Los Pumas se sobrepusieron a todas las dificultades e hicieron historia ante los All Blacks

Imagen: Twitter de Los Pumas

Desde el kick-off, el seleccionado argentino demostró con una agresiva presentación las ganas de saltar al campo que tanto tiempo estuvieron reprimidas. Recuperaron la pelota en la salida y a partir de ahí mostraron las primeras señales de la intensidad que los caracterizó en la primera parte. También quedó en evidencia su idea de sumar puntos cada vez que se presentara la oportunidad. Nicolás Sánchez intentó, de drop, poner en ventaja a los suyos poco después del inicio.

Aunque no lo logró, el “Cachorro” tardó poco en marcar las primeras unidades de su equipo. A los 5 minutos, abrió la cuenta con una patada a los palos. Nueva Zelanda tomó más iniciativa después del prepotente comienzo argentino. La defensa de los dirigidos por Mario Ledesma resistió pero cometió un penal que Richie Mo’unga tradujo en los únicos tres puntos de los All Blacks en el primer tiempo. Después, Los Pumas se asentaron en el Bankwest Stadium y con una actitud muy ofensiva fueron por más.

Imagen: Twitter de Los Pumas.

Argentina tomó las riendas del partido. Se animó a buscar el ingoal rival con diferentes fases, algunas de pelotas lentas y otras rápidas, pero con mucho dinamismo para quebrar la defensa neozelandesa. Tomás Cubelli lanzó a sus compañeros para ganar metros, una y otra vez, con velocidad y ambición por generar espacios. Sánchez frotó la lámpara y selló el primer try argentino: se atrevió a arriesgar con un sombrero, que por un rebote le quedó a favor y apoyó debajo de los palos.

Con esa ventaja, la confianza de Los Pumas solo fue en aumento y encaminó la primera mitad del juego a su favor. Nico Sánchez volvió a sumar en dos ocasiones de penal, e incluso existió otra ocasión de try para la Argentina. Cubelli se cortó de manera magnífica tras un ruck, combinó con Bruni, pero luego Imhoff no alcanzó la zona prometida. Aún así, con un apertura encendido, inspirado, y en una de sus mejores tardes con la camiseta celeste y blanca, la victoria parcial de 16-3 reflejó la excelente manera en que Los Pumas salieron a la cancha.

Nicolás Sánchez tuvo un desempeño excelente en la primera victoria argentina ante Nueva Zelanda. Imagen: Twitter All Blacks.

Para la segunda mitad, tenían la presión de sostener la diferencia y aferrarse al resultado que por tanto tiempo ansió el rugby argentino. El armador de juego tucumano volvió a convertir tras otro penal neozelandés. Fue llamativa la cantidad de infracciones de los All Blacks. Argentina capitalizó cada una de ellas y le dio forma a una tarde histórica en Australia.

Nueva Zelanda, sin embargo, le agregó suspenso al partido. Luego de pasar muchos minutos de forma opaca, intentaron reaccionar y a través de un maul consiguieron el primer try a su favor, que recortó la diferencia.

Pero Los Pumas parecían ya tener el desenlace definido, y no tuvieron ninguna intención de negociarlo. Sánchez ratificó su excelente partido con otro penal anotado, y cuando hubo que hacer más sacrificio todavía, el equipo no lo dudó y puso el pecho ante los ataques del rival. Los All Blacks crecieron con la posesión, pero los jugadores argentinos, muchos de ellos vendados por las heridas sufridas, entregaron por completo toda su valentía y, sin perder la concentración, redujeron a su rival, que no halló los huecos para cambiar el resultado.

Los Pumas lograron con mucho juego y sacrificio un resultado histórico. Imagen: Twitter de All Blacks.

Sobre el final, el capitán Pablo Matera pescó una pelota que tuvo un valor similar al de un try para la victoria. Para sentenciar el triunfo, Nicolás Sánchez decoró la tarde en la que tan fino estuvo ante los palos con una nueva anotación de penal, y el delirio argentino ya no pudo frenarse, ni siquiera con el try que Nueva Zelanda apoyó al cierre. Los de negro fueron derrotados por un combativo y resiliente seleccionado argentino, que se llevó la victoria por 25-15, contra todo pronóstico.

Los Pumas atravesaron meses de incertidumbre, de inactividad, de entrenamientos en solitario, de burbujas sanitarias interminables, con casi nada de minutos competitivos encima para llegar a este encuentro, pero canalizaron todos esos obstáculos en energía y hambre de gloria para hacer historia ante el conjunto más poderoso del deporte a nivel mundial. Por primera vez, el seleccionado argentino derrotó a los poderosos All Blacks. Fue en un capítulo que, como es habitual, en la previa asomaba como un reto de extremada dificultad. Por las antagónicas circunstancias de ambos. Por las complejidades que se vivieron de un lado, mientras que del otro la vida y el rugby casi no tuvieron modificaciones.

En la tarde que menos posible parecía, Los Pumas inflaron el pecho y dejaron en claro que no existe nada imposible para ellos.

Martín O’Donnell

Uruguay fue inteligente y construyó una goleada inesperada

Uruguay fue más en el primer tiempo. En el comienzo y en el final de ese período. Lo abrió con un gol tempranero, de esos que se dicen lo convirtió “desde el vestuario”; iban 4′ cuando el zaguero local, Mina, exigió a su compañero Lerma con un pase comprometido, robó Nahitán Nández, tocó Luis Suárez de taco, la tomó otra vez Nández y habilito a Cavani, para que Edi definiera tranquilo ante la salida de Ospina. Fue empezar y ponerse en ventaja para Uruguay, 0-1.

Ya había hecho algún mérito el visitante, porque cuando llegó el gol todo se había jugado en campo local; Colombia no lograba afirmarse en el partido y ni siquiera se había arrimado al arco de Martín Campagna.

Uruguay insistió en su fórmula y a los 21′ un desborde de de la Cruz, el centro preciso y Suárez que no llegó a convertir; Ospina se anticipó para hacerse del balón. A los 24′ robó en mitad de cancha Betancur, combinó con Suárez, este se la devolvió y el disparo de Betancur fue rechazado por Ospina en dos tiempos; en el segundo manotazo salvó justo la llegada de Cavani.

Carlos Queiroz, el portugués que dirige a Colombia, advirtió que el equipo estaba lento, pesado y lejos del arco rival. Decidió, entonces, hacer un primer cambio, inusual por el tiempo de juego. Iban 31′ cuando Luis Díaz ingresó por Wilmar Barrios. Entraba un hombre fresco y de punta por un volante central. Díaz se mostró activo, veloz y a los 36′ tuvo un remate cruzado que pasó cerca del palo izquierdo de Campagna. Fueron unso doce minutos donde Colombia pudo revertir su imagen y el desarrollo del juego.

Al final del período inicial, Uruguay volvió a acercarse al arco local y Suárez contó con un tiro libre que pegó en la barrera y se fue desviado.

Uruguay inició el segundo tiempo con una variante: Darwin Nuñez en reemplazo de de la Cruz. Un cambio que modificó un poco el esquema de la visita, en tanto Cavani debía retrasarse para colaborar con los tres volantes de batalla. Colombia salió un tanto más decidido y tuvo varias situaciones. A los 48′ un cabezazo de Duván Zapata fue desviado al corner por Campagna. Y cuando Colombia mejor parecía estar, llegó una estocada de la visita que liquidó el partido.

Se fue Betancur en ofensiva, exageró un choque de Murillo y Rapallini entendió que había sido penal. Luis Suárez se encargó de la ejecución y a los 53′ Uruguay quedó en ventaja por 0-2.

Colombia fue con ímpetu para tratar de achicar la ventaja. Mojica sacó un remate fuerte que Campagna sacó al corner a los 55′ y Muriel tuvo un buen tiro libre a los 57′ de juego. Enseguida salió Muriel, para permitir el ingreso de Morelos, a los 58′. Queiroz hizo la última modificación local a los 64′, cuando decidió que Cardona reemplazara a Uribe. Ya no habría más oportunidades para el local, pues había hecho las tres variantes en tres momentos diferentes.

El Maestro Tabárez dispuso que Rodríguez entrara por Luis Suarez a los 69′. Y Nuñez sentenció el partido con un remate fuerte, esquinado, desde muy lejos, que se metió junto al palo derecho de Ospina y dejó el partido 0-3 cuando estábamos en los 72′ de juego.

Y ya no hubo tiempo para más, porque el gol liquidó el espíritu de Colombia. El local sintió ese tanto como una mano de knock out. A los 77′, Arambarri entró por Cavani, quien había quedado como delantero cuando salió Suárez y ahora Nuñez pasaba a ser el hombre de punta.

Uruguay se sintió cómodo y seguro. Colombia fue una mezcla de desaliento, nervios y algún golpe fuera de lugar como el que le costó la segunda amarilla a Yerry Mina y su expulsión a los 88′ del partido. A los 90+2′ Neves entró por Bentancur.

Fue una tarde oscura para Colombia. Deslucida, pobre y con mucha impotencia. Para Uruguay, tres puntos de oro en el camino a la Copa del Mundo. Se preveía un partido duro, difícil y equilibrado; la “Celeste”, esta vez de blanco, lo hizo suyo con solvencia, inteligencia y eficacia.

Hernán O’Donnell