Una fría noche en Nueva Jersey

Avanzó el frío con el correr de los minutos…La Argentina no podía afirmarse en ese primer tiempo. Costaba encontrar el ritmo futbolístico, se repetían errores, los laterales sufrían (sobre todo por el lado de Roncaglia; Orban se mostró más firme), en el medio no alcanzaba con los destellos de Alvarez y sólo la movilidad de Lavezzi y la enorme jerarquía de Gonzalo Higuaín le daban presencia al equipo.

Ecuador lucía más armado. Tenía más creatividad, más solidez defensiva, mostraba proyección en los laterales y la potencia ofensiva de Caicedo y Jefferson Moreno. Y sumaba a Ayoví y Valencia, Le alcanzaba para dominar el primer tiempo, generar más llegadas y hasta un tiro en el palo…

Argentina no hacía pie en defensa. Desbordado Roncaglia, con algunas dudas Garay, lo mejor resultó el arquero Sergio Romero quien se mostró seguro y confiable en varias intervenciones…

sabella IISabella debía encontrar soluciones en el banco…Y buscó y encontró: Salió más decidido el seleccionado en el segundo tiempo. Fue más ofensivo, más punzante, más profundo. Volcó el desarrollo a su favor. Y tuvo algunas situaciones, una entrada franca de Higuaín, un desborde de Lavezzi, un buen remate de Angel Di María…

Luego, los cambios. Ingresaron Agüero y Zabaleta. Después, Lucas Biglia. Más tarde, Rodrigo Palacio. Sobre el cierre, Maxi Rodríguez. Tantas variantes, desdibujan a un equipo. Es, lo decimos siempre, como ir deshilachando una idea. Sin embargo, en este caso, hay que reconocer que el equipo creció con los cambios. Que aumentó el volumen de juego. Que tuvo más profundidad con Palacio. Y que Maxi Rodríguez estrelló un remate en el palo.

Argentina y Ecuador igualaron 0 a 0. Al cabo, fue justo: un tiempo para cada uno. Pero deberán trabajar para mejorar, levantar el 0 (como nos decían en el Colegio…), y hacer más cálidas noche de fútbol como ésta, donde el frío de Nueva Jersey congeló las mejores intenciones.

 

Hernán O’Donnell