En una noche con pocas luces, el penal agónico iluminó a Italia

Un choque de potencias. El segundo turno de los octavos de final de la Copa mundial Sub 20 de la FIFA-Argentina 2023, en la Ciudad de La Plata, nos ofreció un verdadero clásico del fútbol mundial, un partido de esos que paralizan a Europa, y si se paraliza el “viejo mundo”, todo el planeta también está en modo de alerta futbolero.

Inglaterra e Italia, dos selecciones de una historia rica, grande, gloriosa. Dos Campeones del Mundo en mayores, dos equipos que quieren hacer las cosas bien en este torneo juvenil. Y que llegaban cargados de buenos antecedentes en la primera ronda.

El equipo británico comenzó con Matthew Cox; Bashir Humphreys, Jarell Quansah y Ronnie Edwards; Brooke Norton-Cuffy, Alex Scott, Carney Chukwuemeka, Harvey Vale; Alfie Devine, Dane Scarlett, y Mateo Joseph.

El equipo italiano formó con Sebastiano Desplanches; Ricardo Turicchia, Mattia Zanotti Gabriele Guarino y Alessandro Fontanarosa; Cesare Casadei, Mateo Prati, y Giacomo Faticanti; Tomasso Baldanzi; Giusseppe Ambrosino y Francesco Espósito.

El comienzo fue interesante, abierto. De ida y vuelta. A los 7′ abrió el marcador Italia, con una entrada libre y franca de Tomasso Baldanzi por el medio, un disparo abierto, al palo izquierdo de Matthew Cox, quien no llegó a tapar el tiro a pesar de su esfuerzo, y el encuentro se puso 0-1 a favor de Italia.

Entonces, se soltó Inglaterra. Adelantó líneas y empezó a generar peligro. A los 9′ llegó Mateo Joseph por derecha, y sacó un tiro bajo y peligroso, que controló el arquero italiano. A los 14′, tras un tiro de esquina, Quansah cabeceó apenas alto. Alfie Divine estrelló un disparo en el travesaño cuando iban 15′ de juego. Apuraba Inglaterra, e Italia apenas encontró aire en una jugada de Baldanzi, que entró en diagonal y sacó un remate que Cox contuvo abajo.

Pero era el conjunto británico el que dominaba, y a los 23′ Devine puso el 1-1, tras una entrada por el medio y un toque directo a la red.

Inglaterra sumó otra llegada clara por derecha, a través de Norton-Cuffy, quien sacó un centro bajo y Turicchia desvió al corner, cuando iban 31′.

Después, el partido se apagó. Los dos equipos se replegaron, buscaron asegurar su zona defensiva, y tomar muchos recaudos. Y el juego se hizo más chato, más cauteloso, con menos riesgos y sorpresas.

Crédito: @Azzurri

En el segundo tiempo, Italia salió con un poco más de decisión. Emparejó lo que había hecho su rival en los últimos treinta minutos de la etapa inicial, pero el juego no se encendió. Prevalecía el equipo de Carmine Nunziata sin generar demasiado peligro.

Ian Foster decidió, a los 62′, hacer dos variantes en Inglaterra: Daniel Oyegoke entró por Norton-Cuffy, mientras que Darko Gyabi reemplazó a Mateo Joseph. En los “Azzurri”, Daniele Montevago ingresó por Ambrosino, cuando iban 73′ de juego.

Y poco hubo hasta el cierre, porque los dos equipos se medían, se estudiaban, pero no se animaban a soltar amarras. Como esos pugilistas que se van en amagues, pero en donde ninguno da el paso al frente necesario.

Sin embargo, a los 85′ el VAR advirtió al árbitro brasileño Ramón Abatti que había una situación de mano de Quansah en el área inglesa. Para nosotros no era plausible de ser sancionada, pero Abatti entendió que era infracción y llegó el penal Césare Casadei, a los 86′ de juego, trasnformó en el 1-2 para Italia.

Los once minutos adicionales no modificaron el desarrollo futbolístico, más allá de la emoción y la incertidumbre por el resultado final. A los 90+1′ Filippo Fiumano entró por Espósito, y Samuel Giovane ingresó en lugar del muy aplaudido Baldanzi.

Foster usó las dos ventanas de cambios que le quedaban, y a los 90+6′ Liam Delap reemplazó a J. Quansah, mientras que a los 90+8′ Callum Doyle entró por Humphreys, y Samuel Edozie ingresó por Harvey Vale.

Se le había agotado el tiempo a Inglaterra. En una noche apagada, donde ninguno quiso arriesgar, donde predominó la cautela, donde se miraron de reojo, Italia encontró un camino cuando todos los senderos parecían clausurados.

Hernán O’Donnell