Alemania campeón; Argentina recuperó la dignidad

Frente a millones de pantallas de TV, a frente a miles de millones de personas repartidas por todo el planeta; ante la expectativa del mundo entero; de los ricos y de los pobres; millonarios de lujosas mansiones y humildes habitantes de barrios pobre…Ante los ojos del mundo, la final del Campeonato Mundial de la FIFA-Brasil 2014 dejó un rsultado que duele y lastima, pero que encierra una dosis de realismo con lo se plasmó en el campo de juego: Alemania fue un justo campeón, realizó una gran Copa y se lleva el premio mayor. La Argentina recuperó la dignidad deportiva y se lleva algo más que el segundo puesto.WP_20140704_006El primer tiempo fue bastante claro: Alemania al ataque, con la presión habitual en la mitad de la cancha a partir del despliegue de Schwensteinger, la movilidad de Ozil, la habilidad de Muller y todo lo que obliga Miloslav Klose. Con el aporte permanente de Philip Lahm, que produjo muchas llegadas a partir de sus escaladas por derecha, Alemania se hizo fuerte. Y se adueñó del control del partido. Sin embargo, la chance más clara la tuvo Argentina. Higuaín se encontró con un pase hacia atrás de un volante alemán y tan sorprendido se vió por esa habilitación que no pudo darle precisión a su remate. Se fue cerca del palo derecho de Neuer, y Argentina no pudo abrir el marcador.

Ale 1 Arg 0

Sobre el cierre del primer tiempo Alemania tuvo su oportunidad, pero el poste izquierdo de Romero se la negó.

Comenzó mejor Argentina en el complemento. No por el ingreso de Aguero por Lavezzi, ya que el “Pocho” había hecho un buen partido y el “Kun” no pudo alcanzar su mejor nivel. Sí porque Messi se paró en el medio, entró más en  contacto con la pelota y la selección se adelantó diez metros en el campo. Salió de su encierro y equilibró la imagen del partido. Una entrada franca de Higuaín fue cortada por los puños de Neuer, aunque nos quedó la sensación de que el arquero alemán golpeó al delantero argentino. Un penal que el árbitro italiano no advirtió.

Se hizo un partido equilibrado. Los dos podían llevarse el triunfo, aunque se veía un poco más de resto físico en los alemanes; Romero, de todos modos, lucía muy seguro. Cuando se llegó al final, se empezó a jugar el partido de los nervios, el cansancio y las oportunidades a no desaprovechar.

Lo tuvo Schuerrle en un remate franco que Romero tapó muy bien; lo tuvo Palacio sólo ante el arquero, la quizo tirar por arriba y se le fue desviada…Hasta que a los ‘112 llegó la aceleración de Schuerrle por derecha, el desborde, la entrada solitaria de Gotze y el gol que abrió y cerró la cuenta.

Ale 1 Arg 0 II jpgAlemania se llevó la Copa del Mundo. Hizo un poquito más, tuvo más resto físico, y siempre tuvo en mente ir a abuscar el partido.

Argentina se queda con el segundo puesto. La plata, vale. Es una medalla. Un premio. Un reconocimiento. Se hizo un gran campeonato, puede ser el punto de partida para que nuestro bendito fútbol recupere el camino de gloria que supo construir.

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Hernán O’Donnell

 

Y llegamos a la quinta final…

Ahora es tiempo de valorar lo conquistado. De ver en retrospectiva lo que la Argentina ha construído a lo largo de la historia que encadenan los Mundiales de Fútbol. La importancia de generar un deporte que se metió en la piel y el corazón de la gente, y que forjó grandes hazañas, corroboradas en la cita máxima futbolística, con 5 finales logradas.

Está claro que todos deseamos ganar ese partido. Que incluso, como se ha repetido en una de las tantas frases sabias que el fútbol le regala a la vida, “las finales no se juegan, se ganan…” Bueno, Argentina intentará ganar el domingo 13 de julio en el mítico Maracaná.

Arg vs Hol VEl partido fue muy duro. Cerrado y complicado. Holanda mantuvo su esquema de 3 defensores centrales, dos laterales volantes (Kuyt jugó un gran encuentro), y la habilidad de Scneijder para armar el juego y buscar a Robben y Van Persie. La Argentina le opuso un férrea defensa, concentración total de sus volantes y el auxilio permanente de todos. Si superaban a Zabaleta, estaba listo Demichelis para ayudarlo. Si venían por el medio, Pérez y Biglia se arremangaban para recuperar. Por la izquierda, Rojo era un candado. Y, para todos, Mascherano…El alma del equipo, el corazón generoso para socorrerlos a todos, hasta para evitar el gol de Robben cuando el reloj marcaba el minuto ’90 y el gol holandés estaba muy cerca. Los defensores habían sido superados, Romero se quedaba sin defensas, y apareció la corrida deseseperada, el esfuerzo supremo, el pie que desvió la pelota del delantero holandés y la salvada épica cuando el partido podía sentenciarse. Porque la entrada de Robben al área ocurrió cuando ya nada quedaba; se demoró una milésima de segundo el holandés; decidió estirar el avance cuando podía rematar…errónea decisión y la mínima soga que necesitaba el soldado Mascherano. Un tiempo más para estirarse y deviar el remate al corner.

El alargue fue eso: un alargue de un partido de ajedrez atlético, donde los dos equipos aseguraron la defensa y esperaron un agujerito para poder colar algún ataque peligroso. Lo tuvo Palacio, intentó bombearla de cabeza cuando se olía el gol, pero ese cabezazo terminó en las manos de Cilleseen, el arquero holandés. Insinuó el conjunto europeo; nada pasó. 120 minutos tensos, peleados y sin demasiado para destacar. La serie de penales trajo un nuevo superhéroe: Sergio Romero. Como su tocayo Goycochea en Italia’90, o en la Copa América Ecuador ’93, sus manos fueron fundamentales.

Arg vs Hol IVArgentina va por su quinta final. Como marca la historia, que se construye cada día, otra vez el fútbol argentino está en lo más alto. Ese espacio reservado para los elegidos, para las potencias. Ese lugar que se codicia y que hay que revalidar, o intentarlo, cada 4 años: llegar a jugar la final de la Copa del Mundo. Otra vez un seleccionado argentino logró lo esperado. la cita es el domingo 13 de julio de 2014 en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. Allá van los muchachos de Sabella…

Hernan en Estadio Kempes II

 

Hernán O’Donnell

Alemania, por knock out

Nos hizo recordar a la dolorosa derrota de Sergio Martínez ante el portorriqueño Miguel Cotto, el pasado 7 de junio en el Madison Square Garden de New York.

Todo fue muy parecido. El ritmo intenso de los primeros minutos, el ataque letal desde el primer round y los golpes que se sucedieron en pocos minutos. Así como Cotto estuvo muy cerca del knock out en el priemr asalto, Alemania noqueó a Brasil en la semifinal de la Copa del Mundo en apenas 29 minutos…

El gol de Muller cuando rondaban los 10 minutos fue el primer golpe para el local. un golpe que lo dejaría groggy, y del que ya no podría reponerse. Centro de un corner desde la derecha, Thomas Muller que aparece solo y vence con facilidad a Julio César. 1 a 0, y lo mejor estaba por comenzar.

Alemania 7Cuando Brasil intentó una reacción llegaron cuatro golpes sucesivos, que decretaron el knock out: Klose supo fabricarse un espacio y convirtió a los 23′, a los 24′, el tercer golpe, tras un desborde por la derecha, el centro atrás y la aparición de Kroos para derrotar a Julio César, a los 26′ otra vez Kroos, quien recibió de Khedira tras un error defensivo para el 4-0 y a los 29′ fue Khedira (una de las grandes figuras) quien convirtió el golpe letal. 5 a 0 en 29 minutos.

Alemania 7 IILa segunda parte mostró un Brasil más adelantado, que intentó achicar el marcador, pero chocó contra la seguridad tremenda de Neuer. Encima, Schuerle marcó el sexto a los 69′. Y a los 79′ entró solo por izquierda y sacó un zurdazo que rompió el ángulo superior derecho del arquero brasileño. Un golazo que se enmarca entre los mejores del Mundial. Hubo tiempo para una salvada espectacular de Julio César y Ozil serpdió, solito y solo el octavo gol. De contra, Oscar señaló el tanto de Brasil para dejar sellado el 1 a 7…

Apenas una rosa en el desierto. Brasil se fue silbado, con una derrota que es una mancha (deportiva) aún más dolorosa que la caída de 1950. Porque aquel Maracanazo fue una enorme frustración, pero esto se asemeja a un papelón impensado.

Alemania no se detiene. Marcó la cancha, golpeó de entrada y noqueó a su rival en 29 minutos, aunque el reglamento le pidió que siguiera el partido durante una hora más…

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Hernán O’Donnell

 

 

 

Poker de Ases

El “León” Roberto Espósito, un hombre que jugó más de veinte años en Primera División, entre San Lorenzo, Unión, Racing, Sarmiento, Temperley, equipos de España y el seleccionado argentino, suele decir, en charlas de café, que en los Mundiales, a la larga, a la etapa definitiva llegan los “Grandes”. Puede ser que haya alguna sorpresa, pero a la instancias finales siempre vas a encontrar a Brasil, Alemania, Argentina, Italia, Holanda, quizás Uruguay o Francia…

Y, una vez más, esta sentencia de un querido amigo y conocedor profundo de este juego, se cumple. A las instancias finales de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014 llegan Brasil, Alemania, Argentina y Holanda. Por distintos caminos, con variada suerte, con diferentes resultados, pero estos son los 4 finalistas.

Alemania IAlemania fue el primero, en orden cronológico, en conseguir el pase a las semifinales. Lo consiguió tras vencer a Francia por 1 a 0, un resultado apretado, pero no injusto. Le costó a los Germanos, pero llegó rápido al gol, y Francia tuvo un comienzo menor al que había desarrollado antes en la Copa. Se rehizo el equipo galo y se acercó a Neuer. Pero chocó con un arquero extraordinario, que tuvo cuatro intervenciones fantásticas y que le dio vida a una Alemania combativa y potente. Francia mereció forzar el alargue y ver ahí quien se llevaba el pasaje, pero el espíritu de lucha y las intervenciones del arquero le dieron a Alemania la clasificación.

Ahí está el primer semifinalista: un arquero muy seguro, defensores centrales confiables, (juegeune Boateng, Hummels o Mertesacker), un Philip Lahm polifuncional y la capacidad inmensa de Thomas Muller. Y agreguemos a Metzul Ozil, Schuerrle, Kroos, Klose…un equipo para temer.

Brasil

Brasil llora la ausencia de Neymar. La clasificación quedó en un segundo plano, tras la victoria sufrida ante Colombia. El equipo ganó con lo justo, con el aporte fundamental de sus mejores jugadores, los dos zagueros centrales. Un gol de Thiago Silva cuando se iniciaba el partido y un golazo de David Luiz en el segundo tiempo para darle un aire de tranquilidad. Descontó James Rodríguez de penal y Colombia fue por la hazaña, pero le quedaba poco tiempo. En ese lapso, la jugada desgraciada. El arrebato temerario de Camilo Zúñiga, el rodillazo descalificador sobre la espalda de Neymar y la lesión en sus vértebras que lo alejan de las canchas por 4 meses, al menos.

Una pena por el fútbol, una lástima que la Copa pierda una de las figuras más atractivas. Y un dolor por el sufrimiento del ser humano.

Brasil deberá rearmarse. Apoyarse en la experiencia de su arquero Julio César, la calidad de los zagueros centrales, el trabajo de Fernandinho y lo que puedan aportar Fred y Hulk en ataque. ¿Quien reemplazará a Neymar? Puede entrar Willian, o Bernard. Pero el rol preponderante lo tendrá que tomar Oscar.

Holanda busca el campeonato...Holanda trabajó muchísimo para llegar a la semana final. Costa Rica le planteó un esquema cerrado, el ya repetido 5-4-1, esa famosa línea de 5 defensores, rápidos y concentrados, que resolvían bien los mano a mano y trabajaban a conciencia el achique. Cuatro volantes metedores y Campbell, una verdadera revelación, para jugar al llanero solitario. Y en el arco, Navas. Imbatible durante los 120 minutos y con la ayuda de los postes (para taparle un tiro libre a Schneijder), y del travesaño (para desviar un remate que un zaguero apenas pudo desviar sobre la línea y un disparo potente del mismo Schneijder cuando el partido finalizaba). Navas atajó todo. No pudo en los penales.

Esa instancia terminó con un acierto de Louis Van Gaal. Se guardó un cambio para el último minuto. Sabía que el pleito podía resolverse por penales. Hizo ingresar a Kruul un arquero especialista, que además ejercía (con el cambio) una presión psicológica sobre los rivales: “Si lo pusieron es porque es un ataja-penales”,,,

Kruul no defraudó y detuvo dos de la serie. Holanda pasó porque lo merecía. Lo merecían Robben, Schneijder, Van Persie, Huntelaar y el esfuerzo permanente de todos.

Arg-IranArgentina llega a la semana final luego de 24 años de espera. Si, desde aquella final ante Alemania en la Copa de Italia 1990. El golazo de Gonzalo Higuaín le dio aire y tranquilidad para manejar el partido. lo pudo liquidar con un tiro de Gonzalo que reventó el travesaño tras una brillante jugada individual. También con un mano a mano de Messi, que Courtois resolvió muy bien. Y sufrió al final.

Pero pasó. Con un camino más parecido a un sendero de rosas que a un recorrido arduo. Con adversarios que resultaron muy duros, a pesar de su poca historia mundialista. Mérito de Julio Grondona, tener un camino con adversarios que oponían orden, voluntad y una excelente preparación atlética, con algunos valores futbolísticos (por algo llegan al Mundial) pero que no es suficiente para ganarle a una potencia que, además, tiene al mejor jugador del mundo. En este recorrido exitoso, también hay que reconocer el buen trabajo hecho fuera de la cancha.

Adentro es Messi y sus acompañantes. Firme Romero, laborioso Mascherano, vital Di María y ahora reapareció la tremenda capacidad goleadora de Higuaín. Puede ser suficiente para llegar muy lejos…

Llegó la semana final. Poker de Ases en la Copa del Mundo. Disfrutemosló!

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Hernán O’Donnell 

Messi mantiene vivo el sueño

¿Se acuerda de la nota posterior al partido con Irán? Sí, esa que decía que el reloj de Messi tiene 90 minutos y los que el juez quiera adicionar…Bueno, tengalá siempre presente porque Leo decidió que este sea su mundial y que los partidos los va a resolver cuando se lo proponga, cuando menos lo esperen los adversarios, cuando su instinto le indique que es el momento preciso de liquidar las cuentas. Y ahora, que los partidos son de eliminación directa y exite una prórroga de 30 minutos en caso de empate en los 90 reglamentarios, Leo decidió extender su reloj por media hora más también.

Argentina 1 Suiza 0 IIIFue un partido duro, complicado. Como lo son en genarl todos los partidos de los Mundiales. Salvo casos excepcionales, en la mayoría de los encuentros de una Copa del Mundo (de esta y de las que pasaron), los encuentros son más equilibrados de lo que la “cátedra” dictamina.

Argentina se encontró con un rival complejo, que propuso una defensa estricta y un escalonamiento permanente en el retroceso defensivo, mientras Shaqiri flotaba en el ataque para generar los contragolpes. Con eso le alcanzó para generar dos situaciones, las más claras, en el primer tiempo: Una nació en un tiro de esquina, Romero respondió bien con las piernas. la otra fue una contra que el arquero argentino logró controlar cunado se la pretendían picar por encima.

Argentina 1 Suiza 0 IIEn el segundo tiempo cambió la selección. Fue más profunda, más incisiva. Corrió mucho Di María y Mascherano fue un león para pelear el partido. Pero Messi fue el camino de la victoria. Generó jugadas, abrió la cancha, gambeteó con eficacia, ¡recuperó pelotas con suma limpieza! Fue el jugador de equipo que tanto se le reclama.

Cuando el partido entró en el lapso de intrigas, nervios y ansiedad que siempre genera el “alargue”, cuando este se consumía y parecía que los penales se acercaban de modo inexorable, Leo frotó una vez más la lámpara. Miró su muñeca, consultó el reloj imaginario, ya iban 117…Sólo tres minutos para el final. Entonces tomó la pelota en mitad de cancha, aceleró, gambeteó a un suizo y su puntapié agónico, juntó a varios defensores y cuando entró al área habilitó a Di María para que Angelito coronara su tarde de esfuerzo con el gol de la victoria.

Argentina 1 Suiza 0El árbitro prorrogó el partido 4 minutos, algo insólito en un alargue. Y hubo tiempo para sufrir. Para que el poste derecho de Romero le negara el empate a Suiza, para que un tiro libre angustiara a millones de argentinos, para que la barrera detuviera el remate y encendiera la ilusión. Ilusión que, al margen del esfuerzo de todos, el talento de Leo Messi mantiene vivo.

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Hernán O’Donnell

 

 

El equipo de José

Tiene el sello del entrenador. Es un auténtico equipo de José: Humilde, serio, honesto, ofensivo. Decíamos que podía ser la sorpresa. En varias encuestas sostuvimos que estaba en ese lugar; el de la “revelación” del campeonato. No el candidato, porque ese espacio está reservado a dos o tres equipos: Brasil, Argentina, Alemania, quizás Holanda…

Pero el lugar de revelación, sí, ese se calculaba que se podía dar. Después se sumaron otros equipos: Chile (que estuvo cerca de dar el gran golpe), Costa Rica (Primero en el “grupo de la muerte”), Estados Unidos (Echó al Portugal de Cristiano Ronaldo). Pero Colombia es una de las sorpresas, porque ganó los 4 partidos que jugó y siempre mostró un estilo.

Pekerman llevó a Colombia al MundialEse estilo es el de su DT. José Pekerman, uno de los hombres más valiosos que dio el fútbol argentino, uno de los mayores aciertos de Julio Grondona en su gestión a la hora de elegir entrenadores, un hombre que hace docencia y que tiene, creemos, la mayor conquista del fútbol argentino: Gracias a su trabajo, los juveniles pasaron de estar suspendidos para las competiciones, a ganar el premio “Fair Play”. Ese es su mayor éxito. Ah, también salió 3 veces Campeón Mundial sub-20, pero ese un detalle.

Colombia juega al juego que propone José. Y tiene unos intérpretes bárbaros: El Arquero Ospina, seguro, sobrio, eficaz bajo los 3 palos y confiable en la salida larga, a cortar. Camina muy bien el área y contagia seguridad.

En la defensa se destaca Mario Yepes por su experiencia y calidad. Zapata es un buen zaguero y Zuñiga un lateral de muy buen manejo. Además, cuenta con carlos Valdés y Balanta en el banco de relevos.

Los medios son los más destacados: Cuadrado, de un dinámica impresionante, Aguilar, metedro y James Rodríguez, a esta altura, una de las figuras de la Copa del Mundo. Autor de dos goles ante Uruguay, el primero un go-la-zo, derrocha habilidad y picardía. es el conductor natural de un equipo que cuenta con la capacidad goleadora de Jacson Martínez y aún espera por Teo Gutiérrez. Y no olvidemos que Carlos Bacca está lesionado y Falcao se quedó sin Mundial…

James Rodriguez IIIEl equipo de José es todo eso. Ganó su grupo sin sobresaltos, entró con todos los puntos, demolió a Uruguay en octavos con un primer tiempo de alto vuelo y lo liquidó en el segundo cuando iban 10 minutos y selló el 2-0. luego, manejó el partido con suficiencia y tranquilidad.

Ahora va por Brasil. Sería una hazaña, algo impensado en el marco de la historia de los mundiales: que Colombia elimine a los pentacampeones en su casa, en cuartos de final…Parece un sueño, una locura. Para José, sería un desafío más, una tarea a cumplir con esfuerzo y honestidad, como fue toda su carrera.

Hernan en Estadio Kempes

 

Hernán O’Donnell

Brasil ya está en casa

Los nervios lo traicionaron en el primer partido. La presión, los fantasmas repetidos hasta el hartazgo del “Maracanazo” de 1950, la situación social, todo se conjugó para que Brasil arrancará la Copa del Mundo con más presión de la normal.

Un equipo casi “obligado” a ganar, golear y gustar. Pero esa coyuntura lo llevó a jugar con los pies de plomo, atado, nervioso y con un gol en contra a los pocos minutos de juego.

Brasil CroaciaBrasil era un manojo de nervios. Hasta que aparecio Neymar e igualó ese primer encuentro ante Croacia. Luego llegó el penal inventado por el árbitro japonés Nishimura y el 2 a 1 que lo aventajaba en el marcador pero no le garantizaba un triunfo tranquilizador. Incluso, otro error del juez privó a Croacia del empate. Y al final, el 3 a 1 liberó las tensiones.

NeymarEl empate con México produjo algunos errores de apreciación. Más de los de afuera que de los de adentro. Se pensó que Brasil no había jugado bien, que el equipo “no estaba”. Sin embargo, un análisis desapasionado decía que el “scrtach” había hecho un correcto partido, que el rival fue durísimo (México es uno de los mejores equipos que han jugado), y la figura fue el arquero Gabriel Ochoa.

Brasil apareció con una dimensión mayor ante Camerún. Habrá que reconocer que el adversario es delos equipos más debiles de la Copa. Pero fue impecable el comienzo, tremendo el trabajo de Neymar, muy bien acompañado por Hulk y Fred, los medios se soltaron, Luis Gustavo se hizo eje del juego y consiguió una goleada que despierta expectativas.

Es paradójico, pero hasta ahora el punto más flojo es la defensa, cuando la “cátedra” afirmaba que era lo más firme del equipo. Sin embargo, se mostró dubitativa y con errores individuales sorprendentes. Dani Alves no tuvo las proyecciones esperadas. Thiago Silva alternó buenas y malas. David Luiz no jugó a la altura de lo que de él se espera. Marcelo, tras el error ante Croacia, tuvo más nervios que soltura. Y Julio César está muy lejos del arquero que fue.

Brasil tendrá que ajustar ese aspecto. Tiene material; sólo es cuestión de que los jugadores alcancen su nivel conocido. Por lo demás, el “scratch” está en casa y ya se metió en la definición directa. No habría que subestimarlo ni olvidarlo. Brasil ya está encaminado en su sueño de transformar el “Maracanazo” en un día de alegría, cantos y festejo.

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Hernán O’Donnell

Lo que se dice y lo que se piensa

“No creo que no estemos jugando bien. Si los once están metidos atrás, es imposible poder jugar. Las cosas las estamos haciendo bien. Para salir campeón de un Mundial hay que ganar”.

La frase la disparó Angel Di María, apenas finalizado el partido ante Irán, los 90 minutos desprolijos del seleccionado y el triunfo agónico por una genialidad de Leo Messi.

Y no se quedó atrás: “Pienso que la Selección no jugó mal. Creó situaciones como pudo. Es normal cuando un equipo se mete atrás”.

Pero no se vaya, falta lo mejor: “Se vio claramente que estaban los once adentro del área. Es imposible jugar de esa manera. Si Leo no le pegaba de ahí, terminaba cero a cero”.

Toda una declaración propia del relato. Jugamos bien, ellos se metieron atrás (¿Estará prohibido?), se defendieron con los once (¿No será reglamentario?), se refugiaron en el área y bla, bla, bla…

Di María Las frases del volante Angel Di María habría que tomarlas como las que se dicen de modo habtual, pero que no reflejan el pensamiento interno del seleccionado ni de su conductor natural, el entrenador.

En definitiva, son declaraciones que tienen la intención de preservar el orden interno, de mantener la armonía grupal, de cuidar a la tropa y no cargar demasiado las tintas sobre lo que se hizo mal. Al cabo, una autocrítica realizada a minutos de la finalización del partido puede generar malos entendidos, alguna frase inoportuna y tal vez la sensación de que se responsabiliza a algún sector del equipo o a algún jugador en particular. Si decía “Nos faltó ser profundos, o concretar las jugadas de gol”, se podría inferir que falló el ataque. O los atacantes. Y si declaraba: “Nos faltó fútbol”, entonces muchos hubieran interpretado que el problema estuvo en la mitad de la cancha, en la gestación de juego.

Di María intentó mantener la paz interior. Con un exabrupto incomprensible hacia un periodista; tal vez con una postura demasiado defensiva, pero uno podía entender que el mensaje era hacia adentro. “Jugamos bien”, le dijo a la gente. “Todos jugamos bien”. Y si jugamos mal, todos jugamos mal, aunque eso es más difícil de sostener porque Romero tuvo un buen partido, Marcos Rojo también y Leo lo ganó con su genialidad. Por eso mejor decir “Jugamos bien” que marcar alguna autocrítica que repercuta en alguien.

Alejandro Sabella fue muy claro: “Me voy tan preocupado como ustedes” Y no hizo falta agregar nada más. Conciso, preciso y contundente.

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Hernán O’Donnell

El reloj de Messi tiene 90 minutos

En realidad, ya se empezaban a jugar los 5 minutos adicionados. Habían transcurrido los 90 reglamentarios, y la Argentina había padecido, hasta entonces, el partido. Porque durante todo ese tiempo no pudo encontrar los espacios, no halló soluciones futbolísticas y sus ataques se transformaron en lentos avances, con movimiento lateralizado de pelota, pero sin profundidad ni cambio de ritmo para romper el cerco que le proponía Irán: una telaraña defensiva con abroquelamiento de sus 10 jugadores de campo en zona defensiva y el convencimiento de todos para correr, luchar y morder en todos lados.

Y además, tuvo tres situaciones claras en el segundo tiempo, que nacieron de la inteligencia y hablidad de Dejagah, una de las figuras del partido, que fueron bien conjuradas por Sergio Romero, LA figura estelar de la tarde.

Arg-IranEl equipo de Sabella no supo encontrar los caminos del gol. O no pudo. La resistencia iraní fue constante, y a la Argentina le faltaron recursos, imaginación y potencia ofensiva para llegar al gol. Iban 90 minutos y parecía que la tarde se consumiría en uno de los partidos más frustrantes de la Argentina en los mundiales…

Hasta Leo Messi entendió lo que pasaba cuando se enfrentó a la prensa: “No podíamos encontrar los espacios para hacer daño a la defensa; y si nos ponemos a analizar el juego, no estamos demostrando lo que podemos dar. Somos los primeros en saber que no estamos consiguiendo lo que buscamos”.

“Es difícil jugar contra un equipo que se encierra atrás”, agregó sin buscar poémicas, porque Leo es el primero en saber que la obligación es poder doblegar defensas extremas, en definitiva, cada uno juega como quiere.

Y frotó la lámpara. Dijo, “ok, vamos a ganar el partido que ya se cumplió la hora”. Y se volcó a la derecha, recibió la pelota, enganchó hacia adentro y sacó el zurdazo chanfleado, para convertir un golazo, llevarse los 3 puntos, sellar la clasificación y demostrar porqué él es el principal argumento de Argentina.

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Hernán O’Donnell

Valió la pena, España

Ahora, que las críticas y las burlas despiadadas, arrecian. Ahora, que la goleada ante Holanda duele, y la derrota sin atenuantes frente a Chile, lastima.

Ahora, que aparecen las voces críticas. Que se llenan la boca con frases como “fin de ciclo” o el irónico “el rey abdicó”…

Ahora, que muchos festejan la (mala) suerte de España…

Ahora es el momento de decirle ¡gracias!, de felicitar y sacarse el sombrero ante un equipo que mostró una cara muy limpia, que jugó un fútbol agradable, vistoso, ofensivo. Que siempre tuvo un respeto inmenso por el juego, el adversario y el espectador. Que tuvo un ciclo (para aquellos que celebran su fin) que fue bri-llan-te. Espectacular y demoledor. En el juego y en el resultado. España coronó su propuesta renovadora con la EURO 2008, la Copa del Mundo FIFA-Sudáfrica 2010 y la EURO 2012. Casi nada…

EspañaEspaña se va muy pronto de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014, es cierto. Pero el dato no es que se va en 6 días de competencia, como muchos morbosos quisieron destacar. Se podría haber quedado unos días más, tal vez pasar de ronda, o llegar a cuartos de final…para el caso, lo mismo da. Cuando hubiera quedado eliminado el conjunto español, las voces condenatorias se habrían alzado de la misma forma: “Fin de ciclo”.

Y lo que queremos destacar, ¡ahora!, es que España deja un legado impresionante, valioso, admirable. Le dió una nueva vuelta de tuerca a la forma de jugar y, sobre todo, de encarar la competencia de alto nivel. Sin apelar a golpes bajos, sin el “cuchillo entre los dientes” (que vale, si es leal, como propuesta de juego), sin declarar cada partido como “una guerra”…España entendió que se podía jugar de otra forma, más libre, más suelto, con una propuesta superadora de ataque. Y ganó. Recuerden que ganó la Eurocopa, el Mundial y otra vez la Euro. Un record para quienes miden todo con la vara del resultado.

España IIComo los árboles, que mueren de pie, España se va de la Copa del Mundo con el mismo estilo que consiguió grandes campeonatos. Que el equipo se desgastó, es cierto. Que los jugadores ya no son los mismos, es verdad. Que le faltó potencia ofensiva, también. Podríamos decir que tuvo errores en defensa y algunas individualidades tuvieron una muy baja actuación. Que el equipo fue la sombra de lo que fue alguna vez. Pero esa “alguna vez” no fue un ratito. Ni una ráfaga de verano. Fue toda una época de gloria, de triunfos y de un modo de entender el fútbol y el deporte que hoy es un legado que han tomado muchas selecciones, y por eso nos obliga a darles las gracias a España. Porque ese éxito, no se lo quita nadie.

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Hernán O’Donnell