Gremio hizo valer su jerarquía y es el primer semifinalista de la CONMEBOL Libertadores

Fue un partido intenso, cambiante, con mucho en juego y con dos equipos con potencial, dos equipos que hicieron una gran Copa CONMEBOL LIbertadores y que uno sólo iba a tener la chance de pasar a las semifinales. Gremio hizo valer su jerarquía y se llevó la clasificación en calidad de visitante; el local, Palmeiras, hizo un muy buen torneo, con una derrota en Buenos Aires ante San Lorenzo y una gran cantidad de victorias, incluída la última en Porto Alegre por 0-1, pero que no le alcanzó pues la derrota que sufrió como local 1-2 lo dejó afuera, pues Gremio marcó más goles de visitante.

En el comienzo fue mejor el local. Tuvo en Luan y Gómez firmeza defensiva, Bruno Henrique condujo en la mitad y se hizo potente a través de Dudú y Luiz Adriano. A los 4′ tuvo una llegada clara, Luiz Adriano entró sólo por derecha y remató muy cerca del arco de Gremio, pero Paulo Víctor la supo desviar. A los 12´un desborde de Dudú buscaba la entrada clara de Willian, pero Leo Gomes pudo sacarla al corner; y del tiro de esquina vino la apertura del marcador: centro de Dudú, cabezazo de Gustavo Gómez adentro del área, el arquero que despeja corto y el rebote lo toma Luiz Adriano para abrir el marcador: 1 a 0 a los 13′.

Palmeiras jugaba mejor y lo reflejaba en el marcador. Se ponía en ventaja, y el global era más amplio. Parecía su noche, pero Gremio no se rindió. Y muy pronto llegó a la igualdad: Centro de Alisson, la aparición de Everton por izquierda y el remate que se mete para señalar el 1 a 1 cuando se jugaban 18′. El enorme festejo en el banco de suplentes mostraba el optimismo del conjunto de Porto Alegre; le bastaba un gol más para conseguir el boleto a las semifinales.

Y las emociones no se detendrían allí. Gremio fue a la caza del premio mayor, a la búsqueda de ese gol que le diera la ventaja necesaria.

Llegó una maniobra individual de Everton, sorteó a dos jugadores, entró al área y cuando le salía el arquero Weverton remató muy encima de él. Lógico, el balón rebotó en el pecho del arquero, y entonces apareció Alisson para convertir el 1-2 cuando se jugaban 22′ del primer tiempo.

En 10 minutos se calentó el ambiente. Todo quedó sintetizado en ese lapso: el dominio inicial de Palmeiras, el gol que le daba una ventaja más amplia por lo conseguido en el encuentro de ida, la reacción de Gremio, el espíritu que transmitía Renato Gaúcho desde el banco, la aparición de Everton para tranquilizar al visitante, su maniobra individual que llevó al segundo gol…

La síntesis del partido, en ese lapso. En ese rato. El partido había tomado un vuelco impensado, pero no cesó el ímpetu y la búsqueda de los equipos. Palmeiras salió con decisión, los minutos pasaban y la clasificación se escapaba. A los 42′ tuvo una llegada franca y el remate de Willian se estrelló en el poste derecho de Paulo Víctor.

A los 43′ un centro envenenado de Dudú lo sobró al arquero y Willian no pudo conectar con el arco despejado; su tiro se desvió por muy poquito.

Lo mismo pasó en el segundo tiempo: Palmeiras insistió y estuvo cerca con un tiro de Dudú a los 51′. Pero el equipo de Scolari se empezó a desdibujar y creció la visita. Una llegada clara a los 71′ de Jean Pierre que Weverton mandó al corner, otra de Everton a los 79′.

El partido se consumía y Gremio dejaba una mejor imagen. Pepé tuvo un lindo tiro a los 89′ para cerrar la noche y el disparo se elevó apenitas. Y cuando se jugaban 90+3′, el árbitro Néstor Pitana tuvo que revisar en el VAR una jugada dudosa: parecía mano de un defensor de Gremio en el área, pero no era tal; la pelota se desviaba tras pegar en la espalda del delantero de Palmeiras. Correcto el juez en no sancionar penal.

Gremio hizo pesar la historia y la jerarquía actual. Un equipo que ha levantado tres veces la Copa Libertadores de América, que llegó a dos finales más, que hace tres años es permanente animador de los torneos internacionales, otra vez golpeó duro y se metió en la lucha definitiva por la Copa más amada.


Hernán O’Donnell