan dos torneos, Apertura y Clausura, y un tercero que es el Torneo Anual, que es ni más ni menos que la suma de los puntos de los dos primeros certámenes. El ganador del Apertura juega un encuentro con el ganador del Clausura, y el que gana ese partido va a la Final contra el ganador del Torneo Anual, para consagrar al Campeón Uruguayo.

En esta temporada, Peñarol ganó el Torneo Apertura, Liverpool ganó el Clausura, y en el Torneo Anual finalizó primero Liverpool. Esto indica que deberán jugar el partido clasificatorio Peñarol y Liverpool, y si vence el “aurinegro” jugará con Liverpool la Final para consagrar al Campeón, pero si el vencedor entre los finalistas del año es Liverpool, se consagra Campeón de modo automático, pues la Final la debería jugar ante sí mismo…

El equipo de Jorge Bava hizo una campaña fabulosa, y ahora está ante una doble oportunidad. Ganar el partido clasificatorio le dará el Título de manera automática. Si pierde, tiene la chance en la Gran Final. Y si bien sufrió ante River Plate, logró los tres puntos que, al cabo, lo posicionaron como el primero de la tabla de la temporada.

En el Estadio “Belvedere”, y ante una lluvia torrencial, el local comenzó con Sebastián Lentinelli; Kevin Amaro, Juan Izquierdo, Mateo Antoni y Agustín Cayetano; Marcelo Meli, Martín Barrios y Gonzalo Nápoli; Rodrigo Rivero Rivero, Thiago Vecino y Matías Ocampo.

El equipo que conduce Ignacio Ithurralde formó con Rodrigo Formento; Agustín Chopitea, Horacio Salaberry, Santiago Brunelli y Gervasio Olivera; Ramiro Cristobal y Matías Alfonso; Cristian Barros y Agustín Vera; Joaquín Lavega y Jonathan Dos Santos.

Si bien el local tomó la iniciativa del juego, la primera llegada fue de River Plate, que tuvo un disparo al medio de Alfonso, bien controlado por Lentinelli, a los 7′ de juego. Luego llegó el local, Marcelo Meli sufrió un pisotón en el área y el árbitro Cristian Ferreyra cobró el penal, aunque el VAR lo invitó a darle una nueva mirada. El juez se mantuvo en su decisión, y a los 12′ Thiago Vecino marcó el primer gol de penal para Liverpool, que se adelantó 1-0 en el marcador.

El equipo de Bava se hizo de la pelota, y a través del manejo de los dos interiores, Meli y Gonzalo Nápoli, tuvo el control del partido. Sin embargo, River Plate cerró la etapa con dos llegadas: a los 37′ un cabezazo de Jonathan Dos Santos se fue apenas alto, y a los 45′ un buen disparo de Agustín Vera fue bien controlado por Lentinelli.

Liverpool comenzó el segundo tiempo con una variante. Yordi López ingresó en lugar de Gonzalo Nápoli. Y se dio un complemento diferente a la etapa inicial. River se adelantó en el campo, se soltó un poco más, y empujó al local hacia su campo. De forma paulatina, la visita comenzó a dominar el juego.

Avisó a los 55′ con un remate de Agustín Vera, que se fue muy cerca del palo derecho del arco local. Era otro disparo de Vera, dúctil para esa faceta del juego.

Y mientras River empujaba, llegaron las múltiples ventanas de cambios que ralentizaban el partido. A los 60′ Bava hizo la segunda variante para Liverpool: Anthony Aires ingresó por el argentino Marcelo Meli. También a los 60′ llegaron las primeras tres modificaciones en la visita; Pablo López ingresó en lugar de Cristian Barros, Pablo García reemplazó a Matías Alfonso, y Tiziano Correa entró en lugar de Joaquín Lavega.

Luego, a los 66′ llegaron la tercera y cuarta modificaciones en Liverpool; Ruben Bentancourt ocupó el lugar de Thiago Vecino, mientras que Ignacio Rodríguez entró por Rodrigo Rivero.

No se acomodaron en el campo, que a los 68′ vino el cuarto cambio en el equipo de Ithurralde. Faustino Barone ingresó por Jonathan Dos Santos. Y a los 73′ llegó la quinta variante en Liverpool; Federico Andueza reemplazó a Juan Izquierdo.

A esa altura, el juego se desarrollaba en el campo local. Cuando iban 76′ Tiziano Correa tuvo un buen disparo que Lentinelli tapó muy bien, abajo.

Y de contragolpe, se fue Matías Ocampo, lo engancharon en el área, y Liverpool contó con un segundo penal, a los 80′ de juego. Rubén Bentancourt lo transformó en gol, y puso el partido 2-0 a favor de Liverpool.

Parecía definido, pero el fútbol tiene duendes y sorpresas que aparecen cuando nadie los espera. A los 85′ descontó el visitante, tras una buena jugada de Pablo García y la definición de Faustino Barone, quien achicó la diferencia. Ahora, el partido quedaba 2-1 para el local.

El final fue electrizante. Lo pudo igualar River Plate, a los 90+2′, con un disparo de Pablo López que atrapó Lentinelli, tuvo Ocampo la chance de aumentar para el local, a los 90+3′, con un tiro desviado, y volvió a tener una oportunidad la visita, a los 90+4′, cuando un cabezazo abajo y potente fue desviado por Sebastián Lentinelli, arquero de grandes reflejos y muy buena actuación.

Liverpool se abrazó a la victoria, pero sobre todo a la ilusión que lo motiva. Espera por Peñarol, el gigante que siempre es de temer, pero tiene un gran equipo y doble chance, para quedarse con la fiesta de fin de año.

Hernán O’Donnell

Barcelona tuvo un tiempo para gozar, y el otro para sufrir

El título no le quita merecimientos a la victoria del Barcelona FC sobre el Atlético de Madrid, porque en el balance global el equipo catalán fue superior a su adversario, y ganó con justicia. Sí resume un poco lo que fue el partido. Porque el local tuvo un primer tiempo muy bueno, donde dominó al rival con una presión asfixiante, pero en el segundo tiempo disminuyó su rendimiento, y el conjunto colchonero, al final, cuando soltó amarras, generó varias chances para llegar a la igualdad. Ahí apareció el arquero local, Iñaki Peña, y el resultado quedó a salvo.

El conjunto de Xavi Hernández formó con Peña; Jules Koundé, Ronald Araujo, Andreas Christensen y Cancelo; Frenkie de Jong, Gundogan y Pedri; Raphinha, Robert Lewandowski y Joao Félix.

El equipo de Diego Pablo Simeone comenzó con Jan Oblak; Nahuel Molina, Witsel, José M. giménez, Mario Hermoso y Rodrigo Riquelme; Llorente, Koke y Rodrigo De Paul; Antoine Griezmann y Álvaro Morata.

Fue muy fuerte la presión del local en el comienzo del juego. desde allí tomó el control, porque se posicionó bien arriba y conseguía muy pronto el balón.

Abrió el marcador a los 28′, a través de una asistencia de Raphinha, el balón largo a la izquierda para la entrada de Joao Félix, y la definición del portugués exquisita, para cumplir con “la ley del ex”, y poner el partido 1-0 a favor de Barcelona.

Crédito: @Atleti

El “Cholo” Simeone decidió comenzar la segunda parte con tres modificaciones. Angelito Correa ingresó por Rodrigo Riquelme; S. Lino entró por José M. Gimenez, y C. Azpilicueta reemplazó a Nahuel Molina.

El “Barca” intentó mantener la misma táctica, y durante un tiempo pudo sostener la presión. A los 57′ Raphinha estrelló un buen remate en el poste izquierdo del arco visitante. Y respondió Antoine Griezmann, de contra, a los 58′, con un tiro desviado y peligroso.

A los 63′, la visita hizo sus últimos dos cambios; Memphis Depay reemplazó a Álvaro Morata, y Saúl Ñiguez entró en lugar de Koke.

Tuvo otra ocasión el local, a los 68′, con un remate de Joao Félix, que se fue apenas desviado.

Xavi intentó refrescar a su equipo, y a los 76′ hizo los dos primeros cambios. Yamal entró en lugar de Raphinha, y Ferrán reemplazó a Joao Félix. Pero con la salida del portugués, el local perdió pimienta. Y Atlético de Madrid, creció. Se armó con línea de cuatro, con Witsel, Lino, Hermoso y Azpilicueta, soltó a De Paul y Correa, adelantó a Memphis y Griezmann, y apuró al local.

A los 79′ un tiro libre de Memphis Depay fue desviado primero por Peña, y luego por el travesaño. Mantuvo el ataque la visita, hasta que a los 85′ Robert Lewandowski encabezó un contragolpe, y su remate cruzado, salió apenas desviado.

A los 88′ Fermín López ingresó por Pedri en el local. Buscaba aire, porque la presión visitante ya era alta. Y tuvo una gran chance el “Aleti”, a los 90+3′, cuando tras un tiro libre el balón le quedó libre a Angel Correa, y su remate fue muy bien tapado por Iñaki Peña.

Fue el corolario para la victoria local. Barcelona festejó un triunfo que fue sufrido, pero, al cabo, le permite seguir en la pelea grande.

Hernán O’Donnell

Entre el fuego del calor de Noviembre, aparecen las candidatas del Argentina Open

El IEB+ Argentina Open WTA 125 k, el torneo que es parte del WTA Tour 2023, empieza a definir sus candidatas. En un año lleno de elecciones institucionales, en el país y en clubes importantes. Y las tenistas aprovecharon esta coyuntura para mostrar sus credenciales en un torneo fantástico en el Tenis Club Argentino, enfrente del Rosedal, donde los bosques de Palermo cobijan a las mejores casas de nuestro tenis, la zona de Buenos Aires donde vive el deporte blanco.

Solana Sierra la ganó un partido muy duro a la norteamericana Robin Montgomery, a la que derrotó por 6-4 y 7-5. Tuvo un inicio complicado, cuando la visitante se adelantó 1-3 en la primera manga, pero pudo hacer valer su juego, igualar en 3, y al cabo, llevarse el set por 6-4.

Luego tuvo aplomo para manejar el comienzo del segundo set, se adelantó 5-3 y lo cerró con un 7-5.

Mientras, en la cancha 1, la mexicana Renata Zarazúa venció a la joven argentina Luisina Giovannini, por 6-0 y 6-4. “Entré un poco nerviosa, y ella tiene más experiencia, es más grande. En el segundo set me solté y levanté el nivel. Pensé que si estaba perdido por perdido, tenía que aprovechar la oportunidad. Necesito jugar más partidos y torneos”, dijo Giovannini en conferencia de prensa, posterior al juego.

El segundo partido en el court central fue el que María Lourdes Carlé le ganó a Ipek Oz, de Turquía, por un contundente y claro 6-1 y 6-3. El resultado lo dice todo. Lourdes fue muy superior en la primera manga, y en la segunda el inicio fue un poco más complicado, ya que Oz logró adelantarse 1-2 y su servicio a favor. Pero la tenista argentina mantuvo el control del juego se puso 4-2 con su saque y allí no pudo mantenerlo para ampliar la diferencia. Tras quedar 4-3, quebró el saque de su rival, se asentó con el 5-3 y resolvió el partido con su servicio.

Y en el último partido de octavos de final, Julia Riera venció a la rumana Miriam Bulgaru por 6-2 y 6-3. Riera dominó en todos los aspectos del juego, lució sólida y convencida, y mantuvo el nivel que había mostrado en la Billie Jean King Cup.

Pasó el jueves, se cerró Noviembre y con el último mes del año comienzan los cuartos de final. Promete ser un fin de semana increíble.

Hernán O’Donnell

Cuando parecía la noche de Sevilla, PSV dio vuelta el partido y se quedó con el festejo final

Durante más de una hora, era la noche del Sevilla. Dominante, creativo, feroz en ataque…el equipo andaluza dominó el primer tiempo y más de un cuarto de hora del complemento, sacó una ventaja importante en el marcador, y parecía que se aseguraba el resultado, para meterse en la discusión de la clasificación de la UEFA Champions League. Peo el fútbol es maravilloso por esto, porque un partido que parece tener un rumbo claro y definido, unos pocos detalles, o una incidencia, pueda torcer de manera brusca ese destino previsto, y cambiar todo el desarrollo de la película. Tal vez fue la expulsión de Ocampos, tal vez unos cambios discutibles, lo cierto es que en poco más de veinte minutos, PSV Eindhoven torció el camino, y revirtió el resultado, para conseguir tres puntos de oro, y soñar con la clasificación.

El conjunto de Diego Alonso formó con Marko Dmitrovic; Jesús Navas, Nemanja Gudelj, Sergio Ramos y Marcos Acuña; Djibril Sow, Fernando e Iván Rakitic; Lucas Ocampos, Youssef En-Nesyri y Dobi Lukebakio.

El equipo holandés se alineó con Walter benítez; Jordan Teze, André Ramalho, Olivier Boscagli y Sergiño Dest; Jerdy Schouten y Joey Veerman; Johan Bakayoko, Guss Til y Hirving Lozano; Luuk de Jong.

El partido comenzó con un Sevilla dispuesto a atacar, sobre todo con la velocidad de Lukebakio y Ocampos por los costados. A los 21′ tuvo una chance clara, con una entrada de En-Nesyri por izquierda, y Walter Benítez supo taparla bien.

A los 23′ abrió el marcador; empezó con un tiro libre de Iván Rakitic, el centro fue al corazón del área, y Sergio Ramos la empujó para poner el 1-0 para Sevilla.

Tuvo otro contacto con la red, a los 38′, por intermedio de Sow, pero el VAR advirtió que el suizo había recuperado el balón con la mano, y el juego siguió con la mínima diferencia para el local.

Volvió a tener una llegada a los 40′, tras un centro desde la derecha, y el cabezazo de En-Nesyri dio en el poste izquierdo de Benítez.

De contra, a los 41′ Hirving Lozano sacó un buen tiro para PSV, pero Dmitrovic desvió al corner. Del remate, Lozano quedó lesionado, y los reemplazó Yorde Vertessen, a los 43′ de juego.

Sevilla aumentó a los 46′, apenas iniciado el segundo tiempo. Un buen pelotazo del “Huevo” Acuña para la entrada de En-Nesyri, quien definió de emboquillada ante la salida de Benítez, y el partido quedó a favor de Sevilla por 2-0.

Tuvo una chance la visita, con un cabezazo de de Jong que controló el arquero local, a los 49′, y respondió el Sevilla con un disparo desviado de Ocampos, a los 52′.

El primer cambio del conjunto español llegó a los 57′; Juanlu reemplazó a Jesús Navas, quien manifestaba una molestia física. En PSV, el entrenador Peter Bosz decidió hacer dos variantes más. Malik Tillman entró en lugar de Guus Til, mientras que Ismael Saibari reemplazó a André Ramalho. Debía jugarselá el equipo de Eindhoven.

El partido lucía muy controlado por el conjunto andaluz. Tenía una ventaja de dos tantos, dominaba el medio campo, aceleraba de contragolpe. Todo indicaba que tras más de una hora de juego, podía llevar el partido hasta buen puerto. Pero el fútbol tiene incidencias que cambian el rumbo, como los vientos en ultramar. Iban 65′ cuando Lucas Ocampos quiso perseguir a Yorbe Vertessen, cuando lo fue a marcar se tropezó, lo barrió y el juez sancionó la falta, con una amarilla que se sumaba a la primera. Expulsado el jugador argentino, y el local debía afrontar lo que restaba con un futbolista menos.

Para colmo, enseguida, a los 67′, Sergiño dest sacó un buen centro de la izquierda y Saibiri puso el descuento para la visita. El partido quedaba 2-1 para el local, que sintió que un nubarrón atravesaba el hermoso Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

También pareció preocupado el DT Alonso, porque determinó tres variantes de corte defensivo; iban 73′ cuando hizo ingresar al defensor Nianzou Kouassi por el extremo D. Lukebakio; al volante Joan Jordan por el interior D. Sow, y delantero por delantero, Rafa Mir ocupó el lugar de Y. En-Nesyri.

El libreto cambió de modo abrupto, y ya era PSV el equipo que atacaba con voracidad, mientras Sevilla se refugiaba en su campo.

Cuando iban 81′ llegó el segundo golpe visitante. El centro surgió de la derecha, por la izquierda, y a la espalda de todos, apareció Vertessen para cabecear a la valla, el balón dio en Gudelj e ingresó al arco, para poner el partido 2-2.

Bosz ya tenía los dos últimos cambios preparados, y los hizo a los 82′; Patrick van Aanholt reemplazó a Olivier Boscagli, mientras que Ricardo Pepi ingresó por Jerdy Schouten.

Diego Alonso intentó salir por más, y a los 83′ efectuó la quinta modificación en Sevilla: Oliver Torres reemplazó a Fernando.

Quiso reaccionar el equipo andaluz, y a los 88′ Ivan Rakitic armó una buena jugada en la que asistió a Rafa Mir, pero el delantero demoró en el giro y sacó un tiro débil que no trajo consecuencias.

A esa altura, el humor de la gente local ya era malo, pero aún faltaba lo peor, porque a los 90+1′ Pepi aprovechó un buen centro de la izquierda y con un cabezazo seco puso el 2-3 a favor de PSV Eindhoven.

Todo había virado para mal para el local, y que pudo rozar el desastre cuando Saibari se perdió el cuarto gol , a los 90+4′, tras una entrada y el rebote que le quedó, pero el tiro final se fue afuera.

Sevilla parecía tener una noche de fiesta, pero terminó pasada por agua. PSV encontró un agujero, golpeó la pared, y se puso a tiro de la clasificación.

Hernán O’Donnell

Sobre el final, París Saint Germain rescató un punto que merecía

La resistencia de Nick Pope duró hasta casi el último segundo del partido. Fue una noche muy destacada del arquero inglés, que sostuvo a su equipo, Newcastle, con la ventaja del marcador hasta que Mbappé convirtió el penal agónico. Así, París Saint Germain alcanzó la igualdad, en un partido que lo tuvo como amplio dominador. Pero entre la falta de eficacia, el embudo que le propuso el equipo inglés, y la noche brillante del arquero Pope, recién en el cierre los franceses rescataron algo de lo que merecían, y se mantienen expectantes en una zona dura y compleja.

El conjunto local formó con Gigi Donnarumma; Hakimi, Skriniar, Danilo Pereira y Lucas Hernández; Fabián Ruiz, Manuel Ugarte y Lee Kang-In; Kylian Mbappé, Randal Kolo Muani y Dembelé.

El equipo inglés se alineó con Nick Pope; Kieran Trippier, Lascelles, Fabian Schar, Valentino Livramento; Lewis Miley, Bruno Guimaraes, Joelinton; Miguel Almirón, Alexander Isak y Anthony Gordon.

El local salió con la intención de dominar el juego, y muy pronto generó una chance. Iban 8′ cuando de la derecha surgió el centro de Hakini y Mbappé conectó de taco, pero apareció Nick Pope, para mostrar que iba atener una noche brillante.

En la primera llegada clara, Newcastle abrió el marcador. Una gran jugada de Livramento, de la izquierda al centro, siguió con el balón a la derecha del ataque inglés. De allí salió el tiro de Miguel Almirón, Donnarumma dio rebote y Alexander Isak entró libre y solo para poner el 0-1 a los 24′ de juego.

A partir de allí, PSG volcó el juego al campo rival, y tuvo otra llegada a los 32′, con un centro de Dembelé, el tiro de Danilo y la aparición de Pope. Igual que al final del primer tiempo, cuando Ruiz probó de lejos, a los 43′, y controló el portero inglés, o a los 45+2′, en el que un centro de Mbappé fue conectado por Dembelé y el balón dio en Schar.

El dominio del local se acentuó en el segundo tiempo. Y con el correr de los minutos se transformó en un monólogo. A los 60′ llegaron los primeros dos cambios. Vitinha entró por Manuel Ugarte, mientras que Barcola reemplazó a Randal Kolo Muani.

A los 65′ un centro de Mbappé fue conectado por Bradley Barcola, y otra vez intervino Pope. Enseguida, a los 66′, Barcola ingresó libre por izquierda y su tiro se fue afuera.

París atacaba, pero Newcastle se cerraba con mucha gente acumulada en la puerta de su área, y el local no encontraba los caminos para perforar esa fortaleza. A los 81′ un buen centro de Lucas Hernández fue conectado por Dembelé, y la pelota pasó cerca. Luis Enrique, el Técnico local, fue por dos variantes más. Primero, a los 81′, Marco Asensio entró por L. Kang-In, y un poco más tarde, a los 84′, Gonzalo Ramos ingresó en lugar de Danilo Pereira.

Un buen tiro de Asensio, a los 85′, fue controlado por Pope, en señal de que aún los ingresados iban a sufrir con él. A los 86′ Mbappé entró por derecha, sacó un tremendo remate, y Pope respondió con el peco. El rebote, el delantero lo cruzó desviado.

París empujaba y recién en el minuto final del descuento encontró su premio, tras una mano en el área, y el penal que Kylian Mbappé convirtió, a los 90+7′, para poner el 1-1.

Fue una noche de esas en que las brujas pasean por París y parece que van a desteñir los sueños. Esta vez, el verdugo fue el arquero Inglés, Nick Pope, que cortó muchas oportunidades del local, pero que en el instante final rescató parte del premio que merecía, para que París Saint Germain mantenga vivo su sueño por esta Copa tan esquiva.

Hernán O’Donnell