El “León” Roberto Espósito, un hombre que jugó más de veinte años en Primera División, entre San Lorenzo, Unión, Racing, Sarmiento, Temperley, equipos de España y el seleccionado argentino, suele decir, en charlas de café, que en los Mundiales, a la larga, a la etapa definitiva llegan los “Grandes”. Puede ser que haya alguna sorpresa, pero a la instancias finales siempre vas a encontrar a Brasil, Alemania, Argentina, Italia, Holanda, quizás Uruguay o Francia…
Y, una vez más, esta sentencia de un querido amigo y conocedor profundo de este juego, se cumple. A las instancias finales de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014 llegan Brasil, Alemania, Argentina y Holanda. Por distintos caminos, con variada suerte, con diferentes resultados, pero estos son los 4 finalistas.
Alemania fue el primero, en orden cronológico, en conseguir el pase a las semifinales. Lo consiguió tras vencer a Francia por 1 a 0, un resultado apretado, pero no injusto. Le costó a los Germanos, pero llegó rápido al gol, y Francia tuvo un comienzo menor al que había desarrollado antes en la Copa. Se rehizo el equipo galo y se acercó a Neuer. Pero chocó con un arquero extraordinario, que tuvo cuatro intervenciones fantásticas y que le dio vida a una Alemania combativa y potente. Francia mereció forzar el alargue y ver ahí quien se llevaba el pasaje, pero el espíritu de lucha y las intervenciones del arquero le dieron a Alemania la clasificación.
Ahí está el primer semifinalista: un arquero muy seguro, defensores centrales confiables, (juegeune Boateng, Hummels o Mertesacker), un Philip Lahm polifuncional y la capacidad inmensa de Thomas Muller. Y agreguemos a Metzul Ozil, Schuerrle, Kroos, Klose…un equipo para temer.
Brasil llora la ausencia de Neymar. La clasificación quedó en un segundo plano, tras la victoria sufrida ante Colombia. El equipo ganó con lo justo, con el aporte fundamental de sus mejores jugadores, los dos zagueros centrales. Un gol de Thiago Silva cuando se iniciaba el partido y un golazo de David Luiz en el segundo tiempo para darle un aire de tranquilidad. Descontó James Rodríguez de penal y Colombia fue por la hazaña, pero le quedaba poco tiempo. En ese lapso, la jugada desgraciada. El arrebato temerario de Camilo Zúñiga, el rodillazo descalificador sobre la espalda de Neymar y la lesión en sus vértebras que lo alejan de las canchas por 4 meses, al menos.
Una pena por el fútbol, una lástima que la Copa pierda una de las figuras más atractivas. Y un dolor por el sufrimiento del ser humano.
Brasil deberá rearmarse. Apoyarse en la experiencia de su arquero Julio César, la calidad de los zagueros centrales, el trabajo de Fernandinho y lo que puedan aportar Fred y Hulk en ataque. ¿Quien reemplazará a Neymar? Puede entrar Willian, o Bernard. Pero el rol preponderante lo tendrá que tomar Oscar.
Holanda trabajó muchísimo para llegar a la semana final. Costa Rica le planteó un esquema cerrado, el ya repetido 5-4-1, esa famosa línea de 5 defensores, rápidos y concentrados, que resolvían bien los mano a mano y trabajaban a conciencia el achique. Cuatro volantes metedores y Campbell, una verdadera revelación, para jugar al llanero solitario. Y en el arco, Navas. Imbatible durante los 120 minutos y con la ayuda de los postes (para taparle un tiro libre a Schneijder), y del travesaño (para desviar un remate que un zaguero apenas pudo desviar sobre la línea y un disparo potente del mismo Schneijder cuando el partido finalizaba). Navas atajó todo. No pudo en los penales.
Esa instancia terminó con un acierto de Louis Van Gaal. Se guardó un cambio para el último minuto. Sabía que el pleito podía resolverse por penales. Hizo ingresar a Kruul un arquero especialista, que además ejercía (con el cambio) una presión psicológica sobre los rivales: “Si lo pusieron es porque es un ataja-penales”,,,
Kruul no defraudó y detuvo dos de la serie. Holanda pasó porque lo merecía. Lo merecían Robben, Schneijder, Van Persie, Huntelaar y el esfuerzo permanente de todos.
Argentina llega a la semana final luego de 24 años de espera. Si, desde aquella final ante Alemania en la Copa de Italia 1990. El golazo de Gonzalo Higuaín le dio aire y tranquilidad para manejar el partido. lo pudo liquidar con un tiro de Gonzalo que reventó el travesaño tras una brillante jugada individual. También con un mano a mano de Messi, que Courtois resolvió muy bien. Y sufrió al final.
Pero pasó. Con un camino más parecido a un sendero de rosas que a un recorrido arduo. Con adversarios que resultaron muy duros, a pesar de su poca historia mundialista. Mérito de Julio Grondona, tener un camino con adversarios que oponían orden, voluntad y una excelente preparación atlética, con algunos valores futbolísticos (por algo llegan al Mundial) pero que no es suficiente para ganarle a una potencia que, además, tiene al mejor jugador del mundo. En este recorrido exitoso, también hay que reconocer el buen trabajo hecho fuera de la cancha.
Adentro es Messi y sus acompañantes. Firme Romero, laborioso Mascherano, vital Di María y ahora reapareció la tremenda capacidad goleadora de Higuaín. Puede ser suficiente para llegar muy lejos…
Llegó la semana final. Poker de Ases en la Copa del Mundo. Disfrutemosló!
Hernán O’Donnell