La Avalancha destronó a Tampa Bay Lightning y es el nuevo campeón de la NHL

El equipo de Colorado cortó con la sequía y venció al bicampeón de la National Hockey League en 6 juegos, para quedarse con la Stanley Cup.

Gabriel Landeskog, el capitán, primero en alzar la copa. / Fuente: @NHL

La temporada apabullante de Colorado Avalanche tuvo su broche dorado la noche del 26 de junio en el Amalie Arena. En territorio de Tampa Bay; impusieron su estilo de juego, sofocaron a sus rivales, soportaron los agravios y gritaron campeones, tras 21 años de su última coronación. Sin embargo, reducir este campeonato a esta temporada sería minimizar la historia detrás del tan ansiado festejo.

Tras una temporada regular de alto vuelo (finalizando en el segundo puesto de la tabla general),Colorado arrasó y desplegó su mejor juego en las 4 rondas de los playoffs de la Stanley Cup. Terminando con un récord de 16-4, con dos barridas de 4-0 a rivales como Nashville y Edmonton. Sin embargo, reducir este campeonato a esta temporada sería minimizar la historia detrás del tan ansiado festejo de la ciudad de una milla de altura sobre el nivel del mar.

Los campeones no se hacen de la noche a la mañana

Para obtener el trofeo más codiciado del hockey sobre hielo, y para muchos, el más difícil de conseguir en todo el deporte, se necesita mucho más que solo un puñado de estrellas. Colorado Avalanche lo sabe y por ello, hace años confiaron en la transición propuesta por su Manager General y leyenda de la franquicia, Joe Sakic. Debieron sufrir para ver los frutos. Hace menos de 7 años finalizaron últimos en la tabla general de la liga y ahora pueden presumir ser el equipo a vencer de la NHL, con una base de jugadores muy similar.

Landeskog levanta Stanley Cup
“Lluvia de palos y guantes”, el festejo inmediato de los jugadores de la Avalancha. / Fuente: @NHL

Mezcla de confianza, liderazgo, salarios accesibles y excelentes elecciones en el Draft, Colorado se posicionó en la élite de la NHL, pero siempre tropezaban a instancias de la gloria. Finalmente, supieron anteponerse a la situación y confirmar en la vitrina lo que ya todos sabían, que Colorado Avalanche tenía un equipo digno de campeonatos y hasta de ilusionarse con una dinastía, aunque este título sea difícil de conseguir por el tope salarial.

Tras la más reciente eliminación sufrida la temporada pasada (a manos de los Vegas Golden Knights), el líder Nathan MacKinnon declaró: “Me encaminó hacía mi 9no año en la liga y aún no he ganado nada. Definitivamente estoy motivado.” Esa motivación pudo verse este año y fue contagiada a sus compañeros de equipo que potenciaron su nivel de juego al punto de ser invencibles para el resto de la NHL.

MacKinnon, junto a Gabriel Landeskog, Mikko Rantanen, Erik Johnson y J.T Compher, son los únicos jugadores que permanecen en la franquicia desde la temporada 2016-17. Sin dudas son tan trascendentes al desarrollo de este equipo como quienes se sumaron al plantel sin la experiencia de ser el último orejón del tarro de la liga.

A estas piezas se le sumaron jugadores que fueron claves en la obtención de “Lord Stanley”, como Valeri Nichuchskin, Artturi Lehkonen, Nazem Kadri, Darren Helm y Cale Makar, este último recibió el Conn Smythe Trophy, premio al Jugador más Valioso de la Postemporada. En esta misma temporada fue elegido como el Mejor Defensor de la NHL (Norris Trophy), sumando a su palmarés personal donde también ostenta el Premio al Jugador Novato del Año 2019-20 (Calder Trophy). Con tan solo 21 años, Cale Makar ya posee premios suficientes para consolidarse como uno de los mejores defensores del Siglo, y en la pista lo sostiene con sus actuaciones.

Cale Makar recibe el trofeo Conn Smythe, otorgado al Jugador Más Valioso de los Playoffs. / Fuente: @NHL

Los Guardianes de la Copa

Siempre se menciona previo al inicio de los Playoffs, la importancia de tener dos arqueros confiables en un equipo. A veces, con un solo arquero estelar no alcanza y se debe controlar la fatiga y el descanso utilizando a dos arqueros que se repartan los juegos. Colorado quizás no entraba en las conversaciones de los mejores vestuarios de arqueros, pero sin dudas sus dos porteros, Darcy Kuemper y Pavel Francouz, demostraron ser capaces de hacer su trabajo.

Cuando Kuemper se lesionó, Francouz supo tomar su lugar y responder con creces, sin perder ninguno de los 6 juegos que disputó. Kuemper retomó el puesto una vez volvió de su lesión y, salvo algunos goles puntuales, demostró ser de confianza para su equipo. Respondió en los momentos más importantes, como en el Juego 6 ante un Tampa Bay con 6 jugadores, cuando desvió un disparo amenazador y que lo tomaba por sorpresa de Nikita Kucherov. No hay dudas que los jugadores delante de los dos porteros hicieron un trabajo espectacular y facilitaron la tarea de los guardametas, pero no se le debe quitar mérito a Kuemper y Francouz, pues por algo son quienes levantan la Stanley Cup de los 64 arqueros activos de la NHL.

Darcy Kuemper salta de la emoción tras la chicharra final, sus compañeros se dirigen a él. / Fuente: @NHL

Colorado Avalanche: más que un nombre, una consigna de juego

La designación de los nombres de cada franquicia deportiva siempre es curiosa y, en muchos casos, no muestran gran correlación con la ciudad o el equipo al que representan. No es el caso de la Avalancha de Colorado, en primer lugar porque la naturaleza del “Estado Centenario” hace del desplazamiento de nieve en las zonas montañosas, episodios trágicos, pero frecuentes (siendo el estado con más reportes de avalanchas en los Estados Unidos de América).

En segundo lugar, porque el equipo comandado por Jared Bednar, impone una velocidad de juego y una asfixia constante en sus rivales, que solo una Avalancha puede provocar. Atentos a cada error para capitalizar, se desplazan a altas velocidades sin perder eficiencia en el traslado del disco ni en la ejecución de los disparos. Cuentan con jugadores capaces de anotar cada vez que pisan el hielo, el peligro es inminente y los rivales no conciben planes de evacuación una vez la Avalancha agarra ritmo.

El 3er periodo en el Juego 6 ante Tampa Bay Lightning resume a la perfección lo que es Colorado. Con el marcador 2-1 a su favor, tras revertir un 0-1 parcial, Avalanche se hizo protagonista del juego en todas sus facetas. Tampa Bay no le encontraba la vuelta, no podía salir de la presión en su propia zona y no puso en aprietos a Kuemper hasta los minutos finales. Así fue toda la temporada de Colorado, un equipo cuyos porteros no necesitaron brillar, gracias al excelente trabajo hecho por los jugadores de pista. Un equipo convencido de que ese era el camino al título.

Ante la presión que hace unos años habrían sucumbido, esta vez la usaron de combustible. Cada jugador tenía motivaciones personales para alzar el trofeo, pero era el éxito grupal la mayor de todas. Enfrente estaban los bicampeones de la NHL, un equipo que siempre que parecía hundirse, resurgía. Parecían invencibles, lo fueron por casi dos años. A ese mismo equipo y al mejor arquero de la liga, supieron vencer con contundencia, hasta humillarlos con un 7-0, pero Colorado sabía que no importaba por cuanto ganaban cada partido, sino cuantos partidos ganaban.

La foto que lo resume todo. Cada miembro de la organización indica con sus dedos el número de copas obtenidas individualmente… para todos es la primera. / Fuente: @NHL

Al final, Colorado Avalanche tuvo el cierre a la temporada que tanto esperaban, pero esperan que sea el inicio de una era aún mejor. La Temporada 2016-17 parece olvidada por todos los aficionados, pero con el tiempo adquiere valor ese desastroso recuerdo, fue el presagio del nacimiento de un equipo alimentado de ilusiones entre tanto dolor.

La franquicia confió en Joe Sakic, a pesar de su estrepitosa campaña debut de 48 puntos, su plan era renovarle contratos a los jugadores franquicia por muchos años y esperar a que los contratos más altos finalicen, para luego añadir jugadores jóvenes y experimentados accesibles. El proyecto era lógico, pero arriesgado y con el antecedente de su primera temporada a cargo, era difícil verle potencial a su conducción. Colorado eligió creer, se tiró a la pileta y en ella se encontró con Cale Makar, quien trajo bajo el brazo el trofeo más hermoso de todos.

La temporada 2021-22 de la NHL llegó a su fin, con la coronación de un nuevo rey y al acecho ya se encuentran los demás 31 equipos, aprovechando sus cierres de temporadas para ajustar sus planteles en busca de seguir los pasos de Colorado Avalanche y encontrarse en su misma situación en Junio del 2023.

Federico O´Donnell

Argentinos arrancó a pura potencia; Arsenal se lo empató con paciencia

Fue un partido muy atractivo, con muchas llegadas, variantes en el desarrollo, imágenes cambiantes y un juego por momentos prolijo y en otros, ”picante”. Argentinos Juniors fue madrugador y se puso en ventaja en el amanecer del partido. Arsenal no perdió la paciencia, ni el orden y siempre respetó su plan de juego. Llegó a la igualdad, y al final, si bien el local mostraba el dominio territorial, de contragolpe pudo haberse llevado algo más.

Iban 2′ de juego cuando Nicolás Reniero recibió un centro de Zalazar desde la izquierda, y entró en el carril del “ocho”, para poner de emboquillada un exquisito remate que se transformó en el 1-0 a favor de Argentinos Juniors.

El equipo de Gabriel Milito arrancó con mucha potencia y una disposición muy ofensiva. Federico Lanzillotta en el arco. Tres defensores, “Chiche” Sánchez, Miguel Torrén y Lucas Villalba; tres medios, Matías Galarza, Fausto Vera y Gabriel Carabajal; y cuatro delanteros, porque Javier Cabrera y David Zalazar se posicionaban por derecha e izquierda, pero bien arriba, en ataque, en línea con los dos centro atacantes, Nicolás Reniero y Gastón Verón.

Arsenal no perdió la línea aún en la desventaja. Alejandro Medina en la valla. Línea de cuatro con Christian Chimino, Gonzalo Goñi, Lucas Suárez y Damián Pérez. Cuatro volantes, Julián Navas, Mauro Pittón, Dardo Miloc y Alejo Antilef; dos delanteros, Sebastián Lomónaco y Colmán.

El dominio era del equipo de La Paternal. A los 13′ elaboraron una de las maniobras más lúcidas del partido. Villalba tocó con Vera, recibió la devolución y sacó un pase que parecía para Zalazar, pero era para el pique por izquierda de Carabajal, quien se fue en posición de wing izquierdo y metió un centro al área que cabeceó Verón y tapò Medina.

Respondió Arsenal con una jugada de Julián Navas, quien enganchó y sacó un buen tiro que atajó Lanzillotta. E insistió a los 18′, con una entrada de Colmán que cortó Lanzillotta con una salida rápida.

Argentinos retomó el mando, a los 24′ un centro de Reniero fue conectado de media chilena por David Zalazar y despejó Medina. Y a los 33′ Fausto Vera probó de media distancia con un fuerte y bien dirigido disparo que Alejandro Medina sacó al corner.

Ambos equipos hicieron una modificación para comenzar el segundo tiempo. Mariano Bíttolo reemplazó a David Zalazar en el local, en pos de controlar mejor el juego largo de la visita, y formar una línea de cuatro a la hora de defender, y Facundo Kurspzky reemplazó a Alejo Antilef en el equipo de Leonardo Madelón. Kurspzky le dio más frescura al juego y mejoró la visita.

Tuvo una chance el local, a los 50′, con un tiro de Matías Galarza que contuvo el arquero visitante. Y a los 51′ llegó la igualdad a través de un excelente remate de Colmán, para poner el partido 1-1.

Empujó Argentinos, y a los 60′ se fue Cabrera por derecha, y Medina tapó con la pierna derecha. El juego, se hizo más áspero, viró hacia el roce y la pelota dividida se disputaba abajo y con pierna fuerte. Perdió lucidez Argentinos, se metió en la espesura y la lucha física, donde cada duelo era una pulseada de uno contra uno.

Cambio por cambio, a los 69′ Brochero reemplazó a Sebastián Lomónaco en la visita y en el “Bicho” Thiago Nuss ingresó por Nicolás Reniero. Pero no se hallaba fluidez; de un partido bien jugado, pasamos a una lucha “picante”. A los 77′ volviereon a mover las fichas los entrenadores; Leonel Picco entró por Dardo Miloc en Arsenal, mientras que Gabriel Florentín reemplazó a Matías Galarza en el conjunto de Gabriel Milito.

Lo pudo definir el local a los 82′ con un centro de la derecha y la definición de Nuss apenas por arriba del travesaño. Y luego tuvo dos contragolpes muy punzantes el conjunto de Sarandí. A los 84′ llegó solo Navas por derecha y su remate salió alto; a los 86′ Apaolaza ingresó por Colmán, que estaba amonestado y tras una falta en mitad de cancha corría riesgo de ser expulsado. Un acierto de Madelón. A los 88′ Arsenal armó otro contragolpe feroz; Apaolaza encaró por derecha, la cruzó a la izquierda y el disparo de Mauro Pittón salió apenitas desviado.

Milito dispuso dos variantes finales a los 88′: Mateo Coronel ingresó en lugar de Javier Cabrera, y José Herrera reemplazó a Mariano Bíttolo.

Pero ya no hubo más tiempo. El partido se cerró sin alteraciones. Argentinos había comenzado a pura potencia, se puso en ventaja y no pudo traducir el dominio en un resultado más amplio. Arsenal no se desesperó, no perdió el orden y con tranquilidad llegó al empate, y al final del partido pudo haberse llevado algo más.

Hernán O’Donnell

La pasión del Tenis desafía al frío de Buenos Aires

Son días gélidos los de finales de Junio. Una temperatura que no superado los 9º Centígrados en estos días en que se juega la edición del “Dove Men+Care Legión Sudamericana Tenis Club Argentino 2022, pero con un entusiasmo y un amor por el deporte que recorre cada court, cada pasillo y cada rinc{on de este legendario Club afincado en los Bosques de Palermo, vecino del Planetario y el Rosedal, uno de los jardines más bellos que tiene la ciudad. Y el futuro que se vislumbra en cada encuentro y encada esfuerzo de los tenistas del mañana.

Ya están los ocho clasificados para los cuartos de final. A partir del viernes, como en cada torneo, se viven las jornadas más intensas, más dramáticas y más estimulantes. Para el tenista, llegar al fin de semana implica darle crédito a la ilusión. Son tres días de esfuerzo y concentración para llevarse el premio máximo. Y ahí están los argentinos, prendidos a la ilusión.

En un miércoles helado y de cielo plomizo, se jugaron los últimos partidos de la segunda ronda. En la cancha 3, Malek Jaziri (Túnez), preclasificado 2º, venció al local Juan Ignacio Galarza por 7-6 y 7-6. También se clasificó a cuartos de final, Gonzalo Villanueva, quien derrotó a Guido Andreozzi, por 7-6 y 6-2. “Fue un partido muy duro”, dijo el vencedor. “Empecé abajo y luego pude recuperarme, hasta ganar el tie-break del primer set. Había jugado con Guido un par de veces, y se siente que la bola viene muy firme, tenés que estar rápido todo el tiempo, si te quedás corto, se hace difícil. Mejoré el esquema de juego y tuve más claridad. Mi objetivo es llegar a Australia, lo veo posible y es lo que me propongo”, dijo Valenzuela al sitio oficial del torneo.

Mariano Navone le ganó al dominicano Nick Hardt por 6-1, 4-6 y 6-0. En el cierre de la jornada, Juan Pablo Ficovich, preclasificado 1º, fue contundente para vencer a Facundo Juárez Villa por 6-1 y 6-1.

“Creo que el primer set fue muy bueno, tuve que trabajar un montón para ganarlo y el segundo fue muy duro, el jugó muy bien, movió la bola para donde quería, yo corría detrás. En el tercero pude quebrar rápido y alejarme un poco en el marcador; quizás él se quedó un poquito y pude aprovechar. Hace mucho frío, la bola está pesada y la cancha también. A mi me gusta como están las condiciones”, dijo Mariano Navone al sitio oficial tras vencer Nick Hardt. “Ahora me va bien, pero el tenis es semana a semana, para subir en el ranking tenés que jugar muchas semanas bien, ojalá que pueda llegar a la Qualy de Australia”, cerró con una sonrisa.

Un ambiente muy cálido, a pesar de las bajas temperaturas. Porque los días que se viven en el Argentino están llenos de tenis, entrenadores, jugadores, periodistas, sponsors y familiares, que viven el torneo como una hermosa excusa para encontrarse, charlar, compartir y soñar con el futuro del tenis.

Hernán O’Donnell

Madrugó Mitre y Atlanta no se pudo despertar

Al que madruga Dios lo ayuda, dice el refrán. Y algo de eso tuvo el partido, porque Mitre se metió muy temprano en el partido, sacó la diferencia y luego supo sostener la victoria. En el primer tiempo, para ordenarse, ocupar bien el campo y soportar el empuje de Atlanta en el último cuarto de hora. Y en el complemento, para manejar los tiempos del partido, aprovechar las bajas del rival y apropiarse del balón hasta generar varias situaciones que le hubieran permitido ampliar la ventaja. Atlanta no supo reponerse del golpe inicial. Tuvo unos quince minutos, los finales del primer período, que parecía mostrar juego y rebeldía, pero luego volvió a adormecerse, y en el complemento no tuvo reacción.

Iba 1′ de juego cuando el equipo de Santiago del Estero abrió el marcador. Tiro libre desde la derecha, el balón que cruza el área y por detrás, a la izquierda, apareció Germán Voboril para poner el 0-1 a favor de Mitre.

El equipo de Villa Crespo se alistó con Juan Francisco Rago al arco. En el fondo, Gabriel Carrasco, Alan Pérez, Martín García y Franco Perinciolo. En el medio, Alejo Dramisino, Federico Marín, y Juan Galeano. Y adelante, Juan Bisanz, Fabricio Pedrozo y Gonzalo Berterame.

El equipo santiagueño tuvo a Joaquín Ledesma en la valla. En la línea de cuatro, Cristian Díaz, Nicolás Goitea, Rodrigo Tapia y Germán Voboril. Por delante de ellos, Juan Alessandroni, como volante tapón. Más adelante, Facundo juárez, Gastón Díaz, Santiago Rosales y Germán Díaz. Y como referencia de centro ataque, David “La Bestia” Romero. Cuando atacaba, se desprendía Rosales para juntarse con Romero, y el equipo quedaba con un dibujo de 4-1-3-2.

Atlanta llegó a los 3′ con un remate de Berterame que Ledesma sacó al corner. Y después le costó llegar. Lo tuvo Mitre a los 13′, cuando Romero entró sólo al área, le costó dominar el balón, dudó ante la salida de Rago, y al final el arquero lo atoró y le desvió el balón al corner.

El conjunto de Villa Crespo tuvo su ráfaga de fútbol en unos siete minutos. A los 33′ desbordó Berterame por izquierda, sacó el centro y Bisanz remató apenas desviado. Respondió Mitre, a los 34′, con un tremendo disparo de Germán Díaz que dio en el palo izquierdo de Rago. Pero siguió adelante el local y a los 35′ Juan Galeano remató al arco, pero controló Ledesma. Iban 35′ cuando Galeano ejecutó un tiro libre y el cabezazo de Martín García fue rechazado por el arquero visitante. Y a los 40′ Gabriel Carrasco se proyectó een posición de volante derecho y metió un buen tiro que salió apenas arriba del travesaño.

En el complemento, Mitre se presentó con una modificación. Lucas Landa ingresó por Germán Díaz, quien había quedado con una molestia tras un remate trabado, en el primer tiempo. El equipo se reordenó; pasó Rodrigo Tapia de lateral derecho, Goitea como primer central, Landa y Voboril. Cristian Díaz como volante derecho, y el resto, igual.

El local tuvo una buena maniobra combinada, a los 54′, que terminó con un tiro de Fabricio Pedrozo, que salió desviado. A los 56′ llegó el segundo cambio propuesto por Pablo Richetti; Fioravanti ingresó por Cristian Díaz. El ingresado se ubicó en el medio junto a Juan Alessandroni y Gastón Díaz pasó a la derecha.

A los 57′ tuvo otra oportunidad el “Bohemio” con un tiro libre de Galeano que tomó tranquilo Ledesma. Y enseguida llegó una jugada determinante. Franco Perinciolo, amonestado en el primer tiempo, fue a disputar una pelota con vehemencia, cometió falta y se llevó la segunda amarilla. Atlanta quedaba con 10 jugadores a los 57′ del partido.

Nicolás Barrero, entrenador interino de Atlanta, que ya arregló con Mauricio Giganti para que conduzca al equipo, tuvo que rearmar la defensa, y a los 59′ Nicolás Mosca entró por Gonzalo Berterame, para ocupar el lugar del expulsado Perinciolo.

El local buscaba con más empuje que ideas, y a los 69′ Juan Galeano probó de afuera y contuvo Ledesma. Pero luego iba a llegar una nueva expulsión y casi se terminaron allí las esperanzas locales, porque un error de la defensa le permitió a Romero irse con el balón, Galeano le cometió falta al borde del área, el árbitro y el asistente entendieron que interrumpió una ocasión manifiesta de gol y expulsaron a Galeano a los 71′ de juego.

En el equipo de Santiago del Estero llegaron más cambios para manejar el partido con dos hombres más. A los 74′ Guido Vadalá entró en lugar de Facundo Juárez, y Daniel González ingresó por Santiago Rosales. Luego, a los 80′, Matías Ferrari reemplazó a Gastón Díaz, en la quinta variante del equipo visitante.

Ya todo parecía resuelto. Atlanta había quedado diezmado, con una línea de cuatro, tres volantes y sólo Pedrozo arriba. A los 84′ Edelio Cardozo entró por Gabriel Carrasco, y Lucas Ríos reemplazó a Juan Bisanz. Le daba así un poco más de aire al equipo, que hacía rato lo necesitaba.

Pero Mitre se había apoderado de la pelota, la hacía circular y buscaba el momento para meter el estiletazo, tal como sucedió a los 87′ cuando llegó un centro de la izquierda, cabeceó bombeado David Romero y “Pancho” Rago sacó el balón al corner con un tremendo esfuerzo.

Mitre celebró un triunfo que lo abrió al amanecer del partido. Luego se adaptó a todas las circunstancias. Madrugó y el partido lo ayudó. Atlanta no supo despertarse. Apenas esbozó una reacción sobre el cierre del primer tiempo, pero luego se quedó sin jugadores y sin piernas para luchar por el empate.

Hernán O’Donnell

Boca gana, suma y sube

Salió desde el inicio a llevarse los tres puntos. Al minuto de juego Exequiel Zeballos corrió un pelotazo, ganó la posición y generó un tiro de esquina a favor de Boca, en lo que iba a ser una constante del partido ante Barracas Central. El ataque por la derecha, a través de la habilidad y la velocidad del “Changuito” Zeballos, imparable en el primer tiempo. A los 4′ volvió a desequilibrar Zeballos, con una entrada en el área, un enganche y un remate que atrapó Rodrigo Saracho, el arquero local. A los 7′ atacó Barracas y Agustín Rossi salió rápido a cortar.

Era de ida y vuelta, aunque Boca insinuaba mayor peso por la jerarquía individual y el juego colectivo. El conjunto de la “Ribera” salió con Rossi en la valla; línea de cuatro con Luis Advíncula, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo y Frank Fabra. En el medio Guillermo Fernández, Varela y Oscar Romero, y adelante, Exequiel Zeballos, Darío Benedetto y Sebastián Villa.

El equipo de Alfredo Berti se alineó con Saracho al arco; Maximiliano Rodríguez, Nicolás Ferreyra, Gonzalo Paz y Brian Calderara. Facundo Mater, Dylan Glaby e Iván Tapia. Fernando Valenzuela, Neri Bandiera y Pablo Mouche.

Boca tomó la iniciativa, manejó el balón a través de Romero y buscó por los costados. Con el dúo colombiano, Fabra y Villa por izquierda, y Zeballos por derecha. Sin embargo, llegó Barracas, a los 29′ con un tiro de Valenzuela que contuvo Rossi, y a los 33′ con una contra de Bandiera que Rojo desvió al corner.

Pero Boca supo abrir el marcador. Iban 41′ cuando Fabra abrió para Villa, este enganchó hacia el medio y sacó un disparo de larga distancia que se metió en el ángulo superior izquierdo de Saracho y se transformó en el 0-1 a favor de Boca Juniors.

Pero se distrajo Boca y a los 45+1′ el local tuvo un corner a favor, saltó Neri Bandiera y clavó un cabezazo que fue el 1 a 1 sobre el cierre del primer tiempo.

Boca volvió a tomar el mando en el complemento. A los 51′ disparó Marcos Rojo y el arquero Saracho la sacó al corner. Y a los 58′ se fue Fabra por izquierda, lanzó un centro rasante y cerrado, llegó Pol Fernández y puso el 1-2 a favor de Boca Juniors.

A partir de allí, el dominio total de la visita, que se profundizó con la expulsión de Dylan Glaby, a los 59′ de juego.

A los 67′ Zeballos tocó con Sebastián Villa, este fue al fondo y habilitó otra vez a Zeballos, quien definió ante la salida de Saracho, para poner el 1-3 para Boca.

Después, los cambios. A los 70′ Luis Vázquez entró por Darío Benedetto y Carlos Zambrano reemplazó a Marcos Rojo, en el equipo de Sebastián Battaglia. Y continuó el dominio de la visita.

A los 77′ Arce entró por Nicolás Ferreyra en el primer cambio que dispuso Alfredo Berti. A los 80′ llegó la tercera modificación en la visita; Juan Ramírez ingresó por Oscar Romero.

Berti decidió el segundo y tercer cambio del local a los 84′. Sebastián Rincón entró en lugar de Valenzuela, y Facundo Castro reemplazó a Pablo Mouche. En la visita, el cuarto y quinto reemplazo se realizó a los 85′; Luca Langoni ingresó por Sebastián Villa, y Aaron Molinas reemplazó a Guillermo Fernández.

Y no hubo mucho más. Apenas las luces de colores que iluminaron el Estadio “Islas Malvinas”, con la que la gente de Barracas saludó a su equipo y la posibilidad de competir contra Boca, que está aceitado, gana, suma y sube en la tabla de posiciones.

Hernán O’Donnell

Parejos y equilibrados, Arsenal y Talleres no pudieron sacarse ventajas

Fue un típico partido parejo, bastante cerrado, con mucho equilibrio en el juego y llegadas repartidas. Insinuaron casi lo mismo. Más prolijo Arsenal para trabajar el partido, más directo el juego de Talleres de Córdoba. Pero muy cercanos en el desarrollo, y la paridad fue el resultado lógico.

El local se paró con el esquema habitual que tiene a Alejandro Medina en la valla. Línea de cuatro con Chimino, Gonzalo Goñi, Lucas Suárez y Damián Pérez. Cuatro volantes, un poco más retrasado Dardo Miloc a la hora de salir a presionar, por delante de él para ejercer dicha presión, Mauro Pittón, Leonel Picco y Joaquín Ibáñez, y dos delanteros: Sebastián Lomónaco en el centro, y a la izquierda, Cristian Colmán.

El conjunto de Pedro Caixinha presentó a Guido Herrera al arco. En el fondo, Gastón Benavídez, Julián Malatini, Matías Catalán y Enzo Díaz. Fernando Juarez, Rodrigo Villagra y Matías Godoy en el medio; Matías Esquivel, delante de ellos, como el clásico “enganche”, y en el ataque Federico Girotti y Michael Santos.

Fue discreto el primer tiempo. Llegó Arsenal a los 10′ con un tiro libre que capturó Goñi en el área, remató y rebotó en un zaguero. Respondió talleres a los 18′, con un centro de la derecha, el cabezazo de Girotti y el desvío de Medina al corner. Más tarde, a los 24′, la visita encabezó un buen contragolpe. Godoy tomó el balón sobre la izquierda, cambió de frente a la derecha, por allí surgió Gastón Benavídez, lanzó un buen centro, la bajó Girotti y apareció Medina para cortar la maniobra. A los 32′ el centro fue de la izquierda, cabeceó Michael Santos y controló el arquero local.

Respondió el conjunto de Sarandí, y a los 33′ Colmán se fue sólo al arco visitante, pero su tiro fue muy elevado. Volvió a llegar el equipo cordobés, a los 37′, con una aparición de Girotti y otra vez Medina resolvió bien.

Hasta que en el descuento, cuando iban 45+2′ de juego, un centro desde la izquierda local se desvió en la mano de Malatini, y el árbitro Luis Lobo Medina sancionó el correcto penal que Sebastián Lomónaco convirtió en gol, para adelantar a Arsenal por 1 a 0.

El segundo tiempo tuvo un poco más de intensidad. Llegó con claridad Arsenal a los 49′, a través de un cabezazo de Colmán que se metía en el ángulo superior izquierdo de Guido Herrera, pero con un vuelo tremendo el arquero desvió el balón con un manotazo. Y el gol que se perdió en una arco, se concretó en el otro. un viejo axioma del fútbol.

Arrancó Matías Esquivel en el pasillo del “ocho”, se proyectó y remató al arco, el balón rebotó en las piernas de Gonzalo Goñi y le quedó a Michael Santos. El delantero tiró al arco, el balón dio en el poste izquierdo y el rebote pegó en Goñi, quien, de modo involuntario, metió el balón en contra de su arco y el partido quedó 1-1.

Leonardo Carol Madelón, entrenador local, decidió entonces su primera variante: a los 59′ Facundo Kruspzky entró en reemplazo de Ibáñez. Lo tuvo Arsenal cuando Kruspzky sacó un violento tiro, que Herrera sacó del ángulo derecho con un espectacular vuelo, a los 61′ del partido.

A los 66′ llegaron los dos primeros cambios en el elenco cordobés; Héctor Fértoli reemplazó a Matías Godoy, y Rodrigo garro ingresó en lugar de Matías Esquivel.

El juego se mantuvo equilibrado. Talleres llegaba por la derecha, donde las proyecciones de Gastón Benavídez eran la herramienta más eficaz. Arsenal se recostaba en la conducción de Kruspzky, que había ingresado bien en el partido.

A los 71′ Apaolaza entró por Colmán en el segundo cambio del equipo del viaducto. La tercera modificación que introdujo Pedro Caixinha fue a los 76′: Santiago Toloza entró en lugar de Fernando Juárez.

El final tuvo algunas emociones más. A los 80′ remató Garro y atajó Medina. A los 81′ Arsenal llegó por derecha, vino el centro pasado y el cabezazo de Kruspzky se fue apenas desviado.

El cuarto cambio de la visita fue a los 83′. Angelo Martino ingresó en lugar Girotti, y Talleres pasó a jugar con Benavídez y Martino por los costados, y tres centrales: Malatini, Catalán y Enzo Díaz. Se afirmó Toloza. En Arsenal, a los 88′ Brochero entró en lugar de Leonel Picco.

La última bola de la noche fue para el local. Lomónaco entró libre por izquierda y su remate, con el arco bastante factible pues Herrera había salido a achicar con mayor cuidado en el primer palo, salió cruzado y desviado, a los 89′.

Había sido el último intento de una noche pareja, en la que Arsenal y Talleres brindaron un muy buen segundo tiempo pero en el que no pudieron sacarse ventajas.

Hernán O’Donnell

Argentinos creció con el partido y venció con justicia a Independiente

Lo explicó muy bien Gabriel Milito en la conferencia de prensa posterior al partido. “En el comienzo las energías son similares, los planteos son los que pensaron los entrenadores, la disposición está fresca y los rivales salen a hacer su partido. Con el correr del juego las energías ya no son las mismas y nosotros queremos llegar al final igual que como empezamos. Jugar con la misma energía física desde el minuto uno hasta el noventa, más lo que se agregue”. Y mucho de eso pasó en la victoria de Argentinos Juniors sobre Independiente. De un comienzo parejo y equilibrado, con el correr de los minutos el local le dobló la pulseada al rival y le torció el brazo, hasta completar un segundo tiempo de alto nivel, donde demolió a Independiente.

El conjunto de Milito se alineó con su sistema habitual; Federico Lanzillotta en el arco; tres centrales, Luciano Sánchez, Miguel Torrén y Lucas Villalba; Thiago Nuss por derecha, Fausto Vera y Franco Moyano de doble pivot interior, Vera más suelto y listo para desengancharse, y Mariano Bíttolo por izquierda. Dos volantes más adelantados, Gabriel Florentín y Gabriel Carabajal, y Gabriel Ávalos de centro delantero. Independiente se presentó con Sebastián Sosa en la valla. Alex Vigo, Sergio Barreto, Juan Manuel Insaurralde y Rodríguez en la línea de fondo. Gerónimo Poblete como volante central, adelante de ellos. Tres hombres en la siguiente línea, Lucas González, Alan Soñora y Gastón Togni; y en el ataque, Leandro Fernández y Leandro Benegas.

Poco había sucedido hasta los veinte minutos iniciales. Un partido equilibrado y disputado en la mitad de la cancha. Pero a los 20′ Fausto Vera tomó un balón en mitad de la cancha y armó una gran jugada. Condujo y abrió a la izquierda para Mariano Bíttolo; este sacó el centro, la bajó Vera de cabeza, recibió Ávalos y asistió a Thiago Nuss, quien con un tiro preciso marcó el 1-0 para Argentinos Juniors.

Independiente reaccionó, y a los 30′ llegó a través de un disparo de Leandro Fernández que salió desviado.

Argentinos empezó a mostrar su dominio y a torcer la pulseada del juego. De a poco, lo empezó a llevar al visitante contra su arco. A los 33′ probó Gabriel Carabajal con un remate de media distancia, que se fue por arriba del travesaño. A los 37′ Fausto Vera, la figura de la noche, de media vuelta sacó un tiro espectacular, que salió apenas desviado.

Y cuando todo parecía a pedir del local, vino el empate, a los 43′ por intermedio de Leandro Benegas, quien aprovechó el corner de Alan Soñora, el primer cabezazo de Barreto, y junto al palo derecho del arquero local, aprovecho para convertir, con un tiro corto, el 1 a 1 parcial.

Para el inicio del complemento los dos entrenadores realizaron modificaciones en sus equipos. Matías Galarza entró por Franco Moyano, que estaba amonestado y corría riesgo de volver a ser sancionado por el lugar que ocupa en el juego, en el equipo de La Paternal, en tanto, en el conjunto de Avellaneda, Juan Cazares entró en lugar de Alan Soñora, y Joaquín Laso ingresó en reemplazo de Gastón Togni. El “Rojo” de Avellaneda se paró con tres centrales y adelantó a los laterales, Vigo y Rodríguez.

Argentinos se apoderó del segundo tiempo casi desde el inicio. A los 46′ avisó con un tiro de Gabriel Florentín que se fue muy cerca. Independiente tuvo una posibilidad a los 51′, con un tiro libre seco de Fernández que pasó cerca del palo derecho de Lanzillotta. Pero le iba a costar volver a llegar.

Muy pronto el local armó una buena jugada de contragolpe, conducida con velocidad por Gabriel Florentín, al llegar al área cedió a Fausto Vera, este enganchó y sacó un excelente remate que se transformó en el 2-1 para Argentinos Juniors, a los 52′ de juego.

A partir de ahí creció más Argentinos Juniors, en tanto Independiente se desmoronaba. A los 61′ cabeceó Thiago Nuss y el balón pasó cerca del arco visitante. Pudo meter una contra el equipo de Domínguez a los 68′, que terminó con un centro cerrado de Juanito Cazares que controló bien Lanzillotta.

A los 74′ vino el segundo cambio en el “Bicho”. Gastón Verón reemplazó a Gabriel Florentín, con una molestia muscular. Siguió Argentinos con el objetivo puesto en el arco rival y a los 77′ Mariano Bíttolo ejecutó un buen tiro que salió un poco alto. Remató gastón verón, a los 78′, y controló bien Sebastián Sosa, el golero de la visita. Y a los 80′ Gabriel Ávalos se fue por derecha y metió un buen tiro que pasó muy cerca.

A los 81′ se produjo la tercera variante en el equipo dueño de casa; Javier Cabrera reemplazó a Thiago Nuss.

El partido quedó bajo control local. El “Rojo” tuvo su chance a los 85′, con un tiro libre desde la izquierda que cabeceó Juan Manuel Insaurralde y la pelota salió desviada. No hubo mucho más.

Argentinos logró un triunfo merecido, en el que supo construir el camino a partir de un comienzo equilibrado, y de a poco impuso su ritmo, sus cualidades individuales y su intenso juego colectivo, hasta desmoronar a Independiente, y sumar tres puntos que lo proyectan a la zona alta de la tabla de posiciones.

Hernán O’Donnell

El gran primer tiempo de Unión fue la clave para vencer a Barracas Central

Fue un gran partido. Intenso, con muchas llegadas, goles y expectativa hasta el final. El primer tiempo fue frenético, con un gran trabajo de Unión, que se sintió cómodo en el partido, se acomodó a rápido al plan futbolístico y golpeó a su rival.

Barracas se vio sorprendido por el inicio de su adversario. Salió con Rodrigo Saracho al arco. Línea de cuatro con Facundo Matter, Nicolás Ferreyra, Gonzalo Paz y Brian Calderara. En el medio Dylan Glaby, Jonatan Blanco y Juan Vázquez; adelante, Fernando Valenzuela, Junior Arias y Sebastián Rincón. Y si bien llegó al minuto de juego con una entrada de Junior Arias que tapó Mele, luego llegaron las dificultades.

El “Tatengue” se alineó con Mele en la valla; Vera, Franco Calderón, Emmanuel Brítez y el capitán Corvalán en la defensa; doble volante central con Enzo Roldán, la figura de la cancha y Bucca. Por delante, tres hombre de ofensiva, Mariano Peralta Bauer, Luna Diale y Kevin Zenón. Y como referencia de centro delantero, Alvez.

A los 8′ Saracho rechazó un balón a la derecha de su equipo, pero el que llegó a tomarlo, por experiencia, rapidez y viveza, fue Claudio Corvalán. Este cedió a Luna Diale, quien habilitó a Mariano Peralta Bauer, y el remate del ex hombre de San Lorenzo dio en el palo y después fue sacado al corner por la defensa local. Del tiro de esquina, a los 9′, llegó el cabezazo de Jonathan Alvez, ubicado en el palo más lejano al remate del tiro de esquina, y convirtió el 0-1 a favor de Unión de Santa Fe.

Y enseguida llegó el segundo golpe. Otro tiro de esquina, este desde la izquierda del ataque visitante, el balón que sobró a todos, y por el segundo palo apareció Emmanuel Brítez para marcar el 0-2 para Unión, cuando iban 13′ de juego.

Reaccionó Barracas, y a los17′ Jonatan Blanco cedió a Fernando Valenzuela, quien hizo una gran maniobra para dejar solo a Vázquez, que sacó un buen remate y Santiago Mele rechazó los puños.

Pero el visitante era el dueño del juego en ese primer período, y a los 19′ volvió a llegar por medio de la pelota parada, con un corner que conectó Franco Calderón y su cabezazo se fue apenas desviado. Contratacó Rincón a los 23′, pero prefirió el disparo al arco cuando tenía alguna opción de pase.

Volvió a llegar el elenco santafesino, y a los 26′ Peralta Bauer sacó un buen disparo que controló Saracho. A los 28′ ejecutó Kevin Zenón, y el tiro salió alto. Y lo tuvo otra vez Peralta Bauer, a los 32′, con un remate que sacó Paz sobre la línea. Era amplio el dominio de la visita.

Sin embargo, el equipo de Alfredo Berti tuvo su chance a los 39′, con un tiro libre de la derecha y el cabezazo de Nicolás Ferreyra que Santiago Mele controló abajo. Y a los 43′ fue Fernando Valenzuela, el que remató bombeado, y el tiro salió apenas arriba del travesaño.

En el segundo tiempo, Unión intentó seguir de la misma manera. Pero las primeras variantes le modificaron los nombres, el esquema y el desarrollo del juego. A los 53′ salió lesionado Jonathan Alvez y fue reemplazado por Gallegos. Tuvo dos oportunidades más; a los 54′ Zenón giró en el área y sacó un tiro que salió afuera, junto al palo derecho de Saracho. A los 56′ Peralta Bauer encabezó un buen contragolpe, cedió a Zenón y su disparo fue tapado por Mele. Luego salieron los dos extremos de la visita; a los 58′ Lucas Esquivel ingresó por Kevin Zenón, e Imanol Machuca reemplazó a Mariano Peralta Bauer. Unión extrañó a los tres jugadores reemplazados. Le costó, desde allí, elaborar el juego de ataque.

Alfredo Berti decidió tres variantes en el local, cuando iban 60′ de juego: Pablo Mouche entró en lugar de Junior Arias. Iván Tapia reemplazó a Jonatan Blanco. Bandiera ingresó por Juan Vázquez. Y mejoró el “Guapo”. Se adelantó en el campo de juego y pasó a tener el control del partido.

A los 68′ descontó Fernando Valenzuela, de penal, tras una mano de Emmanuel Brítez que fue advertida por el VAR e invitaron al árbitro Andrés Merlos a que la cotejara. Así lo hizo el juez de cancha, y el partido, tras el descuento de Barracas, quedó 1-2 a favór de Unión.

Creció el local, y con más vergüenza y ganas que claridad, metió a Unión en su área. El conjunto de Gustavo Munúa se apoyó en la fuerza de Calderón, Brítez y Corvalán en el fondo, y el despliegue inmenso, lleno de claridad y lucidez de Enzo Roldán. Y aguantó.

Maximiliano Rodríguez entró por Matter, a los 83′ de juego. A los 84′ hubo un tiro libre de Iván Tapia que salió apenas afuera. A los 86′ Facundo castro entró en lugar de Glaby, en el último cambio del local, mientras que el “Tate” realizó sus últimas dos modificaciones a los 87′: Facundo Agüero entró en reemplazo de Luna Diale, y Gerometta ingresó por Machuca.

Esta última variante era para poner a un hombre con más vocación defensiva que Machuca, un delantero puesto a hacer un trabajo de coberturas al que le podía costar, amén de estar amonestado, por lo tanto el DT entendió que debía sacar a quien había hecho ingresar una media hora antes. Una variante táctica vinculada a la necesidad del equipo en esos minutos finales de sufrimiento.

Porque Barracas se fue a la carga, tuvo una chance con Mouche a los 90+1′ y un tiro libre de Valenzuela a los 90+3′.

Pero no le alcanzó. Unión había hecho el gasto en el primer tiempo, marcado la diferencia, y al final se abrazó a ese triunfo que le despertó una sonrisa para el regreso a Santa Fe.

Hernán O’Donnell

La ruleta de los penales giró para Australia y se clasificó al Mundial

Australia sonrió al final. Se llevó el boleto para volver a Doha, tras una dramática serie de penales ante Perú. La Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022 ya empezó. En realidad, hace rato, porque las llamadas “eliminatorias” son, para la FIFA, la Competición preliminar, es decir cada partido que se juega en cada Confederación, es un juego correspondiente a la Copa del Mundo. preliminar, sí, pero parte del certamen ecuménico. Y cada uno está bajo la órbita de la FIFA. Pero en este caso, el juego de repechaje ya tiene un clima especial de Mundial. Porque se jugó en el Al Rayyan Stadium, en Doha, Catar, con una temperatura que superó los 38º centígrados y nos puso en clima de lo que va a ser el Mundial. Porque además, el partido tuvo de todo, como cualquiera que se juega a partir de los octavos de final, incluso en el gran final. Fue para Australia, pudo haber sido para Perú. Tuvo ritmo, bajones, especulación, cautela, alguna jugada de gol, y la siempre morbosa serie de definición con remates desde el punto del penal.

Crédito: @Socceroos

Australia hizo valer su sistema. El juego físico, la presión en la mitad de la cancha, la intensidad en el desarrollo. Perú intentó poner el balón bajo la suela y hacerlo circular para provocar espacios y encontrar los caminos hacia el arco adversario. lo consiguió por momentos. Pero en líneas generales fue un partido parejo.

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A los 2′ remató Duke y el balón salió apenas desviado. Era el primer aviso australiano. respondió el conjunto de Ricardo Gareca con un desborde de Carrillo, el centro y el cabezazo de Lapadula que se fue apenas alto. A los 6′ otra vez Duke consiguió una pelota cerca del área y sacó un tiro fuerte que salió apenas afuera. Y a los 15′ tuvo un tiro de esquina el conjunto de Graham Arnold, cabeceó Irvine y el balón se fue por arriba del horizontal.

No hubo nada más en el primer período. Todas las emociones se consumieron en el cuarto de hora inicial. Australia se paró con Ryan al arco; en el fondo Atkinso, Wright, Rowles y Behich. Mooy como volante central; por delante, Boyle, Hrustic, Irvine y Mathew Leckie; y en el ataque, Mitchell Duke.

Perú presnetó un esquema similar. Pedro Gallese en la valla. Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Callens y Miguel Trauco en la defensa. Renato Tapia como volante medio. Por delante de él, Carrillo, Peña, Gonzáles y Cristian Cueva. Y en el centro del ataque, Lapadula.

Todo se dirimía en el centro del campo, pero el encuentro había entrado en una larga meseta.

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En el complemento, se acomodó un poco mejor Perú. Con toques cortos y control del balón, el conjunto dirigido por Ricardo Gareca se adelantó en el campo, aunque sin lograr profundidad. A los 64′ Edison Flores ingresó en lugar de Carrillo, y con el correr del partido tomó un protagonismo importante. El “Orejas” fue de lo mejor del equipo sudamericano.

A los 68′ avisó Perú; se fue Cueva por izquierda, y sacó un remate que salió apenas afuera. Arnold movió el banco australiano y a los 69′ Marbil ingresó por Duke. El ingresado se recostó en la banda izquierda y fue muy trascendente por su gran velocidad y su buena técnica, mientras que Leckie fue al centro del ataque en el espacio que había dejado el reemplazado Duke.

El cansancio se hacía sentir, y a los 79′ Aquino reemplazó a Sergio Peña, en el segundo cambio de Perú. El equipo ya sentía un poco el desgaste físico y mental y el cierre del partido encontró mejor a los australianos. A los 80′ un tiro libre de Hrustic fue bien controlado por Pedro Gallese. A los 83′ desbordó Mabil por izquierda con gran velocidad y el centro no prosperó; luego fue Behich el que se generó una oportunidad con una doble gambeta y un remate que pasó cerca, a los 84′ de juego. A los 85′ Mac Laren, centro delantero natural, entró en lugar de Leckie, en la segunda modificación de los oceánicos. Y a los 87′ volvió a llegar Mabil a un balón largo que parecía que se iba a perder por el lateral; el extremo se hizo del balón, sacó el centro, disparó Hrustic y Gallese contuvo con esfuerzo.

Crédito: @SeleccionPeru

Había que ir al alargue. Australia comenzó con una nueva variante, la tercera: Karacic entró en el lateral derecho en reemplazo de Atkinson. Y poco varió en el desarrollo. Mucha cautela, búsqueda de asegurar la tenencia del balón, y ataques con los ojos más puestos en la espalda que en el frente. Se pensaba más en defender que en producir jugadas de riesgo. Porque no se quería arriesgar. Perú tuvo una llegada con un disparo de Flores, tras una buena maniobra colectiva, que Ryan atajó con seguridad, a los 98′.

Se fue muy rápido el primer tiempo del alargue y en el segundo se vio lo mejor de Perú en el partido. Se soltó, proyectó los laterales, Trauco y Advíncula, se metieron más Cueva y Flores, y Lapadula estuvo más acompañado. A los 105′ desbordó Flores, sacó el centro y el tiro de Cueva se fue apenas afuera. A los 106′ llegó el centro de la izquierda y el cabezazo de Edison Flores pegó en la base del poste derecho de Ryan, en la llegada más clara de Perú, y del partido. A los 107′ disparó Luis Advíncula, y su remate se fue por arriba del travesaño.

Extenuado, a los 114′ debió salir Cueva y fue reemplazado por Valera, en la tercera modificación que ejecutó Ricardo Alberto Gareca.

Graham Arnold, el entrenador de Australia, realizó dos variantes sobre el final, cuando iban 118′ del partido. Goodwin entró en lugar de Behich, y reemplazó al arquero: Mat Ryan le dejó el lugar a Andrew Redmayne, arquero de Sydney Football Club, casi un desconocido en el gran concierto del fútbol mundial, pero con buenos antecedentes como atajador de penales. Y montó un show personal a la hora de la definición, en el que se movió de palo a palo, bailó y buscó desconcentrar a cada uno de los ejecutantes peruanos. Hasta llegó a darse vuelta previo a un remate.

Quedará la incógnita de por qué Pedro Gallese, quien ganó el sorteo, eligió empezar con él al arco, cuando la teoría indica que siempre es mejor rematar primero. Si convierte, saca una mínima ventaja. Si falla, tiene el desquite por delante. Es una teoría que no siempre se refleja en el resultado final, pero me aferro a ella y le confieso que en caso de poder elegir, siempre quiero que mi equipo ejecute primero.

Sin embargo, Gallese prefirió atajar en primer turno y ese penal incial pareció darle la razó, pues detuvo el tiro de Boyle, quien había sido la figura de la cancha. Comenzó el show de Redmayne, pero Lapadula no se inquietó y puso el 0-1 a favor de Perú. Convirtió Mooy, 1 a 1. También lo hizo Callens y adelantó a Perú por 1-2.

En la tercera serie ejecutó el último ingresado, Goodwin y logró igualar 2 a 2. Fue Luis Advíncula, no pareció afectarle los movimientos excéntricos del arquero australiano, pero su tiro pegó en la base del poste derecho y salió rechazado. Todo quedaba empatado y Australia retomaba el inicio.

Convirtió Hrustic, 3-2. Lo mismo hizo Renato Tapia, 3-3. Quedaba la última ejecución por equipo de la serie inicial de cinco. Fue Mac Laren para Australia, 4-3 arriba. Y toda la presión para Edison Flores, que ni se inmutó por el espectáculo de Redmayne, y con serenidad convirtió el empate en un penal crucial, como fue este e iban a ser todos los posibles siguientes para Perú.

Empezó la serie de uno. Australia con la chance de ejecutar y más allá de convertir o no, saber que tenía luego el penal de su adversario. Fue Mabil, con toda la picardía que mostró en el rato que jugó, y puso el 5-4 para Australia. La responsabilidad y la presión cayeron sobre Alex Valera. Redmayne apostó a su show. Fue, vino, bailó, se dio vuelta, saltó hacia adelante y luego retrocedió para volver a pisar la línea cuando Valera había comenzado la carrera del disparo y el silbato del juez ya había sonado. Nadie se percató de esta falta, pues al momento de patear, ya estaba el arquero australiano otra vez con un pie sobre la línea. Fue a su derecha y encontró el balón que había disparado Valera. Allí sucumbió el sueño de Perú.

Australia se abrazó al 5-4 final de los penales. Se abrazó a Redmayne y su show particular. Estalló en un grito estruendoso y un abrazo grupal interminable. La noche de Doha le abría las puertas del Mundial después de un largo recorrido.

Hernán O’Donnell

Perú y Australia, detrás del sueño de llegar al Mundial

Esta semana se definen los últimos boletos para la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Quedan dos lugares, que van a dirimirse en los repechajes que se disputarán este lunes y martes. Perú enfrenta a Asutralia el lunes 13; y el martes 14 Costa Rica y Nueva Zelanda se medirán por el último pasaje al Mundial.

El equipo que conduce Ricardo Alberto Gareca, quinto en la Clasificación Sudamericana, jugará contra Australia, que derrotó a Emiratos Árabes por 2-1, con goles de Jackson Irvine y Ajdin Hrustic, en tanto que Caio Canedo había conseguido el empate transitorio para el equipo que conduce el argentino Rodolfo Arruabarrena, con la asistencia técnica de su compatriota, Diego Markic. Allí, los australianos mostraron solidez y un esquema basado en la fuerza física, el empuje y mucha actitud para enfrentar el partido. Pero ahora deberá medirse ante un adversario calificado, con experiencia en torneos continentales de relieve, como la CONMEBOL Copa América, y los mismos Mundiales en los que ha participado.

Crédito: @SelecciónPerú

“Va a ser un partido entre dos selecciones que tienen características diferentes, pero también tienen puntos en común. Australia tiene jugadores muy buenos, físicamente es una selección fuerte”, señaló Gareca ante los medios de comunicación.

Con respecto a la alineación, señaló: “Vamos a esperar a Yotun hasta el día del partido, vamos a esperar y luego decidir. En el caso que Yotun no llegue vamos a ver con quién lo reemplazamos. Christofer Gonzáles es un jugador muy reconocido por nosotros y es una opción”.

También habló Graham Arnold, el entrenador del seleccionado de Australia: “Es una final. Eso es muy claro para todos. Es un solo partido. Lo más importante es que mantengo el mensaje para los jugadores: conocen su trabajo, tienen que salir y hacerlo a nuestra manera, es decir, pelear y luchar durante los noventa minutos, hacer vale el juego físico. Y se van a sorprender por la mejoría técnica de nuestro equipo”, expresó.

“El fútbol sudamericano es muy técnico, pero confiamos en nuestro equipo”, agregó.

Crédito: @SelecciónPerú

Será un partido a todo o nada. Una final, para conseguir un lugar en el grupo D de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, junto a Francia, Dinamarca y Túnez. No hay lugar para otra oportunidad. Noventa minutos, y si hay igualdad, se jugará un alargue en dos tiempos de quince minutos. Si persiste el empate, habrá serie de ejecución de tiros desde el punto del penal. Primero, una serie de cinco. Luego, de uno por conjunto.

Ya esá todo listo. Perú y Australia se juegan el anteúltimo boleto al Mundial.

Hernán O’Donnell