Lecce busca lleno de esperanzas y se aferra a mantener la categoría

Habíamos visto a Lecce ante Milan, en un partido duro donde el “Rossonero” al final lo concluyó con una amplia diferencia a su favor, de 1-4, pero que en el desarrollo y sobre todo en el primer tiempo, no había habido tanta distancia entre los dos equipos. Más bien había sido un inicio equilibrado, hasta que la jerarquía de Zlatan y el momento del Milan, con todos sus violines, Rebic, Saelemaekers, Kessie, Paquetá, Bonaventura, terminó por demoler al local. Pero nos había dejado una buena impresión el local, por eso esperábamos que pudiera mantener la expectativa y luchar por no perder la categoría en el apasionante Calcio italiano.

Con Udinese le tocó un partido complicado, con el antecedente del equipo de Udine que le había ganado, y muy bien, a la Juventus, el equipo dominante de la Serie “A” casi por antonomasia.

Por eso sufrió en el primer tiempo. Porque Udinese, al compás de Rodrigo De Paul, supo apretarlo. Lecce salió a buscar el partido, no se puede negar, pero le costó penetrar a un equipo inteligente y con buenos movimientos tácticos. Con el apoyo de Fofana y Walace, más la movilidad de Okaka, Udinese se acomodaba en el campo, en tanto la visita buscaba con la proyección de los laterales, Donati y Calderoni, para abrir el juego y llegar con centros para Lapadula.

A los 14′ llegó el local con una aparición de De Paul, quien metió un centro bajo y peligroso que el arquero visitante pudo sacar al corner.

Un centro de De Paul, un tiro de esquina desde la izquierda, fue bien conectado por Samir, que supo dar dos pasos adelante, ganar la posición y convertir de cabeza el 1 a 0 para el local a los 35′ de juego. Udinese sacaba una ventaja ante la bronca del DT de Lecce, Liverani, quien se quejaba desde el banco por la pérdida de la marca del defensor local.

Pero la esperanza se iba a hacer presente muy pronto porque una mano del defensor de Udinese le permitió igualar de penal. Mancosu se hizo cargo del remate, disparó al medio y Musso, que había elegido su izquierda, vio caer su valla. 1 a 1 a los 40′ de juego.

En el complemento Lecce fue un poco más. Sabía que el empate era un resultado escaso, debía arriesgar si quería aferrarse a la esperanza. A los 51′ abrió la primera ventana de los cambios: B. Meccariello ingresó en la defensa por Nehuen Paz y C. DellOrco reemplazó al lesionado Calderoni en el conjunto visitante.

El orden táctico de Udinese le complicaba los planes; pero el equipo igual se soltó a buscar el resultado. Lecce era más en el inicio del segundo tiempo, y en esos primeros quince minutos recobró la fe, porque se vio la mejor producción del encuentro. Falco, Barak y Petriccione se apropiaron del balón y Lecce se mostró más incisivo que el rival. A los 78′ tuvo una chance en la figura del zaguero Fabio Lucioni, pero su disparo salió desviado.

Y por ese ir y creer, encontró su premio: una doble pared en el área, que Lapadula concretó a los 80′ para marcar el 1-2 y la gran alegría del Lecce.

Un equipo que muestra alma y corazón y que no perdió la esperanza cuando el resultado le era desfavorable, por eso remontó el partido, revirtió el resultado y se aferra a la ilusión de conservar la categoría.


Hernán O’Donnell