Inter se llevó una serie electrizante y es finalista de la UEFA Champions League

El partido en Milano tuvo de todo. y si sumamos a lo que había sucedido en Cataluña, la serie en sí fue desbordante de emociones, ritmo, fútbol y goles. Internazionale venció a Barcelona por 4-3, tras ciento veinte minutos electrizantes, y si sumamos los noventa que habían jugado en Montjuic, el resultado global es de 7-6. Impresionante por donde se lo mire. El equipo italiano supo aprovechar sus momentos en la serie, tuvo eficacia para convertir, no se entregó cuando parecía sentenciado y supo manejar el tiempo y el resultado cuando este al final le fue favorable. Barcelona cayó de pie, aún cuando no repitió actuaciones anteriores y mostró falencias en defensa que le costaron caro. Internazionale se llevó la llave, y abrió la puerta al primer finalista de la UEFA Champions League 2024/25.

El local comenzó con Yann Sommer; Yann Bisseck, Francesco Acerbi y Alessandro Bastoni; Denzel Dumfries, Nicolò Barella, Hakan Çalhanoglu, Henrikh Mkhitaryan y Federico Dimarco; Lautaro Martínez y Marcus Thuram.

El equipo catalán formó con: Wojciech Szczesny; Eric García, Pau Cubarsi, Íñigo Martínez y Gerard Martín; Frenkie de Jong y Pedri; Lamine Yamal, Dani Olmo y Raphinha; Ferran Torres.

Barcelona tuvo un dominio inicial infructuoso, con la posesión de la pelota, pero sin lograr profundidad ni poder lastimar a su rival, un poco producto de los buenos movimientos defensivos coordinados del equipo italiano, y otro poco por la imprecisión poco habitual de sus figuras. Y en cuanto se descuidó, Inter lo lastimó.

Iban 20′ y el equipo italiano ahogó a Dani Olmo en una salida, se llevó el balón por derecha, cruzó la pelota al centro izquierda, por donde apareció libre Lautaro Martínez para poner el 1-0 a favor de Internazionale.

Crédito: @Inter

La visita sostuvo un rato de buen fútbol, con un dominio un poco mayor, en el que incluso reclamó un penal por una mano de Acerbi, que el árbitro no consideró, ni tampoco el VAR.

Pero el local cerró mejor la primera parte, y a los 41′ Calhanoglu sacó un remate peligroso que se fue cerca, así como a los 45′ un cierre de Cubarsí sobre Lautaro Martínez fue sancionado con penal, aunque la jugada dejó mucho espacio para la interpretación. Calhanoglu no tuvo reparos, y con un tiro fuerte y cruzado, puso el 2-0 a favor de Inter,

Barcelona apretó un poco más en el comienzo del segundo tiempo y en una ráfaga llegó al empate. Primero, con un gol de Eric García, que supo poner el pie bien abierto para capitalizar un centro que venía desde la izquierda, y achicó el score a 2-1, a los 53′ de juego.

Lo tuvo el mismo Eric, a los 56′, pero Sommer sacó su tiro de manera brillante.

Y a los 59′ un centro preciso de Gerard Martin fue bien cabeceado por Dani olmo, para colocar el empate 2-2.

Mientras Barcelona sostenía el dominio, el DT de Inter, Simone Inzaghi metió mano en su equipo, y a los 70′ hizo dos cambios. Darmian entró por Bisseck, y Mehdi Taremi reemplazó a Lautaro Martínez.

En la visita, a los 75′ salió lesionado Iñigo Martínez, y lo sustituyó Ronald Aráujo, de muy pobre actuación.

Con todo, era más el visitante. y a los 76′ un zurdazo de Lamine Yamal fue desviado por Sommer al corner.

Pero Inzaghi no perdía tiempo, y a los 78′ volvió a refrescar a su equipo. D. Frattesi entró por H. Mkhitaryan, y P. Zielinski ingresó por H. Calhanoglu. En el Barca, Fermín López reemplazó a Dani Olmo cuando iban 81′.

Crédito: @Inter

Si al partido, que ya había tenido de todo, aún le quedaban emociones, cayeron todas juntas sobre el final. Porque a todo lo vivido en la serie de dos partidos, aún le faltaba lo mejor.

Iban 87′ cuando Raphinha, de partido opaco, apareció en su esplendor, para controlar bien un pase, sacar un tiro mur fuerte, capturar otra vez el rechazo que dio Sommer, y con un tiro cruzado poner el 2-3 para Barcelona, que parecía definitivo. Y más aún cuando a los 90+2′ Yamal Lamine estrelló un tiro contra el poste izquierdo del arquero local. Pero Barcelona no había entendido como enfriar el juego tras esa diferencia y propuso casi un palo a palo al final, que de esa jugada nació un contragolpe para que Acerbi, en posición de delantero central, capturara un centro de la derecha, le ganara la posición a la fragil marca de Ronald Araújo y clavara un disparo en el ángulo superior izquierdo del arquero visitante, para colocar el 3-3, a los 90+2′ del partido.

A esa altura el Estadio Giuseppe Meazza era una caldera que vibraba mientras la lluvia sumaba más dramatismo a la partida.

En el suplementario, Inter lo liquidó. A los 97′ Fort reemplazó a Eric García, en Barcelona, mientras el equipo se empezaba a desinflar.

Y aprovechó el local, para armar una buena jugada de ataque, otra vez superar a Araújo, y Fratessi con un remate cruzado puso el 4-3 para Internazionale, cuando iban 98′ de juego.

Y allí, el local selló la serie, porque entendió como debía jugar el resto del partido, aún cuando faltaban más de viente minutos.

Crédito: @Inter

Los dos cambios que hizo Hansi Flick, entrenador de Barcelona, antes de comenzar el segundo tiempo del suplementario poco pudieron hacer para levantar a un equipo que ya estaba muy caído, en lo físico, lo futbolístico y sobre todo, en lo anímico. Gavi entró por P. Cubarsi, y P. Victor reemplazó a Pedri. No cmabiaron la ecuación, porque el Inter se ordenó de manera eficiente, con mucha concentración y con la convicción que ya nada debía modificarse. para ello luchó cada pelota con alma y vida, puso dos hombres a marcar a cada uno de los visitantes que tenían el balón, multiplicó energías, y en cada interrupción de juego, enfriaron y alargaron la reanudación hasta desgastar a su rival en la impotencia.

A los 107′ De Vrij ingresó por Dumfries, agotado en el esfuerzo.

Barcelona apretó con centros, y con un tiro tremendo de Yamal que Sommer sacó al corner. Pero no encontró espacios ni claridad, el oponente supo cerrarle bien los caminos y no darle oportunidad.

Internazionale festejó muy fuerte el triunfo. Fue consecuencia del orden, el trabajo colectivo y no perder nunca la Fe. Ya tiene el boleto a Bilbao, le espera la Gran Final, y esa será otra historia.

Hernán O’Donnell