Una genialidad de Angelito Correa selló un triunfo por el que poco había hecho el Atlético de Madrid

La nueva UEFA Champions League llegó a la mitad del fixture inicial, y la lucha por clasificarse a la ronda siguiente , ya sea a los Octavos de Final o a la fase preliminar, entró en su parte decisiva. Cada punto es agua en el desierto, porque los equipos saben que las chances son variadas: al cabo, se clasifican los 24 mejores de 36 equipos, y solo los 12 últimos quedan eliminados. Pero para eso, no hay que perder puntos, para que la posibilidad de clasificación, hasta la última fecha, exista. Y en esa lucha están París Saint Germain y Atlético de Madrid.

Y fue mucho más el equipo local, dominó el partido de principio a fin, pero no logró marcar la diferencia, y al final una genialidad de Ángel Correa lo privó del mínimo empate que merecía, para darle el sabor dulce del triunfo inesperado al Atlético de Madrid

Crédito: @Atleti

El equipo francés formó con Gianluigi Donnarumma; Achraf Hakimi, Marquinhos, William Pacho Tenorio y Nuno Mendes; Warren Zaïre-Emery, Vitinha, João Neves; Ousmane Dembélé, Marco Asensio y Bradley Barcola. 

El equipo español comenzó con Jan Oblak; Nahuel Molina, Axel Witsel, Clément Lenglet, Javi Galán; Giuliano Simeone, Rodrigo De Paul, Pablo Barrios, Conor Gallagher; Julián Álvarez y Antoine Griezmann.

La presión y el dominio de PSG comenzó desde el nacimiento del partido. Al minuto Hakimi sacó un tiro cruzado que rozó el palo derecho de Oblak; a los 4′ desbordó Hakimi por derecha, lanzó el pase atrás, y apareció Ousmane Dembelé para meter un tiro que apenas salió alto. Cuando iban 12′ un rápido contragolpe local, conducido por Dembelé, se cerró con un tiro al medio de Barcolá.

De tanto presionar, a los 13′ Dembelé le robó un balón a Clément Langlet en la puerta del área visitante, cedió a Warren Zaire-Emery, quien definió con categoría para poner el 1-0 a favor de París Saint Germain.

Enseguida respondió la visita; iban 17′ y Giuliano Simeone disparó al arco, rebotó Donnarumma, la pelota le quedó a Nahuel Molina, quien convirtió el empate para Atlético de Madrid. El partido quedaba 1-1.

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Sintió el golpe el conjunto local, pero en el cuarto de hora final del primer período, retomó el control del juego.

Y en el segundo tiempo volvió a tomar las riendas del partido. A los 53′ remató Hakimi, devolvió Oblak, y del rebote Dembelé disparó afuera. A los 57′ tiró Barcolá, devolvió Oblak y Hakimi remató alto.

Diego Simeone entendió que había que ajustar las marcas, y a los 58′ hizo tres variantes en el equipo de la capital española. Koke entró por Rodrigo De Paul, Rodrigo Riquelme ocupó el lugar de Giuliano Simeone, y Reinildo ingresó por Javi Galán.

Pero el dominio del local era sostenido. Permanente. A los 63′ remató Barcolá, y Oblak desvió con una mano. El rebote lo tomó Neves, y atajó el arquero del “Aleti”.

A los 66′, Simeone puso al talismán: Angelito Correa, una figura de relevancia mundial, a veces no valorada como corresponde, pero que siempre hace goles determinantes e importantes. Entró por Julián Álvarez.

En el local, Luis Enrique hizo dos cambios a los 67′ King-In Lee reemplazó a Joao Neves, mientras que Fabián Ruiz ingresó en lugar de Marco Asensio.

Crédito: @Atleti

Cuando iban 72′ efectuó la tercera variante: Randal Kolo Muani ingresó por Warren Zaire-Emery. Y sumó más chances el PSG. A los 72′, un buen cabezazo de Marquinhos fue controlado por Oblak. A los 76′ Hakimi no vio a tres compañeros libres, pateó de un ángulo cerrado y lo tapó el arquero visitante.

El quinto cambio visitante llegó a los 77′. Samuel Lino entró por Conor Gallagher. En el local, a los 89′ Desire Doue ingresó por Ousmane Dembelé.

Y todo lo que había hecho el París Saint Germain se derrumbó en el último segundo, cuando Ángel Correa recibió en el borde del área, controló con facilidad, enganchó y definió cruzado, con categoría y frialdad, para marcar el gol que puso el 1-2 a favor de Atlético de Madrid, cuando iban 90+2′ de juego.

No hubo tiempo ni para reanudar. París Saint Germain se ahogó en sus penas y en la injusticia que es parte integral de este deporte mágico. Atlético de Madrid celebró muy fuerte esto que a veces el fútbol te premia, y está bien porque es parte del juego: planteó una defensa sólida, concentrada y resistente, esperó su chance, se jugó un pleno y acertó.

Hernán O’Donnell

All Boys elevó la tensión en Floresta y dio un paso adelante en su ilusión

La larga temporada de la Primera Nacional entró en su etapa más atractiva, caliente y decisiva. Con la enorme fatiga que arrastra todo un año de competencia, los equipos deben recargar energías y dar aún más de lo que ya dieron para luchar por el ascenso a la Liga Profesional de Fútbol, la vieja y querida Primera División.

All Boys y Colón jugaron en Floresta un partido que empezó con problemas, porque el bajón de tensión en el barrio demoró el ingreso del público hasta muy cerca de la hora del partido, que también estuvo a punto de demorarse, aunque al final empezó en horario. La baja tensión fue un inconveniente que All Boys solucionó con el correr de los minutos, porque propuso un partido de alta intensidad, y tras sacar una merecida ventaja, sufrió al final cuando Colón igualó y estuvo cerca de alcanzar el triunfo. Pero ganó la resistencia local, y Floresta vivió otra noche de sueño de primavera.

El local formó con Lisandro Mitre; Hernán Grana, Jonathan Ferrari, Maximiliano Coronel y Alejo Tabares; Juan Salas, Ignacio Figueroa, Santiago Galluci y Juan Pablo Passaglia; Franco Toloza y Thiago Calone.

El conjunto santafesino empezó con Tomás Giménez; Ezequiel Herrera, Hernán López, Paolo Goltz y Fabián Henríquez; Federico Jourdan, Nicolás Talpone, Alan Forneris y Christian Bernardi; Braian Guille y Genaro Rossi.

El comienzo fue eléctrico. Sin demasiadas llegadas, pero con una intensidad y una entrega total por parte de ambos. All Boys salió a comérselo a su rival, pero Colón mantuvo su postura. Era una lucha en el que el que debía estar tranquilo, el local, por tener la ventaja deportiva, lucía apurado. Y el que se suponía iba a estar ansioso, lucía más sereno.

El local tuvo un cabezazo de Toloza que controló el arquero, y luego hubo dos llegadas del elenco visitante, una muy clara en una contra de Braian Guille, quien arrancó por izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un tiro cruzado que detuvo Mitre.

Sin embargo, la más clara del primer tiempo fue para el local. Iban 45′ y de un centro pasado de la derecha, apareció solo por izquierda Thiago Calone, quien metió un cabezazo bárbaro junto al primer palo, pero la reacción de Tomás Giménez evitó el tanto local.

En el segundo tiempo aumentó un poco la presión local, y a los 58′ abrió el marcador. Vino de un tiro de esquina desde la izquierda, y por el centro del área Jonathan Ferrari metió un cabezazo fuerte que puso el 1-0 para All Boys.

Entonces, Diego Osella resolvió hacer dos variantes en el “Sabalero”. Iban 60′ y Oscar Garrido entró en el lugar de Ezequiel Herrera, y José Neris ingresó por Federico Jourdan.

La respuesta de Mariano Campodónico fue la de ordenar a su equipo; a los 68′ Gabriel Pusula reemplazó a Maximiliano Coronel, mientras que Tobías Bovone entró por Santiago Gallucci.

Se adelantó Colón, y el “Albo” se paró unos metros atrás, para jugar de contragolpe. A los 75′ llegaron dos modificaciones más del “Sabalero”. Joel Soñora entró por Nicolás Talpone, y Facundo Taborda reemplazó a Cristian Bernardi.

Apretó más la visita, y a los 78′ Joel Soñora sacó un remate fuerte que desvió Mitre, en una acción clara para la visita. Cuando iban 79′, Benjamín Gonzalez ingresó por Franco Toloza, en el “Albo”.

Ya se jugaba todo en el campo local, y a los 85′ Joel Soñora puso el empate para Colón. El partido quedaba 1-1, y el local sufría, en esa jugada del gol visitante, la lesión de Jonathan Ferrari, quien se lesionó en el esfuerzo por sacar el balón, y debió ser reemplazado por Santiago Rodríguez, a los 86′ de juego. También en esa ventana, Osella efectuó la quinta variante en la visita; Javier Toledo entró por Fabián Henríquez.

Colón se la jugaba con mucha gente en el ataque, y tuvo el dominio en la parte final. Incluso contó con dos chances claras para llevarse el partido. A los 90+3′ Facundo Taborda sacó un tiro cruzado de izquierda a derecha que pasó muy cerca del arco local, y a los 90+5′ un remate de José Neris se fue pegado al palo derecho de Mitre.

Fue la última esperanza de Colón. Todo quedó en la noche de Floresta, en la que All Boys le puso alma, corazón y una alta tensión para que el barrio se ilumine de esperanza e ilusión.

Hernán O’Donnell

Tras la igualdad, Excursionistas y Deportivo Armenio piensan en el Reducido

Un domingo al mediodía se encontraron en el Bajo Belgrano Excursionistas y Deportivo Armenio. Dos equipos de un gran presente, con el objetivo grande de pelear el ascenso a la Primera Nacional. Con la chance del visitante de soñar con llegar a la final por el primer ascenso; con la expectativa del local, con una formación con muchas modificaciones y la oportunidad para varios juveniles de mostrarse en el plantel superior. Y el homenaje a Ptarico Roldán, quien tuvo sus minutos de despedida, para cerrar en forma definitiva su carrera profesional, a los 43 años.

Resultó un partido atractivo, intenso, variado. Con llegadas diversas y emoción hasta el final. El empate los deja a ambos en el Reducido, y la ilusión sigue intacta.

El local formó con Nazareno Gatas; Rodrigo Figueroa, Ignacio Maizares, Andrés Siena y Nehuén García; Miguel López y Patricio Roldan; Julián Alveira, Lautaro pata y Facundo Mateo figueroa; Elías Torancio.

La visita comenzó con Iván López; Nahuel Troxler, Cristian Ordóñez, Alejo Osella y Federico López; Valentino Venetucci, Nahuel Sica, Federico Motta y Gonzalo Maldonado; Tomás Jérez Sayago y Juan Barbieri.

El ritmo intenso del final no dejó espacio para el cambio previsto del “Pato” Roldán, quien salió reemplazado a los 6′, por Gino Parodi, un minuto después de lo estipulado. Entre aplausos, se fue ovacionado el volante histórico de Excursionistas.

El juego era alto, y se repartían llegadas. A los 18′ probó Miguel López con un tiro fuerte y elevado, para el local. A 22′ respondió la visita. Un desborde por izquierda, el centro atrás, y el disparo de Troxler salió por encima del travesaño.

Más tarde lo tuvo el “Verde”, cuando Elías Torancio sacó un tiro que contuvo el arquero visitante, cuando iban 33′. Y pronto, el primer grito llegó.

Iban 35′ y Nahuel Sica abrió a la derecha, por allí se fue Jerez, sacó el centro al medio, y Gonzalo Maldonado, de cabeza, puso el 0-1 a favor de Deportivo Armenio.

Con el comienzo del segundo tiempo, el local apretó un poco más adelante. Y enseguida llegó a la igualdad, con un golazo de Lautaro Pata que puso el 1-1, cuando iban 51′ de juego.

Era más Excursionistas, y pudo aumentar a los 53′, con un doble enganche de Julián Alveira, quien finalizó la maniobra con un buen disparo que salió por arriba del travesaño.

Cristian Tula, entrenador de Armenio, hizo el primer cambio a los 56′; Tobías Luna entró por Gonzalo Maldonado. Y acertó el DT, porque a los 58′ Luna sacó un potente remate cruzado, que salió muy cerca.

Devolvió gentilezas Miguel López, con un disparo que pasó cerquita, a los 60′ de juego.

Tula buscó más presión ofensiva a los 75′, con los ingresos de Gennaro, Jonathan Guenzani y Alejo Bottán. Pero la expulsión de Cristian Ordóñez, a los 78′, por agresión, le trastocó los planes y el equipo debió reacomodarse.

Juan Carlos Kopriva, el DT del “Villero”, metió los cuatro cambios que le quedaban sobre el final. A los 83′ abrió la segunda ventana, y puso a Facundo Ferraro por Nehuén García, mientras que Sergio González ingresó por Julián Alveira. Y a los 89′ usó la tercera ventana para que Lucas Patanelli entrara por Lautaro Pata, y Franco Ojeda lo hiciera en lugar de Gino Parodi.

La emoción se sostuvo hasta el final. Lo pudo ganar Armenio, a los 90+1′, con un enganche de Gennaro, y su disparo al ángulo que estuvo muy cerca de meterse en el arco local. Y Excursionistas lo tuvo a los 90+5′, con un tiro fuerte y bajo de Ferraro que Iván López sacó al corner.

Fue el final acorde a un muy lindo partido que hicieron dos equipos que sueñan con el ascenso a la Primera Nacional. Y tienen con qué.

Hernán O’Donnell

Mientras Fiorentina profundiza su buen momento, Genoa se hunde

La Serie “A” italiana está apasionante. Cada partido tiene un interés especial, ya sea por la lucho por le título, la competencia por entrar a las Copas, o el sufrimiento por tratar de evitar la pérdida de la categoría. Y, en general, se repiten partidos muy buenos, aunque el que hemos visto no haya tenido el nivel promedio de la liga, ni haya alcanzado ribetes de buen fútbol, como sí ha sucedido en muchos otros encuentros. Pero mantuvo la intensidad y el suspenso hasta el final. La Fiorentina ganó en Genova, con méritos y también un arquero que apareció en los momentos laves. Goza de un buen presente y se ilusiona. El local, el Genoa, tuvo rebeldía e impulso, pero careció de ideas claras, se llevó la derrota y se hundió un poco más en la tabla de posiciones.

El local formó con Nicola Leali; Stéfano Sabelli, Alessandro Vogliacco, Johan Vásquez y Alan Matturro; Morten Thorsby, Milan Badelj, Morten Frendrup y Aarón Martín; Andrea Pinamonti y Jeff Ekhator.

La visita alineó a David De Gea; Dodô, Lucas Martínez Quarta, Luca Ranieri y Robin Gosens; Amir Richardson, Edoardo Bove, Andrea Colpani, Lucas Beltrán y Riccardo Sottil; Christian Kouamé.

Empezó un poco mejor el local, por lo menos en cuánto a ímpetu para tratar de llevar el juego hacia el campo de la “Fiore”. No le sobraba nada en cuánto a recursos, pero se las ingenió para producir una llegada clara, a los 22′, con un disparo cruzado de Stéfano Sabelli, que pasó muy cerca del palo derecho de De Gea.

De a poco, la visita se acomodó mejor en el campo y empezó a dominar. Con la movilidad de Richardson, la potencia de Lucas Beltrán, y las trepadas de Dodó, Fiorentina mostró una mejor imagen. Y a los 38′ un buen remate de Richardson fue bien despejado por Nicola Leali.

Crédito: @acffiorentina

En el complemento, Fiorentina retomó la iniciativa. Se adelantó unos metros y fue algo mejor en el manejo de la pelota. A los 62′ Yacine Adli entró por Amir Richardson, en el primer cambio del equipo de Raffele Palladino.

En el local, a los 70′ se produjeron las primeras dos modificaciones; Fabio Miretti entró por Milan Badelj, y Patrizio Masini reemplazó a Jeff Ekhator.

Pero era más el equipo de la Toscana, y a los 72′ abrió el marcador. Hubo un centro desde la derecha, y por el medio apareció el lateral izquierdo Robin Gosens para anticiparse a la defensa local y poner, con un fuerte disparo, el 0-1 a favor de Fiorentina.

Crédito: @acffiorentina

Palladino resolvió acomodar a su equipo y a los 73′ efectuó la segunda y tercera modificación. Jonathan Ikone entró por Andrea Colpani, y Rolando Mandragora ingresó en lugar de Edoardo Bove.

Empezó a atacar más el local, y allí apareció De Gea. A los 74′ desvió un tiro muy peligroso. A los 78′ llegaron dos variantes más en el Genoa: Alessandro Zanoli entró por Stéfano Sabelli, y Gastón Pereiro ingresó por Morten Thorsby.

Insistía Genoa, pero chocaba con el arquero español. A los 80′, un buen disparo de Andrea Pinamonti fue tapado por De Gea.

En Tanto, la visita hizo dos variantes más a los 82′ de juego. Tommaso Rubino reemplazó al argentino Lucas Beltrán, y Cristiano Biraghi entró por Riccardo Sottil.

Genoa empujaba y Fiorentina resistía. Una chilena de Fabio Miretti salió apenas afuera, a los 86′. Y a los 90′, De Gea se elevó en un vuelo tremendo hacia su ángulo superior izquierdo, para sacar con una mano una pelota difícil.

Fue el sostén de la Fiorentina. Que ganó con lo justo, porque fue un poco más que el rival, aunque el arquero debió sostenerlo al final. Pero celebró mucho un triunfo que le permite crecer en el campeonato local, mientras el Genoa se hundió un poco más en el fondo de la tabla.

Hernán O’Donnell

El esfuerzo de Peñarol no alcanzó y Botafogo es finalista de la CONMEBOL Libertadores

Parecía que la serie semifinal entre Peñarol y Botafogo se había definido con el 5-0 que el “Fogao” había logrado en el partido de ida en Río de Janeiro. Pero quedaba mucho carretel en el hilo, porque el desquite se jugó durante muchos días, en distintos escenarios y diferentes lugares y momentos. Fuera de la cancha, por supuesto. Con las reminiscencias de las lamentables peleas entre hinchas en el primer juego, con las repudiables amenazas en las redes sociales, con la intervención de la política, y el pedido de jugar sólo con público local, más la exigencia del Comité organizador de que hubiera público visitante, hasta llegar al cambio de escenario: del Campeón del Siglo, la casa del “Manya”, se pasó al mítico Estadio Centenario. Una semana llena de dimes, diretes, acusaciones y respuestas. Hasta que llegó la hora del fútbol.

Y allí se vio un partido vibrante, sobre todo en el primer tiempo. Peñarol buscó con mucha intensidad, generó situaciones, convirtió un golazo y alimentó la ilusión. Pero una irresponsabilidad de su arquero Aguerre lo dejó con un futbolista menos en el entretiempo y todo se le hizo cuesta arriba. Y si bien mantuvo la esperanza hasta el final, Botafogo aguantó el vendaval y disputará la Final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2024 ante Atlètico Mineiro.

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El equipo local formó con Washington Aguerre; Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez y Maximiliano Olivera; Rodrigo Pérez, Damián García; Jaime Báez, Leonardo Fernández, Leonardo Sequeira; Maximiliano Silvera.

El conjunto brasileño arrancó con John; Vitinho, Bastos, Adryelson y Alex Telles; Danilo, marlon Freitas, Matheus Martins, Tché Tché y Jefferson Savarino; Tiquinho Soares.

Peñarol salió con mucha determinación y empujó a Botafogo contra su área. El equipo estaba bien adelantado, con la línea de defensa en el medio campo, y el resto posicionado en zona visitante. A los 17′ tuvo la primera llegada con un disparo de Leo Sequeira que salió por encima del travesaño. Respondió el “Fogao” con un tiro libre de Telles, a los 21′, que salió muy cerquita.

Cuando parecía que el atropello del local aflojaba, y la visita volvía a llegar, esta vez con un tiro de Savarino a los 28′, que rozó el palo derecho, llegó el primer campanazo del “Manya”.

Iban 30′ y Jaime Báez sacó un tremendo remate, que se metió en el ángulo superior izquierdo de John, para marcar el 1-0 a favor de Peñarol.

Entonces, el Estadio Centenario se transformó en una caldera de gritos, cantos, y entusiasmo. Peñarol creyó en la utopía. Y sintió que la hazaña era posible cuando un cabezazo de Rodrigo Pérez, tras recibir de un tiro de esquina, se estrelló en el poste derecho de John, a los 32′.

El equipo ahogaba al rival antes de que pudiera llegar a la media cancha, y de ahí nacían todos los ataques. A los 45+1′ tuvo otro tiro de esquina, y otra vez cabeceó Pérez, esta vez más al medio, y John atrapó la pelota. Peñarol cerraba el primer tiempo con mucho dominio sobre el rival, lo que le daba un margen de ilusión para concretar lo que era un sueño imposible.

Sin embargo, tras finalizar la primera etapa una insólita acción de su arquero Washington Aguerre iba a ponerle un freno a tanta intensidad. El arquero local no tuvo mejor idea que darle un puntapié a su colega John, ante los ojos del árbitro, quien no dudó en sacarle tarjeta roja. Tal vez exagerada y una amonestación hubiera resultado suficiente, pero la agresión existió y el juez es quien imparte justicia.

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El entrenador local Diego Aguirre debió hacer una variante obligada, para poner al arquero suplente, Guillermo de Amores, y sacar a un jugador de campo; el elegido fue Damián García. Botafogo también hizo un cambio, que le resultó positivo: Thiago Almada ingresó en lugar de Matheus Martins.

Y ya nada fue lo mismo. Durante un buen tiempo, el local sintió el cimbronazo. Intentó dominar igual, pero con menos fuerza que la que había tenido en la primera etapa. A los 57′ Artur Amorim realizó la segunda y tercera modificación de su equipo; Carlos Eduardo entró por Tché Tchê, y Mateo Ponte ingresó en lugar de Vitinho.

En el local, Aguirre efectuó tres variantes más a los 59′. Lucas Hernandez reemplazó a Maximiliano Olivera; Facundo Batista entró por Maxi Silvera, e Ignacio Sosa lo hizo por el argentino Leonardo Sequeira.

Tomó mayor frescura el “Carbonero”, volvió a apretar un poco más, y a los 66′ Jaime Báez clavó otro golazo con un remate de media distancia, para poner el 2-0 a favor de Peñarol. Y otra vez la gente hizo temblar a las tribunas del célebre Estadio.

Botafogo trató de reordenarse con un cambio. Cuando iban 67′ Allan entró por Bastos.

Pero no fue suficiente, porque a los 69′ se fue expulsado Mateo Ponte en la visita, y los equipos quedaron en la misma cantidad de jugadores. Iba a sufrir un poco más el “Fogao”.

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Aguirre jugó su última carta a los 76′, con el ingreso de Felipe Avenatti por Pedro Milans. Pero el equipo ya había empezado a dar muestras de cansancio por tanto esfuerzo físico. Y Botafogo se animó a salir un poco más, como lo hizo a los 78′, con un contragolpe de Marlon Freitas que De Amores le tapó en un brillante mano a mano.

Tenía aire la visita, con la dinámica que le daba Thiago Almada. A los 87′, el volante Campeón del Mundo, recibió un balón sobre la izquierda, giró y dejó atrás a su marca, habilitó a Marlon, este devolvió para él, y con un gran toque a la reda, Almada puso el descuento para Botafogo. Ahora el local ganaba 2-1, pero el global indicaba un 1-6 para el equipo brasileño.

El golazo de Facundo Batista, con una gran definición, a los 88′ de juego, le dio paz y dignidad al alma de Peñarol, que cerró el partido con una victoria de 3-1. Fue una actuación muy digna, que no alcanzó para remontar la derrota en el encuentro de ida.

Botafogo tuvo una noche deslucida, pero no quita todo su recorrido en la Copa y tampoco desmerece su situación de finalista. Tiene un sueño grande, y a él se quiere aferrar.

Hernán O’Donnell

Y una calurosa tarde de Primavera, Platense tuvo su carnaval

Fue un triunfo esperado, trabajado y muy festejado. Platense le ganó el “Clásico” a Argentinos Juniors con esos tres condimentos. Aguardado, porque el barrio lo vivió con mucha ansiedad y expectativa, con preparativos en la semana y con un domingo que comenzó muy temprano. Con la gente del “Calamar” que llegaba a la mañana para desayunar en el shopping cercano, con el almuerzo rápido, con los socios que aguardaban casi tres horas antes.

Fue también trabajado para plantear bien el partido, reponerse de la desventaja inicial, revertir el marcador y aguantar en el complemento.

Y muy celebrado al final, cuando todo concluyò y ya los nervios se apagaron y se encendieron los cánticos de alegría.

Platense perdía 0-1, pero le ganó 2-1 a Argentinos Juniors, en una tarde larga y calurosa que vale la pena contar.

El “Marrón” formó con Juan P. Cozzani; Bautista Barros Schelotto, Ignacio Vázquez, Gastón Suso y Sasha Marcich; Fernando Juárez y Leonel Picco; Guido Mainero, Vicente Taborda y Tobías Cervera; Mateo Pellegrino.

Argentinos comenzó con Diego Rodríguez; Kevin Coronel, Francisco Álvarez, Tobías Ramírez y Román Vega; Alan Lescano, Ariel Gamarra, Francis Mac Allister y Nicolás Oroz; Maximiliano Romero y Tomás Molina.

Platense salió a dominar el partido, y al minuto de jugo ya tenía agendado un remate de Guido Mainero al arco visitante. Sin embargo, y a pesar de esa intención, la visita abrió el marcador en su primera llegada, con un centro de la derecha de Coronel, Suso que la peinó al costado, y por la izquierda apareció libre Nicolás Oroz para poner el 0-1 a favor de Argentinos, a los 8′ de juego.

No se desordenó el “Marrón”, y siguió con su estrategia y su esquema táctico. A los 13′ un buen cabezazo de Gastón Suso pasó por encima del travesaño. Fue un aviso.

Y a los 24′ una falta de Tomás Molina sobre Mainero fue bien sancionada con el penal correspondiente por el árbitro Herrera.

Lo ejecutó Mateo Pellegrino, que puso el 1-1 a los 27′ de juego.

En ese momento, aceleró Platense. Pudo aumentar Mainero, a los 31′, cuando recibió un pelotazo y demoró su remate por arriba. Cuando lo hizo, retrocedió el “Ruso” Rodríguez y controló el balón, a los 31′.

La visita tuvo un tiro libre cercano a los 34′, pero volvió a atacar el local, y a los 37′ un remate de Cervera pasó muy cerca. Parecía que el “Bicho” sacaba ventaja a los 45′, con un tiro libre de Francis Mac Allister que Cozzani sacó al corner, pero de ese tiro de esquina surgió el contragolpe local y cuando iban 45+2′ Guido Mainero, con un tiro cruzado, puso el 2-1 a favor de Platense.

Cristian Zermaten, entrenador del local, realizó un cambio para empezar el segundo tiempo. Cristian Ferreira entró en lugar de Ariel Gamarra. El equipo se paró con línea de cuatro en defensa, tres volantes, Ferreira de enganche, y dos puntas, Romero y Molina.

Y se adelantó en el campo. Tomó la pelota y el control del partido. Platense retrocedió unos metros, pero nunca perdió el orden. A los 55′ la dupla Orsi-Gómez decidió refrescar al equipo. Lucas Ocampo entró por Cervera, y Franco Baldassarra reemplazó a Vicente Taborda.

Argentinos tenía la pelota, pero su esfuerzo se diluía en tres cuartos de cancha. No lograba armar jugadas de peligro, porque el local estaba bien parado en su campo. A los 62′, Zermaten efectuó tres variantes más en el equipo de La Paternal. Nicolás Cordero entró por Alan Lescano; Santiago Rodríguez ingresó en lugar de Nicolás Oroz, y Matías Perello reemplazó a Tomás Molina.

Contestó la dupla con dos variantes a los 64′. Carlos Villalba entró por Fernando Juárez, y Ronaldo Martínez ingresó en lugar de Mateo Pellegrino.

Se empezó a venir más encima Argentinos, y a los 66′ a Cozzani se le escapó un tiro libre, pero con un manotazo pudo evitar que la pelota ingresara en su arco. Peor se puso la cosa a los 70′, cuando fue expulsado Carlos Villalba. Entonces, la dupla técnica local decidió sacar al ingresado Baldassarra para poner un volante medio que ocupara el lugar en el campo del expulsado, e ingresó Iván Gómez, a los 72′.

La última carta de la visita fue jugada a los 76′; Emiliano Viveros entró en lugar de Francis Mac Allister.

Tuvo algunos remates esporádicos la visita, pero nada para preocupar al “Calamar”. Platense se aferró a su esquema, mantuvo el orden y la concentración, no aflojó nunca en la defensa, y cortó todo en la puerta de su área.

Le alcanzó para cerrar el partido, el mismo que había ido a buscar y revirtió en el primer tiempo, para darle paso a una fiesta de carnaval que su gente desató en una hermosa y calurosa tarde de Primavera.

Hernán O’Donnell

La inmortal filosofía del Barcelona dio otra cátedra en un clásico para recordar

El gran Clásico del Fútbol Mundial tuvo otro episodio vibrante, emotivo, inolvidable. Un encuentro frenético, el choque siempre esperado entre dos potencias gigantes del fútbol, lleno de ritmo, llegadas y emoción. Con un primer tiempo en el que los dos equipos achicaron tanto que prevalecieron más los off sides que las jugadas válidas. Y con un complemento que nos sostuvo al borde del asiento, con el palpitar permanente de cada jugada, que retumbó de energía a lo largo y ancho del Planeta. Nadie se quedó ajeno a esta fiesta, y luego de un primer tiempo equilibrado, Barcelona aceleró en el segundo para armar una goleada para recordar.

Crédito: @FCBarcelona_es

Real Madrid formó con Lunin; Lucas Vázquez, Eder Militao, Antonio Rúdiger y Ferland Mendy; Federico Valverde, Aurelien Tchouameni, Eduardo Camavinga; Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Vinicius.

Barcelona alineó a Iñaki Peña; Jules Koundé, Pau Cubarsí y Alex Balde; Marc Casadó y Pedri; Lamine Yamal, Fermín López y Raphinha; Robert Lewandowski.

El inicio fue frenético, ambos buscaron el arco contrario con voracidad, pero cada ataque era abortado por off sides. Barcelona hizo del achique un culto, y así con una presión constante sobre el lanzador, dejó al local en posición fuera de juego en más de una decena de oportunidades. Real Madrid también apeló al adelantamiento, pero más como recurso que como sistema de juego.

Recién a los 12′ tuvo el partido la primera llegada válida, cuando Yamal se fue por el medio y su tiro fue cortado por la salida rápida de Lunin. Y a los 20′ Raphinha optó por patear cuando entraba Balde solo a su izquierda.

Crédito: @FCBarcelona_es

Madrid llegó por izquierda, con un disparo de Vinicius que salió al lado del palo derecho, a los 21′, mientras que un fuerte remate de Pedri, a los 27′, fue rechazado por el arquero local. Cuando Casad{o metió el rebote, Militao la sacó al corner.

Un buen cabezazo de Martínez, que salió por encima del travesaño, fue otra llegada del Barça, cuando iban 28′ de juego. Luego, el VAR advirtió una y otra vez las posiciones adelantadas.

Crédito: @FCBarcelona_es

Hans-Dieter Flick, el entrenador de Barcelona, decidió hacer una variante para comenzar el segundo tiempo. Frenkie de Jong ingresó por Fermín López.

Y fue importante la variante, porque el visitante se acomodó mejor para explotar espacios y liquidar a toda velocidad.

Un tremendo pase de Casadó fue bien conectado por Robert Lewandowski para poner el partido 0-1 a favor de Barcelona cuando iban 53′ de juego.

Y casi no tuvo tiempo el Madrid de acomodarse, porque perdió un balón en ataque, salió rápido el rival, se fue por izquierda Balde, sacó un gran centro y con un excelente cabezazo Robert Lewandowski marcó el gol que puso el 0-2 para Barcelona, a los 55′.

Carlo Ancelotti hizo pronto una variante. Puso a Luka Modric por Aurelien Tchouameni, a los 62′. Y también Flick movió el banco. Iban 64′ y Dani Olmo reemplazó a Marc Casadó en el elenco visitante.

Pero el partido ya estaba bajo control total del equipo catalán. Lo pudo liquidar a los 65′, con una escapada de Raphinha, que había recibido un excelente pase de Dani Olmo, luego le dio el balón a Lewandowski, y el polaco, con el arco vacío, estrelló el tiro en el poste izquierdo de Lunin.

Tuvo otra chance a los 68′, con un cabezazo de Lewandowski que se fue alto. Y Madrid con más empuje que dominio llegó con un tiro libre Bellingham, a los 69′, y un remate de lejos de Militao, a los 75′, que salió desviado.

Crédito: @FCBarcelona_es

A los 76′ llegó el momento decisivo del juego. Mientras Ancelotti se jugó una carta ofensiva con el ingreso del delantero Brahím Díaz por Eduardo Camavinga, la visita ejecutó con mucha rapidez una salida del fondo, donde la pelota viajó de Peña a más llá de la mitad de la cancha, ahí Lewandowski se la bajó a Raphinha, quien aceleró y abrió a la derecha para Lamine Yamal, quien recibió por su costado y de un tremendo derechazo marcó el 0-3 para Barcelona que sentenció el partido, a los 77′.

La defensa local estaba muy adelantada, el medio campo abierto, y el desorden ya era generalizado. con ese tercer tanto se terminó de fundir el equipo, y a los 83′ otro pelotazo a espaldas de los centrales fue bien aprovechado por el brasileño Raphinha, que se escapó por el medio y de emboquillada puso el 0-4 a favor de Barcelona, en una goleada inolvidable.

Flick cerró su participación desde la línea de cal con el tercer cambio de su equipo: iban 86′ y Gavi reemplazó a Pedri, una de las figuras del ganador.

También entró Francisco García por Ferland Mendy en el Real Madrid, a los 86′.

Pero todo estaba terminado. Quedó la última llegada de Mbappé, también en off side, cuando iban 90′ de juego. Como un símbolo de lo que fue el partido. Un equipo, el ganador, que envolvió en su juego al rival, hasta triturarlo.

Barcelona fue fiel a su histórica filosofía, atacó con ambición, achicó los espacios al máximo, asumió riesgos sin medir consecuencias, retomó sus banderas tradicionales, y las hizo flamear muy alto en la noche de Madrid, para construir una goleada inolvidable.

Hernán O’Donnell

Athletic Club supo trabajar el partido, y Bilbao sumó una sonrisa

Athletic Club sumó un triunfo importantísimo. Le ganó 1-0 al Sportovní Klub Slavia Praga, más conocido como Slavia Praha, el equipo de Chequia, la vieja República Checa. El local consiguió una victoria que se sostuvo en un equipo ordenado, que soportó el mejor inicio del rival, que sufrió algunas situaciones peligrosas al comienzo, pero que pudo resolverlo con el talento de Nico Williams y las intervenciones de su arquero, Julen Aguirrezabala. Ganó bien, sin sobrarle demasiado, pero ya se metió en los puestos de clasificación de la UEFA Europa League 2024/25.

Crédito: @AthleticClub

El equipo vasco formó con Julen Aguirrezabala; Oscar De Marcos, Dani Vivián, Aitor Paredes y Yuri; Galarreta y Beñat Prados; Iñaki Williams, Alex Berenguer y Nico Williams; Gorka Guruzeta.

El conjunto checo comenzó con Antonin Kinsky; David Doudera, David Zima, Jan Boril y El Haddi Diouf; Oscar Dorley y Christos Zafeiris; Simion Michez , Lukas Provod y Ondrej Zmrzly; Mojmir Chytil.

A los 6′ llegó con claridad Slavia, con un disparo potente de Michez que Aguirrezabala sacó al corner. Volvió a avisar a los 11′, con un cabezazo de Diouf que pasó muy cerca. Fueron los primeros veinte minutos de dominio claro del equipo visitante, que se había parado muy adelante y controlaba el juego.

Athletic Club salió del encierro de a poco. Tuvo un poco más la pelota, y a los 32′ Nico Williams abrió el marcador con una gran jugada individual que resolvió con un disparo fuerte y lejano, que se desvió en un defensor y se metió en el arco rival. Así, el Athletic Club se puso 1-0 adelante en el marcador.

Pero no se rendía la visita, y sobre el cierre del primer tiempo llegó con un remate de Michez que otra vez controló el arquero local, a los 45′ de juego.

Crédito: @AthleticClub

Apenas empezó el segundo tiempo, Slavia tuvo una chance, con un remate de Doudera que salió apenas alto, a los 46′.

Ernesto Valverde ordenó un poco a su equipo con dos variantes a los 61′ de juego; Alvaro Djaló entró por Gorka Guruzeta, y Unai Gómez ingresó en lugar de Alex Berenguer.

Enseguida sucedieron las dos primeras modificaciones en la visita; Matej jurasek entró por Ondrej Zmrzly y Tomas Chory reemplazó a Mojmir Chytil.

Y creció la potencia del equipo, sobre todo por la altura de Chory, que preocupaba al local con su presencia.

Cuando iban 71′ llegó el tercer cambio de Slavia Praga. Ondrej Lingr reemplazó a Simion Michez, en una variante que le sacó la influencia que tenía Michez en el ataque visitante.

Pero se había adelantado el equipo checo y a los 72′ tuvo un tiro libre al centro del área que cabeceó Chory, y Aguirrezabala sacó en forma brillante.

A los 76′ Valverde efectuó el tercer y cuarto cambio de su equipo. Mikel Jaureguizar entró por Iñigo Galarreta, y Ohian Sancet reemplazó a Nico Williams. El refresco le hizo bien a Athletic, que se acomodó un poco mejor al control planificado.

Y cerró las variantes con el ingreso de Ander Herrera por Beñat Prados, cuando iban 83′. El entrenador visitante, Jindrich Trpisovsky, hizo sus últimas variantes a los 87′: Dominik Pech ingresó en lugar de Christos Zafeiris, y Stepan Chaloupek reemplazó a David Zima.

Pero ya casi no hubo más sobresaltos. Athletic Club estaba ordenado y seguro, controló los pocos minutos que quedaban y se metió en la zona de clasificación, aunque para la gran final soñada en su hermoso Estadio “San Mamés” falta mucho camino por recorrer.

Hernán O’Donnell

En el vértigo del ida y vuelta, Barcelona fue certero y eficaz

De a poco, la gente le empieza a tomar la mano al nuevo formato de la UEFA Champions League. Un sistema nuevo, distinto, muy diferente al viejo y conocido de dividir a los equipos en grupos de cuatro participantes, y ahora hay una tabla general de 36 conjuntos, en los que se miden de forma aleatoria cada uno con ocho adversarios diferentes, y así se conforma la tabla general final. Los primeros ocho se clasifican a los octavos de final; del puesto 9 al 24, juegan un repechaje para clasificar a ocho equipos a los octavos, y del 25 al 36, quedan eliminados.

En esa lucha están enfrascados Barcelona y Bayern Münich, por ahora en la zona media, donde no pueden distraerse. Y nos regalaron un partidazo, lleno de vértigo, con un primer tiempo de ida y vuelta constante, pero en el que el local fue más certero y profundo para sacar una diferencia amplia, que a poco de comenzar el segundo período se transformó en el 4-1 final.

Crédito: @FCBarcelona_es

El equipo catalán formó con Iñaki Peña; Jules Koundé, Pau Cubarsí, Iñigo Martínez y Alex Balde; Marc Casadó y Pedri; Yamine Lamal, Ffrmín López y Raphinha; Robert Lewandowski.

El conjunto alemán comenzó con Manuel Neuer; Raphael Guerreiro, Dayot Upamecano, Kim Min-Jie y Alphonso Davies; Joao Palhinha y Joshua Kimmich; Michael Olise, Thomas Muller y Serge Gnabry; Harry Kane.

Apenas iba 1′ de juego cuando Barcelona abrió el marcador. Un pelotazo largo a Raphinha, quien se filtró por el medio, al borde del medio campo, para burlar el achique alemán y dirigirse al arco de Neuer, a quien sorteó con una gambeta para poner el 1-0 para el Barça.

A partir de allí, una primera parte vertiginosa, con dos equipos que funcionaban como un espejo. Los dos achicaban de manera permanente hasta adelantar a su línea de defensores en la mitad de la cancha, mientras que los delanteros presionaban los más arriba posible. El que recuperaba la pelota atacaba en bloque, y el que no la poseía, presionaba con las líneas muy juntas.

Así se sucedieron una infinidad de situaciones que hicieron vibrar de emoción al estadio Olímpico de Montjuic. A los 7′ se fue sólo Harry Kane, pero Peña salió un poco más rápido y pudo taparle su disparo, en un mano a mano tremendo.

A los 9′ llegó a la red el delantero inglés, pero el VAR advirtió su posición prohibida. Insistió la visita, y a los 17′ llegó su gol del empate; centro de la derecha de Serge Gnabry, y con una pirueta, Harry Kane marcó el 1-1.

Allí volvió a tomar más protagonismo el Barça. Controló un poco más de tiempo y con mayor precisión el balón, y sus llegadas se hicieron más reiteradas. Cuando iban 25′ Robert Lewandowski sacó un tiro fuerte y cruzado, que pasó muy cerca. A los 26′ Manuel Neuer salió muy confiado, y la pelota rebotó en el cierre de Yamal, que estuvo cerca de concretar.

Crédito: @FCBarcelona_es

En un pelotazo largo, Fermín López le ganó la posición a Kim, bajó el balón para Lewandowski, y el polaco en una buena definición, puso el 2-1 para Barcelona, cuando iban 35′ de juego.

El golpe fue duro para el equipo bávaro, pero peor fue el golpe sobre el cierre del primer tiempo. Iban 44′ cuando Raphinha recibió desde la derecha, se perfiló y sacó un remate cruzado que psuo el 3-1 y cerró la primera parte.

Quiso salir más adelante el Bayern Münich en el comienzo del segundo tiempo. Incluso, a los 49′ Joao Palhinha elevó un tiro al arco. Pero fue una ráfaga en lo que sería el vendaval que le llegó en el contragolpe de Raphinha, quien se escapó por la banda izquierda y definió con un tiro potente, que puso el 4-1 a favor de Barcelona a los 55′ de juego.

Vincent Kompany, el entrenador visitante, resolvió hacer cuatro cambios para intentar torcer el rumbo del partido, cuando iban 59′ de juego. Leroy Sane entró en lugar de Michael Olise; Jamal Musiala ingresó en reemplazo de Thomas Muller; Kingsley Coman ingresó por Serge Gnabry, y Leon Goretzka ocupó el lugar de Joao Palhinha.

En Barça, a los 60′ llegó la primera variante, cuando Frenkie de Jong reemplazó a Fermín López.

Crédito: @FCBarcelona_es

El local se paró de contra, y Bayern Münich chocó contra la pared. A los 65′ probó Coman, desviado.

A los 75′ Hansi Flick hizo la segunda modificación en su conjunto; Dani Olmo entró por Raphinha.

Pudo haber aumentado el local, a los 82′, cuando Lewandowski no pudo conectar un pase fuerte y preciso de Yamal. Y cuando iban 84′ Flick usó la tercera ventana disponible para hacer los tres cambios que le quedaban.

Pudo haber aumentado el local, a los 82′, cuando Lewandowski no pudo conectar un pase fuerte y preciso de Yamal. Y cuando iban 84′ Flick usó la tercera ventana disponible para hacer los tres cambios que le quedaban. Ansu Fati ingresó por Yamine Yamal; Pau Victor reemplazó a Robert Lewandowski, y Gavi entró en lugar de Pedri.

En la visita, a los 85′ Konrad Laimer reemplazó a Raphael Guerreiro, en su quinto cambio.

Ya todo estaba definido. Barcelona tuvo una noche excepcional; fue un equipo que hizo honor a su tradición de fútbol bien jugado, con un respeto soberano por la pelota, la presión constante y el ataque voraz. Enfrente tuvo un equipo que intentó ser su espejo, pero solo le alcanzó para un rato del primer tiempo. Cuando Raphinha aceleró, liquidó todas sus ilusiones.

Hernán O’Donnell

All Boys tuvo una actuación estupenda y sueña con el regreso a Primera División

Las últimas oportunidades de jugar por el ascenso a la Liga Profesional se juegan en estos días, en las últimas fechas de la Primera Nacional. Se cerró la ante última joranda, y el próximo fin de semana quedarán definidos los protagonistas.

All Boys tuvo una actuación estupenda, ganó con claridad desde el principio al fin, y tiene argumentos para soñar con el regreso a la Liga Profesional de Fútbol, la vieja y querida Primera División. Agropecuario solo mostró alguna intenciones de juego, pero fue dominado y sometido por su rival.

El equipo de Floresta formó con Lisandro Mitre; Hernán Grana, Maximiliano Coronel, Jonathan Ferrari y Alejo Tabares; Juan C. Salas, Ignacio Figueroa, Thiago Calone; Tomás Assenatto, Agustín Gallo y Juan P. Passaglia.

El conjunto de Carlos Casares comenzó con Germán Salort; Alan Schönfeld, Enzo Lettieri, Enzo Silcan y Milton Ramos; Matías Villareal, Damián Lemos y Brian Camisassa; Alejandro Melo; Julián Marcioni y Alejandro Gagliardi.

Iban apenas 41″ de juego cuando el local abrió el marcador. Sacó del medio Agropecuario, con un pelotazo que se perdió en el fondo local; salió rápido desde el arco, el equipo aceleró en tres cuartos, para abrir un pasillo por el medio por el que se filtró Thiago Calone, para poner el 1-0 a favor de All Boys, en un comienzo a puro vértigo.

Y ese gol tempranero aumentó aún más la intensidad, porque la visita respondió con un tremendo disparo de Camisassa al ángulo superior derecho de Lisandro Mitres, quien sacó la bola con un vuelo espectacular, cuando iban 2′. Respondió el equipo de Floresta con un centro peligroso, a los 6′, y el cabezazo de Agustín Gallo que atajó el arquero visitante.

El dominio local se sostuvo, aunque dio unos pasos atrás para jugar más a los espacios. Un poco por decisión, otro poco porque Agropecuario empezó a tener un poco más la pelota, entre el batallar de Lemos y el buen manejo de Alejandro Melo. A los 31′ Assenatto tomó una pelota que venía de rebote, sacó un fuerte disparo que Salort desvió por encima del travesaño.

Y a los 33′ el “Albo” sentenció el partido. Juan P. Passaglia sacó un remate fuerte, preciso y lejano, para meter un golazo que significó el 2-0 para All Boys.

La visita volvió a probar de lejos, con el tiro de Melo, a los 34′, que pasó muy cerca.

Cuando iban 36′ llegó el primer cambio en All Boys, por la lesión de Tomás Assenatto, quien debió dejarle su lugar a a Tiago Pucciarelli.

Pablo Vico, entrenador de la visita, decidió hacer un cambio para empezar el segundo tiempo. Rodrigo Mosqueira entró por Brain Camisassa.

Pero continuó el dominio local. A los 49′ se lo perdió Agustín Gallo, tras una doble salvada del arquero Salort.

Después, llegó la catarata de cambios que no modificaron el desarrollo del juego. A los 52′ hubo dos variantes en el local. Gabriel Pusula entró por Maximiliano Coronel, y Alexis Melo ingresó en lugar de Juan Salas. Cuando iban 64′ llegaron dos modificaciones en la visita. Sebastián navarro reemplazó a Matías Villareal, y Enzo Martínez entró en lugar de Alejandro Melo.

Un poco más tarde, a los 74′, se produjeron las dos últimas variantes en el conjunto de Mariano Campodónico; Tobías Bovone reemplazó a Juan P. Passaglia, y Santiago Patroni entró por Thiago Calone.

Y a los 75′ quedó sellado el marcador. Tras dos salvadas del arquero visitante, la pelota le quedó servida a Agustín Gallo quien definió con un toque suave, para poner el 3-0 definitivo para All Boys.

Pablo Vico se jugó las últimas cartas con dos modificaciones; primero, a los 76′ Román Cerutti entró en lugar de Milton Ramos, y más tarde, a los 83′, Facundo Melivilo ingresó pro Alan Schönfeld.

En el minuto final, a los 89′, Gagliardi tuvo un cabezazo que salvó la defensa local sobre la línea. Fue la única llegada de Agropecuario en el segundo tiempo.

All Boys tuvo otra noche magnífica, como las que tuvo en su casa frente a Ferro o San Martín de San Juan. Otra vez engalanó al barrio con una producción brillante, y los bocinazos, gritos y cantos, retumbaron a la salida del estadio, para que todo Floresta se suba a la ilusión.

Hernán O’Donnell