Es mucho más que la sensación de la temporada; es más que el equipo sorpresa, o la revelación del año. Girona es cosa seria. Un conjunto que trata muy bien el balón, que elabora asociaciones de modo permanente, que busca atacar desde el comienzo, que gana con autoridad. Que juega bien. Girona es el puntero de La Liga cuando se acerca la pausa de la mitad de la temporada. Venció a Alavés con claridad y sueña con la gloria.
El equipo de Miguel Sánchez formó con Paulo Gazzaniga; Eric García, David López y Daley Blind; Yan Couto, Iván Martín, Aleix García y Miguel Gutiérrez; Portu, Artem Dovbyk y Savio.
Alavés comenzó con Antonio Sivera; Andoni Gorosabel, Nahuel Tenaglia, Rafa Marín, Rubén Duarte y Javier López; Antonio Blanco y Ander Guevara, Jon Guridi, Samu y Luis Rioja.

El local salió con infulas, y a los 7′ aviso con un centro de Yan Couto que cabeceó Dovbyk, y el balón se fue al corner tras rozar en Marín. Dominaba y sostenía el ataque de manera permanente, hasta que llegó la apertura del marcador.
Tras una buena jugada de ataque, remató Couto, el arquero visitante dio rebote, y de cabeza Dovbyk puso el 1-0 para Girona, cuando iban 22′ de juego.
Respondió la visita, a los 29′, con un centro de la derecha ejecutado por Guevara, y el cabezazo de Samu fue bien controlado por Gazzaniga.
Era mucho más el local. A través de una presión constante y un respeto supremo por la pelota, dominó toda la primera parte. Y la cerró con otro gol; tras un centro de Yan Couto, Portu pusó el 2-0, a los 41′ de juego.
Se adelantó un poco Alavés en el inicio del complemento, y así hizo más entretenido el partido. Pero cuando parecía que podía darle cierta competitividad, llegó el tercero de Girona, a través de un tiro penal de Artem Dovbyk, que puso el marcador 3-0 para el local, a los 58′.

A los 59′ tuvo una chance la visita, con un buen tiro de Gorosabel, que controló Gazzaniga en forma brillante. Si bien la pelota se había ido por el fondo y debió sancionarse antes saque de arco para el local, los árbitros no advirtieron y dejaron seguir hasta la gran atajada del arquero argentino.
A los 60′ llegaron los primeros dos cambios de Alavés; Abderrahman Rebbach entró por Rioja, mientras que Ianis Hagi ingresó en lugar de Guridi.
En el local, las primeras dos variantes sucedieron a los 63′. Valery Fernández reemplazó a Savio, y Pablo Torre entró por Portu. El DT local ya empezaba a pensar en el partido del jueves ante Betis.

Fue el propio Pablo Torre quien, a los 72′, tuvo una buena chance, con una corrida y un remate muy peligroso.
A los 73′ se abrió otra ventana de cambios. El tercero de Girona fue el de Jhon Solís por Iván Martín, y el tercero y cuarto de la visita fueron: Kike García entró por Samu, mientras que Alex Sola reemplazó a Andoni Gorosabel.
Tuvo otra chance el local, a los 76′, con un remate de Valery Fernández que salió muy cerca.

Luis García, entrenador de Alavés, dispuso el quinto cambio de su equipo a los 77′. Carlos Benavídez entró en lugar de Antonio Blanco, mientras que el local realizó las dos modificaciones que le quedaban; Arnau Martínez ingresó por Yan Couto, y Juanpe reemplazó a David López, ya a los 78′.
Alavés cerró el partido con una imagen digna. Tuvo una llegada a los 81′, con un tiro de Rebbach que se desvió y controló Gazzaniga, y con un remate de Rubén Duarte que se estrelló en el travesaño, cuando iban ya 84′ de juego.
Girona cerró la noche española con una gran sonrisa. Había hecho un gran partido, construido una victoria amplia, y volvió a abrazar la punta de la tabla de posiciones.

Hernán O’Donnell