Argentina hizo lío en Italia

Un partido homenaje a Francisco, el Papa que llegó desde el sur para conmover al mundo. Dos seleccionados con una historia enorme: Italia, 4 veces campeón del mundo (1934, 1938, 1982, 2006); Argentina, 2 títulos (1978, 1986) y un repetido enfrentamiento en las últimas Copas del Mundo.

Argentina, un poco más atrevida, con la gran tarea de Gonzalo Higuaín, cuyo gol no sólo fue bello por la definición, sino que nació en una presión del delantero del Nápoli que contagió, con un gesto, a todos sus compañeros.

Además, una contra que nació en los pies de Palacio, continuó con Higuaín, el “Pipita” le metió un pase perfecto a Di María y, ya en el área, el centro para Palacio, que había corrido de área a área…Y su remate que se va por arriba del travesaño, con el arco vacío. El recuerdo inmediato de una situación similar que le tocó a Jorge Valdano en la semifinal de México 1986, ante Bélgica. Tras correr toda la cancha, Valdano desvió su remate, tras un pase muy bueno de Maradona. Y Diego lo aplaudió: “Cuando corrés de esa manera, de arco a arco, tenés derecho a errarte los goles, Jorge…”, dicen que le dijo al oído.

PAPA Arg vs ItaliaEn el arranque del segundo tiempo, una gran maniobra de Higuaín habilitó a Banega para que el ex hombre de Boca señalara el segundo gol. Argentina había sido un poco más en el primer tiempo, y a poco de nacer el segundo aumentaba el marcador. 2 a 0, y una esperanza abierta.

Italia se mostraba confundida, sin presencia ni profundidad en ataque, sólo el ímpetu de Daniel Osvaldo y el despliegue de De Rossi. Era poco ante el conjunto que comandaba Gonzalo Higuaín, bien secundado por Mascherano, Biglia y la firmeza de Fernández.

Argentina seguía y seguía: lo tuvo Palacio otra vez, lo mismo Higuaín, pero Buffón evitó el tercero. Se replegó un poquito la albiceleste, pero cuando salía de contragolpe, aceleraba y provocaba mucha zozobra en la defensa italiana. Encima, el Sr. Sabella proponía el ingreso de Ezequiel Lavezzi, para darle más velocidad y vértigo a los contragolpes, aunque salía la figura de la cancha, “Pipita” Higuaín…

Con más vergüenza que fútbol, Italia iba al atque. Así forzó un par de corners. Y empezó a empujar. Tuvo Damiantti un tiro libre que pegó en el travesaño. Mientras, el partido caía en un pozo: el desgaste físico, el caracter de amistoso, los cambios continuos de jugadores, todo confluía para terminar como terminan, en general estos amistosos: con seis cambios por cada bando, terminan en la cancha dos equipos muy distintos a los que comenzaron. Hasta que Insigne, a los 29 del segundo tiempo, achicó el marcador, con un verdadero golazo. Y el partido que renacía. Argentina pasaba del dominio y la tranquilidad, al sufrimiento final. Y desperdiciaba algunas situaciones; Di María hizo una gran jugada, pero pecó de individualista y perdió la chance.

Argentina pasó del placer a la angustia. Había jugado un gran partido, dominio y superioridad marcadas durante 75 minutos. Pero el descuento italiano lo llevó a sufrir. Porque la victoria ya no estaba tan asegurada; porque la tranquilidad le dio paso a la angustia. Y aguantó hasta la última bola: un corner para Italia y el empate que rondó el arco argentino.

En algún momento, Francisco dijo: “Salgan a la calle y hagan lio…” Y la selección argentina lo hizo, vaya que lo hizo en el Olímpico de Roma. Y eso que no jugó “Lio” Messi…

 

Hernán O’Donnell