Bélgica fue “local” en San Petersburgo y mostró sus credenciales

El primer tiempo de Bélgica fue contundente. Jugó bien, supo mover la pelota, trató de desbordar por los costados, contuvo a Rusia cuando se le vino encima, se defendió con criterio y golpeó en los momentos justos. Sacó una ventaja importante y marcó el ritmo del juego.

Sostenido por la velocidad de Mertens y Ferreira Carrasco por los costados, y la potencia imparable de Lukaku por el centro, Bélgica hizo de su ataque una herramienta de generación de oportunidades, acompañado por varios desacoples de la defensa “visitante” porque por sorteo y posicionamiento, Bélgica fue “local” en San Petersburgo, tal como Italia fue “visitante” ante Turquía en Roma…

Lo cierto es que Rusia había arrancado con la intención de hacer valer su conocimiento del terreno, pero a los 9′ llegó el gol de Lukaku, tras un centro que lo buscaba y estaba en fuera de juego, pero el defensor ruso pretendió jugar el balón, se le escapó atrás y recibió el delantero del Inter, quien quedó habilitado y de media vuelta sacó el disparo que abrió el partido: 1 a 0 para los “Diablos Rojos” de Europa.

Rusia lo fue a buscar porque sentía que estaba en partido y que el primer gol de su rival había sido apenas un desliz. Pero lo cierto es que tuvo una chance a los 13′ a través de un cabezazo del lateral brasileño nacionalizado ruso, Mario Fernandes, quien le dio buen dirección al corner recibido, pero ese golpe de cabeza fue bien controlado por Courtois. Respondió Bélgica, que de a poco se adueñó del control del juego, y Thorgan Hazard disparó tras una buena pared, que el pecho de Anton Shunin evitó que entrara en su arco, a los 21′ de juego.

Después, las primeras variantes. Un choque de cabezas obligó a Castagne a dejar el campo de juego a los 27′ y su lugar lo ocupó Meunier, en Bélgica. Lo mismo le ocurrió al ruso Kuzyaev, quien intentó continuar, pero debió dejar su espacio a Cheryshev,a los 29′ del encuentro.

Y el propio Meunier aumentó el marcador, a los 33′ cuando un centro desde la izquierda fue rechazado en forma defectuosa por el arquero ruso, el balón quedó en el medio del área y a merced de Meunier, quien con tranquilidad señaló el 2 a 0 para los belgas.

Rusia ya estaba confundido; poco había quedado de su inicio inquietante y muy pronto se vio dominado por el equipo belga, que se hizo amenazante en cada uno de los ataques de sus hombres, porque tanto Mertens como Ferreira Carrasco y Romelu Lukaku le imprimían velocidad a cada lanzamiento, condimentado por una cuota de habilidad difícil de controlar para los oponentes.

Para colmo, las lesiones seguían su camino y Rusia debió realizar otra modificación sobre el cierre. A los 42′ V. Karavaev reemplazó a Y. Zhirkov por lesión.

Y para comenzar el segundo tiempo, Rusia salió con otra variante, la tercera, pero con dos ventanas usadas y una más por delante para el segundo tiempo.  I. Diveev ingresó por D. Barinov y allí fue el equipo “visitante”; a buscar el descuento, a apretar al rival y a acelerar los tiempos. Pero chocó con la firmeza de Verthongen y Boyata en la defensa, amén de la sabiduría de Courtois en la valla.

Rusia comenzó a apagarse en el intento, y a los 62′ apeló a las dos últimas modificaciones en su estructura. M. Mukhin reemplazó a R. Zobnin y A. Miranchuk entró por D. Cheryshev, quien había ingresado a los 29′ del primer tiempo con lo cual solo jugó poco más de media hora del partido.

Bélgica retomó el control del juego y a los 71′ Eden Hazzard reemplazó a Mertens, en una jugada esperada, la de ver al volante del Real Madrid y su actualidad. Tuvo algunos chispazos, pero no sobresalió como otros compañeros. Y a los 75′ cerró la ventana de las modificaciones con el ingreso de Vermaelen por el lesionado Vertonghen y de Praet por Ferreira Carrasco.

Todo parecía concluir con el dominio de Bélgica, que se apropió de la pelota y la manejo a su antojo con autoridad y suficeincia. le dio sentido a la circulación e hizo que Rusia corriera tras el balón. Hasta que a los 87′ Meunier lanzó una asistencia brillante al pique de Lukaku y el delantero del Inter sacó un tiro fuerte e inatajable, que valió el 3 a 0 y el cierre de una gran actuación de los “Diablos Rojos”.

A Rusia le quedó una última oportunidad a los 89′ con un tiro libre de Miranchuk que se fue alto, arriba del travesaño. Nada hubiera modificado; Bélgica tuvo una actuación convincente, mostró sus cualidades y lanzó su candidatura.

Hernán O’Donnell

Gales y Suiza sellaron de cabeza el empate

Fue un partido más que interesante, con ritmo, buen trato del balón, intenciones ofensivas y u desarrollo que varió en algunos momentos del juego, pero que dejó una mejor imagen del equipo Suizo, donde mostró más tributos para llevarse el partido, pero en el momento clave, donde debió sellar la diferencia, se dejó estar permitió que el rival llegase a la igualdad y luego no lo pudo quebrar.

En el comienzo, Gales tuvo una llegada clara, con un cabezazo de Moore que el arquero Sommer pudo desviar al corner. Luego fue Suiza el que tomó el control del juego. Armó su circuito con las subidas de los laterales, Kevin Mbabu y Ricardo Rodríguez, mientras Xhaka distribuía en el medio, para que Shaquiri organizara el ataque, con el peligro permanente que denotaba Harris Seferovic.

Así empezó a acumular oportunidades; a los 19′ tuvo una clara, con un tiro de esquina, el tacazo de Schar, que le escapó a la marca de Mepham y el arquero galés, Danny Ward la pudo desviar con su pierna derecha. A los 26′ fue Seferovic quien enganchó en el área, giró en una media vuelta y sacó un remate que se fue apenas desviado.

Gales ya no se plantaba con el 4-3-3 inicial; más bien dejaba solo a Moore como punta de lanza, y el esquema ya era un 4-1-4-1, bien definido, con la línea de cuatro defensores, Joe Allen por delante de ellos, adelante otra línea de cuatro volantes con llegada, con los costados cubiertos por Bale y James, más los internos Morrell y Ramsey. Pero ese esquema estaba en su campo. El dominio era suizo y sobre el cierre de la primera etapa volvió a avisar con un remate claro de Seferovic que pasó arriba del travesaño, cuando iban 40′ de juego.

En el segundo tiempo, Suiza salió con la misma determinación, y muy pronto plasmó la ventaja en el marcador. A los 48′ se fue solo Embolo, metió un remate fuerte y Ward desvió al corner; de ese tiro de esquina, ejecutado por Shakiri, el propio Embolo cabeceó a la red, a pesar del esfuerzo de Ward y ante la marca descuidada de Connor Roberts. Iban 49′ y Suiza se adelantaba 0-1.

Ahí se quedó el equipo helvético. Como si se hubiera conformado o hubiera creído que podía manejar el partido de otra manera. De contragolpe, por ejemplo. Sin hacer lo que había hecho hasta entonces, atacar. Prefirió ceder campo y pelota. Y a pesar de que tuvo una chance a los 64′ con un tiro cruzado de Embolo que pasó cerca del palo izquierdo de Ward, el equipo se quedó. Hasta realizó una variante que le restó capacidad ofensiva, cuando a los 65′ Denis Zakaria ingresó por Shaquiri.

Y Gales se animó. Se adelantó en el terreno, progresó con el crecimiento de James y Ramsey, rápidos y dinámicos para encarar las maniobras de ataque, y de a poco recuperó la confianza en su juego.

Entonces llegó el empate. Tiro de esquina desde la derecha de su ataque, el balón jugado atrás para Joseff Morrell y el centro preciso para el cabezazo de Kieffer Moore, quien marcó el 1 a 1 cuando iban 73′ de juego.

Page, el DT galés, determinó entonces la salida de James, un tanto sorprendido, por Brooks, a los 74′ mientras que Suiza hizo su segunda variante a los 83′ cuando Mario Gavranovic ingresó por Seferovic. Y pareció que pudo ser el héroe de la jornada porque un minuto después marcó con un remate fuerte tras recibir la asistencia de Embolo, pero el VAR confirmó que estaba fuera de juego y la jugada careció de validez.

Suiza retomó su camino en ese tramo final, aunque era tarde para revertir el quedo que tuvo en un momento del complemento. Sin embargo, tuvo una oportunidad más para llevarse la victoria, a los 89′, cuando un corner de la derecha fue bien cabeceado por Embolo y otra vez Ward la sacó por arriba del travesaño.

Solo quedó un momento para que Ampadu ingresara por Ramsey a los 90+2′ del partido. Pero todo estaba ya resuelto. Gales y Suiza no pudieron sacarse ventajas y de cabeza sellaron el empate.

Hernán O’Donnell

Europa abrió su fiesta e Italia avisa que está de regreso

Una ceremonia impactante, emotiva, maravillosa. El histórico Estadio Olímpico de Roma, sus luces, su celebridad y la magia de la ciudad eterna que albergó el partido inaugural entre Turquía e Italia. Una fiesta acorde al deporte más maravilloso del mundo. De primera categoría, con la escenografía adecuada y los números artísticos sobrios y jerárquicos.

Y la música de Andrea Bocelli, su voz incomparable para darle paso a la banda irlandesa U2, que interpretó la canción de la EURO 2020. Emoción y ansiedad, una mezcla perfecta para vivir la ceremonia previa. Por la espectacularidad de la bienvenida y las ganas de gozar el fútbol. Con las mejores voces, el tenor Bocelli y la potencia rockera de Bono. Y la pelota que rueda de modo mágico en un estadio italiano…

Turquía, que por esos misterios de las organizaciones de los torneos ocupó el rol de local ante Italia en Roma, salió a llevarse por delante al rival. Con Calhanoglu como organizador, se paró bien cerca del medio campo, con mucha población allí a la búsqueda de ganar la batalla del centro del espacio. Y se mantuvo firme en defensa, sin soltarse ni asumir ningún tipo de riesgo.
Italia se acomodó a la propuesta y muy pronto se armó para jugar el partido. Barella como eje en el medio, Inmmobile e Insigne en ataque; Florenzi para abrir la cancha. Jorginho y Locatelli para la elaboración. Y, sin perder la paciencia, lo fue a buscar.
Soltó a Spinazzola por izquierda, adelantó a los zagueros, y ganó el balón en la mitad de la cancha. A los 23’ tuvo su primera chance, la más clara del primer periodo cuando Chiellini cabeceó tras un tiro de esquina y el vuelo del arquero “local” desvió el balón que tenía destina de red.
Y luego sumó una segunda oportunidad a los 42’ cuando Immobile se abrió del centro a la derecha y sacó un disparo preciso que contuvo el arquero de Turquía.

En el segundo tiempo, ambos presentaron algunas modificaciones en su estructura. C. Under ingresó por Y. Yazici en el equipo que hizo las veces de local; Di Lorenzo en lugar de Florenzi en el lateral derecho de la “Azurra”. Cada uno conocía su libreto, pero Italia mantuvo su compromiso con la victoria y a los 52’ llegó a la apertura del marcador a través de un centro desde la derecha que encontró el cierre apurado de Demiral y el defensor turco, en su afán de evitar el balón no pudo más que rebotarlo con la panza y enviarlo, sin intención, claro, al fondo de su valla. 0-1 para Italia y el partido que empezaba a mostrar su detino.

Con el resultado a favor, Italia se sintió más tranquilo. Podía manejar el partido sin la presión de convertir, aunque Turquía no salía. Entonces apeló a la circulación, a darle sentido y recorrido al balón, a través de la proyección de los laterales y del trabajo colectivo de los internos. Y a los 65’ llegó el segundo tanto. Un remate fuerte de Spinazzola, Cakir rechazó e Immobile capturó el rebote para marcar el 0-2.

Entonces Turquía fue por dos variantes en su formación; a los 64′ K. Ayhan reemplazó a O. Tufan y I. Kahveci ingresó en lugar de O. Yokuslu. También Mancini modificó a su equipo, a los 74′ decidió el ingreso de Bryan Cristante, volante de la Roma, por Locatelli. Más aire y piernas para la batalla del centro del campo. Y enseguida, en la lluvia de variantes,

Entonces Turquía fue por dos variantes en su formación; a los 64′ K. Ayhan reemplazó a O. Tufan y I. Kahveci ingresó en lugar de O. Yokuslu. También Mancini modificó a su equipo, a los 74′ decidió el ingreso de Bryan Cristante, volante de la Roma, por Locatelli. Más aire y piernas para la batalla del centro del campo. Y enseguida, en la lluvia de variantes,

Entonces Turquía fue por dos variantes en su formación; a los 64′ K. Ayhan reemplazó a O. Tufan y I. Kahveci ingresó en lugar de O. Yokuslu.

Ahí se le simplificó el partido. Turquía no encontró los caminos, porque se había organizado para contener y de pronto se vio abajo en el marcador en donde ya la distancia era un poco más amplia. También Mancini modificó a su equipo, a los 74′ decidió el ingreso de Bryan Cristante, volante de la Roma, por Locatelli. Más aire y piernas para la batalla del centro del campo. Y enseguida, en la lluvia de variantes, cuando iban 76′ I. Dervisoglu reemplazó a K. Karaman en el equipo rojo.
Para colmo, de una salida fallida del fondo llegó el tercer gol de Italia; fue a los 79’, con un estupendo disparo de Insigne, cruzado y al ángulo que marcó el 0-3.

Ahí se cerró el encuentro, aunque restaban diez minutos por jugarse más algunos de prórroga. Mancini, el entrenador italiano, aprovechó las dos ventanas que le quedaban y selló las variantes. Ya se jugaban 81’cuando Federico Chiesa reemplazó a L. Insigne; Andrea Belotti ingresó en la ubicación de Ciro Immobile y F. Bernardeschi entró por el lesionado D. Berardi.

Italia se abrazo a la victoria, festejó con alegría y celebró tres puntos de esperanza, que lo vuelven a ubicar en la escena de los grandes, luego de la tristeza por la ausencia en la Copa Mundial de la FIFA-Rusia 2018. Ahora es tiempo de mostrarle al mundo que el gigante está de regreso.

Hernán O’Donnell

Argentina arrancó como un Fórmula 1 y al final se quedó sin nafta

Iban apenas 2′ de juego y la Argentina abrió el marcador. Tiro libre desde la derecha en zona ofensiva, la pegada exacta de Rodrigo De Paul, cuando toda Colombia aguardaba la ejecución de Leo Messi, el balón que cayó en la puerta del área chica y el cabezazo perfecto de Cristian Romero marcó el 0-1 para la visita. No se habían aún acomodado en el campo de juego y ya el equipo de Scaloni había sacdo una luz de ventaja.

Pero eso no era todo en ese inicio frenético. A los 7′ Leandro Paredes capturó un balón en el área rival, en una jugada que pretendía ser colectiva pero en la que no se terminaba de ordenar, y elaboró una maniobra personal, desde el medio hacia la izquierda, para definir cruzado cuando le salía David Ospina y señalar el 0-2 para la Argentina.

Apenas amanecía el encuentro y ya la visita había obtenido una diferencia tranquilizadora. Incluso tuvo otra oportunidad con una volea de Acuña, que pegó en Medina y se fue al corner. Colombia salió después de los quince minutos del estado de shock; fue el momento en que Juan Cuadrado se hizo del balón y comenzó a darle velocidad y dinámica a su juego. Lo acompañó Zapata y Muriel ingresó por Lerma a los 29′ para sumar un hombre más en el ataque. La Argentina tuvo un respiro, lo aprovechó Colombia y exigió a Emiliano Martínez que siempre respondió, hasta que en una pelota áerea controlada, el saltó de Yerry Mina lo hizo caer mal y debió dejarle su lugar a Agustín Marchesín, a los 39′ de juego.

La Argentina se marchó tranquila al descanso, al margen de la lógica preocupación por Emi Martínez y Colombia regresó al complemento con tres variantes más en su alineación: Wilmar Barrios ingresó por G. Cuellar, Borja reemplazó a Duvan Zapata y Edwin Cardona ocupó el lugar de Luis Diaz.

Y mejoró Colombia. Fue con mayor decisión, y a los 50′ logró descontar a través de un penal, tras una falta cometida por Nicolás Otamendi. La ejecutó Luis Muriel y el encuentro quedó en un apretado 1-2.

Lionel Scaloni, Dt de Argentina, decidió una segunda variante: Exequiel Palacios ingresó en reemplazo de Giovanni Lo Celso, quien estaba con una molestia física. Pasado el susto, Argentina volvió a contar con varias situaciones como para ampliar el marcador. la más clara fue un tiro libre de Messi, un calco a los dos que había ejecutado ante Chile, y Ospina voló como Claudio Bravo lo había hecho en Santiago del Estero, para sacar el tiro a los 57′ de juego.

Con Borja y Muriel en el centro del ataque, Cardona para organizar, Cuadrado para atacar por derecha, Argentina modificó su estructura a los  63′. Germán Pezzella entró por el lesionado Cristian Romero y Juan Foyth ingreso en reemplazo de Nico Gonzalez; el equipo tenía tres centrales, Foyth, Otamendi y Pezzella para los dos hombres de punta locales, salida por los costados con Montiel y Acuña, en el medio Palacios, Paredes y De Paul, Messi libre y Lautaro Martínez arriba para aguantar y pelear. El equipo sintió el cansancio, la humedad y el calor. Y si bien generó chances, también sufrió porque a los 71′ Muriel se fue solo por izquierda y su disparo, peligroso, se fue por arriba del travesaño de Marchesín.

Reinaldo Rueda jugó su última carta: a los 74′ puso a Yairo Moreno en lugar del lateral derecho Stefan Medina, y Moreno se volcó sobre la izquierda, para terminar de abrir a la defensa visitante.

A pesar de las muestras de agotamiento físico, la Argentina contó con una chance más para ampliar la ventaja; a los 84′ recibió Martínez por el medio, abrió a la derecha para Palacios y este jugó corto para Leo Messi, que frotó la lámpara y en una maniobra repentina sacó un bombazo de primera que Ospina logró desviar. Fue otra chance para el equipo visitante.

Pero los partidos solo se terminan con el silbato final y muchas veces el fútbol se puebla de fantasmas que condicionan los resultados y los rendimientos. Cuando todo parecía concluir, llegó un centro final para el local, se elevó Miguel Borja y metió el frentazo que se le escurrió a Marchesín y significó el empate 2 a 2 cuando ya se jugaban 90+3′ del partido.

En la agonía se le escapó a la selección nacional. La Argentina comenzó con ritmo y contundencia, no pudo aprovechar sus chances y al final se agotó y se le escurrieron dos puntos, mientras Colombia celebró un empate que había visto muy lejano.

Hernán O’Donnell

Estados Unidos remontó el clásico y se adjudicó la primera edición de la Concacaf Nations League

Fue una final tremenda, intensa, disputada. Llena de emociones desde el primer minuto de juego hasta el último de los ciento veinte que se jugaron; aunque en realidad fueron más, porque se agregaron siete minutos en los noventa reglamentarios y más de cinco en la prórroga. Ese largo partido jugado en Denver, Colorado, definió la primera edición de la Concacaf Nations League que, a imagen y semejanza de la UEFA Nations League, es un torneo que reemplaza a los amistosos previstos en las fechas FIFA. Y esta edición, que comenzó a finales de 2018.

Y fue emotivo de principio a fin porque fue solo arrancar y qué México se pusiera adelante en el marcador. Un balón que parecía controlado por la defensa local, sin embargo Jesus Corona estuvo atento para interceptar el pase entre los centrales, se llevó la pelota por izquierda y con un remate seco puso el 0-1 cuando iba 1’ de juego.
A partir de allí se abrió un partido vibrante, con el local que fue a buscar la igualdad y el tricolor con los argumentos típicos de un equipo de Gerardo Martino.

México sintió que podía quebrarlo con el trabajo de Herrera, la jerarquía de Lozano y la velocidad de Corona. Pero chocó con un local entusiasta, que batalló en la media cancha y arriba peleó con Weston McKeenie, Reyna y Sargent. Respaldado por la solidez de Brooks en el fondo, A los 27’ llegó al empate por intermedio de Gio Reyna´, 1-1 tras una pelota detenida. El local asumió un riesgoso 3-4-3, con Sergiño Dest volcado como lateral volante más cerca de Pulisic que de la línea de tres. Para México el partido no era sencillo, a pesar de tener un roce mayor.

Estados Unidos se animó y cerró el primer tiempo con una mejor imagen.
En el complemento, los cambios le dieron una fisonomía diferente a las estructuras iniciales. A los 60′, el local tuvo una decisión importante: adentro Thimoty Weah, el delantero que heredó el brillo y la habilidad del célebre George, en reemplazo del lateral de Barcelona, Dest. Más espíritu ofensivo para la escuadra. México fue con dos variantes a los 66′ de juego; Luis Romo entró por Carlos Rodríguez en el medio campo y Henry Martin ingresó en el ataque por Jesús Corona. Enseguida, el local ofreció dos variantes. Una táctica; el delantero Jordan Siebatcheu por el centro atacante Josh Sargent, mientras que a los 69′ el arquero Zack Steffen se lesionó y fue reemplazado por Ethan Shea Horvath, quien se iba a transformar en una de las figuras de la noche. Pero áun no podía saberlo.

México proponía, pero sufría en cada pelota parada. Así se lo hizo sentir el local con dos llegadas muy claras, a los 70’ con un cabezazo que desvió Ochoa en forma brillante y una jugada similar a los 75’ que volvió a controlar el arquero de las águilas de América. A los 78′ también iba a haber un cambio que influyó en el partido, porque Diego Lainez, una promesa del fútbol mexicano, ingresó en lugar de Uriel Antuna y a los 79′, en el mejor momento del local, llegó el segundo tanto mexicano que parecía podía sentenciar el partido. Una pared exacta y la entrada de Lainez para disparar desde lejos y marcar el 1-2.

Pero poco iba a durar la alegría para el equipo del “Tata” Martino; a los 82′, en otra jugada de pelota parada, llegó el centro de tiro de esquina, e igual que en las dos jugadas narradas, se iba a imponer un cabeceador local por encima de la defensa visitante. Y Weston Mckennie marcó de cabeza el 2 a 2 que llevó el partido a la prórroga.

Sebastian Lletget entró por Reyna a los 83′, igual que Tyler Adams entró por Tim Ream. Dos jugadores de medio campo para darle más aire al equipo en un partido que ya se veía podía alargarse media hora más.

El alargue se jugó al mismo ritmo que lo habían hecho en el tiempo reglamentario. Al ataque y sin guardarse nada; a los 100′, Martino realizó dos modificaciones en su estructura. Carlos Salcedo entró por Héctor Moreno en la defensa, mientras que el experimentado Andrés Guardado reemplazó al volante de Atlético de Madrid, Héctor Herrera. Para Guardado también iba a haber un lugar en la historia de la noche. No de los más agradables, por cierto.

Reggie Canno entró por Yedlin en la defensa local, a los 105+1′, sobre el cierre del primer tiempo del suplementario.

Y en los quince minutos finales iba a haber tantas emociones como en el primer minuto de juego. Porque a los 107′ entre Salcedo y Gallardo chocaron a Pulisic, y el árbitro, tras las discusiones y el chequeo del VAR, sancionó el penal, que Pulsic ejecutó a los 113′ para marcar el 3 a 2 para el local.

Allí el partido, que ya había tenido unos cuantos roces, pierna fuerte y empujones, se convirtió en una batalla en la que cada pelota dividida se dirimía a los pechazos y manotazos. Cada infracción sancionada por el árbitro, era seguida de discusiones, entreveros y todo tipo de bravuconadas. Un clásico como los de antes. Y faltaba una emoción más, ya en el final, cuando se jugaba el tiempo de descuento de la prórroga. Y los protagonistas iban a ser dos jugadores que no habían comenzado en las alineaciones titulares.

Iban ya 118′ cuando llegó el centro que cabeceó Luis Romo y el balón pegó en el brazo derecho de Mark Mc Kenzie. Otra vez la consulta con el VAR y la decisión unos minutos más tarde, para que Guardado tomara la ejecución cuando ya iban 120+3′ de juego. Su remate fue esquinado, a la derecha de Ethan Horvath, quien se arrojó a esa esquina y desvió el remate.

El Empower Field at Mile High fue un solo grito. ¡USA, USA! Estados Unidos se abrazaba a la primera edición del torneo. Quedaban segundos por jugarse, o minutos, porque el reloj no parecía que se iba a detener y Pulisic tuvo la inteligencia de llevarlo cerca de una esquina de la valla de Ochoa para jugar ahí, en esa zona. Con más roces, golpes y amenazas. Allí se jugó el resto, que se prolongó hasta los 120+11′ del reloj!

Estados Unidos se consagró Campeón de la Primera Edición de la Concacaf Nations League. Con fútbol, sacrificio y una enorme voluntad, la selección demostró que su fútbol creció y no parece detenerse. Atrás quedaron los años en que la ingenuidad y el desconocimiento táctico dominaban su juego. Hoy es un equipo duro, combativo, prolijo y con una destacada dinámica, llevada a cabo por futbolistas que brillan en el primer mundo de este deporte: Christian Pulisic, Gio Reyna, Thimoty Weah, John Brooks, Sergiño Dest, Sargent, Cannon, entre otros.

Fue el mejor de una larga competencia y superó a un bravo rival. Remontó un clásico y hasta el último minuto soistuvo su fe en la victoria. Fue para celebrarlo como las luces de Denver lo marcaron una noche de Junio.

Hernán O’Donnell

Suecia fue convincente y llega a la EURO con la confianza de su fútbol

La Copa UEFA EURO 2020 comienza en unos días. Con una larga postergación a causa de la pandemia, el torneo más importante del viejo continente a nivel de selecciones, se presenta con la misma denominación prevista, el año que estaba planificado, aunque se juegue en el 2021.

Y la expectativa es grande, porque se anuncia un torneo grande, con muchas ciudades hermosas que serán sedes de encuentros trascendentes, con candidatos lógicos y con la esperanza de encontrar alguna sorpresa pero también novedades tácticas y estratégicas.

A diferencia de la tradición, donde el torneo se celebraba siempre en un país, o a lo sumo dos naciones, esta vez los grupos estarán desparramados en grandes urbes de Europa. Será un torneo más continental, con los ojos puestos en Amsterdam, Bakú, Budapest, Bucarest, Copenhague, Glasgow, Londres, Münich, Roma, San Petersbugo y Sevilla. Allí, en la ciudad andaluza en el magnífico Estadio de la Cartuja, España recibirá a Suecia el 14 de junio próximo en uno de los encuentro más atractivos de la primera fecha de la clasificación. Por eso ver a Suecia, en el amistoso ante Armenia resultó un ejercicio interesante para empezar a vivir la vieja y querida “Eurocopa”.

El “Friends Arena” de Estocolmo vio al local dominar el primer tiempo a voluntad. Armenia intentó darle pelea en la mitad de la cancha, pero no logró sacarle el balón y sufrió mucho e defensa. Suecia fue un equipo ordenado, prolijo y paciente. Jugó a un toque, rápido, con el traslado sostenido en pases permanentes, la habilidad de Forsberg en tres cuartos y la potencia en ataque de un referente como Kulusevski y un inteligente Isak. Ante un determinado poderío local, le costó a Armenia acomodarse al partido. Y sufrió.

A los 15′ Forsberg abrió la cuenta con un espléndido tiro libre, que parecía iba a ser controlado por el arquero visitante, David Yurchenko, pero se le escapó de las manos y Suecia se adelantó por 1 a 0.

Se adaptó bien al partido el equipo de Andersson y comenzó un dominio sostenido en el juego. A los 27′ Isak tuvo una buena posibilidad, con un doble enganche en el área, pero su remate se elevó y se fue arriba del travesaño. El conjunto escandinavo desplegó allí sus mejores atributos, característicos de su fútbol: pases directos, movilidad, mucho sacrificio y un gran despliegue físico, la base permanente de su característico juego.

A los 33′ aumentó el marcado; centro de tiro de esquina desde la derecha de su ataque ejecutado por Forsberg y Danielsson apareció en el corazón del área para marcar de cabeza, aunque el balón se desvió en un defensor visitante, y el partido quedó 2 a 0 para el local.

Y pudo haber más, pues a los 37′ llegó otra chance: mano de Calisir en el área cuando fue al piso a cortar un centro y el penal le abría una posibilidad más al equipo amarillo. Sin embargo, Sebastian Larsson eligió la izquierda del arquero, hacia allí fue David Yurchenko y desvió el remate al corner.

Y así se fue la primera parte. Con un control claro e inobjetable de Suecia, ante un rival que no lograba armar su medio juego y pasaba problemas en la defensa pues no era eficaz la contención.

Para comenzar el segundo tiempo, Joaquín Caparrós, entrenador español de la selección de Armenia, decidió cuatro variantes: A. Grigoryan reemplazó a E. Spertsyan; K. Bayramyan ingresó en lugar de W. Angulo, K. Muradyan entró por H. Hakobyan y T. Barseghyan ocupó el lugar de A. Miranyan. Propuso más orden y prolijidad en el juego; acoplarse mejor entre las líneas y acentuar la contención. Que el equipo fuera más fuerte en la faz defensiva para no sufrir tanto los ataque locales. Mientras, Suecia aflojó la dinámica del primer tiempo, al margen del cambio con que inició el complemento: V. Claesson reemplazó a Sebastian Larsson.

En ese lapso, cuando el encuentro se empezaba a hundir en una meseta, llegó el descuento armenio; un balón robado en la mitad de la cancha, la combinación de los delanteros y Bichakhchyan disparó al arco, aprovechó el rebote y de cabeza marcó el gol de la visita que achicó el marcador en 2-1 para Suecia.

Ahí fue Andersson el que reaccionó y determinó hacer también cuatro modificaciones para despertar a su equipo. Entonces, a los 71′ E. Krafth entró en lugar de M. Lustig, Quaison ingresó por D. Kulusevski, el delantero M. Berg ocupó la posición de A. Isak y M. Svanberg reemplazó a A. Ekdal. También Armenia realizó una variante; a los 73′ A. Khachumyan entró por A. Calisir.

Reaccionó Suecia. Se paró unos metros más adelante y a los 79′ avisó con un cabezazo de Danielsson que se fue un poco arriba del travesaño. La visita hizo una nueva modificación y a los 83′ Z. Shaghoyan entró en lugar de S. Adamyan mientras que en el equipo escandinavo, K. Sema reemplazó a E. Forsberg a los 84′ de juego.

Y a los 84′ liquidó el partido. Un balón que parecía controlar Bayramyan y sin embargo recuperó con astucia Kristoffer Olsson, habilitó al medio a Robin Quaison y este puso el pase exacto en profundidad para Berg, quien definió suave por encima de la salida del arquero visitante. Y el encuentro quedó 3 a 1 para Suecia.

Fue el final del partido. Le quedó un sabor dulce al conjunto de Suecia. Fue superior al rival, supo dominarlo y sacar ventaja, se perdió varios goles, un penal fallado, y dejó la sensación que el marcador pudo ser más amplio. Ahora llega el momento de la verdad. El UEFA EURO 2020, con todas sus ilusiones y promesas de emociones, Suecia quiere ser protagonista.

Hernán O’Donnell

Colón fue fiel a su idea y es el Campeón del fútbol argentino 2021

Una final de Campeonato. De Copa, o de título de Liga, más allá de las discusiones y los debates que se generaron alrededor del certamen, pero que tiene el valor de un torneo logrado. Y todos los nervios, los cuidados y las precauciones. Colón, ante la posibilidad de conquistar su primer logro profesional en Primera División; Racing, más acostumbrado a estas conquistas, ante el desafío de sumar una estrella más al escudo.

Y resultó un primer tiempo entretenido, con cierta chispa, con errores pero también con audacia y a la búsqueda de la apertura del marcador. Colón propuso un poco más; con un esquema definido y conocido, el conjunto que dirige Eduardo Domínguez se paró con una línea de cuatro defensores, tres volantes como Alexis Castro, Lértora y Aliendro, Bernardi más adelante en posición de enlace con los delanteros, Cristian ferreira y Luis Rodríguez. Pero cuando conseguía la pelota, los internos Castro y Aliendro se sumaban muy rápido al ataque, para llegar al área de Racing con mucha gente en psociones ofensivas.

El equipo que entrena Juan Antonio Pizzi fue más cauteloso. Como lo es desde hace algún tiempo, casi desde aquella final perdida ante River en Santiago del Estero, con más recaudos y agazapado para meter los contragolpes.

A los 32′ Chancalay armó una jugada bárbara, se fue en forma individual y Facundo Mura pudo cortar su avance cuando se iba solo al arco de Burián; era la señal para que la Academia salga del letargo. Respondió Colón con una llegada clara y vertical. A los 39′ Alexis Castro habilitó a Aliendro, este metió un pase profundo a Rodríguez y la “Pulga” no pudo llegar antes que la rápida salida de Gómez.

A los 41′ Bernardi ganó un balón después de varios que se lo disputaban, encaró al área y habilitó a Aliendro, pero su remate se fue alto. Racing metió una gran contra a los 44′ con una corrida de Chancalay, el pase largo a la derecha a Piatti y cuando este entró al área pretendió enganchar, pero Piovi fue veloz y astuto y el quitó la pelota.

Con emociones y llegadas se cerró el primer período de juego.

Para comenzar el segundo tiempo, Juan Pizzi dispuso que Aníbal Moreno entrara por Darío Cvitanich. Para equilibrar el medio, poblar la zona y disputarle el partido a Colón. Pero enseguida iba a llegar el desivel a favor del equipo santafesion y a paratir de allí el partido tomaría otro rumbo.

Iban 57′ cuando Sigali perdió un balón en la derecha de la defensa, la pelota la capturó Cristian Ferreira, habilitó a Aliendro, el pase fue a la derecha para Castro, más abierto luego a Mura, el centro y la aparición de Aliendro para marcar el 1 a 0 y empezar a abrir el partido.

El juego empezó a tener un dueño; un equipo bien trabajado, que sabía lo que pretendía y con el marcador a favor comenzó a tener la paciencia para dominar el terreno. Se tuvo que ir Luis Rodríguez, lesionado, y lo reemplazó Nicolás Leguizamón, cuando iban 63′ del partido. Racing apeló a dos variantes más: Maxi Lovera entró por Ignacio Piatti y Matías Rojas ingresó en lugar de Mauricio Martínez. Más gente en el medio, más peso ofensivo, aunque el “Sabalero” se acomodó mejor a lo que continuó.

Y a los 71′ llegó un golpe que dejó a Racing al borde del knock-out. Una pared entre Bernardi y Alexis Castro, la habilitación perfecta por izquierda y la definición exquisita de Bernardi por encima de Gastón Gómez para ampliar el resultado a un 2 a 0.

Ignacio Galván ingresó por Nery Domínguez a los 73′; Racing estaba complicado en el marcador y con dificultades en el rearmado de la estructura. Iba y chocaba con la defensa “Sabalera”. Y las situaciones más claras eran de Colón, como el tiro libre a los 77′ que Ferreira elevó por arriba del travesaño.

A los 79′ Pierotti reemplazó a Cristian Bernardi, en tanto a los 82′ Juan Cáceres debió ingresar por Ivan Pillud, lesionado en la “Academia”. Pero faltaba lo mejor…

A los 85′, Alexis Castro recibió en el área, enfrentó al defensor, amagó el remate, gambeteó y cruzo el balón a la derecha de Gómez para marcar el definitivo 3 a 0.

La fiesta era completa. Con goleada incluida. Castro debió salir, a los 87′, y fue reemplazado por Yeiler Goez. Era el momento de celebrar, porque los minutos finales fueron a pura emoción, con el manejo del partido, las lágrimas del DT Eduardo Domínguez, la seguridad de la defensa, el sacrificio de Lértora, la firmeza de Garcés, los cruces de Piovi, la voluntad de Mura…

Colón fue un puño apretado y un grito unificado ¡Campeón! Poco importa si es de una Copa o de una Liga. Colón de Santa Fe es el nuevo Campeón del fútbol argentino y lo saludamos como tal.

Hernán O’Donnell

Argentina no encontró los caminos y Chile se abrazó al empate

Fue un partido correcto del equipo de Lionel Scaloni, que en el balance global fue superior al rival, que tuvo varias situaciones para desnivelar y que el empate le deja gusto a poco. Pero también hay que decir que la Argentina no fue demasiado profunda ni ingeniosa y que, al margen de la jugada del penal a Lautaro Martínez, todas las oportunidades para convertir y llevarse el triunfo, fueron generadas por Lionel Messi. Por su jerarquía individual más que por juego colectivo.

La Argentina se encontró con la apertura del marcador a través de un penal convalidado por el VAR, que existió, desde luego. Y el remate suave y exacto de Messi puso el encuentro 1 a 0 a favor del local a los 23′ de juego.

Se ordenó con un 4-4-2, donde los laterales Foyth y Tagliafico subían en forma permanente, más el lateral izquierdo y volcado hacia adentro, casi como un interno izquierdo que como un extremo. Fue auspicioso el debut de Cristian Romero, que cortó y jugó con categoría y Martínez Quarta mostró más dudas que certezas. Pero el encuentro, a partir del gol de la selección se empezó a volcar a favor de Chile, sobre todo por la movilidad de Alexis Sánchez, organizador de juego y atacante a la vez.

Y con la habilidad de Aranguiz, la presencia de Pulgar y el sacrifico de Meneses, Chile empujó hasta que llegó a la igualdad. Fue a los 36′, cuando Aranguiz ejecutó un tiro libre pasado, Gary Medel sorprendió por atrás y envió un centro al área chica que Sánchez transformó en el 1 a 1.

Así se fue el primer tiempo, aunque la Argentina iba a contar con una chance muy clara en un tiro libre de Leo Messi que Claudio Bravo sacó al corner con un vuelo espectacular.

Para el segundo tiempo, Lionel Scaloni decidió dos variantes en el equipo local: Lisandro Martínez reemplazo al amonestado Martínez Quarta y Angelito Correa entró en lugar de Lucas Ocampos.

Creció la selección, en tanto Chile comenzó a sentirse cómodo con el contragolpe. En búsqueda de mayor profundidad, a los 61′ Julián Alvarez entró en lugar de Di María, mientras que a los 64′ César Pinares reemplazó a Galdames.

Argentina tuvo más la pelota. Correa se mostró activo y se generó una sensación de dominio, aunque a la hora de contar los porotos todos fueron de Messi: el tiro libre que se estrelló en el travesaño, el enganche y remate que sacó bravo, el rebote que no pudo captar Álvarez, otro disparo de Leo que Bravo sacó con un vuelo magnífico…

Las últimas cartas las jugó el DT argentino a los 80′: Nahuel Molina por Foyth y Palacios por Paredes en tanto Carlos Palcios entró por Eduardo Vargas en Chile a los 80′ y a los 85′ Alarcón reemplazó a Aranguiz.

No pudo Argentina. Chile se abrazó al empate. La Competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 sigue con su camino abierto.

Hernán O’Donnell

Sarmiento salió Campeón de Reserva y Junín celebró la conquista

Fue duro, complicado y resuelto sobre el final. Sarmiento de Junín se consagró Campeón de la Reserva de la Liga Profesional de Fútbol tras ganarle a Boca 2 a 1, en un partido que tuvo ritmo y emociones de principio a fin. Fue un poco más, a lo largo de los noventa minutos, el equipo de Sebastián Battaglia, pero Sarmiento supo pegar en los momentos justos y celebró al final.

Apenas empezó el partido llegó la primera emoción, con un remate cruzado de Lescano que pasó por delante del arco de Boca y se fue muy cerca del palo izquierdo de García. En esos minutos, el equipo de Junín se mostró ambicioso. Se paró bien adelantado en el campo de juego y buscó apretar a su adversario contra su valla. La tarea de Federico Paradela era respaldada por Joaquín Gho en el centro del campo, Brea por la izquierda y Morán por el otro costado.

De a poco, Boca empezó a mandar en el juego. Fue importante Montes para el traslado, Kevin Duarte para la distribución y Gabirel Vega y Aaron Molinas para la organización de juego, que en general buscaba la habilidad de Exequiel Zeballos para desbordar por izquierda y buscar a Luis Vázquez para definir.

Boca dominaba y muy pronto llegó la apertura del marcador, tras un tiro de esquina desde la izquierda del ataque y el cabezazo limpio y frontal de Vázquez para marcar el 0-1 en el Estadio “Florencio Sola”.

Sintió el golpe el equipo de Junín y recién volvió a mostrarse en partido a los 32′ con un buen disparo desde lejos de Paradela, pero fue Boca el que tuvo la mejor oportunidad a los 44′: entrada de Vázquez por derecha, centro al medio, el tiro de Mancuso en el travesaño, Molinas que toma el rebote y sobre la línea la salvó Díaz, en lo que puso ser el segundo gol de Boca.

Para iniciar el segundo tiempo, Sebastián Battaglia determinó que Balthazar Bernardi ingresara por zaguero Valentini, que estaba amonestado casi desde el comienzo del partido. Boca se paró unos metros más atrás, espero que Sarmiento se le viniera encima y apostó a liquidarlo de contragolpe.

A los 57′ tuvo una buena oportunidad con un contraataque de Zeballos, quien se escapó solo con el balón, pero la salida rápida de Joaquín Cabrera le impidió concretar. A los 60′ lo volvió a tener Zeballos, con una buena media vuelta y su disparo se fue muy cerca del palo izquierdo de Cabrera. A los 61′ Luis Vázquez entró al área con pelota dominada recostado sobre la derecha, enganchó al medio para sortear a Moyano y remató fuerte, pero Cabrera tapó su tiro; y el rebote lo tomó Sandez pero el tiro se fue ancho.

Tres situaciones claras y consecutivas para el equipo de la Ribera; Sarmiento avisó a los 64′ con disparo fuerte que tapó García. A los 65′ Mónaco ingresó por Lisnadro Focareta y Martín Funes dispuso que el equipo arriesgara más: 3-3-1-3. Un enganche y tres hombres de punta. Apretó el verde y a los 66′ logró la igualdad con un golazo de Brea, quien recibió sólo en el área, bajó el centro con el pecho, remató fuerte y clavó el balón junto al palo derecho de Ramiro García que nada pudo hacer.

Boca, que hasta ese momento había sido superior, de pronto se encontró con que tenía que volver a remar el partido. Entonces, Battaglia, a los 74′ dispuso dos modificaciones: Franco Cáceres ingresó por Aaron Molinas e Israel Escalante entró en lugar de Rodrigo Montes. Boca se la tenía que jugar.

Sin embargo, Sarmiento volvió a golpear. Con un tiro de esquina desde la izquierda, Federico Paradela le entró fuerte al balón que trazó una buena parábola, se pasó de largo el arquero García y el balón entró junto al palo más lejano de donde se ejecutó el tiro de esquina para poner el 2 -1 a favor del “Verde”.

En pocos minutos a Boca se le derrumbaba el castillo en tanto Sarmiento le daba rienda suelta a su ilusión. Battaglia apeló a las últimas variantes a los 84′ de juego; Vicennte Taborda reemplazó a Eros Mancuso y Ezequiel Almirón entró por el centrodelantero Luis Vázquez.

Boca apretó en la parte final. y contó con un par de ocasiones para igualar. A los 90+2′ llegó un tiro de esquina desde la izquierda y el cabezazo del hombre de Boca pegó en el travesaño; a los 90+3′, Sandez ejecutó fuerte un tiro libre y Cabrera rechazó el fuerte disparo, pero además achicó hacia adelante y le puso el pecho al rebote que tomó Cáceres, para despejar ese tiro fuerte y desatar la alegría de todo Junín.

Porque tras esa doble salvada de Joaquín Cabrera el encuentro enseguida llegó a su fin. Sarmiento fue todo un abrazo, un puño cerrado y un grito de alegría. ¡Campeón de la Reserva de la Liga Profesional de Fútbol! Una medalla para la ciudad, un grito de esperanza al futuro.

Hernán O’Donnell

La Selección no se distrae y piensa en el Mundial

En medio de todas las voces, la controversia por una Copa América que debió jugarse hace un año y que aún no está resuelta si se jugará en Brasil, tal como fue la última edición de 2019, o si irá a otro lado. Cuando todavía hay que definir las sedes, y las voces suenan discordantes, la Selección Nacional de Fútbol tiene su cuerpo y alma metido en la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022. Y no se distrae en polémicas, pues la doble fecha exige preparación, viajes, entrenamientos, concentración y partidos.

Crédito: Prensa AFA

El primer paso de este tramo es en Santiago del Estero. Allí jugará ante Chile. Un partido siempre duro, frente a un rival que cada vez que juega ante la Argentina, siente que se juega una suerte de clásico. El Clásico de la Cordillera de Los Andes. Esta vez, sin Arturo Vidal, una de sus principales figuras. Pero con el espíritu de siempre de “La Roja”.

“Será un encuentro muy duro, como son todos los partidos de Eliminatorias. Chile es un grandísimo seleccionado, que cuenta con muy buenos jugadores. Si bien tiene un DT nuevo y no tuvo muchos partidos, cuenta con una base de jugadores de experiencia junto a chicos nuevos que se han sumado. Hicieron un recambio. Es un equipo que está en crecimiento y es muy competitivo”, dijo el capitán argentino, Lionel Messi.

Con respecto a la modalidad de entrenamientos y burbujas en las que se mueve el plantel, el astro argentino indicó: “Intentamos cumplir con todas las recomendaciones que nos dan. La última fecha de Eliminatorias que jugamos fue parecida. Esta vez se agravó un poco más por la situación del país, que empeoró y hay muchos contagiados. Pero tratamos de adaptarnos y cumplir con todo lo que nos dicen para hacer todo bien”

Crédito: Prensa AFA

Lionel Messi dejó su pensamiento en charla con la prensa oficial del seleccionado argentino: “Siempre es una ilusión estar en el seleccionado. Sea cual sea la competición, siempre queremos ganar; ese es el objetivo. La verdad es que los chicos están con muchísimas ganas, los más grandes también, con las mismas ganas o más. Se generó algo muy lindo, creo que hay un grupo muy unido, con una base muy grande que ya comenzó a trabajar desde que arrancó Scaloni. Se empezó a armar un grupo muy bueno y eso es lo importante: hacer un grupo muy fuerte para el desafío que se nos viene”, razonó el capitán.

Mientras, el entrenamiento mantuvo su intensidad durante la semana; cada práctica fue guiada por Luis Martín, Preparador Físico del equipo, con un inicio con distintas rutinas ejercidas a modo de activación, o la conocida entrada en calor.

Luego, el profesor aplicó ejercicios físicos; estaciones de velocidad y coordinación para mantener la base física. Después de esos veinte minutos de trabajo, los defensores se entrenaron a las órdenes de Roberto Ayala y Walter Samuel, mientras que mediocampistas y atacantes trabajaron con el Director Técnico Lionel Scaloni.

Sergio Agüero, flamante jugador de Barcelona FC, se sumó en las últimas horas al grupo. ““Estoy contento de estar otra vez acá. Como siempre digo, hay que disfrutar porque formar parte de la Selección es algo único”, dijo el ex jugador de Manchester City.

También se refirió al partido frente a Chile: “Es un rival muy fuerte desde lo físico. Las Eliminatorias son muy complicadas, me hace acordar un poco a la Premier League porque cualquiera le puede ganar a cualquiera y siempre debés estar concentrado al máximo. Nosotros contamos con un buen equipo y un buen grupo, ojalá hagamos las cosas bien”.

Y agregó: “Estoy muy ilusionado, estamos frente a dos partidos importantes, sobre todo el primero porque si hacemos las cosas bien nos va a dar mucha confianza. Al llegar más tarde que el resto de mis compañeros, no sé si tendré la posibilidad de jugar, tal vez no porque es muy reciente mi llegada, pero acá estoy y apoyaré a mis compañeros qpara que las cosas les salgan lo mejor posible”.

Ahí está Argentina. Al margen de todos los problemas. Con la mente puesta en el objetivo que parece no se va a desviar de todos los problemas que hoy nos afectan: la próxima Copa del Mundo.

Hernán O’Donnell