Un punto que suma

El gran desafío era jugar sin Leo Messi, tener un partido bravo, serio, por los puntos ante un rival calificado como Colombia y poder afrontarlo sin el as de espadas.

¿Como respondería el equipo? ¿Como se “plantaría”? ¿Como jugaría, cual sería su fortaleza anímica?

Todas esas preguntas encontraron una rápida respuesta, a partir de la convicción que tuvo el conjunto para afrontar este duro examen. la Argentina salió decidida, con un Angel Di María con las luces encendidas, veloz y picante. Un Lucas Biglia que se disfrazó de “Gago” y la potencia de Gonzalo Higuaín para preocupar en cada intervención. Argentina tuvo 20 minutos muy buenos, de dominio territorial, con intensidad en el juego y firmeza en la defensa, sostenida en la gran labor de Federico Fernández.

Argentina igualó ante Colombia
Argentina igualó ante Colombia

Después llegaron las expulsiones, injustas y apresuradas de Zapata e Higuaín. Tal como analizó luego del partido Alejandro Sabella, allí cambió el desarrollo y la Argentina perdió un hombre que preocupaba en ataque, lo cual generó una pérdida en la línea de juego. Colombia sufrió menos, se acomodó mejor a esa coyuntura. Enseguida se lesionó James Rodríguez e ingresó Cuadrado que tuvo una gran actuación.

Le costó al elenco nacional. Perdió profundidad en sus avances, y mientras Agüero chocaba con Mario Yepes, Di María cambiaba de banda y se diluía en el juego, mientras Walter Montillo se preocupaba más por las trepadas de Zúñiga que por crear en ataque.

Y con el comienzo del segundo tiempo se profundizaron las intenciones: ingresó Luis Perea para rearmar la línea de cuatro, se solidificó el visitante en defensa y a los 11 minutos el técnico de la albiceleste echó mano a la carta ganadora: Messi, por Montillo, a la cancha.

No pudieron quebrar el cero...
No pudieron quebrar el cero…

Se levantó la gente, se encendieron los cantos y creció el entusiasmo. Messi provoca con dos amagues, un giro, un pique, que la gente enseguida sienta que algo bueno está por pasar. Sucede en el Monumental y en Barcelona.

Tuvo varias aproximaciones la Argentina, pero chocó contra la buena noche de Ospina. Un tiro de lejos de Mascherano fue una posibilidad, pero que también revela la falta de oportunidades por generación de juego. Colombia colocó a Mejía para “seguir de cerca a Messi”, según declaró el entrenador José Pekerman, y declaró todo su plan. No tuvo más porque la noche de Jackson Martínez y Radamel Falcao fue opaca.

Le queda a la Argentina la tranquilidad de haber jugado un buen partido, de haber respondido en el aspecto físico, futbolístico y anímico sin la presencia de su máxima estrella. Tuvo muchas virtudes, y cosas para rescatar. Hizo un buen partido cuando los ojos los tenía más encima que nunca. Y además, enfrente estaba Colombia, un rival siempre complicado para el seleccionado nacional.

Por todo lo que se habló, por lo que significó jugar más de un tiempo sin Messi, por el adversario, y todas las situaciones que presentó el partido, el punto suma, no tenga ninguna duda.

 

Hernán O’Donnell