Milan Campeón: se despertó el gigante dormido

Pasaron más de diez años. Desde aquella temporada 2010/11, cuando había sido el último grito, el Milan volvió a celebrar un título de la Serie “A” italiana. Y entre uno y otro equipo, un jugador espléndido, brillante, fundamental: Zlatan Ibrahimovic, una estrella indiscutible del fútbol mundial, uno de esos talentos que trascienden épocas y fronteras. Un futbolista de enorme jerarquía, exquisita técnica y firme temperamento.

El Milan volvió a gritar campeón, volvió a sacudir a Italia, tras años de dominio de la Juventus y del Internazionale. El “Rossonero” anunció su vuelta desde hace un buen tiempo. está reflejado en estas páginas, donde hicimos mención a ese despertar de un equipo que, de la mano de Stéfano Pioli, recuperó la memoria del buen gusto por el juego. Hizo un excelente 2020, reflejado en un artículo de diciembre de aquel año, http://www.universo-deportivo.com.ar/?p=10635 en el que hacíamos mención a ese hermoso revivir.

Un equipo que supo sobrellevar la ausencia de Simon Kjaer en los últimos meses, tras una operación de rodilla. Que tuvo que reemplazar a un hombre importante en el 2020/21, como Calhanoglu; que supo acomodarse a tener menos tiempo a Zlatan en el campo. Que contó con varias figuras importantes y soportó con entereza la arremetida de Internazionale en las últimas fechas. Que no claudicó.

El encuentro ante Sassuolo, en la última fecha, coronó un campeonato brillante. El 0-3 en calidad de visitante fue la frutilla del postre. Abrió la cuenta con un golazo de Olivier Giroud, un delantero formidable, de una trayectoria admirable, lleno de conquistas y títulos: goleador en la Liga de Francia y campeón con Montpellier en la temporada 2011/12; campeón con el Arsenal de Londres en tres oportunidades de la FA Cup y de la Community Shield; campeón con el Chelsea de la FA Cup, de la Europa league y de la Champions League…y, por supuesto, Campeón Mundial de la FIFA-Rusia 2018 con su seleccionado de Francia. Impresionante.

Volvió a convertir Giroud y el tercero lo hizo Franck Kessie, otro jugador fundamental en la estructura del equipo. El hombre nacido en Costa de Marfil ya tiene muchos años en el Calcio italiano y es, desde hace varias temporadas el eje fundamental de la mitad de la cancha. Puede estar acompañado por Tonalli, de excelente temporada, por Bennacer, o por Bakayoko, pero más allá de la compañía, Kessie es irreemplazable. Jugó 31 partidos de los 38 de esta Liga, y en la temporada anterior, la 20/21, jugó 37 de las 38 fechas.

El arquero Mike Maignan llegó de Francia con la responsabilidad de reemplazar a un histórico como Gigi Donnarumma, nada menos. Con los antecedentes de haber sido campeón de la Ligue 1 francesa con el París Saint Germain y el Lille, Maignan no defraudó. Supo defender la valla y logró su tercer título de Liga con tres camisetas diferentes.

Pierre Kalulu Kyatengwa tuvo la misión de reemplazar a Simon Kjaer. Junto a  Fikayo Tomori formaron una dupla rápida y sólida. Con la responsabilidad de ocupar un lugar de históricos, pues allí, además del danés Kjaer, era común ver a jugadores como Alessio Romagnoli y Matteo Gabbia, históricos de la escuadra.

Theo Hernández es, desde hace unos años, uno de los tres mejores laterales izquierdos del mundo. Junto a Robertson, Angeliño, en un momento Alhonso Davies, y algún lateral que el lector quiera agregar. pero en opinión de este comentarista, Hernández está en el podio. Tal vez, en el escalón más alto.

Tan importantes como las figuras destacadas fueron el español Brahim Díaz, el defensor Davide Calabria, el “heredero” Daniel Maldini, Ante Rebic, el incansable Sandro Tonalli, Junior Messias, Samu Castillejo, y todos los que sumaron su esfuerzo, su grano de arena.

Y todo sostenido por el espíritu lúdico de Stéfano Pioli, su entrenador. Un hombre que llegó con todas sus ilusiones, sus sueños y sus esperanzas. Que no renunció a sus ideas, aunque en un momento su puesto pudo haber tambaleado y hasta aparecieron rumores de que sería reemplazado. Pero él no cambió. Logró la clasificación a la Europa League tras la temporada 2019/20. Al año siguiente, fue Subcampeón de la Serie “A”, con un primer semestre excepcional, para ser uno de los equipos del año calendario 2020 más destacados. Y en la tercera oportunidad, se llevó la Liga.

En medio de los festejos, le arrebataron la medalla de Campeón. Una pena que le dolió hasta el alma, aunque la Liga anunció que se la repondrá. pero lo que Stéfano sabe es que aunque le quiten una medalla del cuello, nunca podrán robarle los sueños del alma. Esos los tiene a buen resguardo.

Hernán O’Donnell