Cuando hablamos de la Copa del Mundo, de los participantes y de los candidatos, italia aparece de modo natural.
Siempre está. Y siempre es candidata. Ahora, con un juego más atildado y ofensivo que su tradicional “catenaccio”. Pero, con un estilo u otro, la “azurra” es un rival preocupante para todos, difícil, duro, complicado, que aún en sus peores momentos puede resurgir y ser una amenaza para el más pintado. de hecho, sus últimos títulos mundiales los conquistó cuando parecía descartada, pues vivía problemas futbolísticos (en España 1982, por ejemplo) o serios conflictos institucionales (en Alemania 2006). En ambos casos sorprendió al mundo cuando muchos la habían olvidado.
Antes había ganado otros dos títulos, en 1934 (de local) y 1938 (en Francia) Allí se habló de la influencia de Mussolini, sin reparar en los grandes jugadores que tenía entre ellos los argentinos Monti y Orsi, que jugaron como oriundos de Italia.
Fue subcampeón en México 1970 y Estados Unidos 1994. Salió tercero en su casa en 1990. Terminó cuarto en Argentina 1978; siempre está en la discusión.
Es un candidato natural. Uno de los 4 grandes del fútbol mundial (junto a Brasil, Alemania y Argentina). Un equipo que no se lo puede obviar. Que, además, cuenta con un presente muy rico. Con jugadores de elite: el arquero Buffón, caiptán y referente, transmite experiencia y tranquilidad. Andrea Pirlo tiene clase y jerarquía. Es inteligente, habilidoso y carismático. ¡Hasta lo inspiró a Messi para la ejecución de un tiro libre!
Mario Balotteli es, quizás, la principal figura. Fuerte, potente y goleador, las esperanzas “azurras” están en sus pies. Y el tiempo agregó a jóvenes de gran talento, como el defensor Andrea Ranocchia y el centrocampista Marco Verratti. En el ataque hay que sumar a Stephan El Shaarawy y Giuseppe Rossi.
Eterna como Roma, la “nazionale” es un orgullo para toda Italia, a veces símbolo de unificación de un país que, a veces, se distancia entre el Sur quedado y pobre, y el Norte pujante, opulente y rico, pero que se une en este bendito fútbol para crear una selección siempre temida, dura y candidata.
Hernán O’Donnell