…Y feliz domingo para todos!

Una jornada larga de sol, que comenzó con la dura caída de “Pico” Mónaco, en un partido desigual ante un Tsonga que jugó como el número 8 del mundo: arrancó con su saque, luego quebró y se adelantó 3-0. A partir de allí armó un festival de tenis, con variantes, solidez y un potente drive. Casi sin errores, el visitante marcó un total de 6-3, 6-3 y 6-0, y colocó la serie igualada en 2 puntos para cada equipo.

El día había arrancado complicado...
El día había arrancado complicado…

Pico puso todo. Pero se topó con un rival estupendo, que mostró su gran nivel y hasta declaró, en la conferencia posterior, que el juego del tandilense le calzaba justo para su juego.

Mónaco no puso excusas; aceptó la derrota y la superioridad del adversario.

Y Charly Berlocq tuvo que ponerse el equipo al hombro, salir a la cancha y jugarselá para intentar llevarse el punto en el partido definitivo. Nada fácil, pero con el apoyo constante de la gente que fue en buen número al Estadio Mary Terán de Weiss, sacó toda su garra para lucharle el partido a un jugador interesante como Gilles Simón.

Berlocq construyó su hazaña
Berlocq construyó su hazaña

Confió en su tenis. Jugó su propia final. Y logró “el triunfo más importante de mi vida”, como señaló en la conferencia de prensa. Charly llegó a la primera manga por 6-4 y sintió que podía.

No se rindió el francés; impuso su juego, ganó el segundo set por 7-5 y prometió un partido largo. Sin embargo, Berlocq mantuvo su habitual fortaleza mental y su juego potente de base mezclado con los drops que tanto le gusta ejecutar en los partidos.

Conquistó el tercero por 6-4 y avanzó muy rápido en el cuarto set: en un suspiro se puso 5-2 arriba y la cercanía de la victoria con el 15-40. Pero el saque de Simón funcionó y levantó dos match points. Tuvo otra chance en ese game, y sin embargo tampoco pudo definirlo: El francés se quedó con el juego, achicó a 5-3 y mantenía la esperanza. Además logró quebrar el saque del argentino y llegó al 5-4, descanso y a tratar de emparejar con su servicio.

Tres errores consecutivos lo dejaron 0-40. Berlocq, otra vez con triple match point a favor. Sin embargo, dos aciertos consecutivos del visitante achicó el resultado a 30-40 y los fantasmas asomaron otra vez…Sin embargo, en un juego donde los errores ajenos, a veces, tienen tanta o más importancia que los aciertos propios, un derecha cruzada de Gilles Simón se fue ancha y el estadio se conmovió mientras Berlocq desahogaba su angustia y destrozaba su remera en clara señal de festejo que contenía una gran angustia.

Final de brazos en alto
Final de brazos en alto

El error final de Simón desató la locura general: Un festejo alocado de Berlocq, el abrazo conmovedor de Mónaco, la alegría de todos, las rondas y el champagne, el agradecimiento de Jaite a “sus cabrones”, la salida de la cancha todos juntos y abrazados…

El sol salió el fin de semana en Buenos Aires. Acompañó el esfuerzo del equipo argentino. Alumbró la esperanza, iluminó el camino de todos, para que el esfuerzo mancomunado se tradujera en una victoria que se preveía difícil, para muchos inesperada.

El sueño de la Copa Davis sigue encendido. Esa “ensaladera” que ha tenido tantas “ensaladas” de escándalos y controversias en la historia tenística argentina que incluyeron peleas, rumores, desencuentros, otra vez está cerquita. Se llegó a semifinales. Por tercer año consecutivo. Por el esfuerzo de un grupo de muchachos muy unido y un capitán sensible, trabajador y muy sagaz. Y lo que pocos imaginaban sucedió: sortearon dos series que parecían muy desfavorables.

Por eso la ilusión sigue en pie. Y en septiembre se escribirá otro capítulo en Praga, ante la temible República Checa. Pero estos muchachos nos regalaron dos series victoriosas cuando muy pocos lo imaginaban. Por eso, aún es tiempo de crecer. Aún es tiempo de soñar.

VLUU L200  / Samsung L200

 

Hernán O’Donnell