Casi no hubo partido. Sobraron muchos minutos, porque Los Andes resolvió el partido en poco más de un cuarto de hora de juego, aunque luego se empezó a quedar hasta jugar un segundo tiempo con pocas llegadas y algún sobresalto al final, cuando su rival malogró un penal. Pero ganó bien por 2-0 porque amen de la ventaja tempranera, aún cuando se retrasó unos metros y diluyó su producción, mantuvo el orden y no tuvo comprometido el marcador. Racing de Córdoba demostró ser un buen equipo en cuanto a intenciones, espíritu ofensivo y buen trato del balón, pero, tal como lo hemos visto en cancha ante Arsenal y Atlanta, otra vez mostró algunas debilidades defensivas y cierta liviandad en su juego. Un buen equipo al que le falta un poco de potencia.

Los Andes formó con Sebastián López; Agustin Bellone, Brian Leizza, Román Riquelme y Emanuel Díaz; Franco Rodríguez, Gabriel Cañete y Matías Gómez; Matías González, Mauricio Asenjo y Tomás Pérez.
El equipo cordobés alineó a Mauricio Maslovski; Raúl Chamorro, Martín Albarracín, Elías Calderón y Gianfranco Ferrero; Tomás Castro, Gonzalo Rostagno y Francisco Monticelli; Julián Vignolo, Pablo Chavarría y Leandro Fernández.
Llegó primero Racing, con un tiro de esquina y un remate posterior alto de Ferrero, a los 6′, pero en la jugada siguiente marcó el local.

Fue por intermedio de Matías González, la figura del primer tiempo, con una buena corrida y definición, que puso el 1-0 para Los Andes, a los 7′ de juego.
A los 16′ aumentó el marcador. También se escapó Matías González por la derecha, lanzó un centro rasante y Raúl Chaparro, el lateral de Racing, en su afán de despejar metió el balón en su valla, para que el partido quedara 2-0 a favor de Los Andes.
Parecía que el local iba a demoler a su rival, más por la contundencia de su ataque y la endeblez de la defensa visitante, que por la producción de juego.

Pero de a poco, se empezó a quedar el “Milrayitas”. A los 25′ se escapó Julián Vignolo y su remate fue muy bien tapado por Ssebastián López. A los 36′ Hernán Medina, DT del visitante, hizo el primer cambio para reacomodar al equipo. Germán Díaz entró por Raúl Chamorro. Pasó Tomás Castro al lateral derecho, pero con mucha salida y proyección, y Germán Díaz se ubicó de volante por el medio y ofensivo.
Y sumó otra llegada a los 39′, con un tiro alto de Francisco Monticelli, un volante ofensivo de muy buen manejo, buena técnica, y pegada. Para tener en cuenta.

En el segundo tiempo, el partido mantuvo el libreto. Racing con la pelota, el buen trato y los intentos ofensivos. Los Andes, retrasado y con la apuesta al contragolpe como arma principal.
A los 51′ llegó la segunda modificación en el equipo cordobés. Matías Machado reemplazó a Gonzalo Rostagno. Pasó Tomás Castro de volante central, Machado se paró más adelante y la defensa quedó con tres centrales: Albarracín, Calderón y Ferrero.
En tanto, a los los 65′ Gastón Gerzel reemplazó a Matías Gómez, que había jugado un buen primer tiempo y bajado un poco en el segundo, en la primera variante del equipo de Lomas de Zamora.

Enseguida, a los 69′, Medina agotó las modificaciones de Racing; Leonel Monti ingresó por Leandro Fernández; Sergio González entró por Julián Vignolo, y Lautaro Villegas reemplazó a Francisco Monticelli.
La “Adademia” cordobesa aumentó un poco más la presión, aunque le costaba generar llegadas claras. A los 74′ Leonardo lemos, DT de Los Andes, realizó el segundo cambio. Guillermo Pereira entró en lugar de Matías González.
Para cerrar el juego, Lemos efectuó tres cambios. Facundo Villarreal reemplazó a Mauricio Asenjo; Federico Martínez ingresó por Tomás Pérez, y Enzo Díaz entró en lugar de Franco Rodríguez.

Cuando todo parecía concluir sin más emociones que las que habíamos vivio en el comienzo del partido, el final nos tuvo reservada alguna sorpresa más. Iban 90′ cuando se escapó Chavarría a perseguir un pelotazo, lo detuvo en el área Brian Leizza con un agarrón de camiseta, y el juez Ceballos sancionó el penal correspondiente, y expulsó al defensor local Brian Leizza.
El remate lo ejecutó Pablo Chavarría, a los 90+2′, y su disparo se estrelló en el travesaño. Fue la última emoción en una hermosa tarde, soleada y templada, de comienzos de agosto, en la que Los Andes definió rápido el pleito y dio un paso más en la ilusión de la clasificación.

Hernán O’Donnell