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Faltó el gol, pero All Boys y San Miguel ofrecieron ganas y fútbol

El Campeonato de Primera Nacional “Carlos Timoteo Griguol” 2024 es apasionante. Y tiene en vilo al enorme público del ascenso, amante de un fútbol que no pierde su folklore y esencia aún con el paso de los años y los cambios en los usos y costumbres sociales, que imagina y pronostica favoritos y revelaciones. Pero es un torneo largo, de un año de duración, y para las definiciones hay un largo camino por recorrer.

En ese entusiasmo están All Boys y San Miguel. Y armaron un partido emotivo, con deseos de ganar, más allá d la falta de gol. El equipo de Gustavo Coleoni jugó un poco mejor, tuvo más situaciones de gol, pero el local no se quedó atrás en las ganas, y contó con la situación más factible: un penal que desvió Franco Toloza. Con un hombre menos lo fue a buscar, y al cabo, el empate no estuvo tan lejos del desarrollo del juego.

All Boys formó con Lisandro Mitre; Hernán Grana, Jonathan Ferrari, Alejo Tabares y Tobías Bovone; Alexis Melo, Santiago Gallucci y Alejo Antilef; Tomás Assenato, Franco Toloza y Alexis Vega.

El equipo de San Miguel comenzó con Joaquín Pucheta; Francisco Manenti, Ariel Kippes, Facundo Cardozo y Peter Grance; Iván Antunes, Carlos Battigelli, Tiago Cravero y Nahuel Luján; Martín Batallini y Catriel Sánchez.

El “Albo” arrancó con una jugada ofensiva que reveló su intención de salir a atacar. Sin embargo, se iba a topar con un rival duro, que oponía una fuerte defensa, y juego elaborado en la ofensiva, que le permitió llegar con cierta claridad en varias ocasiones.

A los 8′ Catriel Sánchez desvió un tiro cerrado. A los 11′ fue Nahuel Luján el que sacó un buen tiro, pero intervino Lisandro Mitre. San Miguel era más profundo, aún cuando a los 24′ dbió hacer el primer cambio, y Diego Sosa entró en lugar de Tiago Cravero.

Una nueva chance iba a tener la visita, a los 35′, cuando Antúnes, solo, elevó su disparo.

All Boys empujaba, pero le costaba generar situaciones claras. A los 38′ probó Alejo Antilef, con un remate de media distancia, pero se fu por encima del travesaño.

La visita era mejor, y lo demostró al cierre del primer tiempo, con un enganche de Nahuel Luján, y un tiro que salió apenas afuera, a los 40′.

César Monasterio, entrenador del local, decidió hacer una modificación para comenzar el período complementario. Santiago Cáceres reemplazó a Santiago Gallucci.

Y salió más decidido All Boys. A los 47′ un cabezazo de Tomás Assenato salió cerca. El partido subió en intensidad. San Miguel volvió a llegar a los 52′, con un tiro de esquina, la chilena de Kippes al medio, y otra chilena, esta vez de Batallini, para que intervenga Lisandro Mitre y evite la caída de la valla local.

Crecían las emociones, y a los 55′ All Boys contó con la oportunidad más clara del partido, por un penal producto de una infracción de la defensa visitante. Lo ejecutó Franco Toloza, y su disparo se fue por arriba del travesaño.

Luego, las variantes que siempre se producen cuando comienza promediar el segundo tiempo. A los 64′ Gustavo Coleoni, DT de San Miguel, hizo la segunda y tercera modificación de su equipo. Matías Benítez entró por Carlos Battigelli, mientras que Ian Escobar reemplazó a Nahuel Luján.

En el local, el segundo cambio sucedió a los 67′, cuando Agustín Gallo ingresó en lugar de Alexis Vega.

Más tarde, a los 73′, Coleoni realizó la cuarta y quinta variantes de la visita. Jorge Ferrero entró por Martín Batallini, y David Müller reemplazó a Catriel Sánchez.

Una chance inmejorable tuvo San Miguel, a los 76′, con un cabezazo de Manenti que salió afuera.  

Y por si fuera poco, a los 77′ se fue expulsado Jonathan Ferrari por agresión a un rival. All Boys se quedaba con un jugador menos, y Monasterio decidió rearmar la defensa. A los 78′, Maximiliano Coronel ingresó por Franco Toloza.

A pesar de la desventaja, el local buscó la victoria. Hizo dos cambios a los 84′; Joaquín Ibáñez entró en lugar de Alejo Antilef, y Thiago Calone reeemplazó a Tomás Assenato. Se armó con una línea de cuatro, Grana, Coronel, Tabares y Bovone; Alexis Melo y Cáceres en el medio, y adelante Ibáñez, Gallo y Calone.

Y tuvo un contragolpe muy claro, a los 90′, pero el disparo de joaquín Ibáñez fue rechazado por Pucheta, de muy buena actuación.

Fue un final vibrante porque los dos lo fueron a buscar. San Miguel con más gente, All Boys de contra, pero ambos con ganas de llevarse todo. Al cabo, se dividieron el premio y un punto no era lo que quería, pero sí mejor que nada.

Hernán O’Donnell

Arsenal tuvo paciencia y aprovechó su momento para liquidar a Chacarita

En un fin de semana repleto de partidos atrayentes en las dos categorías más importantes del fútbol argentino, el duelo entre Arsenal y Chacarita era una de las propuestas más fuertes y atractivas. El local, de buena campaña con un juvenil equipo, y la visita, de andar irregular pero con el peso de una camiseta histórica e importante, con lógicas aspiraciones de ascenso a la Liga Profesional.

Arsenal fue un equipo paciente, defendió cuando Chacarita lo atacó en el comienzo, logró la igualdad n el complemento aprovechó al máximo su minuto favorable, el 67′, ese que permitió el contragolpe, la falta y expulsión de Tomás Oneto, el gol de Ortíz, y la remontada del partido, que ya no tuvo alternativas ni modificaciones en el rumbo.

El local formó con Tomás Sultani; Abel Amaya, Alexis Sosa, Balthazar Bernardi e Iván Cabrera; Juan Krilanovich, Nicolás Domingo, y Facundo Brestt; Kevin Pavía, Tomás Ortíz y Valentín Serrano.

El equipo de san Martín comenzó con Federico Losas; Tobías Fernández, Tomás Oneto, Nahuel Brunet y Gabriel Lazarte; Juan Pablo Passaglia; Maximiliano Meléndez, Julián Domke, Fernando Brandán y Claudio Pombo; Sebastián Cocimano.

La visita arrancó mejor, y a los 3′ un disparo de Domke, que pasó cerca, era el primer aviso. Respondió eel local con una buena jugada de Tomás Ortíz, un jugador hábil e interesante, que desvió Oneto al corner.

Pero el dominio era del “Funebrero”, que controlaba el medio con el despliegue de Passaglia, la inteligencia de Brandán, y la velocidad de Meléndez. Así, a los 17′ Fernando Brandán abrió del medio hacia la derecha, Meléndez controló con categoría, enganchó hacia adentro y definió con un tiro cruzado, que puso el 0-1 a favor de Chacarita.

Mantuvo el dominio la visita, pero Arsenal no se desordenó. Supo aguardar su momento, y un pase atrás de Lazarte terminó en el fondo de la red, para decretar, en contra, el empate de Arsenal. 1 a 1, cuando iban 31′ de juego.

Otra asistencia precisa de Brandán a Meléndez, generó otra chance de peligro. Iban 37′, Brandán abrió a la derecha, y picó a recibir libre por el medio. Pero Meléndez prefirió el remate, que rebotó en Bernardi y se desaprovechó la chance.

Dos variantes hizo Tobías Kohan, el DT de Arsenal, para empezar el segundo tiempo. Alexis Segovia entró por Facundo Brestt, y Matías Lucero reemplazó a Iván Cabrera.

Salió un poco más determinado el local, y a los 47′ Tomás Ortíz sacó un remate fuerte que Losas desvió al corner. Luego atacó Chaca, y a los 60′ un centro de Brandán fue bien conectado por Cocimano, pero resultó sacado al corner por Sultani.

Era el momento de Chacarita, pero una contra precisa encabezada por Segovia, tomó mal parada a la defensa visitante, Oneto lo corrió con un pique espectacular, pero lo derribó en la puerta del área. Iban 65′ y la jugada fue tiro libre para el local, amén de la expulsión del defensor visitante, Tomás Oneto, que había hecho hasta ahí, un buen partido.

El tiro libre lo ejecutó Tomás Ortíz, con comba y precisión, y puso el balón junto al palo izquierdo de Losas, lo que marcó el 2-1 para Arsenal, a los 67′ de juego.

El “Viaducto” había aprovechado al máximo esa jugada. Expulsión del rival y gol. A partir de allí tomó el control psicológico del partido. Chacarita pagaba caro, más con la expulsión de su entrenador, Aníbal Biggeri, que lo privaba de indicaciones rápidas en la cancha.

Kohan hizo su tercer cambio a los 69′; Matías Benítez entró en lugar de Juan Krilanovich. Y a los 70′ llegó la primera variante del visitante: Matías Rodríguez reemplazó a Julián Domke.

El local se paró bien y empezó a explotar los espacios. A los 75′ Camilo Saiz ingresó por Balthazar Bernardi. Se armó con tres centrales: Nico Domingo, Alexis Sosa y el ingresado Saiz.

Chaca hizo dos modificaciones a los 76′. Matías Belloso entró por Claudio Pombo; Exequiel Beltramone reemplazó a Maximiliano Meléndez.

Pero no tuvieron tiempo ni de acomodarse, porque a los 76′ entró abierto por izquierda Alexis Segovia, enganchó hacia adentro y sacó un buen remate que puso el 3-1 para Arsenal.

A los 81′ vino la quinta modificación del local, Dylan Cabral entró por Kevin Pavía, y a los 90′ llegó el cuarto cambio visitante; Sebastián Álvarez remplazó a Juan Pablo Passaglia.

Chacarita cerró la tarde con una jugada bárbara, a los 90+2′, que Belloso cerró con un tiro cruzado apenas desviado.

Fue un mensaje de respeto a su fútbol, aunque esta tarde sucumbió ante un Arsenal que fue paciente, inteligente y práctico para revertir una tarde complicada y llevarse un triunfo muy festejado y merecido.

Hernán O’Donnell

Belgrano mostró una cara nueva, real y ofensiva

Tigre y Belgrano jugaron por la otra tabla. No lo hicieron por las posiciones de la Copa “Sur Finanzas” de la Liga Profesional de Fútbol, sino que se disputaron los puntos por la tabla anual, esa que pocos reparan en su atención por tantos años de definir los descensos por los promedios trianuales, pero que ahora ha cobrado un inusitado valor, al margen de la clasificación a las Copas, pues define un descenso. El último de la tabla anual, baja a la Primera Nacional. Y pocos reparan en este detalle, hasta que faltan pocas fechas. Menudo error; al igual que la tabla de promedios, hacer un “colchón” de puntos al inicio, permite jugar con más tranquilidad. Y por esa tabla dirimieron Tigre y Belgrano, aunque el equipo cordobés “leyó” mejor el partido, mostró una cara nueva con la conducción de Juan Cruz Real, y en un tiempo, liquidó el partido.

El equipo de Victoria formó con Matías Tagliamonte; Valentín Moreno, Gian Nardelli, Tomás Lecanda y Juan Sánchez Miño; Santiago González, Agustín Cardozo y Martín Garay; Blas Armoa, Gonzalo Flores y Ezequiel Forclaz.

El conjunto cordobés comenzó con Ignacio Chicco; Juan Barinaga, Matías Moreno, Mariano Troilo y Nicolás Meriano; Ulises Sánchez, Ariel Rojas, Francisco González Metilli y Jeremías Lucco; Matías Suárz y Lucas Passerini.

Tigre tuvo la primera llegada, a los 4′, con un remate alto de Forclaz. Pero fue apenas un espejismo, porque luego tomó el control el “Pirata”, sobre todo con las subidas permanentes de Juan Barinaga por derecha, un lateral de constante crecimiento desde hace varias temporadas. Por allí se asociaban Ulises Sánchez y González Metilli, y el balón empezó a rondar por el área de Tagliamonte.

Y sobre el cierre del primer tiempo llegó una lluvia de goles que definió el partido.

A los 35′ Jeremías Lucco aprovechó un rebote corto y abrió el marcador. 0-1 para Belgrano.

Enseguida, un pase profundo y claro de Juan Barinaga al corazón del área, fue tomado por Ulises Sánchez, quien con una media chilena puso el 0-2 a favor de Belgrano, cuando iban 38′ de juego.

Tigre esbozó una reacción, y descontó Gonzalo Flores con un remate cruzado, cuando iban 40′, para dejar el score 1-2.

Pero no tuvo tiempo de acomodarse el local, porque a los 41′ Francisco González Metilli asistió con mucha precisión a Ulises Sánchez, que volvió a ingresar libre al corazón del área y derrotó a Matías Tagliamonte, con un disparo entre las piernas del arquero. Belgrano cerraba el primer tiempo con un concluyente 1-3 a favor.

Pero lo más convincente era el dominio dele juego que había mostrado sobre su adversario.

A poco de empezar el segundo tiempo, el “Chimi” Blengio, entrenador de Tigre, hizo tres variantes. Iban 53′ cuando Martín Ortega entró por Valentín Morenzo, Gonzalo Maroni ingresó en lugar de Santiago Gonzalez, y Juan Cruz Esquivel reemplazó a Blas Armoa.

A los 54′ se lesionó Ulises Sánchez, y su lugar fue ocupado por Santiago Longo.

Tigre atacaba por inercia, y Belgrano lo esperaba agazapado, a la espera de un contragolpe letal. Forclaz tuvo un disparo alto, a los 58′. A los 62′ Esquivel armó una linda jugada personal, pero Martín Garay dsvió el remate final. Contestó Passerini, a los 63′, con un tiro apenas afuera.

Juan Cruz real, entrenador visitante, hizo el segundo y tercer cambio del “Pirata”, a los 64′. Facundo Lencioni entró por Matías Suarez, y Gerónimo Heredia ingresó por el “Chino” Ariel Rojas.

Belgrano empezó a meter contraataques filosos, y a los 67′ Passerini se la cruzó a Heredia, este cedió a González Metilli, quien, tras un doble gambeta, sacó un remate desviado.

Cuando iban 68′ Mateo Cáceres reemplazó a Forclaz, en el cuarto cambio del equipo de Victoria.

Volvió a avisar la visita, a los 69′, con un tiro peligroso de Juan Barinaga. Mientras, la visita realizó la cuarta y quinta modificación, a los 73′. Matías García entró en lugar de Francisco González metilli, y Matías Palavecino reemplazó a Jeremías Lucco.

Y a los 75′ llegó la definición del partido, tras un contragolpe bien ejecutado y resuelto por Lucas Passerini, quien puso el 1-4 a favor de Belgrano.

Allí se acabó el encuentro. Apenas quedó en el cuaderno de anotaciones el cambio de Nicolás Contín por Gonzalo Flores, a los 81′.

Todo lo demás, sobró. Belgrano empezó un nueva etapa, con una cara ofensiva, sagaz y contundente.

Hernán O’Donnell

Atlanta y Nueva Chicago se repartieron tiempos y puntos

Fue un partido que se quedó en intenciones. Atlanta salió a buscarlo, tuvo el predominio en el comienzo, y en el complemento, Nueva Chicago llegó con más peligro. Pero el encuentro nunca alcanzó a encender los motores, se dirimió más en la mitad de la cancha que en las áreas, y el cero le quedó justo al desarrollo.

El equipo local formó con Bruno Galván; Rosales, Dylan Gissi, Fernando Evangelista y Tomás Silva; Alejo Dramisino, Juan Requena y Nicolás Previtali; Federico Bisanz, Ivo Costantino y Carlo Lattanzio.

La visita comenzó con Facundo Ferrero; Adrián Martínez, Stéfano Callegari, Tomás Rossi y Roque Ramírez; Maximiliano Amarfil, Tomás Bottari y Evelio Cardozo; Ramiro Balbuena, Facundo Castro y Agustín Paz.

El inicio lo manejó el equipo de Villa Crespo, que sacudió la noche a los 3′ con un remate de Alejo Dramisino que salió apenas alto. Poco más tarde, a los 9′, Carlo Lattanzio, estrelló un disparo en el travesaño. Y a los 26′, otro tiro de Dramisino pasó muy cerca. Atlanta explotaba bien el sector derecho de su ataque, y producía algunas llegadas con peligro. Pero enseguida se diluyó.

A los 26′ se hizo el primer cambio; Lucas Ríos entró por Carlo Lattanzio, en el conjunto de Mario Sciacqua.

Nueva Chicago recién pudo salir del asedio después de media hora, y a los 32′ llegó con un tiro de Ramírez. Después, a los 40′, Amarfil disparó alto.

En el complemento, Atlanta intentó retomar el dominio del partido, pero un error de Gissi, que entregó corta una pelota, fue aprovechado por Facundo Castro, para atacar y rematar, aunque el balón se efue afuera. Iban 50′ y Chicago volvió a creer.

Cuando iban 57′ Balbuena armó una buena maniobra y su tiro pegó en el travesaño. Lo mismo pasó a los 67′, cuando Evelio Cardozo hizo una buena jugada y su tiro fue controlado por Galván.

Fue el momento de Chicago, hasta que Bisanz remató, a los 72′, y el balón se fue al corner.

Cuando iban 75′ llegaron los primeros dos cambios del equipo de Mataderos. Iván Maggi entró por Evelio Cardozo, y Enzo Trinidad reemplazó a Facundo Castro.

En tanto, a los 79′ Sciacqua realizó la segunda y tercera variante del equipo “Bohemio”. Maximiliano González entró por Alejo Dramisino, y Nicolás Mosca reemplazó a Nicolás Previtali.

Pero el dominio ya había pasado a manos de la visita, y a los 83′ un tiro libre de Trinidad fue controlado por Bruno Galván.

A los 84′ Leonardo Marinucci reemplazó a Federico Bisanz, y más tarde, a los 90+1′, Martín Arguello ingresó por Tomás Bottari, y Andrés Escobar entró en lugar de Maximiliano Amarfil.

Era lo único que quedaba por anotar. Porque el fútbol estaba reducido entre la lucha y los arcos cerrados.

Hernán O’Donnell

Leonel Barrios, el héroe que tiene Excursionistas

Igual que la noche lluviosa ante Dock Sud, en la agonía del partido ante UAI Urquiza, cuando la derrota parecía inexorable, apareció Leonel Barrios con su traje de superhéroe para generar un penal en el minuto 88, y convertirlo un minuto después, y así salvar la caída del local, que parecía ya no tener soluciones para perforar la defensa de la vista, que se iba del Bajo Belgrano con los tres puntos en el bolsillo. Pero surgió el arma más importante que tiene el equipo de Juan Carlos Kopriva, y el partido terminó 1-1.

Excursionistas formó con Nahuel Cajal; Rodrigo Figueroa, Mariano Pieres, Ulises Yegros y Santiago Monzón; Hugo Zarco, Gian Zoratti, Lautaro Pata y Juan Cruz Villagra; Leonel Barrios y Elías Torancio.

La visita arrancó con Marcos Jara; Nahuel Menéndez, Quimey Gaitán, Germán Aguirre y Matías Alaniz; Diego M. Fariña y Valentín Matlis; Nicolás Fernández, Emanuel Quinteros y Mauricio Aguirre; José Ingratti.

El “Verde” salió a atacar, y a los 5′ tuvo un tiro de Villagra que se fue apenas alto. Fue el anuncio de un dominio que se sostuvo a los largo de los primeros veinte minutos. A los 22′ un remate alto de Aguirre era el anuncio de que la visita emparejaba el partido.

Y en el complemento, sacó ventajas rápido, tras un contragolpe que manejó bien Mauricio Aguirre, quien cambió de frente de izquierda a derecha, por allí surgió Nicolás Fernández, quien envió el centro y Diego Molina Fariña definió con un tiro cruzado que puso el 0-1 para UAI Urquiza, a los 51′ de juego.

Reaccionó el local, y a los 56′ Gian Zoratti hizo una buena jugada individual, dejó a dos hombres en el camino y su tiro fu detenido por Marcos Jara.

El visitante se paró de contragolpe, y a los 58′ Mauricio Aguirre armó una jugada peligrosa, parecida a la del gol, con un gran cambio de frente para Fernández, pero este quiso parar el balón y se le fue largo, cosa que aprovechó Cajal para cortar con una veloz salida.

A los 60′ Tomás Meneses entró por Emanuel Quinteros, en el equipo de Urquiza, mientras que Dylan Albornos reemplazó a Lautaro Pata, en el equipo del Bajo Belgrano.

El partido ya se jugaba en el campo visitante, y a los 63′ Torancio sacó un buen disparo, que salió alto. Dos variantes más iba a hacer Juan Carlos Kopriva. A los 67′ Julián Alveira reemplazó a Zarco, mientras que Tomás De Vincenti ingresó por Juan Cruz Villagra. En la visita, a los 68′, Enzo Ortíz reemplazó a Mauricio Aguirre, y Federico Vietto entró en lugar de José Ingratti. El conjunto de Sebastián Abeledo pasaba a jugar con tres centrales, Ortíz, Gaitán y Germán Aguirre, retrasaba a los laterales Menéndez y Alaniz, y se agrupaba bien para cerrar los caminos.

El local agotaba las modificaciones, a los 74′. Lucas Reynoso entró por Santiago Monzón, y Joel Martínez ingresó por Elías Torancio. Mientras el local empujaba, la visitaba cerraba sus ventanas de variantes. A los 78′ Valentín Senator reemplazó a Diego Molina Fariña, y Matías Sosa ingresó por Nicolás Fernández.

El “Verde” era una tromba que empujaba, ante una pared cerrada que le oponía el equipo celeste. Pero a los 88′ Leonel Barrios encontró una hendija, se filtró por derecha dentro del área, y cuando llegaba al balón, cayó ante el cruce del arquero visitante. Penal, y tarjeta amarilla para Jara.

Leonel Barrios, a los 89′, ejecutó el penal, y dio el empate agónico a Excursionistas. 1 a 1. quedaban seis minutos adicionales para jugarse, y la expulsión el lateral local, Rodrigo Figueroa, a los 90′, no le impidió a Excursionistas ir por la victoria.

Pero no tuvo más tiempo. Al cabo, un partido que se le escapaba, quedó al rescate sobre el final, cuando otra vez apareció Leonel Barrios, el héroe que aparece cuando Excursionistas lo necesita.

Hernán O’Donnell

Argentina, en una gira que mira hacia la CONMEBOL Copa América USA 2024

Mucho se ha hablado de los partidos que juega la Selección Argentina en esta gira por Estados Unidos. Se hizo foco en el nivel de los rivales, y en la falta de exigencia ante adversarios de mayor calibre. Puede ser que visto con el prisma de categorizar a las naciones de acuerdo a su potencial e historia, los equipos europeos, o incluso varios sudamericanos lucen más exigentes. Pero es positivo el enfrentamiento con selecciones de Centro América, como es el caso de los choques frente a El Salvador y Costa Rica, porque son equipos a enfrentar en el contexto de la CONMEBOL Copa América 2024.

“Vinimos a competir, con la guardia alta. Siempre al jugar con esta camiseta los partidos son importantes”, dijo el entrenador Lionel Scaloni, previo al parido ante El Salvador, al que calificó como “un buen equipo, con una idea de juego muy marcada. Nuestra propuesta de juego va a ser parecida a la que siempre proponemos. Estamos fuertes y con ganas de seguir. Lo más importante es reforzar y que el equipo sepa lo que queremos de ellos. Para eso, debemos seguir el trabajo de la misma manera. Esta profesión y este lugar no te permiten estar ni al noventa por ciento. Hablé con toda la gente que debía hacerlo; tenemos claro cuál es el camino a seguir. No es fácil volver a competir después de ganar todo”, expresó el entrenador.

Crédito: media.afa.org.ar

Y el partido jugado en Filadelfia se tomó de esa manera. Con total seriedad y con varias intenciones de probar diferentes aspectos dl equipo. En lo táctico, lo estratégico y lo posicional. Jugó con absoluta seriedad y compromiso, y se llevó un triunfo cómodo por 3-0, que pudo ser más amplio.

El equipo de Scaloni formó con Emiliano Martínez; Nehuen Paz, Cristian Romero y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Leandro Paredes y Nicolás González; Giovanni Lo Celso; Ángel Di María y Lautaro Martínez.

El Salvador se alineó con Mario González; Bryan Tamacas, Melvin Cruz, Rudy Clavel, Jorge Cruz y Narciso Orellana, Nelson Flores, Christian Martínez, Darwin Cerén, Jairo Henríquez, Nelson Bonilla.

A los 6′ una gran jugada colectiva se cerró con un remate de Lautaro Martínez, que rebotó en Clavel y se fu al corner. Argentina se había posicionado en campo rival y enseguida abrió el marcador.

Iban 15′ cuando un corner de Angelito Di María fue al punto del penal, apareció libre “Cuti” Romero, y con un cabezazo puso el 1-0 para la Argentina.

El tanto le dio libertad y confianza a un equipo que defendía casi con un solo zaguero, porque Paz y Tagliafico se proyectaban con asiduidad, y Romero actuaba libre. El balón circulaba con Lo Celso como eje, y a los 41′ cerró el primer tiempo con un golazo de Enzo Fernández, por la jugada colectiva, que dejó el marcador 2-0 para la Selección Nacional.

En el complemento, entraron Nicolás Otamendi, Alejandro Garnacho y Valentín Barco, en lugar de Nicolás Tagliafico, Enzo Fernández y Nicolás González. Y a los 51′ Giovanni Lo Celso cerró la cuenta con un golazo, que puso el 3-0 para la Argentina.

Luego, llegó e l momento de probar. A los 64′ Facundo Buonanotte entró en lugar de Rodrigo de Paul. Tuvo una chance Di maría, a los 65′, tras recibir una buena asistencia de Garnacho, pero respondió muy bien el arquero Mario González.

Las últimas modificaciones fueron a los 71′. Nahuel Molina entró por Cristian romero, y Alexis Mac Allister ingresó por Lo Celso.

Todo fue más de lo mismo. Una Argentina dominante, sobria. Con un trabajo profundo de los jóvenes, como Barco, Garnacho y luego Buonanotte, que intentaron siempre y mostraron muchas ganas.

Ahora será el turno de enfrentar a Costa Rica. El camino a la Copa América, está en marcha.

Hernán O’Donnell

Argentinos Juniors fue un tornado que arrasó a Rosario Central

El diluvio que se desató sobre el campo de juego cuando faltaba menos de media hora para comenzar el partido, mientras los jugadores hacían los ejercicios de entrada en calor, fue el preludio de lo que iba a ocurrir apenas un rato después. Era una cortina de agua que impedía ver a menos de unos pocos metros, con ráfagas de viento muy fuertes, y truenos amenazantes. Y eso se replicó en los primeros minutos del partido. Argentinos Juniors, ya sin lluvia desde el cielo, fue una tromba que se llevó por delante a Rosario Central, generó situaciones, abrió el marcador y sostuvo una gran diferencia futbolistica de principio a fin.

El conjunto de Pablo Guede formó con Diego Rodríguez, Thiago Santamaría, Fernando Meza, Tobías Palacio y Román Vega; Alan Lescano, Franco Moyano, Nicolás Oroz; Luciano Gondou, Maximiliano Romero y Gastón Verón.

El conjunto rosarino comenzó con Jorge Broun; Damián Martínez, Komar y Agustín Sandez; Kevin Ortíz y Tomás O’Connor; Maximiliano Lovera, Jonathan Gómez y Jaminton Campaz; Abel Hernández.

Lo primero que le sucedió a Argentinos fue un contratiempo. Iban 8′ cuando Fernando Meza se lesionó y debió cederle su lugar a Sebastián Prieto, quein se ubicó en su posición natural de lateral izquierdo y Palacio y Vega se corrieron un lugar a la derecha. Pero luego, fue arrollador. a los 9′ Luciano Gondou quedó solo ante Broun, demoró la definición, y el arquero sacó el balón al corner. De ese tiro de esquina vino una doble salvada de los rosarinos.

Cuando iban 18′ una gran jugada colectiva dejó solo a Romero y el disparo de este fue tapado con la espalda por el arquero de la visita.

Hasta que a los 20′, un pase al vacío fue aprovechado por Luciano Gondou, quien de cabeza habilitó a Maximiliano Romero, para que este definiera con claridad ante la salida de Broun, y así pusiera el 1-0 a favor de Argentinos Juniors.

Allí bajó un rato el asedio del local. Se tomó un respiro y las acciones se trasladaron a la mitad de la cancha. Hasta que a los 38′ hubo una infracción sobre Gondou cuando iba a definir, y el penal correspondiente lo ejecutó el propio Luciano Gondou para poner el 2-0 para Argentinos a los 41′ de juego.

Pudo ampliar aún más el local, porque a los 45+2′ Verón asistió muy bien a Romero, y Broun volvió a ahogar el grito del local.

A poco de comenzar el segundo tiempo, el elenco de La Paternal liquidó el partido. Gastón Verón puso un pase exquisito y profundo, Romero tomó el balón y con una pisada gambeteó la salida de Broun, para marcar el 3-0 a los 50′ de juego. Partido liquidado.

Que pudo tener otro tanto, a los 55′, con un remate de Gondou abajo.

Luego, la sucesión de cambios, que no cambiaron mucho de lo que fue el argumento del partido. A los 71′ Emiliano Viveros entró por Alan Lescano, mientras que José María Herrera reemplazó a Gastón Verón. En la visita, a los 73′ Francesco Lo Celso ingresó por Jonathan Gomez, mientras que Elías Ocampo reemplazó a Jaminton Campaz.

Un disparo lejano y alto de Kevin Ortíz, a los 76′, fue una aproximación de la visita, que buscó atacar con más inercia que ideas, y carente de profundidad.

Las dos últimas variantes del local fueron a los 79′ de juego. Damián Batallini entró en lugar de Maximiliano Romero, y Ariel Gamarra ingresó por Franco Moyano. En el equipo de Miguel Ángel Russo, el último cambio fue a los 80′ cuando Franco Ibarra reemplazó a Kevin Ortíz.

Argentinos, mientras, seguía con la obsesión del arco contrario, y a los 89′ Herrera trazó una gran jugada, con un buen disparo que se fue apenas afuera.

Fue el corolario de una noche vibrante del equipo de Pablo Guede, cuando un prefacio con un diluvio anticipó la tormenta de fútbol que se iba a desatar.

Hernán O’Donnell

El Torneo Promocional Amateur, cuna de sueños e ilusiones

Es la última creación de la AFA, el torneo más reciente. La nueva categoría del fútbol nuestro, el primer peldaño que dan una cantidad de nuevas y viejas instituciones que se incorporaron a la casa madre del fútbol profesional. Clubes que tienen un siglo de antiguedad, y otros que recién han sido fundados. Y en ese campo, todos acunan el sueño de llegar al profesionalismo, a la Primera “C”, que sería meterse en una zona de mayor competitividad y tradición.

Y nos dimos una vuelta por Saavedra, para ver un encuentro de la 4ta Fecha del Torneo “Apertura” 2024. Allí, en el Predio “Alejandro Mariani Dolan”, del Club Atlético Platense, se midieron Barrancas UMET FC y Belgrano de Zárate. Un club novel, el equipo que jugaba de local, y una institución centenaria, la de Zárate. Allí jugaron un partido intenso, donde el local fue algo más en el primer tiempo, logró abrir el marcador al aprovechar un error del rival, y en el segundo tiempo supo agruparse atrás y defenderse bien.

El equipo de Barrancas formó con Agustín Scilingo; Segón, Saso, Corrales y Taborda; Favale; Dellepiane, Vázquez, Rivas y Mansilla; Vila.

El conjunto de Zárate comenzó con Ulises Santillán; Agustín Pereyra, Lucio Szpyt, Rodrigo Esteban y Tadeo Aguirre; Tomás Paredes, Fernando Vivas, Rodrigo Frete y Guillermo Fernández; Ulises García y Enzo Canale.

Salió decidido el local, y enseguida tomó el control del juego. Pero la primera llegada fue de la visita. A los 11′ con un enganche de Ulises García y el remate que se le fue alto. Respondió el local con un pelotazo largo por la banda izquierda, el remate de Taborda y Santillán la sacó al corner.

A los 19′ llegó la emoción. Una pelota al fondo de la zona del equipo de Zárate, Pereyra se la quiso dar de cabeza a Santillán, el arquero salía y el balón lo superó. Entonces lo tomó Mansilla, quien aprovechó la desinteligencia de la defensa visitante, y puso el 1-0 para Barrancas UMET.

Otra salida en falso de Santillán le permitió tomar la pelota a Vila, quien sacó un gran tiro desde el costado derecho, que estuvo cerca de aumentar el marcador a los 24′ de juego.

En el segundo tiempo, a los 54′ llegó el primer cambio en el local. Se fue lesionado Matías Saso y lo reemplazó Agustín Baez.

Y si bien Barrancas se retrasó unos metros para jugar de contragolpe, a los 60′ llegó por intermedio de Mansilla, pero salvó Santillán.

A los 66′ vino la segunda variante del local; Gino Luizón entró por Rivas. Mientras, a los 69′ se produjo la primera avrainte en Belgarno; Dylan Cerrudo ingresó por Fernando Vivas. Cerrudo se ubicó en el extremo derecho, y trabajó para contrarrestar las constantes subidas de Taborda, amén de preocupar al local por esa banda.

La visita intentó apretar hacia el final del juego, y a los 75′ lo tuvo Ulises García, en una llegada clara. Luego, a los 77′ vinieron el tercer y cuarto cambio del equipo de rojo. Juan Ignacio Mitre entró en lugar de Agustín Vázquez, y Héctor Pereira ingresó por Gastón Dellepiane. En Belgrano a ,os 81′ Franco Sánchez reemplazó a Ulises García.

Lo pudo resolver Mitre, a los 89′, pero Santillán se jugó el pellejo y envió la pelota al corner. Cuando iban 90+3′, llegaron dos últimas modificaciones en la visita. Lucas Cardozo ingresó por Rodrigo Esteban, y Juan Carlos Choque Revilla entró por Guillermo Fernández.

Parecía todo concluído, pero Belgrano tuvo dos chances claras para igualar. A los 90+3′ Canale cabeceó sólo, tras un tiro de esquina y Scilingo reaccionó a tiempo para sacarla por arriba del travesaño, y mandar al corner un balón con olor a gol. Y de ese tiro de esquina, a los 90+5′, Franco Sánchez desvió su remate cuando ya Scilingo había quedado fuera de escena.

Lo tuvo Belgrano y no lo pudo igualar. Barrancas lo fue a buscar, aprovechó un error y supo acomodarse al partido, para sostenerse, al final, en las manos de su arquero.

Hernán O’Donnell

Arsenal tenía reservado el último grito de la tarde

Un día atìpico para la tradición del ascenso, un domingo lleno de sol en Sarandí y la propuesta generosa de dos equipos que siempre intentan jugar. Arsenal y Talleres de Remedios de Escalada armaron un lindo partido, y en el ida y vuelta, el local se quedó con la última bola de la tarde, para desatar un festejo esperanzador en su público.

El equipo de Tobías Kohan formó con Tomás Sultani; Matías Lucero, Alexis Sosa, Agustín Álvarez e Iván Cabrera; Matteo Trombini, Nicolás Domingo; Kevin Pavía, Tomás Ortíz y Valentín Serrano; Matías Benítez.

El conjunto de Remedios de Escalada comenzó con Damián Tello; Fernando Duré, Nicolás Monserrat, Nicolás Malvacio y Juan Rodríguez; Norberto Palmieri y Alejandro Benítez; Tomás Asprea, Fernando Enrique y Agustín Campana; Nicolás Molina.

A los 6′ Agustín Campana avisó con un remate que se fue por alto. Aunque la visita había llegado, el comienzo fue protagonizado por Arsenal, que tuvo el control territorial, a partir de un posicionamiento ofensivo, y buena circulación de pelota. Así llegaron dos situaciones claras, que entre los palos, el travesaño, los rebotes, y la mala fortuna, impidieron lo que hubiera sido un lógico gol del local. Fue a los 9′ cuando el travesaño negó el tanto, y luego, a los 10′, un remate de Benítez pegó en el palo.

Fue ostensible el protagonismo de Arsenal, aunque Talleres tuvo un para de situaciones. A los 17′ co un centro de la derecha que cabeceó Fernando Duré, apenas alto, y a los 27′ un tiro de Campana que controló abajo el arquero Sultani.

Tobías Kohan, entrenador del local, decidió hacer una variante para comenzar el segundo tiempo. Balthazar Bernardi ingresó por Agustín Álvarez.

Y fue mejor tambièn Arsenal en el comienzo del complemento. A los 46′ un cabezazo de Sosa fue rechazado por el arquero visitante, y del rebote Bernardi disparó arriba.

Cuando iban 47′ una buena maniobra de Pavía por derecha derivó en un pase a Ortíz, y su disparo fue tapado por Damián Tello.

Era mucho más el equipo de Sarandí, y a los 51′ Tomás Ortíz clavó un remate tremendo para abrir el marcador y poner el partido 1-0 a favor de Arsenal.

Entendió Kohan que era el momento de reamar el esquema, y dispuso dos variantes, a los 53′ de juego. Luca Druille entró por Kevín Pavía, y Abel Amaya reemplazó a Matías Benítez. Pero no tuvo casi timpo de acomodarse, que a los 55′ se escapó Tomás Asprea por derecha, lanzó un centro al punto del penal, y libre apareció Fernando Enrique para meter un disparo profundo y marcar el tanto del empate de Talleres de Remedios de Escalada. 1 a 1, y a empezar de nuevo.

Se acomodó mejor la visita a ese momento del partido. Y tuvo un para de llegadas. A los 59′ Campana maniobró por derecha y sacó un remate apenas alto. Contestó Lucero con un buen tiro, a los 61′, que controló Tello.

Y luego llegaron los cambios que agregaron dinámica al juego. A los 62′ vino la cuarta modificación del local, con el ingreso de Nahuel Frascone por Matías Lucero, y el primer cambio de la visita, con el ingreso de Jeremías Denis por Juan Rodríguez.

A los 67′ vino la segunda variante de Talleres; David Achucarro remplazó a Nicolás Malvacio, mientras que a los 77′ el local hizo su quinto cambio: Alexis Segovia entrò por Matteo Trombini.

Martín Rolón, el entrenador de la visita, hizo tres modificaciones a los 78′. Rodrigo Cao ingresó por Agustín Campana; Matías Donato reemplazó a Nicolás Molina, y Federico Ulayar ingresó en lugar de Fernando Duré.

El partido estaba dominado por la incertidumbre. Arsenal había hecho un esfuerzo importante, y Talleres se había acomodado luego del tanto del empate. Parecía un resultado cerrado, y sin embargo demostró estar abierto porque quedaba un último grito.

Fue a los 90+3′, con un disparo certero de Balthazar Bernardi, luego de recibir por el callejón interno derecho, y así puso el 2-1 para Arsenal.

Que aún pudo ser más amplio, cuando a los 90+5′ Nicolás Domingo, de gran partido, recibió solo y definió de emboquillada, pero Nicolás Monserrat despejó de cabeza sobre la línea.

Fue de Arsenal, porque no dejó de creer. Era una tarde de buen fútbol que parecía cerrarse con una igualdad, pero en Sarandí tenían reservado el último grito.

Hernán O’Donnell

En el ocaso, Olympique de Marsella estropeó la noche soñada de Villarreal

Tras un abultado 4-0 en el encuentro de ida y por la vuelta de los 8vos de Final de la UEFA Europa League, el Submarino Amarillo recibió a los Olímpicos en un Estadio de la Cerámica repleto de ilusiones. Tímidas, pero ilusiones al fin.

La tarde soleada en Villarreal abrió paso a unas nubes, que acompañadas de fanáticos del Olympique de Marsella rodearon el moderno estadio en el centro de la clásica ciudad. Los simpatizantes franceses arribaron a las inmediaciones de la cancha con aires triunfalistas y una confianza absoluta, aunque se probaría desmedida unas pocas horas más tarde. Los visitantes ya se sentían en 4tos de Final de la segunda máxima competición continental europea, pero se embarcarían en un terreno complicado donde deberían sufrir para sellar su pase. Entre el griterío y efervescencia de los galos, y la silenciosa, aunque notable, presencia de los locales, el encuentro parecía tener lugar en la capital de Provenza.

El Estadio de la Cerámica atento ante un tiro libre de Dani Parejo.

Ubicados en la tribuna superior del Fondo Norte, los Marselleses se hicieron protagonistas de la noche con sus cánticos y banderas. La fanaticada del Submarino Amarillo aguardaba con calma su momento de imponer su condición de local. Así se hicieron las 18:45 y comenzó a rodar la pelota en el césped, el partido se empezó a jugar mucho antes. Los primeros instantes se caracterizaron por un dominio de la posesión por el aventajado conjunto visitante. Villarreal supo resistir esa ráfaga. Olympique no parecía relajarse, Veretout centró un tiro libre que buscaba colarse por el segundo palo y Filip Jorgensen pudo desviar al córner con un gran manotazo. Desde ese momento comenzó el control del Villarreal y las oportunidades de abrir el marcador, y con ello la ilusión del milagro. El centrodelantero noruego, Alexander Sørloth, fue el más desequilibrante en tres cuartos del campo y en adelante para el local. Pau López tuvo grandes respuestas que mantenían en cero su valla. Al mismo tiempo, se ganaba el enojo de la afición con su pausada y relajada rutina a la hora de reanudar el juego.

No obstante, su valla fue abatida merodeando la media hora de partido. Goncalo Guedes condujo desde mitad de cancha y tocó para Gerard Moreno, el capitán abrió para el lateral derecho, Kiko Femenía, quien enganchó y colocó un centro preciso para el inesperado ingreso goleador de Étienne Capoue. Acertó de cabeza, el balón se impulsó por el pique en el pasto y doblegó la resistencia, hasta entonces, perfecta de López. El francés concentró las mejores jugadas de la primera mitad, resaltado por una fantástica acción individual en la que dejó correr el balón, enganchó y hasta tiro un delicado túnel a su marcador, previo a ingresar al área. El número 6 del Villarreal fue artífice de los mejores momentos y su gol remarcó su gran partido. El primer gol, quizás el más importante, llegó en un gran momento y el segundo estuvo cerca de caer en un partido que se fue al descanso con un claro bando dominante. Sin embargo, el Marsella mostraba su potencial y en cada contra rozaba acertar la daga que pusiera punto final al sueño en Vila-Real. Tal fue el caso cuando tras una mala entrega del lateral izquierdo, Jorge Cuenca, Kondogbia conectó un disparo que apenas se abrió del palo izquierdo del arquero local. El suspiro y alivio de las tribunas amarillas hizo eco en todo el estadio.

Horas antes del partido, la calma que caracteriza a Vila-Real comienza a difuminarse.

La segunda etapa reanudó con una tendencia cuasi idéntica a la vista apenas 15 minutos antes. Villarreal buscaba, presionaba e imponía condiciones, mientras Olympique se resguardaba y mostraba los dientes en cada contra. El ingreso del gabonés, Pierre Emerick Aubameyang, propició un gran salto de calidad en la visita y atemorizaba a los Groguets. En la primera que tocó, “Auba” lideró un contraataque que él mismo finalizó, desperdiciando un mano a mano clarísimo. Minutos más tarde, probaría con una chilena que terminó en las manos de Jorgensen. Villarreal dominaba, Olympique respondía esporádicamente. El 2-0 se sentía en el aire y se concretó a los 54′, la jugada fue minutos antes, pero la larga revisión cargó de aún más tensión el campo de juego. Guedez, otra vez, fue el conductor del gol y habilitó a Sørloth que definió de manera excelsa contra el primer palo. De empeine, pero con roces de cara externa, el noruego abatió a López y desató a los aficionados, al grito de: “¡Si se puede!”. Claro que se podía, el equipo dirigido por Marcelino García Toral lo sabía. Los hinchas locales lo sabían. Quizás quienes más conscientes eran de la posibilidad de la epopeya, o mejor dicho el papelón, eran los hinchas visitantes. Sus gritos y cargadas que antes invadían el estadio, fueron sustituidos por nervios y un silencio inquietante.

El miedo crecía con cada aproximación del equipo cerámico, y el terror se desataría a los 85 minutos. De pelota parada, arma con la que inquietó todo el partido, Villarreal encontró, como quien tanto lo busca, el 3-0 y la hazaña se vio tan posible como nunca antes. Centro del As del mediocampo, Parejo, y un testazo certero del ingresado Yerson Mosquera (por la lesión de Eric Bailly) que dejó sin respuestas al arquero rival. Ya no era una profecía, sino un desenlace muy posible. En una carrera contrarreloj, Villarreal se adentró en un final de película.

La llave parecía estar en el juego aéreo, desde el pie de Dani Parejo, que tuvo una noche estupenda, en la que se hizo amo y señor del mediocampo, conduciendo los avances de su equipo y mostrando su clase y experiencia en cada intervención. Cabezazos de Aissa Mandi y Santiago Comesaña estuvieron cerca de provocar el estallido del Estadio de la Cerámica, pero el grito sagrado se veía oprimido en las gargantas de los fanáticos. Esa opresión se transformó en un amargo sabor de bocas llegado el minuto 90+4. De un lateral, Aubameyang desbordó ante un frente defensivo que se veía más enfocado en liderar el contraataque que recuperar la pelota. El cansancio tuvo su efecto, también, y la jerarquía del ex Borussia Dortmund, Arsenal y Barcelona, tuvo un destello letal. Llegó hasta línea de fondo y se adentró en el área de Villarreal, la tensión podía cortarse con un cuchillo. Centro raso y por el segundo palo ingresó inadvertido Jonathan Clauss que empujó la pelota a la red, con ello clavó una estaca en el corazón de todos los espectadores “Groguets”.

El festejo desenfrenado se liberó en el campo de juego y en la tribuna. Un descargo propio de la angustia que llenó cada alma marsellesa en Vila-Real. Hubo de todo: una corrida de toda la cancha para festejar de Pau López, gestos de Clauss y “Auba” que combinaban festejo con provocación y miradas desoladas de los aficionados amarillos, cuyo sueño terminó en pesadilla.

El shock inicial duró unos minutos, hasta el pitazo final más específicamente. Pero una vez sentenciada la eliminación, el orgullo inundó y ahondó en los locales. Aplausos, cantos de aliento y un reconocimiento a la entrega total de sus jugadores. La épica no fue completa, pero no quita mérito a la noche heroíca que aconteció en Vila-Real. Los Groguets estuvieron a centímetros, minutos, segundos quizás, de concluir una hazaña continental de antología. Quién dijo que la historia la escriben los ganadores, deberá dejar un capítulo en blanco para este Submarino Amarillo que contra todo pronóstico sacudió a un grande europeo y lo envolvió en la incertidumbre y el temor.

Federico O’Donnell

(Enviado Especial a Villarreal, Provincia de Castellón, España)