Aimar cantó los 40 con un triunfo, la clasificación y la alegría que contagia su equipo

La victoria del domingo del seleccionado Sub 17 de la Argentina vino acompañada de una celebración más que importante. Más trascendente que la victoria, la clasificación y la continuidad en la ciudad de Vitória, con un día más de descanso antes de jugar ante Paraguay por los octavos de final de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019.

Para Pablo Aimar, el entrenador del equipo, fue nada menos que el día de su cumpleaños número 40, y para un apasionado por este deporte, celebrarlo en una cancha de fútbol es casi una cuestión natural. “Cuando vivís en el ambiente del fútbol pasás varios cumpleaños en situaciones así; puede ser porque te toque jugar, o tener que estar concentrado en un hotel, o tal vez en un viaje. Está bien que cumplir 40 años es un número importante, pero a mí me gustó. Más me hubiese gustado que estuviese mi familia, pero bueno, es lo que hay. Tengo este trabajo, me gusta hacerlo y me tocó estar en un partido el día de mi cumpleaños” nos dijo en la zona mixta cuando el domingo 3 de noviembre llegaba a sus últimas horas.

Sobre el partido y el funcionamiento de los jóvenes futbolistas, respondió tras el encuentro: “Los chicos quieren jugar. Tienen ganas, quieren la pelota, se sienten libres de arriesgar, aún cuando puedan perder el balón o cometer algún error, saben que tienen la edad para hacerlo. Para medir cada acción en el campo, tal vez equivocarse y aprender de esos errores”, señaló.

Le preguntamos por Ignacio Fernández, volante de Boca, que dejó una gran señal durante el partido frente a Tayikistán; de un andar similar a Riquelme, en la posición de volante central como jugaba Román en sus inicios en Argentinos Juniors, y de una notable pegada con las dos piernas. Eje permanente del equipo. “Para nosotros la posición de él es de 5, bien ahí. Bien de volante central; en Boca a veces juega un poco más adelante, pero para nosotros la posición en el campo es de medio centro. Es super importante para el equipo, pero también hubo muy buenos rendimientos de muchos futbolistas y nos sirvió el partido para darle minutos a chicos que no se los habíamos podido dar, y han jugado muy bien”, respondió el entrenador.

Uno de los aspectos que deben vivir estos jóvenes es ser “visitantes”, sentir un poco que el público está a favor del otro equipo y jugar con esa presión, más allá de que el público es reducido. “Lo empiezan a asimilar. Y empiezan a ver que cuando jugás en la Selección Argentina sos visitante en más de un lugar, no sólo en Brasil. También, sobre todo, en Sudamérica, pero las condiciones son esas, hay que asimilarlas. Después ojalá les toque jugar partidos de Copa Libertadores que son parecidos, con 60.000 personas en contra, pero de a poquito empiezan a convivir con eso que es ser visitante en muchos lugares”, nos comentó Aimar.

Para el final le pedimos una reflexión sobre las palabras de David Luiz, su reconocimiento al compañero que le dedicó un tiempo a mejorar cosas del juego y la admiración que el brasileños siente por él, por Pablo Aimar. “Fui compañero de David cuando él era muy joven, y tomé esas declaraciones con mucha alegría. Es más, el video me lo mandó él. Sí, las recibí con mucha alegría, le tengo mucho afecto y celebro lo bien que le va”, respondió con humildad, sin hacer pie en su gesto, en su dedicación y en su enseñanza, sólo manifestó su placer y alegría por el cariño y el éxito que obtuvo su ex compañero.

La vida te hace esos regalos, ésas muestras de afecto y agradecimiento que te llenan el alma, tanto cuando un jugador exitoso recuerda un consejo pasado, o cuando un grupo de chicos te regalna una actuación tan agrdable el día que cumplís 40 años.


Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)