Fue un clásico con todas las letras. El clásico del Río de la Plata. El viejo y tradicional, el que lleva más de un siglo y que siempre renueva expectativas e ilusiones cuando se miden Uruguay y la Argentina, aunque esta vez se haya jugado en un escenario inédito en Montevideo: el Estadio “Campeón del Siglo”, del Club Atlético Peñarol, inaugurado hace muy pocos años. Y fue un partido a todo trapo; con llegadas, situaciones, buenas maniobras, algunos roces y una intensidad que no mermó desde el comienzo mismo del partido.
Uruguay salió con mucha decisión y a los 4′ encontró una oportunidad clara, cuando Romero no pudo despejar, el balón le quedó servido a Nández y su remate a quemarropa fue sacado por Emiliano Martínez. Y enseguida llegó la mayor emoción.
Piquerez pretendió salir con una gambeta; Dybala se hizo de la pelota y combinó con Di María, quien recibió dentro del área, giró y sacó un zurdazo hermoso, con la comba perfecta, para meterse en el ángulo superior derecho de Muslera, para señalar el 0-1 a favor de Argentina a los 6′ de juego.
Luis Suárez tuvo un tiro libre a los 9′ que se fue apenas alto, a los 13′ Suarez tomó un balón mal jugado por la defensa y su disparo se fue cerca, y ahí empezó un control de parte de Argentina con mucha tenencia y control de la pelota, sin demasiada profundidad. Incluso tuvo varias imperfecciones en el manejo y en los pases, pero no pasó sobresaltos hasta el cuarto de hora final de la primera parte. A los 30′ Suárez aprovechó otra desinteligencia de la defensa visitante y sacó un remate que dio en el palo derecho de “Dibu” Martínez y el rebote no lo pudo conectar bien, por lo tanto se fue afuera.

Y fue Matías Vecino el que disparó a los 41′ y surgió otra vez el arquero argentino. Uruguay, con más ímpetu que fútbol se aproximó al arco argentino y la visita ya no sostuvo el control de juego que había tenido entre los quince y treinta minutos del primer período.
El segundo tiempo empezó con dos modificaciones, una de cada equipo. Facundo Torres entró por B. Fernández en el elenco local, y Joaquín Correa ingresó por Paulo Dybala en la Argentina.
Uruguay tuvo un arranque fervoroso en el complemento; a los 49′ Piquerez sacó un disparo fuerte que salió desviado. Adelantó líneas el equipo de Oscar Washington Tabarez y se propuso apretar a su rival. Scaloni tomó nota y a los 54′ decidió otras dos modificaciones: Alejandro Gómez entró en lugar de Lautaro Martínez y Angel Correa reemplazó a Angel Di María. Y fue el “Papu” Gómez el que armó una buena maniobra individual para que Argentina llegara a los 58′ con un remate desviado.
Pero era más Uruguay y a los 62′ volvió a aparecer Emiliano Martínez para desviar un centro de la izquierda que se colaba por arriba. A los 63′ Agustín Alvarez Martínez entró por Matías Vecino en el local.

Argentina llegó de contragolpe; a los 73′ se fue Joaquín Correa derecho al arco local y Bentancur cortó justo, para sacar el tiro al corner. Enseguida se armó una pared entre Joaquín Correa y Molina, Correa remató y tapó Muslera. Iban 74′ de juego. Luego, lo esperado. A los 75′ entró Lionel Messi por Giovanni Lo Celso en Argentina, mientras que en la “Celeste”, Arambarri reemplazó a Bentancur. Más tarde, los últimos cambios. Exequiel Palacios por De Paul en la visita y en el local Gorriarán por Nández, cuando iban 81′.
Y fue Uruguay. Con ganas y voluntad. A los 83′ Piquerez lanzó un buen centro, cabeceó Alvarez Martínez y el disparo se fue alto. A los 85′ remató Alvarez Martínez y a “Dibu” se le escurrió la pelota, pero la atrapó con una rápida media vuelta.
Fue un triunfo apretado de Argentina. Con un trabajo que empezó bien, se desdibujó hacia el final del primer tiempo y en el segundo luchó más de lo que jugó. Ni con el ingreso de Messi pudo sortear la presión constante de Uruguay en el centro del campo, pero apeló a su corazón para lograr los tres puntos y acercarse más a la próxima Copa del Mundo.

Hernán O’Donnell