Atlanta volvió a sonreír y apunta al futuro

Fue un triunfo justo y necesario. Apretado, con muchos sofocones al final y con la actuación de “Pancho” Rago para evitar la caída de su valla, con tres intervenciones notables, lo que lo ratifican como uno de los mejores arqueros de la Argentina. El equipo de Walter Erviti se hizo fuerte en la mañana del sábado y Villa Crespo gozó un fin de semana feliz.
El primer tiempo resultó espeso; no tuvo acciones de gol, solo algunas llegadas, y bien hacia el final de la primera parte.

El comienzo fue lento, previsible, con un calor agobiante y mucho estudio por parte de ambos equipos. Estudiantes salió decidido, pero chocó con la fortaleza local. Y se hizo un partido de mitad de cancha. Con mucha lucha , intentos de armar juego y frustración por no poder romper las defensas. Se jugaba de tres cuartos a tres cuartos de cancha. No se lograba llegar a las áreas. Y en ese contexto, el juego quedaba dividido. Un rato parecía que el local iba a tomar el mando; en otros momentos, la visita lucía más ordenado.

Y el calor que jugaba su papel, en una mañana que parecía de verano.

Atlanta se paró con un clásico 4-3-3; Carrasco, Alan Pérez, Martín García y Ramiro Fernández; Alejo Dramisino, Agustín Bolivar y Joaquin Ochoa Gimenez. Y adelante, Bisanz, “Nacho” Colombini y Cardozo. El “Pincha” de Caseros propuso una línea de cuatro, Arena, Juan Randazzo, Ivan Zafarana y Nicolás Fernández. En el medio Rodrigo Melo y Pelaitay; más arriba Enzo Acosta, Sebi González y Fernando Joao; y como referencia de ataque, Tomas Bolzicco. En ese andar, Estudiantes dejó algunas buenas sensaciones con un juego asociado, cuya mejor llegada fue a los 38′ del primer tiempo con un remate de Feranando Joao desde afuera del área, que salió desviado.

En el complemento, mejoró el partido. Sobre todo porque mejoró Atlanta. Se volvió más ofensivo, se paró mejor en el campo de juego y Erviti acomodó algunas piezas que le dieron más envergadura al equipo. Mantuvo la línea de cuatro, ubicó a Bolívar como volante central acompañado a su izquierda por Alejo Dramisino, quien podía soltarse un poco para unirse a los hombres que armaban el ataque: Juan Bisanz por derecha, Edilio Cardozo por el medio y Joaquín Ochoa Giménez por la banda izquierda. Ignacio Colombini se mantenía en su posición de centrodelantero.

Así empezó a dominar el partido. A los 54′ se fue Ochoa Giménez por la izquierda, entró al área, gambeteó al arquero y sacó un remate que tapó el defensor Arena. Era un aviso. Y enseguida llegó el campanazo.

Iban 59′ cuando llegó el tiro de esquina, Nacho Colombini peleó el balón y ante la salida de Centurión marcó para Atlanta el 1 a 0.

El partido se hizo más agradable. Más jugado. El local ganó en confianza. A los 62′ Cardozo sacó un buen tiro de afuera que Centurión sacó al corner.

Y llegaron las variantes, en ese espacio que se repite en cada partido y fluye durante todo el complemento en el afán de modificar el argumento de un partido de fútbol. A los 64′ se produjeron dos modificaciones en Estudiantes: Enzo Coacci ingresó por Acosta y Gonzalo Di Renzo reemplazó a Sebastián González. Enseguida llegó el primer cambio en Atlanta; a los 66′ Fabricio Pedrozo entró en lugar de Alejo Dramisino.

Pero no se iba a quedar conforme Walter Erviti, y a los 69′ decidió realizar dos variantes más; Gabriel Ramírez reemplazó a Joaquín Ochoa Giménez y Santiago Solari ingresó en lugar de Juan Bisanz. Se reforzó la mitad de la cancha; Ramírez fue de volante tapón, bien cerca de los centrales Alan Pérez y Martín López, en tanto Agustín Bolívar se paró delante del ingresado y se soltó un poco más.

Estudiantes se adelantó en el campo por la lógica obligación de buscar la paridad. Y apareció la figura de “Pancho” Rago en todo su esplendor. A los 70′ el equipo de Caseros tuvo un corner y Rago desvió el tremendo cabezazo de Zafarana con un vuelo espectacular. De ese tiro de esquina, ya a los 71′, el remate vino en comba, como si fuera un tiro olímpico y otra vez Rago sacó el peligro (y el balón) con otro vuelo formidable.

Estudiantes se jugó el resto, y a los 78′ Nicolás Toloza entró en reemplazo de Bolzico. El local respondió con sus últimas modificaciones; a los 79′ Martín López entró por Gabriel Carrasco y Mauro Luque ingresó por Cardozo. El equipo se paró con tres centrales, Pérez, García y López, por la derecha Luque y por la izquierda Ramiro Fernández, y un doble cinco, Ramírez, pegado a los centrales y más adelantado Bolívar, para que Solari, Pedrozo y Colombini fueran para el contragolpe.

La visita metió sus últimos dos cambios a los 84′. Fernando Evangelista entró en lugar de Nicolás Fernández y Franco Lonardi ingresó por Arena.

Estudiantes fue con lo último y Atlanta aguantó con orden, sacrificio y las manos de Rago, que otra vez dijeron no, a los 90′ cuando Di Renzo remató con posibilidades. También tuvo otra chance Di Renzo a los 90+5′, pero su disparo tuvo un desvío y se fue al corner.

Era la última. Atlanta volvió a sonreir, porque supo ordenarse en el segundo tiempo, fue efectivo, luego entendió como protegerse y las manos de Juan Francisco Rago hicieron el resto.

Hernán O’Donnell