América vibra con un nuevo Superclásico

Faltan algunos días. Todavía hay tiempo para prepararse, para pensar el partido, para trazar los primeros esbozos y seguir con la mente en el fútbol doméstico, en la Copa Argentina y en la Copa Sudamericana. También para que los futbolistas continúen enfocados en sus clubes, en sus ligas, en la Champions, en la Europa League…

Pero es inevitable poner el radar y empezar a imaginar lo que promete ser un duelo vibrante, apasionante, una versión nueva del Superclásico de las Américas.

El jueves 10 de noviembre, en Belo Horizonte, Brasil y la Argentina volverán a verse las caras. Otra vez frente a frente. Una nueva versión de un viejo duelo que tiene una historia riquísima, llena de partidos memorables, de grandes encuentros, de goles inolvidables y figuras estelares.

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Brasil y la Argentina una vez más se encontrarán. En una instancia importante, en un partido oficial, por la Competición preliminar de la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018. Un partido que encierra los tres puntos en juego y el futuro de ambos en la clasificación. Está más cómodo Brasil, más tranquilo. Ha recuperado la confianza, ha crecido en lo futbolístico. La renovación de Tité dio sus frutos. Trajo nuevos aires y se encendieron las estrellas, con Neymar a la cabeza. Pasó de una zona complicada a meterse entre los primeros. El equipo es otro. Más veloz, más dinámico. Marca y juega. Se repliega con inteligencia y le mete mucha velocidad al contragolpe. Está fresco y bien de la cabeza; parece que ahuyentó los fantasmas que lo atormentaban desde el 2014.

Todo lo contrario le pasó a la Argentina de Edgardo Bauza. Luego de la trabajosa victoria frente a Uruguay, se enredó en sus dudas y perdió puntos muy importantes, que lo relegaron en la tabla de posiciones. El cuerpo técnico tenía pensado sumar más; digamos, casi la totalidad de los puntos, porque ante Venezuela, el más débil de la zona, la victoria era casi una obligación. Perú en Lima podía ser duro, pero también se creía que se debían lograr las tres unidades. Porque si a Perú se lo pone como un rival muy fuerte en condición de local, que queda para cuando haya que ir a Brasil, a Montevideo, a la altura de La Paz y de Quito…Y ante un Paraguay en reconstrucción que había caído como local ante Colombia, la lógica indicaba que había que ganar. Y se perdió. por eso, ahora el tiempo apremia. Hay que lograr los puntos que se perdieron en las últimas tres jornadas.

Esa es la primera aproximación. el local, tranquilo. El visitante, urgido. ¿Que pasará? Hay tiempo para la preparación y el análisis. pero no hay que desaprovecharlo. Hay que utilizarlo para llegar de la mejor manera. Esa es la razón por la cuál desde estas páginas ya empezamos a vivir el Superclásico de las Américas. Porque es un duelo único, fascinante, incomparable. Y se empieza a aproximar…

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Hernán O’Donnell