Milán logró una victoria por la que no debió sufrir tanto

Milán venció a Roma en el Estadio Olímpico de la capital italiana, en un partido en el que fue amplio dominador mientras estuvieron once contra once. Durante una hora tuvo el control del juego, generó las mejores llegadas, convirtió los goles y casi no sufrió en su área. Con la expulsión de Tomori, a los 60′, el partido se modificó y el equipo de Stéfano Pioli terminó apretado contra su arco y con el triunfo en riesgo. Pero ganó, y alcanzó, por unas horas, la punta en la tabla de posiciones de la Serie “A” italiana.

El equipo local formó con Rui Patricio, Mancini, Smalling y Diego Llorente; Mehmet Zeki Çelik, Bryan Cristante, Leandro Paredes, Houssem Aouar y Nicola Zalewski; Andrea Belotti y Stephan El Shaarawy.

El conjunto de Milán comenzó con Mike Maignan; Davide Calabria, Malick Thiaw, Fikayo Tomori y Theo Hernández; Ruben Loftus-Cheek, Rade Krunic y Tijjani Reijnders; Christian Pulisic, Olivier Giroud, y Rafael Leao.

Apenas comenzó, la visita tomó la iniciativa. Y enseguida se puso en ventaja. Iban 8′ cuando le cometieron una falta a Loftus-Cheek, advertida por el VAR, y el penal lo convirtió Olivier Giroud, para poner el partido 0-1 a favor de Milan.

La Roma empezó a salir con el golpe, pero no podía progresar más allá de tres cuartos de cancha. Era buena la tarea de la defensa visitante en la recuperación, y Loftus-Cheek le aportaba mucha dinámica a la salida por derecha, sumado a la participación activa de los tres delanteros, Pulisic, Giroud y Leao.

A los 21′ un centro de Theo Hernández desde la izquierda, fue bien aprovechado por la entrada decidida de Pulisic, y el arquero local sacó el tiro al corner.

Se le sumaban problemas a la Roma, y a los 30′ debió dejar el campo, lesionado, el francés Aouar. En su reemplazo, ingresó Lorenzo Pellegrini.

Milan era mejor. Cerró la primera parte con una clara superioridad, y comenzó el complemento de la misma manera.

Iban 47′ cuando llegó el segundo gol. Un centro de Davide Calabria desde la derecha, y Rafael Leao, en una extraordinaria maniobra de tijera, le cambió el palo a Rui Patricio, y puso el encuentro 0-2 a favor de Milan.

Creció la visita, y en cada contragolpe avisaba que podía aumentar. A los 50′ se fue por izquierda Theo Hernández, tocó al medio para Rafael Leao, este cedió a Loftus-Cheek y su remate pegó en un defens or local, para irse al corner.

Todo cambió al cumplirse una hora de juego. Iban 60′ y fue expulsado el defensor visitante, Fikayo Tomori, por doble amonestación. Y ahí cambió el desarrollo del juego.

Pioli determinó un cambio para volver a acomodar a la defensa. Pierre Kalulu Kyatengwa ingresó por Loftus-Cheek, cuando iban 64′ de juego. Perdió un hombre valioso en el medio, y la Roma se hizo del balón y del dominio del juego.

Llegó, a los 68′, con un tiro de El Shaarawy, que controló el arquero de la visita. Milan debía recomponerse aún más, y a los 69′ vino la segunda variante en el equipo. Tommaso Pobega reemplazó a Olivier Giroud.

José Mourinho, entrenador del local, dispuso tres modificaciones, cuando iban 70′ de juego: Leonardo Spinazzola entró por M.Z. Celik; Romelu Lukaku ingresó por S. El Shaarawy, y Edoardo Bove reemplazó al volante argentino Leandro Paredes.

El debut de Lukaku llenó de entusiasmo al público local. Y ni bien entró, a los 71′, sacó un disparo fuerte que salió apenas arriba del travesaño.

Stéfano Pioli intentó contener el avance local y realizó otras dos variantes, a los 76′ de juego. Samuel Chukwueze entró por Christian Pulisic, y Noah Okafor ingresó en lugar de Rafael Leão.

Mourinho hizo el quinto y último cambio en la Roma cuando iban 78′. Riccardo Pagano entró en reemplazo de Gianluca Mancini.

El final fue del local. A los 80′ un disparo de Spinazzola pasó apenas alto. Atacaba el local y la visita aguantaba. Un hombre más era mucha diferencia en un juego tan pensado.

Y a los 90+2′ Leonardo Spinazzola se fue por izquierda, cruzó el remate, que además se desvió en una pierna, y marcó el tanto de la Roma, para achicar la desventaja a 1-2, siempre con Milan adelante.

El fervor creció en las tribunas y una salida apurada de Maignan casi termina en un susto mayúsculo del equipo de Pioli, cuando iban 90+4′.

Pero zafó del vendaval, y se abrazó a la victoria. Milan había hecho muchos méritos para llevarse el triunfo, pero la expulsión de Tomori lo condicionó y lo llevó a sufrir hasta el final.

Hernán O’Donnell