Argentina se metió en octavos y mira con optimismo el futuro

Fue un partido complicado, jugado, por primera vez, con mucho público. Y la mayoría, en contra. Lógico. Es parte de la histórica rivalidad entre argentinos y brasileños, tiene que ver con una historia de grandeza futbolística compartida y en este torneo, la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019, no iba a ser la excepción.

El domingo de sol brillante, de alta temperatura de invitación a pasar la jornada en la playa y el mar también invitaba a ver a la Albiceleste. No siempre anda la Argentina por estas ciudades, y Vitória no quiso perderse la oportunidad.

El primer tiempo arrancó con el entusiasmo de Tayikistán, que salió a apretar a la Argentina, sin temores y sin verguenza. Pero quedó en esa imágen inicial de los primeros minutos, porque en cuánto el equipo de Pablo Aimar se hizo del balón, se adueñó del juego como resultado instantáneo. La Argentina presentó muchos cambios con respecto al equipo que venció a Camerún, pero esto obedeció al cansancio acumulado, a las amonestaciones que podrían complicar la presencia en octavos (caso Amione) y la clasificación asegurada ameritaban la posibilidad de realizar variantes en el equipo. Aún así, el juego no se resintió. Al contrario, se vio una selección dominante, bien parada en el medio con un doble “5” muy capaz, porque Ayala recuperaba con mucha destreza e Ignacio Fernández distribuía el juego, circulaba la pelota, controlaba las acciones con unas cualidades tremendas. es cosa seria este jóven volante de Boca; de lejos, desde la tribuna tiene la pose, el ritmo, los gestos, de Juan Román Riquelme. Se parece mucho en el andar y en el juego. Y maneja las dos piernas con mucha precisión y habilidad. Con una u otra puede tirar fuertes pelotazos o toques sutiles. Habrá que seguirlo.

Lo cierto es que Argentina empujó y con tres hombres de punta, muy rápidos Velasco y Orozco, inteligente Varaldo, armó jugadas que derivaron en la apertura del marcador.

Fue a los 37′, cuando Velasco se fue por derecha y lanzó un centro largo, bien pasado, para la entrada de Orozco que marcó cruzado y puso a la Argentina 1 a 0 cuando se terminaba el primer tiempo.

A los 55′ un tiro libre de Orozco se fue muy cerca; enseguida desbordó por izquierda y Varaldo no llegó a conectar. Argentina era más sin exigirse, pero Tayikistán corría y se mantenía con entusiasmo e ilusión por capturar algún descuido y llegar al arco de Rocco Ríos Novo.

La Argentina se mostró suelta y con facilidades para llegar al arco rival. Cano convirtió un gol a los 61′ tras dos rebotes por tiros de Varaldo y Orozco, pero el VAR no lo convalidó por off side previo del extremo derecho argentino. Pero no se quedaría en el lamento la Argentina. Ingresó Matías Godoy y enseguida metió un desborde por derecha, centro atrás y Orozco, a los 77′, marcó el 2 a 0.

Una contra a los 79′ derivó en una salida rápida de Ríos Novo, que derribó al delantero asiático y el penal consiguiente fue marcado por Soirov a los 80′ de juego.

Si alguien se ilusionó con la igualdad, el sueño se rompió rápido. Una gran jugada colectiva de Argentina, un pase de magia de Matías Palacios a Godoy, derivó en la entrada limpia del delantero de Atlético de Rafaela y el 3 a 1 a los 88′ del partido.

Con autoridad, con jerarquía, Argentina liquidó el partido y ya piensa en los octavos de final, para disfrutar y soñar con un Mundial para recordar.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)