Archivo de la categoría: CONMEBOL Copa América Brasil 2021

La CONMEBOL Copa América 2021 ya tiene su primer finalista

La Copa América ya tiene a uno de los protagonistas de la gran final en el Estadio Maracaná a jugarse el próximo sábado. Estaban todos los boletos puestos en Brasil y el local no defraudó.

Fue dominante en el arranque, de punta a punta, con un primer tiempo espléndido, en el que supo saltear cada barrera que lo propuso el equipo de Ricardo Alberto Gareca. Brasil salió a buscar el boleto a la final con mucha determinación, sostenido en la firmeza de Marquinhos, la experiencia de Thiago Silva, la pujanza de Casemiro y el talento asociado de Lucas Paquetá y Neymar. En el ataque Richarlison se distinguía y todo se volcó a favor de la escuadra de Tite desde el inicio. Más allá de los cinco defensores, con dos laterales y tres zagueros casi en línea, porque Trauco y Corzo se ubicaron muy cerca de los centrales. Y si bien Tapia y Yotún se las arreglaron para batallar en el centro del campo, Cueva y Lapadula no podían, más allá de algunos destellos, generar peligro.

A los 7′ Richarlison habilitó a Neymar, y su disparo se fue un poco alto. A los 12′ Casemiro ejecutó con mucha fuerza un tiro libre lejano que Pedro Gallese detuvo en dos tiempos, tras rebotar en su pecho en primera instancia.

Se volvió a lucir el arquero de Orlando City a los 18′ cuando tuvo una doble tapada fenomenal; primero ante la aparición de Neymar, y Gallese con el pecho rebotó su disparo a quemarropa y luego desvió el rebote que había tomado Richarlison.

Hasta que a los 34′ Brasil abrió el marcador, con un buena jugada de Neymar, quien en el área pudo sortear la marca de cuatro hombres, pasar el balón atrás y Lucas Paquetá marcó con un tiro fuerte y al medio el 1 a 0 para Brasil.

No hubo mucho más en el primer tiempo, salvo cinco minutos adicionales para varias interrupciones que había habido en ese período.

En el segundo tiempo, Gareca decidió hacer dos cambios en Perú:  M.J. Lopez ingresó por M. Trauco y ya quedó como lateral izquierdo en una línea de cuatro, porque Raziel Garcia, volante con características ofensivas, ingresó por el zaguero central C. Ramos. Una línea de cuatro defensores, tres volantes adelante con García por la izquierda, más adelante Cueva y Peña, y Lapadula de centro atacante. Perú presentaba la pirámide, 4-3-2-1, y pronto iba a avisar que el DT había acertado, con una escapada rápida de Lapadula y un remate que tapó Ederson a los 48′, en una clara posibilidad. Volvió a llegar a los 52′ con otra jugada colectiva que finalizó con un disparo de García que salió desviado.

Y fue Perú el que tomó el protagonismo del segundo tiempo. Brasil cedió campo y pelota, se tomó un descanso y propuso el engaño, eso que saben hacer hasta en la playa, que está en la esencia del jugador brasileño. Te hace creer que les podés ganar. Pero ojo, porque cuando aceleran…y lo pueden hacer en cualquier momento, en cualquier partido.

A los 69′ vino el primer cambio de Brasil; Everton Ribeiro reemplazó a Everton. Gareca determinó el tercer cambio de Perú en su primera ventana: Carlos Lora, lateral de Sporting Cristal reemplazó a Corzo, con lo cual se modificaron los dos marcadores de punta a los 74′ de juego.

Brasil tuvo su primera llegada en el complemento a los 78′, con un centro de Renan Lodi que se cerró y Pedro Gallese contuvo en su ángulo superior izquierdo. Enseguida llegó el cuarto cambio en la segunda ventana de Perú; Ormeño ingresó en lugar de Cristian Cueva, a los 80′. Y de ahí vino un centro en el que Ederson pasó de largo y el cabezazo de Callens salió desviado.

Tité se guardó las variantes para el final, y en la segunda ventana metió tres modificaciones: Militao por Renan Lodi en la defensa, Fabinho por Fred en la contención del centro del campo, y Vinicius Jr por Richarlison en el ataque. Todos a los 84′ de juego. Ricardo gareca hizo su quinto cambio en la tercera ventana visitante, a los 88′ y Tavara entró en reemplazo de Tapia.

No hubo más emociones. El quinto cambio de Brasil en la tercera ventana local: Douglas Luiz entró en lugar de Lucas Paquetá a los 90+2′. Y todo se cerró sin más sobresaltos. Brasil pasó a la final con tranquilidad, sin descollar, con un primer tiempo espléndido y uno en el que bajó la persiana para aguardar el choque definitivo.

Hernán O’Donnell

Argentina avanzó con una goleada al paso

Fue el partido que imaginaba la “Cátedra”, el que se relató antes de jugarse, el de las diferencias marcadas. Argentina salió, como siempre, a llevarse por delante a su rival, y vaya si lo hizo. Pero esta vez se encontró con un adversario un poco más débil que el resto del los rivales anteriores y sacó una ventaja amplia en el primer tiempo que le permitió conducir el juego con mucha serenidad.

A los 2′ tuvo la primera llegada, un desborde de Alejandro Gómez, el remate de Agüero y Lampe que tapó el disparo a quemarropa. El rebote le quedó a Angelito Correa y otra vez el arquero boliviano impidió la caída de la valla. Y luego, a los 5′ llegó la apertura del marcador, una jugada bárbara de Correa, recostado sobre la derecha, el pase a Messi volcado a la izquierda y la habilitación a Gómez, para que el “Papu” definiera por emboquillada y marcara el 0-1, pues Bolivia ofició de local en el “Arena Pantanal” de Cuiaba.

Argentina fue dueña del primer tiempo. Con una presión constante de sus volantes más retrasados, Palcios y Guido Rodríguez, una tarea encomiable de Angel Correa para la elaboración de juego, la habilidad de Gómez y la experiencia y jerarquía de Messi y Agüero. Demasiado para Bolivia, que trataba de apoyarse en Justiniano, desprenderse con Ramiro Vaca y atacar con Chura. Pero no podía con una defensa firme, que además de sostenerse en Martínez y Pezzella, tenía una salida permanente con el “Huevo” Acuña.

A los 31′ aumentó Lionel Messi de penal, y ya con el 0-2 la incógnita era a cuanto podía aumentar el resultado. Bolivia tuvo su primera llegada a los 38′ con un disparo lejano que tapó Franco Armani y a los 41′ Leo Messi convirtió el tercer gol de Argentina ante la salida de Carlos Lampe, que no podía detener toda la artillería que le tiraban. Entonces, con ese 0-3 se terminó el primer período.

Los dos equipos salieron a disputar el segundo tiempo sin modificaciones. Y con la misma tesitura; Argentina con la pelota, el manejo sereno y con buena circulación, para abrir espacios y encontrar los caminos libres hacia el arco de Lampe. Bolivia cautelosa, a la espera de no perder la brújula ni exponerse a una goleada catastrófica. Con dos líneas de cuatro replegadas y atentas a cubrir todos los espacios.

A los 55′ vino el primer cambio para la Argentina; Julián Alvarez ingresó en lugar de Alejandro Gómez.

Y, de pronto, cuando nada hacía sospechar que algo iba a pasar, Leonel Justiniano se proyectó por derecha, fue al fondo, sacó un buen centro y Saavedra metió un remate alto que dejó inmóvil a Armani y el encuentro quedó 1-3 para la “Albiceleste”.

César Farías tenía tres variantes decididas para su selección y tras el gol de descuento, a los 60′ determinó que J. Sagredo ingresara por B. Cespedes, Henry Vaca lo hiciera por J. Chura y R. Ramallo entrara en lugar de G. Alvarez. Enseguida se abrió la segunda ventana de cambios de Argentina y a los 62′ Lautaro Martínez entró en lugar de Sergio Aguero y Giovanni Lo Celso ingresó por Angelito Correa, hasta ese momento, la figura de la cancha.

Y como parecía la noche de reencuentros y reivindicaciones, Lautaro volvió a abrazarse al gol, tras una maniobra por izquierda en la que Acuña recibió de Messi, lanzó el centro, el desvío de la defensa le cayó a Montiel, quien pateó al arco, rechazó Lampe y en el que encontró el rebote final para marcar el 1-4 a los 64′.

La sensación de partido terminado también pareció transmitirla el entrenador argentino, Lionel Scaloni, porque a los 70′ decidió usar la tercera ventana y las dos últimas modificaciones: Leandro Paredes reemplazó a Guido Rodriguez y Nicolás Dominguez entró por Exequiel Palacios.

Argentina dio por cerrada la cuestión. Había sacado una ventaja importante y ya no tenía más apremios que hacer circular la pelota, mover al rival y esperar el final del encuentro. Tuvo una chance con un tiro libre de Messi, a los 76′, que Lampe controló abajo; luego tuvo otra Julián Alvarez a los 77′ que se desvió en un defensor y Lampe controló arriba.

Diego Wayar ingresó por Fernández en Bolivia, cuando ya iban 80′ de juego. Y a los 84′ Moisés Villarroel ingresó en lugar de Erwin Saavedra, para cerrar las variantes del equipo de Farías. Y al final, a los 90+1′ Messi pudo convertir, pero su remate seco y al primer palo fue desviado por Carlos Lampe con la pierna derecha al corner.

Pero todo había terminado, casi desde el arranque. La Argentina cerró la primera fase de grupos en lo más alto de la tabla con una goleada al paso y ahora espera por Ecuador, a la hora de la verdad.

Hernán O’Donnell

Argentina se repite en sus actuaciones, pero ya piensa en los cuartos de final

Se habló en la previa de este partido entre Argentina y Paraguay, por la tercera fecha del Grupo “A” de la CONMEBOL Copa América Brasil 2021, mucho más que de lo que se había conversado en los días previos a los partidos anteriores del seleccionado. Mucho más que antes de Chile y Uruguay. Porque el rumor que corrió durante el fin de semana fue que Lionel Andrés Messi no iba a jugar, y a partir de allí se establecieron todo tipo de especulaciones, análisis y debates sobre la certeza o no de esta ausencia, las razones de la misma y las posibilidades de los reemplazantes y del equipo en general, si el capitán no hubiera estado desde el inicio del juego.

Cuando faltaba poco más de una hora para que comenzara el partido, sucedió lo que muchos también imaginábamos y creemos que hace a la esencia de Messi: iba a jugar, a ser titular, tal como lo desea siempre: jugar todos los minutos de todos los partidos. Y si está cansado, descansa en la cancha, durante el partido. Apela a su inteligencia y camina a la búsqueda del mejor lugar de la cancha donde pararse, donde ubicarse. Argentina salió con un equipo distinto, pero con Messi adentro.

Una hora antes se supo la alineación de la selección: Emiliano Martínez, el dueño indiscutido del arco. Línea de cuatro con Molina, Romero, Pezzella y Tagliafico; dos volantes centrales: Guido Rodríguez y Leandro paredes. Por delante de ellos, tres media puntas, Alejandro Gómez, lionel Messi y Angel Di María. Y Sergio Agüero como centrodelantero. Enfrente Paraguay, con Antony Silva en el arco. Espínola, Gustavo Gómez, Junior Alonso y Arzamendia en el fondo. También doble eje central, con dos volantes con pasado en el fútbol argentino: el ex Boca, Andrés Cubas y Robert Piris da Motta, ex volante de San Lorenzo. Por delante, Alejandro Romero Gamarra, ex Huracán, Miguel Almirón, quien se destacó en Lanús y Angel Romero. figura de San Lorenzo. Como centro delantero, el jugador de Argentinos Juniors, Gabriel Avalos.

Lo cierto es que Argentina se repite. Juegue quien juegue, utilice el esquema que utilice. Siempre es un equipo que sale decidido, que juega bien un lapso del primer tiempo (que puede durar más o menos tiempo en ese período), pero que en ese momento despierta entusiasmo, invita a la ilusión y casi siempre domina al rival, lo supera, saca una ventaja en el marcador para luego diluirse en el complemento. Y allí sufre. En varias oportunidades le empataron, aunque esta vez contra Paraguay, igual que el partido anterior frente a Uruguay, pudo conservar la ventaja. Pero fue un partido repetido con respecto a los últimos cuatro que jugó. Un tiempo para gozar, el otro para sufrir.

Fueron muy buenos los primeros quince minutos del equipo de Scaloni. Con buena presión de los dos medios, Guido Rodríguez y Leandro Paredes, muy firme Romero en la defensa y concretos Tagliafico y Molina para trepar por las bandas. Adelante Di María y Alejandro Gómez se movieron y mostraron para ganarse un lugar en la titlaridad, mientras Messi buscaba darle aire a su amigo Agüero. A los 5′ probó el “Papu” Gómez con un remate que se fue apenas alto; a los 6′ Piris da Motta quisó jugar para su arquero de cabeza y se la dejó servida a Agüero, cuyo disparo se fue muy cerca desde una posición inmejorable.

Y a los 9′ abrió el marcador. La jugada nació en una combinación entre Di María y messi, el hombre de PSG se fue por la banda, amagó el pase lateral a Molina, entró hacia el medio y le cortó el pase a “Papu” Gómez, quien definió suave y por encima de la salida de Antony Silva y puso el 1 a 0. Un golazo que presagiaba una actuación convincente de Argentina, que a la postre no ocurrió.

El equipo de Scaloni comenzó como suele hacerlo; a ritmo arrollador, y con una ventaja temprana sobre el adversario. A los 17′ Messi metió un clásico tiro libre al palo del arquero, bajo y fuerte, que pasó muy cerca del poste derecho de Silva. Lucía preciso el conjunto albiceleste, mientras que Paraguay se recostaba en la velocidad de Miguel Almirón para desbordar y buscar, con sus cambios de ritmo, los ataques necesarios. Avalos alternaba buenas y malas con Romero y Germán Pezzella, mientras que Angel Romero no era productivo. Bien Piris da Motta para recuperar y fuerte Gustavo Gómez en los mano a mano. Pero era más la Argentina y lo hizo notar a lo largo del primer tiempo.

En el complemento se acentuó el dominio guaraní. Porque se quedó mucho la selección. Cedió campo y pelota, pero no tuvo aire para explotar los contragolpes. A los 58′ Joaquín Correa entró en lugar de Sergio Agüero, que no tuvo una buena noche. Y Paraguay empujó, sobre todo por el lado de Almirón, que buscaba socios y encontraba algo en Romero Gamarra, voluntad en Arzamendia y algo de Angel Romero.

Por eso Eduardo Berizzo decidió algunas modificaciones en Paraguay: iban 65′ cuando Oscar Romero reemplazó al “Kaku” Romero Gamarra y A. Cardozo entró en lugar de Andrés Cubas; cambios ofensivos para reforzar el ataque guaraní.

Argentina no respondía, y a los 71′ Rodrigo De Paul entró en lugar de Alejandro Gómez, mientras que a los 80′ Nicolás Dominguez entró en lugar de Leandro Paredes y Angelito Correa reemplazó a su tocayo, Di Maria; allí Messi encontró un socio. Un poco más de fútbol, alguien para tocar y armar juego. Respiró el conjunto albiceleste y se tomó un respiro al final.

Berizzo fue por las últimas variantes. A los 81′ R. Sanchez ingresó en reemplazo de Robert Ayrton Piris da Motta y un poco más tarde, a los 85′ B. Samudio reemplazó a Gabriel Avalos y C. Gonzalez ocupó el lugar de Angel Romero. Pero no tuvo oportunidades, y los pelotazos que rondaron el área argentina todos fueron conjurados por Emiliano Martínez, el indiscutible arquero argentino.

Para la selección fue ganar y clasificarse a los cuartos de final. Con un rendimiento similar al de los últimos partidos, resultados positivos y la clasificación asegurada.

Hernán O’Donnell

Argentina jugó un partido de nivel y se reencontró con la victoria

Se habló mucho, tal vez demasiado, de los empates de la Argentina. De las igualdades ante Chile y Colombia por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 y del empate en la fecha inicial de la CONMEBOL Copa América Brasil 2021. Se habló de la falta de definición a la hora de concretar la elaboración, se mencionó cierta endeblez defensiva. Se dijo que iban a haber cambios en la alineación titular, que serían cuatro o más las modificaciones. Se habló mucho del equipo, tal vez demasiado.

Lo cierto es que sólo hubo dos variantes en la formación de Scaloni; el ingreso de Nahuel Molina por Montiel en el lateral derecho y la presencia de Guido Rodríguez, como volante central, por Leandro Paredes, en este caso por una molestia en las costillas del ex volante de Boca Juniors.

Y la Argentina fue. Ante un rival duro como Uruguay, que propuso, como siempre, un clásico duro y luchado, aunque con un medio, el de Bentancur, Torreira, Federico Valverde y Nicolás de la Cruz, con más juego que espíritu de batalla. Y Argentina fue a jugar. A buscar el partido desde el silbato inicial. A los 6′ tuvo una llegada muy clara con un remate de Messi que Muslera desvió y Lautaro Martínez no pudo conectar el rebote. A los 8′ hubo una jugada preparada; De Paul se la dio a Messi, Leo se la devolvió, el volante de Udinese lanzó el centro y Otamendi metió un cabezazo fuerte que controló el golero uruguayo.

Era más la Argentina, y a los 12′ llegó la apertura del marcador. Una jugada bárbara de Messi por izquierda, el desborde y el centro fueron exactos y por el otro costado apareció Guido Rodríguez para marcar de cabeza el 1 a 0 para la “Albiceleste”.

La Argentina no se relajó. Supo que Uruguay iba a adelantar líneas y a tratar de explotar la enorme jerarquía de sus dos delanteros, Cavani y Luis Suárez, pero no se quedó el equipo de Scaloni; más bien aprovechó espacios, acomodó los volantes y explotó salidas rápidas a partir del talento de Lo Celso, la pegada de De Paul y la magia indescifrable de Messi. Argentina era dueña del partido, aún cuando la “Celeste” se le venía encima. Pero el dueño del control del juego era el conjunto de Scaloni.

Porque se defendía con más orden y agresividad respecto de los partidos pasados; firme Cristian Romero, atento Otamendi, dispuestos al sacrificio Molina y Acuña y muy seguro el arquero Emiliano Martínez.

Uruguay jugaba al ritmo de Torreira, el más inteligente y hábil para llevar adelante la gestión, bien acompañado por Cavani, algo de lucha por parte de Suárez y más discontinuos Valverde y Bentancur. Tuvo pocas situaciones el conjunto de Tabarez, casi no forzó llegadas claras y la Argentina se fue al descanso con la tranquilidad de haber hecho bien las cosas.

Uruguay salió a jugar el segundo tiempo con una modificación. Nahitan Nández reemplazó a Bentancur. Y buscó un poco más la “Celeste”. Con un poco más de decisión, aunque sin la profundidad que la coyuntura le requería.

Argentina tuvo que hacer muy pronto un par de variantes; iban 51′ y Exequiel Palacios debió entrar por el lesionado Giovanni Lo Celso, en tanto Joaquín Correa entró en la ubicación de Lautaro Martinez. Después, a los 64′ Brian Ocampo entró por De la Cruz; un delantero por un volante para que el equipo de Tabárez tuviera más llegada. Y tuvo una buena posibilidad a los 68′ con un centro de González desde la izquierda que no pudieron captar ni Cavani ni Suárez. Fue peligroso, porque cualquiera de los dos delanteros pudo haber conectado a la valla de la Argentina.

Siguieron las variantes, y a los 69′ Angel Di María reemplazó a Nicolás González, mientras que en Uruguay Facundo Torres reemplazó al lateral González. Uruguay ya se paraba con más gente en el medio y el ataque que en la defensa. Comenzó a arriesgar más, aunque dejara espacios muy claros a sus espaldas.

Los últimos veinte minutos volvieron a ser de Argentina casi en su totalidad. Porque logró buenas asociaciones, metió contragolpes punzantes y una jugada combinada en la que Messi hizo girar al equipo al ritmo de su habilidad que terminó con un remate de Di María que se fue al corner, fue lo más sabroso del equipo nacional. Y un tiro libre de Messi a los 80′ que pegó en Otamendi; insólito por lo que podía tener un destino de red, tras una jugada individual de Leo que levantó elogios.

Uruguay no pudo llegar con claridad. Fue más empuje y “ponchazos” que juego elaborado. A los 83′ hizo su última modificación Gorriarán por Federico Valverde. La Argentina durmió el juego hacia el final, recostado en el sector derecho de su ataque, con pequeños partidos de fútbol “reducido” que terminaban con una infracción uruguaya y se reanudaban con la ejecución de esa falta para darle lugar a otro encuentro “reducido”.

Y se fue el clásico con una buena actuación Argentina, un triunfo valioso ante Uruguay, el nivel de juego mantenido y el reencuentro con el triunfo.

Hernán O’Donnell

Argentina no concretó sus oportunidades y otra vez se quedó en un empate

Argentina se enredó en su laberinto. No puede salir de esta serie de igualdades que empezó con la doble jornada de la Compeitición de la FIFA, en la que empató con Chile en Santiago del estero y con Colombia en Barranquilla, y que se prolongó ante Chile, esta vez en Río de Janeiro. Tres ciudades distintas, tres empates con diferentes matices. Y con muchas cosas para analizar. Porque el equipo que conduce Lionel Scaloni jugó un buen primer tiempo, fue agresivo en el juego, tuvo circuitos aceitados, maniobras colectivas profundas y alcanzó una diferencia que pudo ser un poco más amplia.

A los 7′ llegó por primera vez, con un pase cruzado de Montiel para la entrada por izquierda de Nicolás Tagliafico, este se la bajó de cabeza a Messi y Leo sacó un remate cruzado que se fue abierto. Enseguida llegó un disparo de Nicolás González que Bravo sacó al corner. Y poco más tarde otra posibilidad clara, con una excelente asistencia de Giovanni Lo Celso en cortada y diagonal para el pique sorpresivo de Nicolás González y el remate de este fue tapado por Claudio Bravo cuando iban 17′ de juego.

Argentina era más, porque se entendían bien Lo Celso y González, porque Messi giraba y encontraba socios, porque Paredes sostenía el empuje y porque todo el equipo jugaba adelantado. Faltaba la puntada final, la aparición de Lautaro Martínez.

Chile no tenía prejuicios en sostenerse con una línea de cuatro, cinco volantes que se armaban en línea cuando Argentina tomaba la pelota en su campo, y Eduardo Vargas adelantado, como centro atacante. Cuando recuperaba, Carlos Palacios y Meneses se abrían para ensanchar la cancha y Arturo Vidal y Charles Aránguiz se soltaban, para quedar Pulgar solo como volante central. Así llegaron a su primera oportunidad, con una maniobra de contragolpe, el balón cruzado en ataque y Meneses que apareció por derecha pero no pudo conectar, ya a los 26′ del primer tiempo.

Pero Argentina era más en ese primer tiempo, y a los 32′ abrió el score con un magnífico tiro libre de Leo Messi que se coló en el ángulo superior izquierdo de Claudio Bravo.

Y enseguida llegó otra chance para la “Albiceleste”, con una jugada por derecha, el centro peligroso y lautaro que falló en la definición, con un disparo abierto, muy desviado.

Así se cerró el primer período de juego, con una sensación positiva de la Argentina, aunque en el segundo tiempo el equipo se iba a desdibujar y se le escaparía la chance del triunfo.

El equipo de Reinaldo Rueda salió con otra actitud en el segundo tiempo. Más sueltos Vidal y Aranguiz, más adelantado Medel en el fondo, más comprometido en el ataque el trío de Palacios, Vargas y Meneses, Pulgar con mayor protagonismo. Y en ese ir a buscar, un error de Martínez Quarta generó un contragolpe de Chile, el balón que fue a Vargas, su remate solitario, la tapada brillante de Emiliano Martínez y cuando Vidal tomó el rebote, Tagliafico llegó tarde al despeje y golpeó en la entrepierna al volante del Inter. Penal a los 56′, Vidal lo ejecutó, Martínez lo tapó con su mano izquierda, el balón golpeó en el travesaño y el rebote le quedó a Vargas, quien de cabeza logró la igualdad: 1 a 1 y volver a empezar.

Y pudo aumentar Chile a los 62′, cuando Meneses lanzó un centro, surgió Arturo Vidal y Martínez evitó el tanto. Scaloni decidió meter mano en el equipo y a los 66′ efectuó dos modificaciones: Angel Di María entró por Lo Celso, y Exequiel Palacios reemplazó a Paredes. El equipo dejó el 4-3-3 inicial, para quedar con un 4-4-1-1: La línea de fondo del comienzo, el medio con Di María, Palacios, de Paul y González, Messi por delante de ellos y adelante Lautaro Martínez.

Y así se las arregló para tener dos chances claras; una habilitación de Messi a González, quien entró solo y libre por izquierda para rematar, pero optó por tirar un centro rasante que fue cortado. Vinieron dos cambios en Chile, a los 76′ de juego: B. Brereton reemplazó a Carlos Palacios y C. Pinares ingresó en lugar de Eduardo Vargas; después llegó la otra chance que generó Messi, con un pase de emboquillada para González, cuyo cabezazo se fue arriba del travesaño de Bravo, a los 79′.

A los 80′, otras dos variantes en la Argentina: Joaquín Correa ingresó por Nico González, y Sergio Agüero reemplazó a Lautaro Martínez. Rueda decidió también dos cambios en Chile; iban 83′ y Roco entró en la zaga por Gary Medel, mientras que Alarcón suplió a Arturo Vidal. Scaloni hizo su última variante a los  84′, con el ingreso de Nahuel Molinaen reemplazo de Gonzalo Montiel.

Argentina volvió a tener una nueva chance a los 90′ cuando Messi le bajó la pelota a Joaquín Correa y este no llegó a definir, mientras que Chile se aferró a su última modificación: a los 90+2′ Pablo Galdames reemplazó a Meneses.

Todo estaba definido. Argentina no pudo concretar lo que había generado y se le escaparon dos unidades porque Chile fue eficaz, atacó en la desventaja y desnudó fallas que se reiteran y le cuestan caro al equipo nacional. Argentina jugó bien, pero no logró definir y no pudo sostener la ventaja. Se metió solito en su laberinto y otra vez no encontró la salida.

Hernán O’Donnell