Portland Timbers fue el mejor y es un merecido campeón

Fue el más práctico, el más sólido, el más inteligente y el de mejor juego. Supo trabajar cada partido, atacar y defenderse, contó con dos jugadores desequilibrantes como Sebastián Blanco y Diego Valeri, y tuvo el acompañamiento preciso del resto del plantel. Portland Timbers fue el mejor y es un merecido campeón.

Cuando se organizó este torneo, MLS is Back!, con formato de Copa del Mundo, zonas, clasificados, y partidos de play off, decìamos que Orlando City podìa ser un candidato. No tanto por la jerarquía e historia acumulada de un Columbus Crew o el propio Portland Timbers, pero sí por algunos factores que podían pesar en el desarrollo del torneo. La localía, como principal argumento. No porque hubiera peso de su hinchada, de hecho se sabía que se jugaba sin público, pero sí porque no debía viajar ni trasladarse y el clima, la humedad, el calor y las lluvias están más habituadas para este equipo.

También por lo que puede influir su DT, el colombiano Oscar Pareja, hombre de experiencia y conocimientos de este juego. Un hombre que se formó en las divisiones menores de Atlético Nacional de Medellín, que hizo su debut en el DIM, Deportivo Independiente Medellín, que luego jugó en Deportivo Cali y más tarde se integró al fútbol de Estados Unidos, donde jugó en New England Revolution y luego en Dallas FC.

Empezó su carrera hace 14 años como asistente de Dallas, pasó por sub 17 de Estados Unidos y ya como entrenador principal dirigió en la MLS a Colorado Rapids, Dallas, FC, Tijuana en México y este año se hizo cargo de Orlando City. Conoce el fútbol y también la Liga. Combo perfecto.

Y cuenta con varios jugadores de experiencia y calidad, como el arquero de la selección peruana, Pedro Gallese, subcampeón de América en Brasil 2019 y Nani, una figura de Portugal que tuvo brillo en el Manchester United.

Orlando City tenía varias cartas en la manga y llegó a la final tras ganarle el clásico a Inter Miami por 2-1 en su debut del Grupo “A”; luego derrotó a New York City FC por 3 a 1 y en la última jornada del grupo igualó 1 a 1 con Philadelphia Union.

Ya en octavos le ganó a Montreal por 1 a 0; en cuartos estuvo al borde del knock out contra Los Angeles FC, ya que perdía 0-1 y llegó al empate con un gol de Braganca a los 89′ de juego, para ganar por penales por 5-4.

La semifinal se la ganó a Minnesota, un equipo que era candidato, en una noche brillante de Nani, que con dos goles ayudó a la victoria final por 3 a 1.

Porland Timbers llegaba con mayores pergaminos y antecedentes. Un equipo que había mostrado alto nivel de juego en muchos momentos, que se había lucido en varios partidos y que hacía gal de su candidatura desde el principio.

Debutó con una victoria ante Los Angeles Galaxy por 2 a 1. Después le ganó a Houston Dynamo también 2 a 1 y cerró con un empate ante Los Angeles FC por 2 a 2.

En octavos pasó a Cincinnati por penales 4 a 2, tras igualar 1-1 en los 90′ reglamentarios, en un partido que debió ganar sin problemas. En cuartos de final remontó una desventaja ante New York FC para ganar al final 3 a 1. Ya se veía el brillo y la contundencia del equipo. Y en semifinales pasó a Philadelphia por 2 a 1 en un ecnuentro que debió liquidar mucho antes, pero el descuento final del rival lo llevó a pasar unos 5′ finales de angustia y zozobra.

Así llegaron los dos a la gran final del torneo.

Sorprendió Orlando en el inicio. Porque salió muy convencido a buscar el partido con Ruan bien adelantado por el lateral derecho, con Rosell y Mendez parados por encima de la mitad de la cancha, Mueller, Pereyra y Nani para la creación y Akindele como delantero centro.

Portland esperaba en su campo, se ordenaba de la mitad hacia trás y buscaba a Sebastián Blanco para que a partir de su velocidad se aremn los contraataques.

Y en medio del dominio de Orlando City, llegó el gol de Portland. Tiro libre ejecutado por Diego Valeri con suma precisión, la marca distraída de Orlando y el zaguero Mabiala que aprovecha la duda de Gallese y convierte de cabeza el 1 a 0 a los 27′ de juego.

Pero Orlando no se iba a quedar. Salió con la misma convicción, la misma predisposición ofensiva. Y tuvo su premio antes de concluir el primer período cuando Nani desbordó por izquierda, llegó el centro al medio y el uruguayo Mauricio Pereyra aprovechó para marcar el 1 a 1 a los 39′ del encuentro.

En el complemento Portland cambió la táctica. Fue más agresivo, se adelantó en el terreno y empezó a apretar contra el arco de Gallese. El arquero peruano sacó al córner un tremendo tiro libre de Valeri a los 63’. Del córner, una doble tapada del arquero de Orlando, hasta que el remate de Blanco volvió a desviarse al córner. Y de ese tiro de esquina, a los 65’, tras un tiro de Chiara, un rebote y el gol de Portland para llegar al 2-1.

El equipo volvía a adelantarse en el marcador. Timbers se sentía cómodo y lo llevaban al juego que más le gusta y más cómodo se siente.

Se armó otra vez en su campo, paró a los lanzadores cerca de la mitad y se preparó para salir con velocidad. Orlando era la habilidad de Nani y el empuje del resto. Cuando salió Blanco y más tarde Valeri, Timbers resignó espíritu y picardía pero sumó gente en defensa.

Le quedó una chance a Orlando tras un tiro libre a los 90+1’ cuando Antonio Carlos recibió un balón en el área pero le entró muy abajo y su remate se fue alto.
Portland se aferró a la diferencia y al final celebró el campeonato. Fue el mejor equipo, el más inteligente y el que mejor supo resolver cada partido.
Con la notable influencia de Blanco y Valeri? Portland Timbers gritó Campeón.


Hernán O’Donnell