Comenzó como una clásica conferencia de prensa, con todos los atributos tradicionales, organizada, prolija, bien atendida por del departamento de comunicación de Argentinos Juniors, luego de un tiempo se transformó en una charla más distendida y amplia, y terminamos en la escalera que conduce a la concentración del predio de Argentinos Juniors, en una charla sin grabadores, informal, abierta y libre. Un mediodía a puro fútbol, para conocer con mayor profundidad el pensamiento del entrenador del “Bicho”, Gabriel Milito, y hablar de todo: del equipo, la marcha en el torneo, el rendimiento colectivo, las características individuales, los rivales, la evolución del juego, la selección y el mundial que viene. Ningún tema quedó afuera. Una conversación riquísima con un técnico apasionado en cuerpo y alma por su profesión.

Mediodía de miércoles de otoño en el CEFFA, Centro de Entrenamiento y Formación del Fútbol Amateur de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. Un lugar hermoso, hecho con amor y profesionalismo, donde el equipo profesional se entrena y concentra, donde el presidente tiene su oficina y la sala de reuniones de la Comisión Directiva, donde el entrenador también cuenta con su espacio para diseñar los entrenamientos y partidos, con la cercanía de la oficina del Director Deportivo, Raúl Sanzotti. Con una concentración bellísima, cómoda, confortable. Vestuarios amplios, sala de masajes, zona húmeda para la recuperación, un gimnasio completísimo, departamento médico, consultorio de psicología, una sala de juegos atractiva y una calidez que brota en cada poro en la visita guiada que nos hizo al final de la conferencia Alan Mancuello, responsable de prensa de la institución.
Allí en la cocina del equipo de La Paternal, que lleva el nombre de una gloria como Sergio Daniel Batista, el director técnico, Gabriel Milito habló a corazón abierto.

“Creo que hicimos muy buenos partidos, con excepción del de Racing, que no jugamos bien. Fuera de esa noche, que no fuimos nosotros, el resto de los partidos los jugamos bien, con valentía, con superioridad sobre los rivales, tanto en los partidos que ganamos, como los que empatamos ante San Lorenzo y Gimnasia, o mismo el que perdimos con Defensa y Justicia, en el que creo que debimos ganar y lo perdimos al final. Ahora vienen los encuentros finales, el objetivo es lograr la clasificación, pero para ello debemos estar muy bien, concentrados, jugar con toda intensidad e ir partido a partido, no más allá. Dar todo y después ver si nos alcanzó, pero tenemos la obligación de dar todo y dormir tranquilos porque el esfuerzo se hizo”, señaló Milito cuando le pedimos un balance de lo hecho hasta el momento y de las perspectivas por lo que viene.
“El fútbol argentino es muy parejo y no hay rivales sencillos. Todos son muy complicados y yo no creo que haya partidos accesibles. Es muy parejo, casi siempre se define por detalles, y esos detalles son los que hay que tener en cuenta y muy presentes, para poder resolver cada encuentro”, agregó.
Habló del reciente choque ante River: “A pesar de empezar con un 2-0 en contra muy rápido, nunca abandonamos la idea de juego. Tuvimos mucha valentía, jugamos mano a mano en cada sector, llegamos al descuento y después al empate. Queríamos ganar, pero se hizo difícil con el tercer gol de ellos y la expulsión. A veces es difícil controlar a River 11 contra 11, y al estar 10 contra 11 se nos hizo más difícil. Pero estoy conforme porque jugamos muy bien”.

“Estoy muy contento en el club, me siento con muchas ganas, cada día me levanto con muchas energías para venir a entrenar y trabajar. Cuento con el apoyo del presidente, del director deportivo, de los hinchas y, sobre todo, de los jugadores, que son los que respaldan el trabajo y la tarea del entrenador. Sin su esfuerzo y apoyo, los entrenadores no podríamos desarrollar nuestro trabajo. Y yo estoy enamorado de este plantel”, dijo Milito.
“A los jóvenes los apoyamos, les marcamos el camino, tratamos de ayudarlos y hacer que crezcan y se desarrollen como profesionales. Primero, porque si lo hacen bien nos van a ayudar a nosotros. Después, porque todo lo que podamos darles les va a servir para su carrera, para su profesión, ya sea en el club, en otros lugares o en el exterior. Me gusta que vivan también la vida, pero que entiendan que el cuerpo es su herramienta de trabajo, y necesita que lo cuiden, lo preparen, lo entrenen. Los jóvenes se pueden equivocar en la cancha, de hecho así se hace la carrera, pero afuera las pautas son para todos. Y estoy muy tranquilo cuando van a la selección, porque allí se que están Lionel Scaloni, Pablo Aimar, Walter Samuel, Javier Mascherano, toda gente que conozco muy bien y que fueron parte de lo que, para mí, fue el ciclo más importante y exitoso de selecciones juveniles en el mundo, que fue el que encabezó José Pekerman”, dijo Gaby Milito.

Habló de las variantes tácticas. Porque incluir un volante central, como Fausto Vera o Franco Moyano, en la línea de tres centrales para armar una defensa de cuatro, Mac Allister al lateral, Torrén y uno de los volantes al lado, y Villalba abierto en la izquierda, o a veces optar por un lateral más clásico como Bittolo o Lucho Gómez. Depende de las circunstancias y el recorrido que tienen que hacer los extremos, por ejemplo, Javier Cabrera y David Zalazar. Con los laterales hay más contención en la defensa, con la inclusión de un medio, el recorrido de los extremos es menor al que hacen siempre e incluso pueden volver por adentro.
Le preguntamos por los cambios en las características del volante central de hoy, más de juego que de marca, como era antes. De lo que buscaba con Gabriel Florentín en esa posición, un organizador puesto más retrasado. De si había o no “enganches” en nuestro fútbol. De la importancia de la gambeta, del oxígeno que da cuando se limpia a un jugador y se clarifica el panorama. De la necesidad de no desesperarse por la pelota en el defensor que enfrenta al gambeteador, porque corre el riesgo de quedar desairado y dejar complicado a su equipo si lo pasan. O de cometer un foul en una zona de riesgo, ni hablar si puede hacer un penal. De las premisas básicas de un defensor en el área.
Hablamos de aquel Independiente campeón del 2002, de la cantidad de la gente con que atacaba, pero que no sufrìa descompensación porque la pelota la tenían ellos: Federico Insúa, “Rolfi” Montenegro, el “Cholo” Guiñazú, o el propio “Cuqui” Silvera.
Nos abrió su corazón y habló de todo lo que le preguntamos. Sin censura, sin problemas. Con el fútbol en las venas.

Hernán O’Donnell