Está clasificado para la segunda fase de la CONMEBOL LIbertadores; tiene el partido ante Inter de Porto Alegre, Brasil, por delante y la expectativa de luchar por el certamen más importante del continente. Quiere defender la corona. Pero no renuncia a nada. Salió a luchar y jugar el encuentro ante Aldosivi por los octavos de final de la Copa de la Superliga con determinación y ganas. Muchas ganas de ganar, aunque el resultado en Mar del Plata, en el partido de ida, le servía para especular con el 0 a 0. Pero este River de Gallardo poco sabe de especulaciones y fue a buscar la victoria desde el inicio.
Aldosivi presentó su esquema habitual y su reconocido buen gusto por el fútbol. Pero se topó con un rival intenso, que lo empujó contra su valla. Así llegaron los goles en el primer tiempo. A los 27′ Santos Borré (Pareció que estaba en offside en el momento en que la cabeceaba su compañero) apareció solo por el lado izquierdo, tras el pase en el corner y señaló el primer gol. El asistente había levantado la bandera, pero Delfino, árbitro principal, convalidó el tanto.
Tras las quejas, en la reanudación se vio a un River más concentrado y a un Aldosivi sacudido por el golpe. Y llegó el segundo gol. En una rápida transición, Nicolás de la Cruz apareció por la derecha y con un tiro cruzado venció a Pocrnjic.
River cerraba la etapa inicial con un tranquilizador 2 a 0 a favor. Tenía todo controlado y no se avizoraba ningún peligro.
Lo que tampoco imaginábamos es que Aldosivi se iba a derumbar como lo hizo. Perdió consistencia, se desconectaron sus líneas, no tuvo peso en ataque, no logró manejar la pelota en el medio y la defensa se debilitó con cada tanto que llegaba por parte de los locales.
A los 52′ de la Cruz marcó el 3 a 0 con un zurdazo recto tras una gran maniobra colectiva. Y fue el final del partido aunque le quedaba casi un tiempo por jugarse.
Lucas Pratto señaló a los 68′, con un remate cruzado. Entonces, sólo quedaba esperar cuantos goles convertiría el local, que seguía con el mismo libreto: atacar con mucha gente, rápido y preciso.
Aldosivi tuvo una apilada de Pisano y una llegada de Chávez que Armani tapó con seguridad. Y nada más.
En cambio, cada ataque de los “Millonarios” era un tembladeral para la defensa del equipo marplatense. El quinto gol fue el tercero de la cuenta personal de de la Cruz a los 74′. Y River no aflojó. No perdonó ni tuvo piedad. Cristian Ferreira con un remate fuerte cerró el marcador a los 84′. 6 a 0 y clasificación sellada.
River fue el equipo que quiere su DT. Rápido, ofensivo, ambicioso. Sostuvo una presión constante y llevó el partido al área del rival. No lo dejó salir ni pensar. Lo ahogó y lo liquidó a puro gol. Y dejó una señal para todos los que continúan en el camino de esta Copa. River no descarta nada. Ahí está con su apetito voraz listo para pelear todo lo que se le presenta.
Impacta por sus declaraciones, por su impronta, por sus actitudes y, sobre todo, por el poder de sus puños. Es uno de los prospectos más interesantes del boxeo de hoy. Combina capacidad pugilística con características de showman, puede ser una figura atractiva en esa singular mezcla de boxeo y espectáculo, de pegada y declaraciones, de guapeza y actuaciones
Teófimo Andrés López Rivera nació en Brooklyn,
el 30 de julio de 1997, y muy pronto se inició en el boxeo, de la mano de su
padre, Teófimo López Sr, quien además es su entrenador. López padre había
nacido en San pedro Sula, Honduras, pero muy joven se marchó a Brooklyn y luego
se mudó a Davie, Florida, una zona al norte de Miami, entre Fort Lauderdale y
Weston.
“Soy boxeador porque Dios así lo quiso”, respondió cuando le consultaron como se inició en esta actividad.
Hizo un largo recorrido amateur, logró la
medalla de oro en el Campeonato Nacional de los Guantes de Oro en las 132
libras, y luego se ganó un lugar en las pruebas olímpicas 2015 para los Juegos
del año siguiente.
Sin embargo, al final representó al país de sus padres, Honduras, en los Juegos Olímpicos de verano Río 2016. Tenía un lugar en el equipo de Estados Unidos, pero no quedó incluido en la nómina. Entonces decidió representar al país de sus padres. “Honduras no siempre tuvo esperanzas en el deporte, y yo quiero darle una”, manifestó tiempo después. “Quiero darle un título mundial, para Honduras y para los latinos”. Lleva la bandera de Honduras en cada presentación, demuestra el amor por la tierra de sus padres cuando se esfuerza en hablar en español, que no lo hace mal, pero que no tiene la misma solidez que con el inglés. Sin embargo, siempre que puede habla en la lengua de sus padres y trabaja para mejorar el idioma.
Enseguida se hizo profesional bajo la tutela de
Top Rank. Tenía sólo 19 años y ya auguraba un porvenir; Bob Arum le había
echado el ojo. “Creo que este chico es un verdadero talento”, señaló el
promotor, “y los match-makers están haciendo un gran trabajo con él”. “es muy
fuerte y creo que cuenta con un gran futuro”, agregó.
Lo presentó el 5 de noviembre de ese año 2016
en la velada en que Manny Pacquiao y Jessie Vargas protagonizaron el combate
estelar.
Teófimo ganó por KO 2 a Ishwar Siqueiros.
Y comenzó una carrera fulminante, impresionante. Mezclaba sus presentaciones con sesiones de sparrings de figuras consagradas. Así, ayudó a Shawn Porter en sesiones de guanteo cuando preparaba su combate ante Keith Thurman (Barclays Center, Brooklyn, 26 de junio de 2016), o Guillermo Rigondeaux. No le escapaba ni a la diferencia de peso ni a la mayor experiencia de sus oponentes.
Mientras, empezó a escalonar victorias: tras ese debut de fines de 2016, al año siguiente encadenó 6 triunfos consecutivos, entre ellos uno frente a Daniel bastien en el theater del Madison Square Garden y ante Ronald Rivas en el propio Madison. Había llegado muy pronto al mítico escenario de Nueva York.
Y no defraudó. Logró un terrible Knock Out en
el 2do round, producto de un gancho de izquierda fulminante. Impactó a la
gente, a la prensa y fue candidato al Knock Out del año. Además, mostró un
festejo con movimientos de brazos, piernas y algunos pequeños pasos de baile
que comenzaron a hacerse conocidos. También por esto el público se empezó a
acercar y a la vez nacieron las críticas, ya que entendían que no era
respetuoso con el adversario.
“Los que no me conocen creen que soy arrogante”, dijo a la TV mexicana. “El mundo del boxeo es muy duro, y uno tiene que ser muy fuerte. Pero afuera es muy diferente. Tenemos como dos personalidades, una arriba del ring, dura. Y otra afuera, que es humilde”.
En 2018 logró otras cuatro victorias. El 12 de
mayo volvió a ser el centro de atracción en el Madison; allí volvió a ganar por
Knock Out, esta vez frente a Vitor Jones Freitas, Pero la sorpresa sería mayor
cuando los espectadores vieron al vencedor festejar con el baile de Fortnite,
un video juego de tremendo éxito, lanzado en 2017 y que causó sensación entre
los fanáticos de la Play Station. Es un juego en el que supervivientes controlados por humanos cooperarán
online para mantener sus fortalezas a salvo de los ataques en oleadas de los
muertos vivientes, que están intentando conquistar la tierra.
Este juego se hizo muy popular y Teófimo
aprovechó para celebrar con un baile que aparece en las consolas de millones de
fanáticos.
También adoptó la costumbre de subir a los
cuadriláteros con una remera que tenga la inscripción “The Takeover” (El
Dominador). Cuenta que una vez su hermana pronunció el latiguillo, casi de
casualidad, a él le gustó y quedó para siempre.
El 14 de Julio venció al brasileño Silva, pero sufrió la fractura de su mano derecho, hecho que le costó un parate y un suspenso en su carrera. Un duro golpe a su oponente se llevó la fractura del quinto metacarpiano y la cirugía que demoró los planes de ese año.
El 8 de diciembre se presentó en al Hulu Theater del Madison Square Garden y venció a Mason Menard en sólo 44 segundos! Un derechazo acabó con Menard y el teatro vio el baile victorioso característico de López apenas nacía el combate.
Y el 2 de febrero noqueó a Diego Magdaleno en otra categórica pelea. Fue un capítulo más en esta serie de triunfos. Un Knock out espectacular, que llegó con cierta anticipación. En el sexto asalto Teófimo envió a su adversario a la lona. En el séptimo, lo derribó de un izquierdazo espectacular y celebró con sus ya famosas volteretas y bailes.
La fe de él y su equipo aumentó a medida que
llegaron las victorias. El padre cree que está listo para enfrentar a los
mejores del mundo. “Ya no hay muchos que lo quieran enfrentar”, sostuvo en una
entrevista.
Por eso quiere las grandes carteleras, los grandes adversarios. Ha tenido ídolos como Tyson o Floyd Mayweather, pero nadie como su padre. “El ha sido un gran luchador callejero, un hombre muy fuerte. Solía noquear a todos. Y yo tengo el puño de mi padre”, desafió.
A los 20 años se ha metido en la consideración del gran público. Para la revista Sports Illustrated fue uno de los prospectos del boxeo de 2018. Comienza una carrera a puro triunfos. Lo imaginan frente a Lomachenko. “Este año debo ir por el título”, apuntó.
Es terminante, carismático y noqueador. Cuenta con aptitudes y la fuerza que le da la juventud. Aún debe trazar un recorrido, ganar experiencia, mantener la guardia, sumar minutos y peleas. Teófimo dice estar listo para todo lo que viene. Por lo pronto, el próximo sábado 20 de abril en el mítico Madison Square Garden de New York se enfrentará al finlandés Edis Tatli, en el combate de semifondo de la pelea estelar entre Terence Crawford y Amir Khan.
Allí va Teófimo López. Sin prejuicios ni temores. En busca de su destino.
Fue un primer tiempo picante, pensado y caliente. Con un equipo que partía como favorito, Barcelona, y que se paró en el campo como lo hace cada vez que juega de local. Con aplomo, seguridad, suficiencia. Enfrente un Liverpool que no se dejó amedrentar y fue en busca del arco contrario desde el inicio.
Así se armó un partido con mucha intensidad. Liverpool apretaba y Barcelona intentaba marcar el ritmo. La pelota llegaba con facilidad a las áreas porque las transiciones eran rápidas. Rakitic y Arturo Vidal descargaban en sus delanteros, siempre con el apoyo criterioso de Sergio Busquets. Y Messi y Suárez buscaban los espacios.
A los 20′ se fue lesionado Keita, que había tenido buena participación, tras una dura entrada de Rakitic. Algo con lo que cuenta Barcelona a su favor: un permiso extra para entrar fuerte, para excederse, del que cuentan Langelet, Piqué, Busquets, Rakitic, Suárez…debió salir el volante del Liverpool e ingresar Henderson.
Cuando parecía que el equipo inglés controlaba el balón y podía manejar los tiempos del partido, aparecieron las estrellas del local para abrir el marcador. Pelotazo amplio de Vidal de derecha a izquierda; Jordi Alba que recibe y espera un instante el pique de Suárez a espaldas de Matip, la aparición justa del delantero uruguayo y el toque justo para derrotar a Allison Becker cuando iban 26′ de juego.
1 a 0, aunque no era del todo justificado. Pero, goles son amores, y Barcelona fue contundente.
El partido no cambió el tono; al contrario, aumentó en roces e intensidad y en ese contexto mané dispuso de una chance clara tras una habilitación de Salah, pero su remate se fue elevado. Y el complemento no iba a escatimar emociones.
Liverpool se organizó para atacar. Salió decidido, atrevido. Con la presencia de Fabinho varios metros más adelante, las subidas permanentes de Gomez y Robertson, abrió el juego y llenó de preguntas el área de Barcelona. El local se agrupaba y se sostenía en la firmeza de Piqué, Langelet y Jordi Alba. Pero sufría en la banda derecha, donde las trepadas de Robertson, figura del primer tiempo, eran una preocupación constante. Por eso Valverde optó por poner a Semedo (lateral derecho) en lugar de Philippe Coutinho (Volante ofensivo por izquierda). Semedo se paró en el lateral derecho, Sergi Roberto adelante de él, como volante derecho y Arturo Vidal pasó a la izquierda, a la posición de Coutinho.
Así se organizó mejor el Barcelona y supo controlar a la visita. y en cuanto tuvo un poco de aire, disparó.
A los 75′ encontró el momento justo para tomar distancias. Subió Jordi Alba por la izquierda, la habilitación a Messi (los centrales visitantes lo perdieron cuando se iniciaba la jugada), Leo que habilita a Suárez cuando entraba solo al área, el remate en el travesaño y Messi toma el rebote para convertir el 2 a 0.
Se acababa el sufrimiento y empezaba el carnaval. Como suele suceder en cada partido de Barcelona, cuando Messi se enciende se desata un terremoto en el adversario. Sea el partido que sea, el minuto o momento en eque se juegue y como se haya desarrollado el partido hasta ese entonces. Messi se ilumina y solo cabe rezar para que no termine en una derrota catastrófica.
Liverpool estaba mareado, sorprendido. Había hecho todo para empatar, y sin embargo estaba expuesto a una derrota categórica. A los 82′ un tiro libre espléndido de Messi se metió en el ángulo derecho de Allison y el 3 a 0 anunciaba tormentas para el equipo inglés, que aún así tuvo una oportunidad más para descontar: tras varios rebotes en el área, el remate de Salah que tenía destino de red, se estrelló en el palo izquierdo de Ter Stegen.
De contragolpe, Barcelona se perdió dos goles increíbles que hubieran terminado la serie aún con 90′ por jugarse. Dembelé no estuvo preciso en la puntada final y no pudo sentenciar el juego.
Pero Barcelona no parece preocupado. Tuvo una noche más de tantas, esas en que se pone en ventaja por decantación y cuando las nubes empiezan a merodear su arco, el brillo de sus estrellas le ofrecen una victoria amplia, contundente y letal.
Fue un dominio sostenido y atractivo durante los primeros 30′ de juego. Ajax salió a jugar en Londres como lo había hecho en Madrid o Turín: con desfachatez, atrevimiento y sin prejuicios. A jugar, tocar y atacar. Por eso se acercó mucho al arco de Lloris y a los 15′ encontró su premio cuando Van De Beek ingresó solo al área del Tottenham y derrotó al arquero local con un remate cruzado. Ajax encontraba su merecido premio cuando la primera de todas las semifinales recién entraba en sus primeros momentos.
Era el reconocimiento al equipo que mejor había jugado, porque encontró su espacio en el campo a partir del adelantamiento de su línea de 4, donde se destacó la firmeza de De Ligt y la proyección de Vetman. En la mitad de la cancha estuvo lo mejor, porque mientras De Jong y Schone mentanían el equilibrio, Van de Beek se movía por todas partes y era un enigma indescifrable para los locales, que no hallaban ni su figura ni descubrían su ubicación. Ziyech y Tadic lo acompañaban con justeza y fue muy duro para los de Pochettino acomodarse en el juego.
Recién en los últimos 5′ de ese primer tiempo mejoró el equipo inglés. Con más verguenza que fútbol fue para delante, empujado por el fervor de Rose y Trippier, más la habilidad de Dele Alli que apareció en el final de la etapa. Así acumuló varias llegadas, todas sostenidas con remates desde afuera del área.
Todo quedaba abierto en un complemento que prometía más emociones.
Y fue el local el que se adueñó del juego. Con el ingreso de Sissoko por el golpeado Vertonghen a los 39′ de la primera parte, Tottenham encontró una respuesta para un problema que le había surgido. Ese cambio fortuito le permitió acomodarse mejor en el segundo tiempo y apretar a Ajax contra su valla.
En todos los ataques, el equipo inglés se encontró con dos inconvenientes: a la buena tarea de Llorente de bajar todas las pelotas aéreas que llegaban no se le sumaban sus compañeros de ataque. Y Onana, el arquero visitante, tuvo una tarea sin fisuras.
El conjunto holandés no fue el mismo del primer tiempo. Perdió fuerza y lucidez, no tuvo espacios para explotar el contragolpe y no produjo maniobras en ofesniva. Sin embargo, contó con la situación más clara cuando faltaban pocos minutos con un disparo de Ziyech en el poste izquierdo de Lloris, que sólo apeló a observar el tiro cruzado.
Pudo haber aumentado el marcador, pero el resultado final le queda bien al partido. Ajax se lleva una victoria de Londres por 0-1, apretada y legítima. Y queda todo por jugarse en la revancha en Amsterdam, pero los holandeses mostraron una vez más que el sueño lo tienen bien presente y no hay ciudad, llamesé Madrid, Turín o Londres, que se interponga en su camino.
Fue una carrera con pocas emociones, bastante prolija y si demasiadas sorpresas, pero dejó mucho para analizar y para proyectar este Gran premio de Azerbaiyán, el cuarto de la temporada. Y otra vez Mercedes llegó a lo más alto del podio. Valtteri Bottas ganó el primer Grand Prix del año en Australia, luego Hamilton conquistó los dos siguientes, y este le volvió a pertenecer al piloto finlandés.
Y su victoria no se puede discutir. Logró la pole position, largó primero, llegó antes que nadie a la primera curva y cuando su compañero, lewis Hamilton intentó pelearle la punta en las primeras tres curvas, Bottas se defendió con firmeza y supo mantener su posición.
Fue buena la largada de Sergio Pérez que alcanzó el cuarto lugar y de Lando Norris, que llevó adelante a su McLaren.
Después de esa pequeña disputa, se ordenaron Bottas, Hamilton y Sebastian Vettel en las primeras posiciones. No habría mayores modificaciones. Algunas variantes circunstanciales, como suelen suceder en las detenciones en boxes para cambios de cubierta, encontraron a Charles Leclerc en la primera colocación, pero cuando tuvo que detenerse, todo volvió a la normalidad.
De todos modos, fue una buena performance la del monegasco, pues pudo remontar varias posiciones desde su largada de boxes, se adelantó a cuatro rivales y estableció el récord de vuelta que le otorgó el punto extra.
El español Carlos Sainz también hizo una buena jornada, logró terminar por delante de su compañero Norris y demostró temple en la lucha cuando superó a su coequiper.
Después, la monotonía. La confirmación de la supremacía de Mercedes. La lucha de Ferrari con Vettel y Leclerc. La permanente vocación veloz de Verstappen…
Un Gran Premio que dejó todo abierto para el futuro, cuando empiece la temporada europea. ¿Podrá meterse Renault en la discusión del segundo pelotón? ¿Será Red Bull el tercero de los que luchan arriba, o el mejor de los que vienen detrás de Mercedes y Ferrari? ¿McLaren volverá a las viejas glorias cada vez más lejanas? ¿Y Haas dará el salto que alguna vez amenazó con dar?
Todo está por develarse cuando nos metamos en los Grandes Premios del viejo continente. Veremos como se desarrolla esta temporada que empieza a perfilarse como las últimas.
Mientras, a Valteri Bottas y Lewis Hamilton, poco les importa. Están enfrascados en su lucha, casi en un mano a mano solitario, tal como se manifestó en las últimas cuatro vueltas del Gran Premio de Azerbaiyán, en dirimir entre compañeros quien va a dominar este año la máxima categoría del automovilismo.
El clima estuvo cambiante durante todo el día; nublado a la mañana, más tarde lluvioso, al mediodía mejoró y al caer la tarde salió el sol. Cuando surgía la noche, apareció un brisa fresca. Y así fue el partido, cambiante como el tiempo. Tuvo pasajes diferentes y dominadores alternados.
El inicio tuvo el dominio de Brumbies. Más consolidados en el scrum, controlaron el juego, aunque fueron los locales los que llegaron al try tras una gran maniobra de Tomás Cubelli, una patada al fondo y la aparición de Cancelliere para apoyar en el in goal y poner el 5-0.
Pero enseguida llegó la igualdad de Brumbies tras el try de Fainga’a. El encuentro quedaba igualado, aunque el visitante era el que dominaba el terreno. A los 20′ llegó el try del full back Thomas Banks tras una buena maniobra individual, en una jugada simple, rápida y efectiva. Convirtió el apertura Lealifano y el partido quedó 5-12 para la visita.
Pero las cosas no iban a quedar así. Porque el equipo argentino reaccionó y modificó su cara y su postura en ese primer tiempo cambiante. Matías Orlando llegaría al try a los 30′ y la conversión del apertura Domingo Miotti igualaría el partido en 12 tantos.
A los 34′ Agustín Creevy marcaría un nuevo try para Jaguares, para llegar a 17-12 y sobre el cierre del primer tiempo el empuje constante de la visita lo llevaría al final, tras varios ataques bien defendidos por los argentinos, a optar por patear a los palos y acercarse en el marcador. Lealifano fue el encargado de acercar el score a un apretado 17-15 cuando ya se jugaban 40+3′.
Todo lo que se vio en el primer tiempo, cambió en el segundo. El encuentro se hizo mucho más cerrado, no hubo situaciones cercanas en los in goals, y el desarrollo no tuvo variantes. Jaguares empujó, puso el juego en campo visitante, pero no pudo quebrar la resistencia de Brumbies.
A los 61′ Domingo Miotti convirtió un penal y llevó el resultado a 20-15. A diferencia de lo que había sucedido en el primer tiempo, con dominios y tanteador alternados, el complemento fue monótono y sólo ese penal alteró el score.
Para Jaguares fue una noche felíz, porque pudo resolver los contratiempos y encontrar el camino para abrirse paso en una noche cerrada, dura y cambiante como fue el clima durante todo el día.
Por distintos caminos aseguraron su pase a los octavos de final. No sólo tuvieron distintos resultados finales en la quinta fecha, sino que el rendimiento fue diferente. Pero lo cierto es que Palmeiras y San Lorenzo consiguieron el pase a la siguiente ronda y ya están en ese lote de equipos que sueñan con levantar la CONMEBOL Libertadores 2019.
San Lorenzo salió muy retrasasdo, metido atrás y con el intento de enfriar el partido, llevarlo a un ritmo lento y que se desarrollara el tiempo sin mayores sobresaltos. Pero no le dio resultado, pues Junior con la pelota trató de imponer su juego y buscar la victoria, para pelear el tercer lugar del grupo y el pasaje a la Copa Sudamericana.
En ese momento del juego, los primeros 15′ fue superior el equipo local y consiguió el gol tras un cabezazo de Rangel tras recibir un centro de la derecha y colocarla junto al poste derecho de Fernando Monetti.
Ese tanto lo sacudió al Ciclón, que adelantó sus líneas y fue por el gol que le permitiera llegar a la igualdad y a la clasificación. Emparejó las acciones y tuvo la chance en los pies de Reniero y Rentería, pero no fue eficaz. Y en el complemento tuvo más movilidad con el ingreso de Nahuel Barrios (por Gino Peruzzi, que jugó en una inédita posición de delantero) y más elaboración con Gonzalo Castellani (ingresó por Poblete).
De contraataque, Junior también tuvo oportunidades para aumentar el marcador. Pero se encontró con una buena respuesta de Monetti en una oportunidad y un error en la jugada final en la otra chance. No fue un gran partido, pero al equipo local le sirvió para seguir en carrera por ingresar a la Copa Sudamericana y San Lorenzo debió esperar 90′ más para que Palmeiras le asegurara el pasaje a octavos.
La victoria de Palmeiras se olfateó casi desde el arranque del partido. A los 10′ marcó el defensor paraguayo Gustavo Gómez de cabeza y el marcador empezó a abrirse para el equipo visitante, que mostró más soltura, más volumen de juego, mayor jerarquía individual y mucho más peso colectivo. A los 22′ aumentó Gustavo Scarpa con un remate desde afuera del área. 0-2 para la visita y ya era cuestión de ver cuántos goles iba a sumar.
En el segundo tiempo, Palmeiras se atrasó unos metros para manejar el partido de contra, con espacios amplios y velocidad para lastimar en cada réplica. Así llegó el tercero a los 67′ también de Gustavo Scarpa y a los 81′ Moisés cerró la cuenta.
Fue una exhibición del equipo brasileño, que lacanzó el primer lugar en la tabla y se clasificó a los octavos de final, igual que su rival de la última jornada de la serie, San Lorenzo de Almagro.
Por distintos caminos llegaron a la fase decisiva. Para alimentar sueños e ilusiones de sus seguidores, se sumaron al lote de los que persiguen la gran final en Santiago de Chile.
Otra noche vibrante de copas, con el agregado de que el miércoles es “el día” por excelencia de la tradicional Libertadores. Las exigencias del fútbol moderno, la ampliación del calendario, el aumento de los participantes, todo llevó al agregado de los días martes y jueves, para hacer casi toda la semana muy atractiva para ver fútbol internacional, hoy por hoy el más cotizado.
River Plate consiguió un triunfo importante en Santiago de Chile. Tan valioso que significó la clasificación, a pesar de que el equipo que conduce Marcelo Gallardo había empatado los primeros tres partidos. Sin embargo, por los vaivenes de la zona, le bastó con derrotar de local a Alianza Lima y vencer anoche a Palestino por 2 a 0 para asegurarse el segundo puesto del grupo A, que ya no se modificará porque Internacional de Porto Alegre derrotó a Alianza Lima por 1 a 0 y se aseguró la primera colocación.
Se medirán en la última fecha en Buenos Aires, pero ya no habrá variantes en las posiciones.
Boca pudo levantar un inicio errático, en el que Deportes Tolima se puso 2 a 0 muy rápido y parecía una noche complicada, más por el resultado que por el desarrollo, ya que el equipo de Alfaro había salido con mucha decisión y en el primer tiempo logró igualar el marcador.
Dos errores defensivos habían puesto al equipo colombiano en ventaja, pero entre la volutad de Nández, la jerarquía de Zárate y la habilidad de “Bebelo” Reynoso, Boca pudo equilibrar el juego. Mauro Zárate a los 34′ logró el descuento y Benedetto empató de penal a los 42′.
Le bastará una igualdad en la Bombonera en la última fecha ante Jorge Wilstermann para sellar su pase a los octavos de final.
Peñarol cayó en Bolivia ante San José por 3 a 1 y complicó su marcha. No tuvo una buena noche el equipo aurinegro, y ahora tendrá que definir con Flamengo en Río de Janeiro. Los cariocas también tropezaron al perdcer frente a Liga Deportiva Universitaria de Quito por 2 a 1.
Ahora todo quedó abierto, pues Flamengo y Peñarol tienen 9 puntos y deben enfrentarse entre sí. Liga cuenta con 7 y jugará de local ante San José. Si gana el conjunto ecuatoriano, el empate en Río dejaría a todos con 10 puntos y entraría a jugar la diferencia de gol. Si Liga no gana, Flamengo y Peñarol quedarán clasificados.
La Copa sumó otra noche vibrante, atractiva, emotiva. Con definiciones y expectativas. Con sueños y desilusiones. El camino empieza a decantar a los que continuarán por el premio mayor; la mística y la tradición nos vuelven a atrapar, como todos los años.
Empezó la quinta fecha de la Copa CONMEBOL Libertadores 2019 y las emociones se empezaron a desparramar por todo el continente. Partido a partido, gol a gol, se han visto encuentros vibrantes, otros de menor intensidad, resultados cambiantes y un panorama que se empieza aclarar. Sobre todo en los grupos B y C, que ya han sumado cinco encuentros y les queda una sola jornada para definir los clasificados a octavos de final y los terceros que pasarán a la Copa CONMEBOL Sudamericana 2019.
Godoy Cruz consiguió una victoria muy importante en Mendoza, frente a Sporting Cristal de Perú. Fue por 2 a 0 y de esa forma se trepó al segundo puesto, posición que comparte con Universidad de Concepción, Chile, aunque con una pequeña mejor diferencia de gol para el equipo mendocino. Y deberán definir todo el jueves 9 de mayo cuando se enfrenten en Cuyo. El equipo chileno, en tanto, protagonizó uno de los encuentros más atractivos del martes, en el que igualó en 3 goles con Olimpia de Paraguay, que llegó a las 9 unidades y quedó clasificado.
Huracán saltó al campo de juego a medirse con Emelec con un resultado ya puesto que lo ayudaba mucho a buscar el segundo lugar en el grupo. Cruzeiro había derrotado a Deportivo Lara en Venezuela por 2 a 0, y el “Globito” dependía de sí mismo: si le ganaba a los ecuatorianos y luego a Deportivo Lara (también en el Ducó), quedaba clasificado segundo sin depender de ningún otro resultado.
Pero se encontró con un equipo rápido, ofensivo, que no se refugió ni buscó la comodidad del empate y rescatar un punto. Huracán, golpeado por la eliminación sufrida a manos de San Lorenzo, pocos días antes en Parque Patricios, intentó revertir esa frustarción, pero el equipo, que había comenzado bien, se quedó sin respuestas ante un adversario que salió a buscar el partido.
Emelec fue por la victoria y la selló con dos golazos, de jordán Jaime a los 34′ y Brayan Angulo a los 72′. En el quinto minuto de descuento, 90’+5, Lucas Gamba convirtió el descuento, que sólo sirvió para la estadística pues el encuentro finalizó allí.
Un rato antes, Cruzeiro había logrado su quinta victoria consecutiva en el torneo y mantenía el puntaje ideal.
La querida, deseada y tradicional Libertadores sumó una semana más. Dos equipos clasificados, Cruzeiro (Brasil) y Olimpia (Paraguay). Cuatro que sueñan con alcanzar un lugar, Emelec y Lara en la zona B, Godoy Curz y U de Concepción en el grupo C.
Otra noche de Copas, otra noche de fervor, pasión y entusiasmo, en esta parte del mundo donde el fútbol se vive como una religión.
El público argentino lo conoció con cierta profundidad en el final de Enero y principio de Febrero de 2014, cuando se jugó la serie de Copa Davis ante Italia en Mar del Plata. Allí, el jóven rebelde que ya había empezado a forjar una carrera importante se presentó ante el gran público del país, les contó de su vida, de su afición por el fútbol y desplegó un tenis notable, que lo llevó a ganar la serie al equipo italiano.
Después llegó la gira sudamericana y se llevó el Abierto de Viña del Mar al ganarle a Leo Mayer por 6-2 y 6-4 el 9 de febrero de 2014. Una semana más tarde David Ferrer le ganó la final en Buenos Aires por 6-4 y 6-3. Nacía una nueva estrella en el mundo del tenis. En 2015 continuaría con el crecimiento y lograría tres victorias ante Rafael Nadal. En 2016 llegarían más éxitos y el matrimonio con Flavia Panetta; el año siguiente sería el de la explosión de la conducta: la gira por Estados Unidos lo encontraría irascible, nervioso. Primero una multa, luego la expulsión del torneo de Cincinatti y más tarde una suspensión.
Aprendió la lección. Luego del final tumultuoso de 2017, encontraría la paz y la recuperación en 2018, con 3 títulos más del ATP en su haber.
Y ayer conquistó Montecarlo, uno de los torneos más codiciados en tierra batida. Tuvo una semana fantástica y la supo coronar.
Desde la primera ronda frente a Rubliov, luego el triunfo ante Gilles Simon por retiro, el gran paso adelante ante Zverev por 7-6 y 6-1.
En cuartos de final le ganó a Coric, y en semifinales obtuvo la gran victoria del torneo. 6-4 y 6-2 a Rafael Nadal, en una actuación sobresaliente, superadora. Venció sin atenuantes al español, que había tenido una buena semana y sucumbió sin poder dar batalla.
La final ante Lajovic lo encontró en su mejor nivel. Con las luces encendidas, su repertorio variado y el carisma que despierta en su juego. 6-3 y 6-4 fue el resultado final para abrazar su primer Masters 1000 y celebrar una semana estupenda.
Fabio Fognini, ese viejo conocido del público argentino dio otro paso adelante en su carrera. Y tras un tiempo tormentoso, quiere que el camino ya no se detenga.