Zlatan Ibrahimovic lleva al Milan al lugar que se merece

El crecimiento de los “Rossonero” es espectacular. El mejor equipo de la reanudación, podemos decir sin temor a equivocarnos. Un equipo que venció a Lecce, Roma, Lazio, Juventus, Parma, Bologna y ahora, Sassuolo.

En el medio empató con SPAL, tras ir 0-2 abajo, y Nápoli, el siempre duro y complicado Nápoli de Gatusso.

Contra Sassuolo tuvo un partido duro y complicado; el local cumplió también una gran campaña y venía con muy buenos antecedentes. Un triunfo claro ante Lazio en el Estadio Olímpico de Roma donde no solo levantó la desventaja inicial, sino que ganó de visita 1-2 tras mostrar una notable superioridad y empató con Juventus en dos tantos en un partido donde la “Vecchia Signora” contó con dos penales (el primero muy discutible) para igualar.

Milan se vio condicionado por dos lesiones muy prontas que le modificaron la defensa y le quitaron posibilidades de cambios para el complemento, pues solo le quedó una ventana para hacer las tres modificaciones restantes permitidas. A los 10′ se fue lesionado el lateral Conti y lo reemplazó Calabria. Cuando iban 13′ Berardi tuvo una buena jugada para el local que Donnarumma contuvo con seguridad.

Pero Milan dominaba y a los 19′ llegó el golazo de Zlatan Ibrahimovic de palomita tras un centro preciso de Calhanoglu. 0-1 y enseguida la lesión de Romagnoli que obligó al segundo cambio en el visitante con el ingreso de Gabbia.

Pero el local no se resignaba y aprovechó una oportunidad para igualar; centro tras un tiro libre, rechazo de Calhanoglu con el brazo y el VAR que aclara el indiscutible penal. Caputo, a los 41′, lo tradujo en el gol del empate, 1 a 1.

Pero cuando un equipo tiene una figura descollante, sabe que todo es posible. Y muy pronto el sueco iba a tener otra posibilidad, tras una habilitación por el medio, sorteó la salida del arquero Consigli y clavó el 1-2 a los 45+2′ del primer tiempo. Y para cerrar la primera parte, Bourabia se fue expulsado en el local, que tuvo que salir a remontar con un hombre menos.

Stéfano Pioli iba a disponer el tercer cambio de Milan para el inicio del complemento: el uruguayo Laxalt por Hernández, y casi toda la línea de cuatro inicial modificada, excepto por el primer central, el danés Kjaer.

En Sassuolo entraron G. Kyriakopoulos por M. Muldur, F. Magnanelli por G. Raspadori y J. Boga por L. Haraslin.

El local se aldelantó en el campo y a los 55′ Caputo entró solo por la derecha, en una jugada con mucho peligro, pero Donnarumma salió ráido y tapó su remate al arco. Milan respondió con una maniobra exquisita, que empezó con Zlatan en la mitad de la cancha, llevó el balón hasta el área, combinó con Kessie, este le devolvió la pared, y cuando iba a concretar, lo ahogó la salida veloz de Consigli. Era otro de los destellos de la figura sobresaliente del Milan, en un equipo que brotan varias estrellas: Kessie, Calhanoglu, Saelemaekers, Rebic, Bennacer, cuando entran Leao y Paquetá…

Milan era superior y lo mostraba en cada ataque. Sassuolo trataba de jugarle golpe por golpe, pero el Milan asomaba más profundo. A los 73′ Bennacer, tras una serie de pases en ataque, sacó un tiro de afuera que pegó en la base del poste derecho de Consigli. Otra situación para el visitante.

Pioli usó la ventana de cambios que le quedaban para disponer las últimas dos variantes: a los 78′ G. Bonaventura entró por H. Calhanoglu y Lucas Biglia ingresó por I. Bennacer.

Y se lo volvió a perder el Milan cuando Bonaventura remató dos veces muy cerca de Consigli, y el arquero las dos le tapó el remate. Iban 80′ y Milan desaprovechaba otra oportunidad.

Sassuolo mantuvo la esperanza hasta el último minuto, pero más por lo apretado del marcador que por posibilidades reales de acercarse al empate. Milan le había sacado la diferencia justa y si no pudo estirarla fue por la actuación de Consigli y un poco de imprecisión para definir. Pero lo cierto es que la escuadra de Milano no para de ganar, de subir en la tabla y de recuperar la grandeza extraviada de la mano de un sueco desfachatado y espectacular.


Hernán O’Donnell