RB Leipzig supo reaccionar y logró un valioso triunfo ante PSG

Upamecano quiso salir con el balón desde el fondo, se lo robó Mosie Kean, cedió para Angelito Di María y este, con el revés de su pie izquierdo convirtió el gol, ante la salida de Gulacsi. Iban solo 5′ de juego y París Saint Germain se adelantaba en el marcador; un poco por el error del zaguero francés del equipo local y otro poco por la astucia de Kean y la fineza de un jugador estupendo, como Di María.

RB Leipzig respondió con un ataque inmediato; desborde por la derecha, remate de Haidara, el balón lo tapó Keylor Navas y el rebote lo tomó Angeliño, pero Navas volvió a intervenir. Iban 7′ y el arquero visitante mantenía el resultado. A los 15′ tuvo otra chance el equipo parisino; penal por mano de Upamecano, y el remate de Di María fue controlado por el húngaro Gulacsi. PSG fue más al principio, tuvo un poco más la pelota y también llegó al arco rival, incluso con dos jugadas, de Di María y Kean, que terminaron en la red, pero fueron bien desactivadas por posición adelantada en ambos casos.

De a poco, RB Leipzig se metió en el partido. Cuando la movilidad de sus volantes, Sabitzer para el origen de las maniobras y Forsberg para la realización, le dio al equipo otro cariz.

A los 31′ llegó Mukiele por derecha, cedió a Forsberg y el remate del sueco fue bien atajado por Navas. Y a los 41′ llegó a la igualdad; un avance de Angeliño, el pase al medio para Nkunku y el disparo de este se metió junto a la base del poste derecho del arquero visitante para sellar el 1 a 1.

Tuvo una oportunidad más el local con el cierre del primer período. Iban 44′, la jugada nació en la zona izquierda de la defensa, combinaron Angeliño y Naidara, el lateral español cedió adelante para Forsberg, este habilitó a Dani Olmo y el tiro del español se fue apenas arriba del travesaño francés.

En el complemento mejoró mucho el equipo de Julian Nagelsmann. Como si hubiera sido empujado por el envión del final del primer tiempo, salió decidido, como en las mejores noches y tardes de la “Aplanadora Alemana”.

A los 52′ Forsberg armó una muy linda jugada individual, y tras sacarse a dos hombres de encima, y amagar cuando entraba por el sector izquierdo, ejecutó un remate que se fue apenas arriba del travesaño; enseguida respondió la visita con un tiro de Kean que se fue apenas alto.

Ya el partido era otro; con más dinámica, movilidad y ritmo. y con el control que había pasado de las manos de PSG al conjunto de Leipzig. y ese dominio del local se tradujo en una diferencia en el marcador. Mano de Kimpembé en el área y el penal para RB Leipzig lo asumió el sueco Forsberg, quien marcó el 2-1 a los 56′ de juego.

Ya con el marcador a favor, Nagelsmann resolvió ordenar el equipo y dispuso dos variantes: a los 62′ B. Henrichs entró por N. Mukiele y Y. Poulsen reemplazó a Dani Olmo.

París Saint Germain empezó a perder la brújula. Una violenta infracción de Gueye a los 69′ lo dejó con un hombre menos. Entonces Thomas Tuchel dispuso dos modificaciones; a los 72′ M. Bakker entró por L. Kurzawa y T. Kehrer ingresó en reemplazo de P. Sarabia.

El Leipzig también hacía dos cambios más: a los 75′ Justin Kluivert entró por E. Forsberg, el más destacado del encuentro y el norteamericano Tyler Adams ingresó en lugar de A. Haidara.

Pero el rumbo del partido ya estaba definido; el conjunto alemán era el dominante, con un trabajo que había dejado marcado Forsberg y continuaron Kluivert y Adams, con un ataque sostenido y otra situación, esta vez en los pies de Nkunku y su tiro se fue afuera. A los 89′ entró Kampl por Sabitzer en el último cambio del equipo local. Y al final PSG terminó con un expulsado más, por una violenta infracción de Kimpembé, quien cortó un contragolpe de Poulsen con una barrida desde atrás que fue sancionada con la segunda amarilla pero bien pudo haber sido roja directa, cuando ya iban 90+4′ de juego.

RB Leipzig consiguió un pequeño desquite de la derrota sufrida en la semifinal de la última edición de la Champions League; pero, en realidad, el mayor valor de esta victoria fue el de no rendirse ni desesperarse ante los primeros contratiempos, saber acomodarse al partido, remontar el marcador y haberse reencontrado con su fútbol.

Hernán O’Donnell

Se impuso Real Madrid, en un partido cambiante y entretenido

Partidazo, de comienzo a fin. Con un vencedor, Real Madrid, que parecía tener todo controlado en media hora, y de pronto se le complicó el partido. Con un derrotado, el Internazionale de Milán, con un dignísimo papel, en el que parecía, también, que iba a sufrir una dura derrota y estuvo cerca de llevarse algo, en el resultado y en el desarrollo.

El local manejó el primer tiempo con la dinámica de siempre, el sentido de juego colectivo y algunos ingredientes que lo llevaron a dominar durante un buen tiempo del primer período. Porque al manejo grupal, la rotación y la búsqueda de su centrodelantero, Benzemá, artífice y pivot en cada maniobra, en ese lapso se distinguió por las subidas de sus laterales. Más previsible Mendy por la banda izquierda, siempre en línea recta, con una habitualidad a recorrerla por afuera, y más sorprendente Lucas Vázquez, por el lateral derecho, porque siempre buscaba meterse en el medio, transitar las zonas más pobladas y mezclarse en la gestación de las maniobras ofensivas.

Por la presión de las bandas, Madrid consiguió abrir el marcador. Apuraron a D’Ambrosio, el pase atrás fue aprovechado por la inteligencia de Benzema, y el francés, tras amagar a Handanovic, arquero visitante, puso el 1 a 0 a los 24′ de juego.

Y muy pronto llegó el segundo. Tiro de esquina desde la izquierda del ataque local, el cabezazo de Sergio Ramos, quien cruzó el balón desde el primer palo al segundo y así decretó el 2-0 a los 32′ del primer tiempo.

Pero lo que parecía una apreciable ventaja y una posible sentencia del resultado, quedó reducida a muy poco en cuanto Inter se soltó en ataque, el balón de Nicoló Barella, de taquito fue a habilitar a Lautaro martínez, y el delantero argentino, con un excelente remate, fuerte y esquinado, marcó el primer gol de la visita a los 34′. 2 a 1 para Madrid, pero el partido comenzaba de nuevo.

En el segundo tiempo, Inter se soltó. Empujó más que en la primera etapa; Hakimi y Young por los costados, Vidal más firme en la media cancha, Perisic con otra dinámica, de a poco la visita empezó a mostrar sus cualidades.

Zidane advirtió el momento y recurrió a dos variantes. Entonces, a los 63′ Vinicius entró por E. Hazard y Rodrygo ingresó en lugar de M. Asensio. Sangre joven y brasileña para reanimar al Madrid.

Sin embargo, tras un quite de Brozovic, el balón hacia adelante y Lautaro Martínez habilitó de cabeza a Ivan Perisic, quien ingresó por izquierda y con un remata fuerte al primer palo decretó el transitorio empate. 2 a 2 a los 67′ del partido.

El partido entró, de esa manera, en otro capítulo. Shockeado el local, entusiasmado el visitante, la imagen que emanaba del campo de juego era que cualquier cosa podía suceder. Lo que en un momento se asemejaba a un triunfo cómodo del Madrid, ahora entraba en un gran interrogante.

Zinedine Zidane recurrió a otra variante. A los 77′ Luka Modric entró por Toni Kroos, en tanto Conte decidió un par de cambios en el Inter. R. Gagliardini ingresó por Nicoló Barella y el chileno Alexis Sanchez reemplazó al croata Ivan Perisic.

La fórmula brasileña le dio resultados al conjunto español, porque a los 79′ llegó el desborde de Vinicius, el centro al medio y la aparición libre de Rodrygo, quien, con un remate fuerte y seco, marcó el 3 a 2 para el local.

Antonio Conte apeló a una última variante: a los 86′ dispuso que R. Nainggolan entrara por Arturo Vidal; pero le costó a la visita llegar. ya se había afirmado el Madrid en el campo e incluso tuvo una posibilidad clara para ampliar el marcador a los 90+1′, cuando Handanovic sacó al corner un remate a quemarropa de Benzema.

Partidazo, de principio a fin. Era de Real Madrid, pudo ser de Inter, al final el triunfo quedó en la capital española. Pero el gran ganador fue el fútbol.

Hernán O’Donnell