Tras un comienzo complicado, Inter terminó cantando bajo la lluvia de Milano

Fue un triunfo claro, holgado, cómodo. Una victoria lógica y merecida. Amplia. Pero con un principio dificultoso, porque Bologna sorprendió a Inter, lo fue a buscar, le peg{o un par de sustos y se puso arriba en el marcador. Pero se recuperó el equipo local, tuvo precisión, alguna ayuda fortuita y solidez ofensiva para revertir ese inicio complicado para edificar una goleada grande y cantar y bailar bajo la lluvia de Noviembre, una constante a lo largo de todo el partido.

Fue partido durante el primer tiempo, cuando Bologna apuró las cosas y produjo jugadas ofensivas que presagiaban un encuentro equilibrado. Luego, a medida que Inter golpeó, sobre todo sobre el cierre del período incial y comienzo del complemento, el encuentro quedó liquidado.

El equipo de Simone Inzaghi formó con Onana en la valla; tres centrales, Skriniar, Acerbi y Bastoni. Dumfries como carrilero derecho, tres medios, Nicoló Barella, Calhanoglu y Mkhitaryan, más Dimarco como lateral izquierdo; adelante Edin Dzeko y Lautaro Martínez. Bologna comenzpo con Skorupski en el arco; Posch, Soumaoro, el colombiano Lucumí, y Lykogiannis en el fondo. Ferguso, Gary Medel y Schouten; Orsolini, Arnautovic y Barrow, adelante.

A los 3′ llegó la visita, con una corrida rápida de Barrow y un disparo cruzado de este, que pasó muy cerquita del palo izquierdo local. A los 8′ fue Arnautovic quien remató de cerca y Onana encontró la pelota entre sus piernas. Respondió el local, a los 16′, con un tiro de Calhanoglu que pasó por arriba del travesaño.

Y a los 21 abrió el marcador la visita, con un disparo de Orsolini que se desvió en el cuerpo de Lykogiannis, para desconcertar a Onana, y poner el 0-1 a favor de Bologna.

Igualó Inter, a los 25′, con una volea espectacular de Edin Dzeko, que captó un balón bombeado que venía de un centro de la derecha y con un remate cruzado puso el 1-1.

Hast ahí, todo bastante parejo. Equilibrado. Hasta que a los 35′ el árbitro Andrea Colombo cobró una falta de Lucumí a Lautaro Martínez que en verdad no existió, pues el quite había sido limpio, y de ese tiro libre Federico Dimarco sacó un gran remate para poner el 2-1 a favor de Internazionale.

Ese cierre del primer tiempo empezó a torcer la pulseada y a definir el partido. Porque a los 41′ Calhanoglu ejecutó un corner cerrado, Lautaro Martínez entró junto al palo y definió con certeza para colocar el 3-1 para el equipo local.

No le sirvieron de mucho los dos cambios que intentó Thiago Motta, entrenador visitante, para torcer el rumbo del partido. El uruguayo Joaquín Sosa ingresó por el colombiano J. Lucumi, mientras que N. Moro entró en lugar del chileno Gary Medel.

Pero Federico Dimarco señaló el 4-1 a los 48′ y ahí se terminó el partido. Ya no tuvo reacción el equipo visitante. Y todo se le hizo muy fácil al local. Sobre todo cuando el VAR le advirtió una mano en el área, penal que Calhanoglu supo ejecutar con eficacia y poner el 5-1 a los 58′ del partido. Quedaba más de media hora por jugar, y se sentía que estaba de sobra.

A los 60′ Thiago Motta hizo dos cambios más en la visita; J. Zirkzee ingresó por M. Arnautovic, y R. Soriano reemplazó a L. Ferguson. Inzaghi, el técnico local, abrió su primera ventana habilitada para hacer tres modificaciones: iban 61′ y  R. Bellanova reemplazó a D. Dumfries, M. Brozovic entró en lugar de Lautaro Martinez, y R. Gosens reemplazó al lateral Federico Dimarco.

Poco pasaba en el campo. A los 73′ vino el quinto cambio en Bologna: Emanuel Vignato entró por Musa Barrow, mientras que también a los 73′ R. Gagliardini ingresó por Nicoló Barella, y K. Asllani reemplazó a H. Calhanoglu, en el equipo local.

Todo estaba terminado, pero le quedaba un grito más al equipo de Inzaghi. Pelotazo profundo por el carril derecho, la entrada de Edin Dzeko y su centro al palo izquierdo, para la aparición de Gosens, quien puso el 6-1 cuando iban 75′ de juego.

Ahí sí, todo terminó. No hubo nada más que agregar. Internazionale, que había comenzado apurado por Bologna, supo revertir el marcador, apoyarse en sus fuerzas, contar con algún aliado fortuito y edificar una goleada para cantar y celebrar bajo la lluvia de Noviembre.

Hernán O’Donnell