La selección nacional abre sus puertas. Parece inminente la llegada de Carlos Tévez, delantero clave de Juventus, campeón de Italia en la última temporada, jugador desequilibrante y adorado por su público. De modo casi inexplicable quedó afuera de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014, aunque esa historia ya es vieja y no vale la pena repasar las razones ( o sin razones) de su exclusión. Tal vez queden para los libros de historia, para las revistas o para alguna anécdota remonatada del pasado.
Lo cierto es que ya suena muy fuerte su vuelta a la selección nacional. La gira por Inglaterra, donde de modo paradójico no se enfrentará al combinado local, sino que se medirá ante Croacia (en Londres) y Portugal (en Manchester), es una buena propuesta para seguir en la búsqueda del equipo.
Gerardo Martino demuestra el caracter suficiente para saber qué necesita el equipo. Y sobre todo, para convocar a quien considera necesario, sin temor a quejas de otros integrantes del conjunto ni a caprichitos solapados. La selección está por encima de todos los nombres y los hombres, y si esta frase es verdad y queremos llenarla de contenido, nada mejor que un entrenador con las manos abiertas que pueda disponer sin ataduras ni condicionamientos.
Quedan dos partidos importantes, difíciles, ante dos rivales calificados, con jugadores de muy buen nivel. Es una buena oportunidad para desandar un camino que la selección deberá recorrer y que necesita del aporte de todos.
Hernán O’Donnell