Argentinos tuvo decisión y se ganó el derecho a soñar con la final

La Copa Maradona de la Liga Profesional de Fútbol empezó sus jornadas decisivas. Se abrió la segunda fecha de las zonas “Campeonato”, y por el grupo “A”, Arsenal recibió a Argentinos Juniors en el Estadio “Julio Humberto Grondona”, en una noche cálida de Diciembre, cerca de las fiestas de fin de año y con la promesa de buen fútbol. Y con la “obligación” de ambos de buscar los tres puntos, para darle sustento al sueño de la clasificación al partido final.

Por eso aguardábamos un partido interesante; por la ambición de ambos. Dos conjuntos que están muy bien trabajados, preparados, que saben lo que quieren dentro del campo y que están convencidos de lo que tienen que hacer. Y ese es un ítem muy importante. La convicción. Para un equipo, para cada jugador de manera individual. Estar convencido es la primera premisa para salir al campo de juego.

Argentinos saliò decidido. Con Hauche como centro atacante, picante y potente. Edwar Lòpez por derecha y Nicolás Silva por izquierda, este último muy movedizo y hábil para desequilibrar.

A los 2′ tuvo la primera llegada con hache, a los 4′ volviò a avisar. Arsenal no podía sostener los ataques de la visita, le costaba ordenarse y se veía sorprendido. Recién a los 11′ llegó con un ataque de Albertengo, pero Argentinos era más.

Era más en cuanto a la capacidad de daño. Se lo veía más fuerte, más incisivo. Dominaba el medio porque Vera, Moyano e Ibarra lograban imponerse a la lucha solitaria de Méndez. Antilef y Soraire no podían acompañar al volante central y entonces la visita prevalecía en el centro del campo. Para colmo se lastimó Ignacio Gariglio y debió dejar su lugar a los 23′. Entró Julián Navas, se ubicó de lateral derecho y Mateo Carabajal pasó como primer zaguero central, en tanto Fabio Pereyra se corrió de “6”.

A los 41′ tuvo su chance el local. Una pelota perdida de modo ingenuo en la mitad de la cancha, Soraire que aprovecha el obsequio y metiò un pase largo para Albertengo, que djò solo a Candia, pero su disparo cruzado rozó el palo derecho de Lucas Chávez. Arsenal no podía aprovechar su chance y Argentinos no lo perdonó, porque apenas tuvo otra, facturó. A los 43′ Sandoval se fue por derecha, combinó con Ibarra, el centro preciso y Hauche aprovechò para entrar por el área chica y marcar el 0-1 para el equipo de La Paternal.

Rondina entendió que le hacía falta más futbol, y para el comienzo del segundo tiempo dispuso que Alan Ruiz ingresara por Soraire. Se hizo más ofensivo Arsenal, el encuentro creció en intensidad y se armó una linda batalla en el centro del campo. El encuentro se hizo disputado, luchado. Tuvo poco fútbol, pero ganó en emociones.

Arsenal sentía que podía emparejarlo, pero para eso debía modificar más el medio campo. Y así llegaron otras variantes. A los 65′ L. Picco ingresó por Emiliano Mendez y F. Kruspzky entró por Mateo Carabajal; se reacomodó el medio y también la defensa que volvió a tener en Pereyra y Suso la zaga central.

Argentinos entendió que el partido era otro y si bien tuvo una chance clara con Edwar López que Suso alcanzó a trabar con lo justo, el equipo de Dabove se puso el overol y le respondió con batalla a la propuesta local.

Y Arsenal tuvo una inmensa posibilidad cuando Nicolás Castro desbordó por izquierda y el cabezazo de Candia pegó en el palo derecho de Cháves.

Después se lesionó Alan Ruiz y Pons entró por él cuando ya iban 78′ y Arsenal no podía doblegar la voluntad de Argentinos. Dabove ahí empezó a meter mano. A los 79′ M. Coronel ingresó por Edwar Lopez y G. Florentin reemplazó al “Demonio” Hauche; salían dos hombres im portantes, que habían hecho un gran desgaste.

Dejó correr un poco el juego, que a esa altura ya era una batalla táctica y física en la mitad del campo, y el DT de la visita realizó otras dos variantes: a los 85′ F. Mater entró por Franco Moyano y J. Pucheta ingresó por Nicolás Silva, la figura de la noche.

No tuvo más Arsenal, al margen de su voluntad, su esfuerzo y su vergüenza deportiva. Intentó hasta el último minuto, forzó un cambio más del rival, el de Mac Allister por Ibarra para terminar con cinco defensores. No pudo. Enfrente tuvo un rival que tuvo decisión para jugar el partido y realizó méritos para ganarlo, porque Argentinos Juniors fue audaz, ofensivo, ordenado y equilibrado. Fue más a lo largo del encuentro y se ganó el derecho a soñar.

Hernán O’Donnell