Tigre desplegó todo su fútbol, gritó Campeón y regresó a Primera

La final del Campeonato de Primera Nacional 2021, la que definía al Campeón de la temporada y le otorgaba el primer pase a la Liga Profesional de Fútbol, la vieja Primera División, empezó a jugarse mucho antes del pitazo inicial en la cancha de Banfield. Desde el mismo momento en que quedaron clasificados Tigre y Barracas Central, el debate, la polémica, todas las opiniones y las controversias le dieron el puntapié inicial a un partido que fue de los más largos, hablados y discutidos de los últimos tiempos. Con el ingrediente de las redes sociales, cajas de resonancia de voces identificadas y anónimas de estos tiempos.
Pero el partido se jugó en la cancha y una multitud se acercó al “Florencio Sola” en un lunes de noviembre de intenso calor que con el correr de las horas le dio paso a un viento fuerte que hizo una noche mucho más fresca.

Y cuando cayó la noche, el estadio rebalsaba. Con una expectativa enorme, Tigre salió a buscarlo, a hacer pesar el valor de su jerarquía, sobre todo con los volantes. Blondel por derecha, Sebastián Prediger en el medio, Zabala por izquierda y Lucas Menossi más adelantado, como una suerte de enlace con los delanteros Protti y Magnín. En el arco Gonzalo Marinelli y una línea de cuatro clásica con Víctor Cabrera, Fernando Alarcón, Abel Luciatti y Sebastián Prieto.
A los 9’ avisó Magnín con un tremendo remate qué pasó al lado del palo derecho de Gagliardo, el arquero de Barracas.
El conjunto de Victoria manejó el desarrollo del del juego con la ductilidad de sus volantes, aunque le costó perforar la sólida defensa del “Guapo”, que se armó con un esquema de 4-1-4-1. Glaby, Cabrera, Fernando González y Paz; adelante Arce, luego Colitto, Vázquez, Ivan Tapia y Valenzuela, y Leonel Buter como centro atacante.
Sobre el final del primer tiempo, Tigre volvió a mostrar sus garras. Tomó el control del centro del campo, dominó a Barracas y tuvo un cuarto de hora final de la primera etapa a todo trapo. A los 35′ Cristian Zabala tomó un balón de un centro, le entró de zurda y la pelota pasó cerca del palo izquierdo del arco de Barracas.

A los 42′ Maximiliano Gagliardo sacó largo con el pie, pero la pelota no llegó a destino, porque por el camino la cortó Zabala. Se metió de izquierda hacia el centro y desde muy lejos sacó un disparo fuerte, combado y preciso, para marcar el gol del campeonato. Tigre se ponía 1 a 0, y a los 45+1′ Menossi sacó un buen remate que pasó apenas alto.

Barracas salió con una variante en el complemento: Germán Estigarribia ingresó en lugar de Leonel Buter. Se adelantó el “Guapo”, buscó la paridad y, por cierto, ofreció espacios a las espaldas de su línea de cuatro que Tigre siempre amenazó con aprovechar con eficacia.

A los 59′ Zabala se mandó por la izquierda, tocó atrás para la entrada de Sebastián Prieto, y el lateral enganchó para luego sacar un remate que se fue alto. A los 60′ llegó otra variante en Barracas Central; Facundo Stáble ingresó en lugar de Juan Vázquez. Pero era más el conjunto de Victoria y a los 62′ Protti ganó una pelota difícil en el área y Gagliardo la capturó con sagacidad. Barracas tuvo una llegada a los 63′ cuando un tiro libre al área fue conectado de cabeza por Cabrera, pero no prosperó. El “Guapo” se había adelantado en el campo, en tanto Tigre se preparaba para meter el contragolpe que definiera todo.

A los 75′ Diego Martínez hizo la primera modificación en su equipo: Agustín Cardozo reemplazó a Cristian Zabala. El juego se hizo intenso, luchado, con más ardor que ideas, con el grito del público que le ponía un sonido especial, que parecía olvidado.

A los 84′ Valentín Viola entró por Carlos Arce y Mauro Albertengo reemplazó a Bruno Cabrera, en Barracas Central. Mientras que en Tigre, a los 85′ Diego Sosa ingresó en lugar de Lucas Menossi. Y la útlima variante fue a los 90′, cuando Milton Celiz reemplazó a Protti.

Casi sin tiempo, a los 90+2′ un tiro libre para Barracas le dio un toque de dramatismo y suspenso al final, pelota que Prediger desvió al corner.

El final marcado por el árbitro Patricio Loustau, de buena tarea, desató la locura de todo Tigre. Jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes. Todo fue un abrazo mancomunado, una alegría y un desahogo, por ver al hijo pródigo de Victoria otra vez codearse con el fútbol grande.

Hernán O’Donnell

Con mucho fútbol y algo de sufrimiento, River no detiene su marcha

Iba poco más de 1’ de juego y Robert Rojas estrelló un cabezazo en el travesaño. Era la expresión cabal de la intención del equipo. La de siempre. La de ir a buscar desde el inicio, la de volcar el juego en el campo rival y forzar la apertura del marcador. Platense respondió a los 7’ con un remate de Tijanovich que controló Armani y enseguida River marcó el gol que iba a ser el de la victoria.
Iban 9’ y Enzo Fernández, la figura del partido, habilitó de modo exquisito a Julian Alvarez y este convirtió desde una posición oblicua, incómoda. 0-1 para River apenas empezado.
Y se armó un lindo primer tiempo. Porque el “Calamar” quiso darle pelea, tal como lo había pensado Claudio Spontón, su entrenador. Con la búsqueda a las espaldas de Milton Casco, el local también tuvo un par de llegadas. Una clásica lìnea de cuatro, con Schott, Lomónaco, Acevedo e Infante. Dos volantes centrales, Ivan Gómez y Hernán Lamberti, adelante Tijanovich, Nicolás Bertolo y Brian Mansilla, y Matías Tissera como centro atacante.

Aunque el primer tiempo River dominó con mucho fútbol. Respaldado en la velocidad para las coberturas de Rojas, Paulo Díaz, David Martínez ( de gran primer período) y Casco. Simón por derecha, Enzo Pérez al medio, por izquierda Palavecino y suelto Enzo Fernández, la figura de la noche, para conectarse con Julián Alvarez y Brian Romero.

A los 18′ un disparo de Alvarez se fue alto. A los 21′, tras un tiro de esquina para el local, River armó un gran contragolpe, en el que Enzo Fernández habilitó a Brian Romero y el remate del delantero se fue abierto. Y a los 25′ Palavecino también intentó desde lejos y el tiro se fue muy elevado. River probaba de lejos y Marcelo Gallardo les pidió que jugarán más, y buscaran llegar con mayor claridad.

Platense tuvo una llegada a los 27′, cuando Lamberti peleó una pelota por derecha, asistió a Mansilla y el disparo de este salió cruzado. Pero la visita era más y a los 29′ Santiago Simón habilitó a Romero y el remate del atacante pegó en el poste derecho de Ojeda.

El equipo de Spontón llegó a los 33′ con un centro desde la derecha que Bertolo no logró conectar. Y River cerró el primer tiempo con otra maniobra muy clara, individual de Palavecino, quien gambeteó a dos hombres en el área y sacó un remate cruzado que rechazó Ojeda, el arquero calamar.

El segundo tiempo fue distinto, porque creció Platense y se quedó un poco River Plate. A los 30″ de juego Tissera sacó un gran disparo que rechazó Armani. A los 54′ Bertolo estuvo cerca. Platense había crecido. Curuchet entró en lugar de Brian Mansilla, a los 54′. Luego fue Tijanovich el que sacó un buen tiro, rechazó Armani y el rebote de Schott se fue elevado.

Se lesionó Enzo Pérez a los 60′ y lo reemplazó Bruno Zuculini; a los 66′ Jorge Carrascal entró por Santiago Simón y Tomás Galván ingresó por Palavecino en la visita, mientras que a los 68′ Sandoval reemplazó a Nicolás Bertolo en el conjunto local.

Fue mejor el “Calamar” en los primeros veinte minutos del complemento, pero luego, con las variantes, River se recuperó y volvió a tomar el mando del partido. Lo marcó a los 71′, con una llegada de contra bien ràpida a través de Julián Alvarez. A los 77′ Spontón hizo los últimos tres cambios del local; Gaston Gerzel entró por Matías Tissera, Recalde reemplazó a Lomónaco y Franco Baldassarra ingresó por Tijanovich.

Pero el “Millonario” ya había retomado el mando y a los 79′ Julián Alvarez armó otra buena jugada con una gran corrida, una pared con Carrascal y cuando le salió Ojeda, ejecutó un buen remate que tapó el arquero local.

River cerró sus variantes a los 86′ con el ingreso de José Paradela por Brian Romero. Y cuando todo parecía concluir, Platense tuvo la última a los 90+3′ con un centro a la olla que Augusto Schott no llegó a conectar.

River se abrazó a la victoria y celebró tres puntos de oro que lo acercan al objetivo, con una noche muy calurosa donde tuvo un primer tiempo lleno de fútbol y en el segundo supo sufrir y trabajar.

Hernán O’Donnell

El Luna Park reabrió sus puertas y la “Gurisa” Dionicius se quedó con la fiesta

Fue una noche maravillosa de Noviembre. Con la expectativa enorme de un público ávido por ver boxeo, que al atardecer empezó a arribar al mágico Templo de Corrientes y Bouchard para vivir una nueva apertura al boxeo, actividad por excelencia que albergó el Luna Park durante más de noventa años de existencia, pero que tuvo algunas interrupciones, y que cada vez que se anunció su re apertura, se vivieron noches como la del Sábado 20. Como aquella de 2002, cuando Omar Narváes venció a Adonis Rivas, en un combate que tuvo una inmensa convocatoria, un poco por el “Huracán” y otro mucho por vivir una vez más el glamour y la adrenalina de una noche de boxeo en el célebre escenario de Buenos Aires. Y, tras la última velada de 2013, tras una década llena de pugilismo, el Luna Park interrumpió el boxeo hasta llegar, tras ocho años, a esta nueva presentación.

Y lo hizo con atractivas peleas, algunas con más intensidad y emoción de la esperada, con varios pugilistas interesantes que invitan al seguimiento, y la de fondo que fue un poco menos de lo que se imaginaba.

“La Leyenda Continúa”, fue el título elegido para la velada. Y hubo más de novedades que de leyendas, al margen de la merecida expresión y reconocimiento a aquellos boxeadores que marcaron una época, como el caso de “Rocky” Flores, o el gran Juan Martín “Látigo” Coggi, o el sentido homenaje a todos los hombres y mujeres ligados al boxeo que han dejado este mundo en los últimos dos años.

El aperitivo resultó fantástico. Entre las peleas destacadas, la de Alan Chaves ante Matías García resultó muy destacada; de familia de boxeadores, pariente de Diego “la Joya” Chaves, Alan demostró buena presencia, una guardia zurda cerrada y desplazamientos correctos. Ganó bien el primer round y en el segundo round, comenzó con el dominio a través de un buen cross de de derecha, y luego volvió a dominar con un gancho al hígado que derribó a García, lo volvió a tirar con otro golpe a la zona blanda y sobre el cierre el árbitro paró el castigo para cerrar con una victoria por KOT 2 para Alan Chaves, que sumó su quinta victoria en otras tantas presentaciones.

Luego llegó el match entre Germán López y Rodrigo Ruiz, por la categoría Super Gallo. Ruiz dominó cuatro de los seis rounds, lo derribó en el primero, pero en el sexto y último consiguió el knock out con una buena combinación de golpes cuando sólo faltaban unos pocos segundos para terminar. Rodrigo Ruiz, otro vencedor de la noche.

La siguiente, Angel Nicolás Aquino y Kevin Muñoz. Por el Título Latino de la Categoría Gallo de la Federación Internacional de Boxeo. Y fue un triunfo claro de Aquino, representante del Club Atlético Platense. Un dominio del ganador notorio en el segundo round, luego en el cuarto lo desbordó y en el quinto una izquierda maciza y contundente, un cross que lo derribó y no pudo seguir.

Los medio pesados, Juan Boada de Colombia y el local Braian Suárez protagonizaron la pelea de semi fondo; aunque en realidad sólo hubo un protagonista: Suárez. El colombiano salió con decisión en el inicio del primer round, conectó bien en los primeros veinte segundos pero sobre el cierre, en el último minuto Suárez torció el destino. Se apoderó del segundo asalto y en el tercero lo derribó con un gancho al hígado y de la esquina del colombiano voló la toalla para cerrar la presentación. Braian Suárez era el nuevo campeón Latino de la categoría Medio pesado de la Organización Mundial de Boxeo.

Todo el show previo, hecho con buen gusto expectativa, previo a la pelea de fondo, se diluyó al comenzar la pelea entre Marcela Acuña y Débora Dionicius por el título Mundial interino de la categoría Super Gallo de la Organización Mundial de Boxeo.

El primer round fue pleno de estudio y casi no hubo acciones para destacar. Algo similar pasó en el segundo y en el tercero comenzó el dominio de Dionicius. Con muy buenos desplazamientos, una distancia apropiada para mantener a raya a la “Tigresa” y con la habilidad necesaria para acercarse y conectar algunos buenos golpes. En el cuarto ya fue más marcado el control de la “Gurisa”, y el dominio fue de ella. Y la tónica se mantuvo en los siguientes asaltos, sólo en el décimo aflojó Dionicius y se conformó con lo hecho. Pero había sido mucha la diferencia a favor de Débora, así como dos jueces lo vieron por 97-93, igual a nuestra apreciación, y el restante 96-94.

La historia dirá que Débora Dionicius ganó por puntos y se llevó el título Mundial interino de la OMB. “Estoy muy agradecida a Dios por esta victoria. Fue una noche soñada”, dijo la vencedora. Y le agradeció a Marcela Acuña la oportunidad.

Lloró, rió, agradeció y festejó. Que de eso se trata la vida.

Hernán O’Donnell

El cero a cero apagó las luces de la noche de San Juan

Toda la expectativa, las palabras previas, los comentarios y los análisis anteriores al partido entre la Argentina y Brasil, se apagó con el correr de los minutos hasta cerrar una noche deslucida en San Juan, con menos emociones y alternativas de las imaginadas, y con más lucha y roce en el juego que inventiva y creatividad. Los dos equipos se tomaron el clásico, hace tiempo que lo hacen, con más orgullo barrial que con interés de expresión genuina de fútbol. Es más lo que se cortan, se rozan y se miden, que lo que generan, que puede ser mucho, muchísimo más de lo que han demostrado en los últimos enfrentamientos, y que está avalado por la enorme jerarquía de sus figuras.

Argentina arrancó el partido con mucha intensidad, con una saludable vocación ofensiva y tuvo diez minutos de dominio que levantaron a las tribunas y que generó una ansiedad por ver una victoria en el Super Clásico de las Américas. Después se emparejó el partido, porque Brasil con Fred, Fabinho y Paquetá se hizo presente en la mitad de la cancha, consiguió el control de la pelota y aprovechó alguna grieta en la defensa local. Argentina era el espíritu de siempre, Rodrigo De Paul como abanderado de esa tónica, en tanto Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso intentaban asociarse. En ese lapso, Vinicius tuvo la chance más clara para la visita.

Crédito: @Argentina

Toda la magia de Messi surgió sobre el final del primer tiempo. Para darle más ritmo a la Argentina, para mover los hilos y para provocar las llegadas más claras. A los 30′ lanzó un pase preciso para Lautaro Martínez, quien entró al área en diagonal y Marquinhos cortó su remate con destino de arco.

Y la más nítida fue un remate de Rodrigo De Paul, a los 40′, combado y al palo izquierdo de Alisson Becker quien se arrojó bien abajo y desvió el tiro.

Argentina hizo dos modificaciones para comenzar el segundo tiempo. Lisandro Martínez ingresó en lugar de Leandro Paredes y Joaquín Correa reemplazó a Lautaro Martínez. Y no se detendrían allí las variantes por cuestiones físicas como la de Paredes; a los 52′ Cristian Romero se esforzó en un pique y quedó lesionado del isquiotibial derecho, que provocó su reemplazo por Germán Pezzella.

Brasil se animó y a los 60′ llegó con un remate de Fred, una de sus mejores figuras, que se estrelló en el travesaño. A los 68′ presentó al joven Antony en reemplazo de Raphinha; y a los 69′ Vinicius disparó al arco y controló muy bien Emiliano Martínez. Era el momento de la visita.

Entonces apareció Messi, para probar a Alisson a los 72′ y decir que la Argentina también iba por la victoria. Entre roces, pierna fuerte y muchas trabas en la circulación, el partido tenía pocas llegadas, pero claras.

A los 74′ Julián Alvarez reemplazó a Angel Di María; a los 78′ lo hizo Gerson por Lucas Paquetá. Y los últimos cambios fueron a los 85′; Gabriel Jesús entró por Cunha, mientras que Nicolás Domínguez reemplazó a Giovanni Lo Celso.

Crédito: @Argentina

No había tiempo para más; el encuentro se cortaba entre tanta fricción, pero quedaba una oportunidad más y fue de Lionel Messi, con un remate fuerte y al medio que Alisson controló aunque dio un leve rebote y luego se zambulló sobre el balón.

El triunfo de Ecuador ante Chile un par de horas más tarde determinó la clasificación de la Argentina a la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Y el país futbolero celebró con alegría, aún cuando el 0 a 0 había quedado sellado en la noche de San Juan, en un encuentro en el que parecía que la enorme expectativa se iba a traducir en un partido vibrante, y el correr de los minutos apagó el fuego prometido.

Hernán O’Donnell

El Super Clásico de las Américas viaja a San Juan

Es uno de los partidos más importantes del fútbol mundial. Un Clásico con mayúsculas, admirado en todo el mundo, con una rivalidad histórica y miles y miles de historias, leyendas, anécdotas y cuentos que se han desparramado a lo largo de más de un siglo de enfrentamientos. Por Copas del Mundo, Eliminatorias, Copas América, Copas de las Naciones, del Atlántico y también por tornero juveniles. Cada vez que juegan la Argentina y Brasil el planeta fútbol entra en efervescencia. Se conmueve. Y este partido, que tiene la tranquilidad de Brasil de haber logrado ya la clasificación a la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, y a la Argentina la encuentra a las puertas del ingreso, aún con ese objetivo a mano para los dos, igual se lo vive con todo lo que excede a los tres puntos en juego. Con todo el color y calor de un clásico que siempre tiene al honor por encima de las tres unidades y todo lo que está en juego en una competencia.

Crédito: Media AFA

Habló Lionel Scaloni, el entrenador del seleccionado nacional, y se refirió a la presencia de Lionel Messi, el primer tema que concitaba el interés de la prensa en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino. “El otro día estaba bien y decidimos que jugara algunos minutos, para que empiece a tener buenas sensaciones. Para mañana está previsto que va a jugar”, dijo el DT.

“Lenadro (Paredes) entrenó con normalidad, es su tercer entrenamiento y veremos si lo incluimos en la convocatoria. En teoría está bien, la lesión está curada, así que mañana veremos si lo incluimos en la nómina. Paulo (Dybala) tuvo un golpe, antes de venir a la selección, y en el entretiempo ante Uruguay se resintió un poco, por eso decidimos sacarlo, si los estudios dan bien, veremos si lo incluimos en la convocatoria”, señaló sobre los otros jugadores lesionados.

Sobre el partido ante Brasil, señaló: “Será un partido de gran dificultad; este equipo de Brasil es de los más verticales de los últimos tiempos. Ya están clasificados al Mundial y puede cambiar un poco si Paquetá juega en la mitad de la cancha o por la zona de afuera. Es un partido de enorme dificultad, pero hay que disfrutarlo, en una cancha hermosa, que va a estar casi llena y con la expectativa del partido anterior que se suspendió y no pudimos disfrutar”. Y más adelante, volvió a ser consultado sobre el partido y el rival: “Intentaremos minimizar las cosas buenas que tiene Brasil. Queremos tomar el control del partido. La posesión no te garantiza ganar; Brasil cambia si Paquetá pasa a una banda. A nosotros nos gusta controlar el partido, pero es difícil saber lo que va a pasar. Sí puedo decir lo que nosotros queremos hacer, que es tener el control del partido.”

Crédito: Media AFA

“Si no hubiéramos obtenido el título, el trabajo hubiese estado bien de todas formas. Siempre se magnifica todo desde la victoria, pero el mensaje que hemos transmitido ha gustado y está más allá del resultado”, se expresó ante la relación que se estableció con la gente. “Nosotros tenemos que jugar de la misma manera, sea el rival que sea. A mi no me vale que un jugador mío juegue ante Venezuela de una manera y contra Brasil, de otra. El fútbol siempre es el mismo, más allá del rival que nos toque”, agregó.

“En cada rueda de prensa hablé siempre de lo difíciles que son estas eliminatorias. Muy difíciles, con muchas condiciones adversas, frío, calor, altura, la pandemia en el medio…unas condiciones increíbles por lo complicadas, y si se da la clasificación la tenemos que festejar bien , no tengo ninguna duda, porque damos por descontado que la Argentina tiene que estar y cuando vemos lo complicado que es y las dificultades que tienen las demás selecciones, no solo acá sino en Europa, y en los demás continentes, hoy en día el fútbol está muy parejo y difícil, y nosotros, al estar en la posición que estamos, a tantos partidos de terminar la clasificación y estar ahí cerca del objetivo, en una posición, en forma relativa, cómoda, es para remarcar. La dificultad es máxima, hemos visto selecciones que padecen lesiones, sanciones, y cuando venís mal parece que todo te juega en contra. Nosotros hemos aprovechado nuestro momento, estamos bien y creo que si se consigue es para estar satisfecho y festejarlo”, respondió a este cronista.

La Argentina está muy cerca del objetivo. Le toca un examen muy difícil, pero también para disfrutar. El Super Clásico de las Américas, el que tiene en vilo al planeta fútbol.

Hernán O’Donnell

En un final electrizante, España selló su pasaje al Mundial

Lo mejor del partido sucedió en los últimos veinte minutos de juego. Una corriente de electricidad recorrió el hermoso Estadio de “La Cartuja” cuando Zlatan Ibrahimovic, el ya célebre delantero sueco, se preparó para entrar en el campo de juego. Iban 71’ y el marcador estaba 0 a 0, pero Suecia entendió que no había mas tiempo para especular ni para perder. Que el empate era un resultado exiguo para llegar a la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Porque ese resultado beneficiaba a España, que llegó al match decisivo en Sevilla con un punto de ventaja sobre los escandinavos. Entonces, para Suecia no había otra alternativa que jugársela por los tres puntos, adelantar líneas y apostar a la enorme jerarquía de Ibrahimovic.

Hasta ese momento el paro había tenido un desarrollo intenso pero cuidado. Con un equipo, el local, que trató de prevalecer, de manejar el balón, darle buena circulación y llegar al arco rival. Con el apoyo de Pau Torres, de gran temporada este año y el fútbol del joven Gavi más el accionar siempre peligroso de Dani Olmo, España fue un poco más, aunque sin poder marcar una diferencia. Suecia era el orden, el clásico 4-4-2 y la imaginación de Forsberg para crear juego.

Pero lucía mejor el conjunto ibérico. Por mayor tenencia, por mejor presencia en el juego. Dentro de una cierta paridad, el local era algo más, en una lucha noble, jugada con alta intensidad pero sin excesos ni infracciones. De hecho, la primera amonestación llegó a los 76’, ya en ese contexto dramático de los últimos a veinte minutos de juego, cuando Krafth fue un poco fuerte y a destiempo sobre Dani Olmo y le cometió una infracción que le valió la amonestación.

Hasta ese lapso del encuentro, todo había transcurrido sobre carriles normales. España con una clásica línea de cuatro, con salida permanente en Azplicueta, el fútbol sin prejuicios de Gavi, y a los márgenes, Pablo Sarabia y Dani Olmo. Cuando la cosa no progresaba, vinieron los cambios. Dos delanteros, Alvaro Morata y Rodrigo Moreno entraron por Pablo Sarabia y Raúl de Tomás, cuando iban 58′ de juego. Suecia se apoyaba en la seguridad de su arquero Olsen, una línea de cuatro liderada por el zaguero de Manchester United, Lindeloff, cuatro volantes conducidos por el estratega de RB Leipzig, Forsberg, y los delanteros Dejan Kulusevski, de la Juventus, y Alexander Isak, de la Real Sociedad de San Sebastián.

A la visita también le iba a llegar el tiempo de los cambios. A los 62′  M. Svanberg entrò por E. Forsberg y R. Quaison ingresó en lugar de Kulusevski. Y no cambió demasiado el desarrollo de la película. Incluso parecía que se dirigía a un empate inexorable, con pocas posibilidades de modificar el marcador. Hasta que se movió Zlatan y Sevilla entró en efervescencia. Y más cuando a los 71′ el delantero del Milan ingresó por Isak, en tanto en España Mikel Merino reemplazó a Soler.

Y allí nació otro partido. Con más intensidad, con más llegadas, con una Suecia más adelantada y mayores espacios para Moreno y Morata. Para que Olsen interviniera en una situación peligrosa para su equipo. Para que Martin Olssson ingresara, a los 84′, por Krafth, lesionado. Y para que Dani Olmo sacara un tremendo remate que se estrelló en el travesaño, luego Morata tomara el rebote con suma frialdad y colocara un “globo” por encima de la salida de Robin Olsen para poner el 1 a 0 a los 85′ y España estallara en un grito de euforia irrefrenable.

El local fue por las últimas modificaciones a los  89′, cuando B. Mendez entró en lugar de Dani Olmo y Rodri lo hiciera por Gavi, para reforzar la marca en la mitad de la cancha.

Pero no hubo posibilidades, más allá que Suecia se jugó el resto en los cinco minutos agregados y le dio un toque de suspenso y emoción a un final que tuvo a toda “La Cartuja” en vilo, porque con Ibrahimovic en la cancha, todo podía suceder.

España se aferró al resultado y celebró la clasificación al Mundial. A Suecia le queda el “repechaje”, y un equipo serio y consistente, como para darle entidad a su ilusión.

Hernán O’Donnell

Argentina ganó un encuentro fundamental para aproximarse al Mundial

Fue un clásico con todas las letras. El clásico del Río de la Plata. El viejo y tradicional, el que lleva más de un siglo y que siempre renueva expectativas e ilusiones cuando se miden Uruguay y la Argentina, aunque esta vez se haya jugado en un escenario inédito en Montevideo: el Estadio “Campeón del Siglo”, del Club Atlético Peñarol, inaugurado hace muy pocos años. Y fue un partido a todo trapo; con llegadas, situaciones, buenas maniobras, algunos roces y una intensidad que no mermó desde el comienzo mismo del partido.

Uruguay salió con mucha decisión y a los 4′ encontró una oportunidad clara, cuando Romero no pudo despejar, el balón le quedó servido a Nández y su remate a quemarropa fue sacado por Emiliano Martínez. Y enseguida llegó la mayor emoción.

Piquerez pretendió salir con una gambeta; Dybala se hizo de la pelota y combinó con Di María, quien recibió dentro del área, giró y sacó un zurdazo hermoso, con la comba perfecta, para meterse en el ángulo superior derecho de Muslera, para señalar el 0-1 a favor de Argentina a los 6′ de juego.

Luis Suárez tuvo un tiro libre a los 9′ que se fue apenas alto, a los 13′ Suarez tomó un balón mal jugado por la defensa y su disparo se fue cerca, y ahí empezó un control de parte de Argentina con mucha tenencia y control de la pelota, sin demasiada profundidad. Incluso tuvo varias imperfecciones en el manejo y en los pases, pero no pasó sobresaltos hasta el cuarto de hora final de la primera parte. A los 30′ Suárez aprovechó otra desinteligencia de la defensa visitante y sacó un remate que dio en el palo derecho de “Dibu” Martínez y el rebote no lo pudo conectar bien, por lo tanto se fue afuera.

Crédito: @Argentina

Y fue Matías Vecino el que disparó a los 41′ y surgió otra vez el arquero argentino. Uruguay, con más ímpetu que fútbol se aproximó al arco argentino y la visita ya no sostuvo el control de juego que había tenido entre los quince y treinta minutos del primer período.

El segundo tiempo empezó con dos modificaciones, una de cada equipo. Facundo Torres entró por B. Fernández en el elenco local, y Joaquín Correa ingresó por Paulo Dybala en la Argentina.

Uruguay tuvo un arranque fervoroso en el complemento; a los 49′ Piquerez sacó un disparo fuerte que salió desviado. Adelantó líneas el equipo de Oscar Washington Tabarez y se propuso apretar a su rival. Scaloni tomó nota y a los 54′ decidió otras dos modificaciones: Alejandro Gómez entró en lugar de Lautaro Martínez y Angel Correa reemplazó a Angel Di María. Y fue el “Papu” Gómez el que armó una buena maniobra individual para que Argentina llegara a los 58′ con un remate desviado.

Pero era más Uruguay y a los 62′ volvió a aparecer Emiliano Martínez para desviar un centro de la izquierda que se colaba por arriba. A los 63′ Agustín Alvarez Martínez entró por Matías Vecino en el local.

Crédito: @Argentina

Argentina llegó de contragolpe; a los 73′ se fue Joaquín Correa derecho al arco local y Bentancur cortó justo, para sacar el tiro al corner. Enseguida se armó una pared entre Joaquín Correa y Molina, Correa remató y tapó Muslera. Iban 74′ de juego. Luego, lo esperado. A los 75′ entró Lionel Messi por Giovanni Lo Celso en Argentina, mientras que en la “Celeste”, Arambarri reemplazó a Bentancur. Más tarde, los últimos cambios. Exequiel Palacios por De Paul en la visita y en el local Gorriarán por Nández, cuando iban 81′.

Y fue Uruguay. Con ganas y voluntad. A los 83′ Piquerez lanzó un buen centro, cabeceó Alvarez Martínez y el disparo se fue alto. A los 85′ remató Alvarez Martínez y a “Dibu” se le escurrió la pelota, pero la atrapó con una rápida media vuelta.

Fue un triunfo apretado de Argentina. Con un trabajo que empezó bien, se desdibujó hacia el final del primer tiempo y en el segundo luchó más de lo que jugó. Ni con el ingreso de Messi pudo sortear la presión constante de Uruguay en el centro del campo, pero apeló a su corazón para lograr los tres puntos y acercarse más a la próxima Copa del Mundo.

Hernán O’Donnell

Chile se acomoda y Paraguay entró en un laberinto

Era un partido muy esperado. Por el debut de la nueva conducción técnica de Paraguay, los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, con la esperanza de volver a trepar en la tabla de posiciones, y Chile, con un transitar irregular pero con las mismas esperanzas e ilusiones de los guaraníes.

Y se armó un encuentro entretenido, con dos equipos que buscaron con intensidad, con ganas y con creatividad en el comienzo del partido. A los 8′ combinó Miguel Almirón con Matías Rojas y este sacó un remate fuerte, desde la izquierda, que se estrelló en el poste izquierdo visitante.

Luego se desdibujó, porque se hizo más friccionado, porque la lucha se recluyó en la mitad de la cancha. Y sobraron algunas infracciones. Sobre Miguel Almirón, Angel Romero, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, sobre todo. Lo más llamativo es que les costó llegar; que el juego se enredó y se remitió a la fricción en el centro del campo.

En el complemento mejoró Chile. Se animó un poco más, adelantó líneas y realizó un trabajo más limpio en la creación. El trajinar de Vidal y la movilidad permanente de Sánchez le dieron más profundidad al equipo. Y volcó el partido a su favor.

A los 54′ probó Vidal desde lejos y Silva desvió el balón al corner; de ese tiro de esquina, Alexis Sánchez sacó un remate rasante, Antony Silva se enredó con la pelota y Chile llegó al 0-1 a los 55′ de juego.

Nació otro partido, con características definidas. Paraguay se desordenó, en tanto Chile tomó el mando del encuentro. Guillermo decidió dos variantes a los 63′: A. Romero Gamarra entró por M. Villasanti y C. Gonzalez ingresó en lugar de A. Sanabria.

Sin embargo, el equipo trasandino era más. Tenía el mando psicológico y territorial, y empezó a acumular llegadas. A los 64′ Eugenio Mena sacó un buen centro de la izquierda que Sánchez no llegó a conectar. A los 66′ salió Gary Medel, lesionado, y lo reemplazó Sierralta. En el local, a los 72′, se produjeron dos variantes más: J. Escobar entró por R. Rojas y B. Samudio ingresó en lugar de Angel Romero.

Era mejor la visita, y volvió a avisar Vidal a los 74′ con un disparo lejano que Silva sacó al corner con un vuelo notable.

A los 77′ entró Alarcón, en Chile, en reemplazo de Valdés. Y el equipo se encontró bien parado, con varias contras como para liquidar el encuentro. Las últimas modificaciones fueron a los 83′; Oscar Romero entró por Miguel Almirón en el local, mientras que en Chile Suazo ingresó en lugar de Mena y Eduardo Vargas reemplazó a Arturo Vidal. De esos ingresantes iban a llegar situaciones. Oscar Romero tuvo la mejor de Paraguay, a los 87′, con un tiro cruzado que se fue muy cerca del palo derecho de Claudio Bravo. A los 90′, el que no pudo aprovechar la chance fue Eduardo Vargas, quien demoró su remate tras una buena jugada colectiva.

Y no hubo tiempo para más. Chile se abrazó a la victoria, Paraguay se fue envuelto en una enorme preocupación.

Hernán O’Donnell

Argentina va a Uruguay para empezar a definir su futuro

La Argentina se mide en unas horas ante Uruguay; será un partido en el estadio “Campeón del Siglo”, del Club Atlético Peñarol, una cancha nueva que nunca albergó al clásico del Río de la Plata. Un encuentro que vale más que los puntos por la vieja rivalidad de los contendientes, pero que encuentra a ambos con necesidades diferentes, porque el local está sumido en una situación compleja en la que debe recuperarse pronto y sumar puntos, mientras que el elenco de Lionel Scaloni transita con comodidad la clasificación.

Y justo el entrenador argentino habló en conferencia de prensa previa al partido. “Leo Messi realizó un entrenamiento diferenciado en los primeros días. Ayer (miércoles) intensificó un poco más y, en principio, está a disposición. Esta tarde (por el jueves) tomaremos la última decisión”, dijo el Director Técnico sobre el tema más importante del día. Y agregó sobre el capitán: “Convivir con Leo es muy fácil, él siempre quiere jugar y yo siempre quiero que juegue. Su actitud es un orgullo”, comentó Scaloni.

Crédito: Media AFA

En cambio, Leandro Paredes está descartado. “Tenemos alternativas que pueden hacerlo igual de bien que él. El resto del equipo creo que será el mismo del último encuentro, pero aún no lo puedo confirmar”.

También dejó definiciones sobre el partido: “Hoy no existe más eso de ‘ganar a lo guapo’. Se creó el VAR, cualquier infracción fuerte puede ser tarjeta roja. Uruguay tiene futbolistas para hacer un buen juego, con delanteros de primer nivel”.

“Hay diferentes maneras de tener la iniciativa. Nuestro equipo es protagonista con la pelota y, cuando no la tenemos, sufrimos. Veremos cuál es el juego que propone Uruguay, ellos tienen muchas bajas, pero va a ser un partido durísimo; nosotros tenemos variantes y en cuanto a jugadores, estamos tranquilos”.

Crédito: Media AFA

Sobre los jóvenes convocados, expresó: “Queremos que los juveniles se mezclen con los futbolistas de la Mayor. Que sepan lo que es una concentración, comer juntos, entrenar y tirar una pared con ellos. Hay jugadores que ya han demostrado incluso que pueden ser una variante en el equipo”, expresó.

Allí está la Argentina. Con el viaje a Uruguay y el partido por delante, para empezar a vislumbrar su futuro.

Hernán O’Donnell

Deportivo Madryn gritó “Campeón” y se presenta en el Nacional

Una tarde de calor, una multitud que llega desde dos puntos distantes de la Argentina. El escenario, el Estadio “Julio Humberto Grondona” de Arsenal, en Sarandí, en el conurbano bonaerense, corazón y sìmbolo del ascenso nacional. hasta allí llegaron miles de entusiastas de Puerto Madryn, detrás de la ilusión de ver al Deportivo, al que ellos llaman Madryn, en el fútbol grande. Y miles y miles desde Córdoba, desde el barrio de Nueva Italia para acompañar al Racing mediterráneo, aquel que causó sensación en el Campeonato Nacional de 1980 en un inolvidable equipo que condujo Alfio Basile y en el que jugaban Del Mul, Noriega, Coloccini, Aramayo, Gasparini, Amuchástegui, entre otros, y que fue sub campeón detrás de Rosario Central.

En ese clima de fiesta, alegría y optimismo se jugó la final. Con un clima extraordinario, con dos equipos y sus respectivas parcialidades, algo que parece atípico en el fútbol argentino, pero que en realidad hace a su esencia y a su impronta. Desde los tiempos inmemoriales de su fundación.

El partido fue trabado, luchado, con más nervios que fútbol, sobre todo en el comienzo. Racing se mostró un poco mejor en los primeros minutos, con una línea de cuatro con Rinaudo, Facundo Rivero, Marcio Gómez y Albertinazzi. Emmanuel Giménez como volante central; por delante, Franco García, Raúl Chalabe y Leandro Fernández. Mientras que en el ataque, Emiliano Blanco y Martín Garnerone se ubicaban como referencias.

A los 21′ tuvo una buena jugada y el remate de Blanco fue contenido por Juan Ojeda, el arquero de Deportivo Madryn, que planteó un partido con una línea de cuatro, Mauro Peinipil, Gonzalo Rocaniere, Mauricio Mansilla y Alan Moreno. Marcos Pérez como volante central; a su derecha, Fabio Giménez, más abierto Leonardo Marinucci, por el medio Emiliano López y a la izquierda Farncisco Molina; y como centro atacante, Sebastián Jeldres.

Se acomodó mejor en la segunda mitad del primer período el equipo del sur; a los 23′ tuvo un corner de la dercha, al ras, lo tomó Jeldrès y su disparo salió elevado. Cuando iban 30′ llegó una jugada parecida pero desde la izquierda, también recibió Jeldrés, y remató por encima del zaguero, pero contuvo Rodríguez.

Insistió Madryn con un tiro libre a los 34′ y otra vez el arquero del equipo cordobés contuvo en dos tiempos.

Racing se enredó en la discusión con el árbitro Adrián Franklin, por todo lo que se había hablado en la semana, y perdió el foco del partido. Cuando a los 37′ fue amonestado Raúl Chalabe, se descontroló. Reclamó un penal a los 41′, y de esas protestas fueron expulsados el entrenador Hernán Medina y su ayudante, además de ser amonestados Nicolás Fassino y Diego Jara, quienes estaban entre los suplentes.

No lo conformó el tiro libre de Giménez a los 45+2′, que se fue alto. Se marchó al descanso envuelto en nervios y ni siquiera se tranquilizó en el complemento, cuando tuvo un comienzo favorable. Iban 48′ cuando Franco García quedó mano a mano con Ojeda y el arquero de Madryn tapó el tiro con el pecho. y el rebote lo tomó Fernández, y su disparo pegó en el poste izquierdo del arco de Deportivo Madryn. Volviò a probar García a los 52′ y su remate, que parecía un centro, fue al arco, pero Ojeda contuvo con seguridad. Pero iba a ser la visita el que diera el golpe.

Fue a los 62′, Marinucci se fue por derecha, sacó un centro preciso y Jeldrés convirtió con un cabezazo fuerte y alto, difícil para Rodríguez. 1 a 0 para Deportivo Madryn.

Ahí el partido se tornó favorable para el elenco de Chubut. Supo serenarse, ordenarse y jugar con los nervios del rival. Racing se adelantó por instinto y contó con un tiro libre de Garnerone a los 66′ que controló Ojeda.

Madryn empezó a manejar los tiempos, y a los 69′ Daniel Opazo entró por López y Rodrigo Migone ingresó en lugar de Francisco Molina. El equipo se contrajo, y a los 73′ José Michelena reemplazó a Jeldrés. Entoces se ordenó con un 4-1-4-1. La línea de cuatro inicial, Pérez de volante central, adelante, Marinucci, Migone, Pérez y Michelena, y adelante, Opazo.

Racing trató de acomodar las piezas, y a los 77′ ingresaron Franco Schiavoni y Nicolás Parodi en lugar de Franco García y Emiliano Blanco. Enseguida Schiavoni se fabricó una chance, a los 78′, y apareció otra vez Ojeda. A los 80′ fue Leandro Fernández remató alto, en otra buena chance.

A los 82′ hizo dos cambios más. Diego Jara entró por Fernández y Nicolas Fassino reemplazó a Giménez. Y fue por la heróica. A los 84′ Garnerone rematò fuerte y tapó Ojeda. A los 85′ Schiavoni jugó hacia atrás para Rocaniere, este lanzó un buen centro y Parodi metió un cabezazo cruzado que se fue muy cerca.

Madryn cerró filas a los 87′. Hernán Ruquet entró por Marinucci y el equipo se acomodó con tres centrales, Ruquet, Rocaniere y Mauricio Mansilla. Dos laterales, Peinipil y Moreno, tres hombres para batallar Giménez, Migone y Michelena, y Opazo arriba para aguantar.

La última de la “Academia” fue a los 90+3′ cuando Santiago Rinaudo armó una buena jugada individual y sacó un tiro que pasó muy cerca. Fue la última esperanza cordobesa.

Deportivo Madryn se abrazó al empate, aguantó los minutos que quedaban y celebró el campeonato y el ascenso a la Primera Nacional en una tarde que será inolvidable para el equipo aurinegro.

Hernán O’Donnell