Una victoria trabajada, merecida, indiscutida. Que fue ante un rival de menor jerarquía, es cierto. Que jugó disminuido, con muchos suplentes, es verdad. Que no fue la Croacia de la última Copa del Mundo, está claro. Pero vale la actuación y vale el triunfo. Argentina ganó, sin sobrarle demasiado, pero con muchos aspectos para empezar a remarcar y destacar. No lució, no fue un partido esplendoroso, pero tuvo algunas perlitas para destacar y, sobre todo, el inmenso valor de la propuesta clara, definida y cristalina del entrenador Gerardo Martino.
Esa propuesta está basada en el juego asociado, en el toque, en la búsqueda del protagonismo a partir del cuidado de la pelota. Como lo tuvo aquel seleccionado de César Luis Menotti, que dio inicio a la refundación de los seleccionados nacionales. Como lo fue el equipo del primer ciclo del Coco Basile, el que ganó las Copas América de 1991 y 1993. Como lo fue el conjunto de José Pekerman, el que jugó el Campeonato Mundial de Alemania 2006.
Ante Croacia se vio un equipo que supo asimilar el gol adversario, que no se desordenó y priorizó la asociación de sus creadores para llegar al arco adversario. Arrancó con Messi de puntero derecho, pero con libertad para moverse por todos lados. Fue bueno el partido de Banega. Y en el segundo tiempo creció la Argentina.
El esperado ingreso de Carlos Tévez a los 60 minutos, le dio otra impronta a la selección. No fue la noche soñada ni deslumbró con jugadas maravillosas. Pero puso muchas ganas, sacrificio, y la voluntad de asociarse con Leo Messi en cada maniobra de ataque. Por entonces, la Argentina ya había revertido el marcador: primero igualó con un remate de Cristian Ansaldi (que tuvo un desvío en el codo de Sergio Agüero), y luego llegó el penal de Messi para desnivelar el tanteador. Entonces llegó Carlitos, luego de tres años de ausencias.
Argentina tuvo momentos de buen fútbol, con las corridas de Di María, las subidas de Zabaleta y la potencia ofensiva de sus hombres de ataque. Presionó bien en ataque, generó situaciones (un remate desviado de Tévez, un tiro en el palo de Messi) y ganó con justicia.
Buscar el equipo para la Copa América Chile 2015 fue la consigna que repitieron todos. Así lo expresaron Martino, Messi y Mascherano. Pero la búsqueda de la identidad de juego es primordial. De allí saldrá el equipo que todos esperamos.
Hernán O’Donnell