Tras un comienzo complicado, Inter terminó cantando bajo la lluvia de Milano

Fue un triunfo claro, holgado, cómodo. Una victoria lógica y merecida. Amplia. Pero con un principio dificultoso, porque Bologna sorprendió a Inter, lo fue a buscar, le peg{o un par de sustos y se puso arriba en el marcador. Pero se recuperó el equipo local, tuvo precisión, alguna ayuda fortuita y solidez ofensiva para revertir ese inicio complicado para edificar una goleada grande y cantar y bailar bajo la lluvia de Noviembre, una constante a lo largo de todo el partido.

Fue partido durante el primer tiempo, cuando Bologna apuró las cosas y produjo jugadas ofensivas que presagiaban un encuentro equilibrado. Luego, a medida que Inter golpeó, sobre todo sobre el cierre del período incial y comienzo del complemento, el encuentro quedó liquidado.

El equipo de Simone Inzaghi formó con Onana en la valla; tres centrales, Skriniar, Acerbi y Bastoni. Dumfries como carrilero derecho, tres medios, Nicoló Barella, Calhanoglu y Mkhitaryan, más Dimarco como lateral izquierdo; adelante Edin Dzeko y Lautaro Martínez. Bologna comenzpo con Skorupski en el arco; Posch, Soumaoro, el colombiano Lucumí, y Lykogiannis en el fondo. Ferguso, Gary Medel y Schouten; Orsolini, Arnautovic y Barrow, adelante.

A los 3′ llegó la visita, con una corrida rápida de Barrow y un disparo cruzado de este, que pasó muy cerquita del palo izquierdo local. A los 8′ fue Arnautovic quien remató de cerca y Onana encontró la pelota entre sus piernas. Respondió el local, a los 16′, con un tiro de Calhanoglu que pasó por arriba del travesaño.

Y a los 21 abrió el marcador la visita, con un disparo de Orsolini que se desvió en el cuerpo de Lykogiannis, para desconcertar a Onana, y poner el 0-1 a favor de Bologna.

Igualó Inter, a los 25′, con una volea espectacular de Edin Dzeko, que captó un balón bombeado que venía de un centro de la derecha y con un remate cruzado puso el 1-1.

Hast ahí, todo bastante parejo. Equilibrado. Hasta que a los 35′ el árbitro Andrea Colombo cobró una falta de Lucumí a Lautaro Martínez que en verdad no existió, pues el quite había sido limpio, y de ese tiro libre Federico Dimarco sacó un gran remate para poner el 2-1 a favor de Internazionale.

Ese cierre del primer tiempo empezó a torcer la pulseada y a definir el partido. Porque a los 41′ Calhanoglu ejecutó un corner cerrado, Lautaro Martínez entró junto al palo y definió con certeza para colocar el 3-1 para el equipo local.

No le sirvieron de mucho los dos cambios que intentó Thiago Motta, entrenador visitante, para torcer el rumbo del partido. El uruguayo Joaquín Sosa ingresó por el colombiano J. Lucumi, mientras que N. Moro entró en lugar del chileno Gary Medel.

Pero Federico Dimarco señaló el 4-1 a los 48′ y ahí se terminó el partido. Ya no tuvo reacción el equipo visitante. Y todo se le hizo muy fácil al local. Sobre todo cuando el VAR le advirtió una mano en el área, penal que Calhanoglu supo ejecutar con eficacia y poner el 5-1 a los 58′ del partido. Quedaba más de media hora por jugar, y se sentía que estaba de sobra.

A los 60′ Thiago Motta hizo dos cambios más en la visita; J. Zirkzee ingresó por M. Arnautovic, y R. Soriano reemplazó a L. Ferguson. Inzaghi, el técnico local, abrió su primera ventana habilitada para hacer tres modificaciones: iban 61′ y  R. Bellanova reemplazó a D. Dumfries, M. Brozovic entró en lugar de Lautaro Martinez, y R. Gosens reemplazó al lateral Federico Dimarco.

Poco pasaba en el campo. A los 73′ vino el quinto cambio en Bologna: Emanuel Vignato entró por Musa Barrow, mientras que también a los 73′ R. Gagliardini ingresó por Nicoló Barella, y K. Asllani reemplazó a H. Calhanoglu, en el equipo local.

Todo estaba terminado, pero le quedaba un grito más al equipo de Inzaghi. Pelotazo profundo por el carril derecho, la entrada de Edin Dzeko y su centro al palo izquierdo, para la aparición de Gosens, quien puso el 6-1 cuando iban 75′ de juego.

Ahí sí, todo terminó. No hubo nada más que agregar. Internazionale, que había comenzado apurado por Bologna, supo revertir el marcador, apoyarse en sus fuerzas, contar con algún aliado fortuito y edificar una goleada para cantar y celebrar bajo la lluvia de Noviembre.

Hernán O’Donnell

El andar de Barcelona continuó su marcha en Pamplona

Fue un triunfo apretado, sufrido, trabajado. Resultó complicado el primer tiempo, y se llegó con cierta tranquilidad al final, pero la victoria de Barcelona ante Osasuna tuvo ribetes enrarecidos y no fue sencillo resolver el enigma para el equipo catalán.

A los 5′ el cabezazo de David García puso el 1-0 a favor de Osasuna y, además de generar la alegría de la gente de Pamplona, lo puso en autos al Barcelona. Era la señal del partido que le iba a tocar. Complicado, duro, trabajoso. Fue un inicio muy favorable al equipo local, y enseguida, a los 16′ el argentino “Chimy” Avila sacó un remate que pegó en la parte posterior de la red.

Aitor Fernández en la valla; Nacho Vidal, Unai García, David García y Alvaro Armada; Rubén García, Moncayola, Lucas Torró, Moi Gómez; Aimar Oroz de enlace, y Ezequiel Avila de delantero de punta. Barcelona comenzó con Ter Stegen en el arco; Alex Balde, Christensen, Marcos Alonso y Jordi Alba; Pedri, Sergio Busquets y Frenkie de Jong; Dembelé, Robert Lewandowski y Ferrán Torres.

Crédito: @FCBarcelona

De a poco, la visita pudo acomodarse a un comienzo con dificultades. Empezó a mover el balón, a subir los laterales y a pesar por la derecha, con Pedri y Dembelé. A los 24′ Lewandowski sacó un tremendo derechazo que pudo rechazar Fernández. Pero la mano venía complicada y enseguida se iba a sumar un problema más.

Iban 30′ cuando el polaco Lewandowski fue a disputar un balón contra el zaguero García, se desentendió del balón, golpeó a l defensor y se llevó la segunda amarilla que significó la expulsión del delantero del equipo catalán.

Con verguenza y ánimo, Barcelona lo fue a buscar al final del primer tiempo. A los 41′ un corner de de Jong fue conectado por Ferrán, pero su cabezazo salió elevado. A los 43′ Dembelé hizo una buena jugada individual, que cerró con un disparo fuerte, pero David García la cabeceó al corner.

La visita iba a salir con esa misma enjundia a jugar el segundo tiempo, y a los 47′ logró la igualdad a través de un remate de Pedri, que puso el partido 1 a 1.

Se hizo más parejo entonces el juego, y el local empez{o a sufrir el avance catalán. A los 58′ Kike Garcia ingresó por Lucas Torro; buscab aacomodarse a un encuentro que ya tenía otro argumento, porque del dominio incial del local, ahora el desarrollo era parejo, de ida y vuelta. A los 73′ Gavi entró por el lesionado Christensen en la visita, mientras que a los 74′ el local hizo su segunda y tercera modificación: D. Brasanac entró en lugar de A. Oroz, y Rubén Peña ingresó en reemplazo de R. Garcia.

Barcelona avisó, a los 75′, con un enganche de Dembelé y un centro que Fernández pudo controlar. Luego, a los 77′, Ansu Fati reemplazó a Ferrán Torres, y Raphinha ingresó por O. Dembele; lo mejor estaba por llegar.

Crédito: @FCBarcelona

Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, hizo sus últimos cambios a los 82′; A. Budimir entró por el “Chimy” Avila; y Kike Barja ingresó en lugar de Moi Gomez. Parecía que el partido se cerraba, pero quedaba tiempo para una genialidad de Frenkie de Jong, quien coló un pelotazo bombeado para Raphinha, este entró solo y libre por el medio, y de emboquillada marcó por encima de la salida del arquero Fernández, para poner el 1-2 a favor de Barcelona.

Xavi cerró sus cambios con el ingreso de Chadi Riad en lugar de Pedri, cuando iban 88′ de juego.

Quedaron unos minutos para el arresto final del local, con un tiro de Moncayola, a los 90′, que pegó en un compañero y se fue desviado, mientras que Ansu Fati armó una gran jugada, a los 90+2′, pero el disparo final se fue elevado.

Así fue la victoria de Barcelona. Sufrida y trabajada, pero también alegre, porque supo reponerse a la adversidad del marcador, al dominio incial del rival y a la expulsión de Lewandowski. A pesar de ello, el equipo se recompuso y siguió su marcha triunfal por las calles de Pamplona.

Hernán O’Donnell

Aunque sólo era un Test de Preparación, Los Pumas hicieron historia en Twickenham

Fue un triunfo histórico, inolvidable, valiosísimo. No correspondió a una competencia oficial, no era por los torneos que juegan Los Pumas, ni por la Copa Mundial. Sólo un Test-Match de preparación, correspondiente a la ventana de Noviembre, la serie de Otoño como la llaman en el hemisferio Norte, pero que deja una enorme alegría en el rugby argentino, porque el Seleccionado Nacional venció a Inglaterra en Twickenham Stadium, el Estadio mítico del rugby por excelencia. Y fue un triunfo justo, merecido, apretado y bien trabajado. Con una exigua diferencia de un punto, la victoria se celebró con una sana alegría, porque el 29-30 final también habla de lo que fue el desarrollo del juego.

Crédito: @lospumas

Los Pumas jugaron con mucha inteligencia, bien enfocados y en un lapso del segundo tiempo, donde el juego se presentó favorable, marcó la diferencia para llevarse la victoria. El primer tiempo se había ido con una ventaja para el local, pero en ese momento del complemento, Argentina supo golpear y definir.

El local empezó con Freddie Steward; Jack Nowell, Manu Tuilagi, Owen Farrell (capitán) y Joe Cokanasiga; Marcus Smith y Ben Youngs; Tom Curry, Billy Vunipola y Maro Itoje; Jonny Hill y Alex Coles; Kyle Sinckler, Luke Cowan-Dickie y Ellis Genge.

El equipo de Cheika comenzó con Juan Cruz Mallía; Mateo Carreras, Matías Moroni, Jerónimo de la Fuente y Emiliano Boffelli; Santiago Carreras y Gonzalo Bertranou; Marcos Kremer, Pablo Matera y Juan Martín González; Tomás Lavanini y Matías Alemanno; Francisco Gómez Kodela, Julián Montoya (capitán) y Thomas Gallo.

En el inicio no se sacaron ventajas, hasta que empezaron a sumar por los pateadores. A los 9′ Emiliano Bofelli adelantó a la Argentina con un penal: 0-3. Luego, a los 12′ fue Owen Farrel quien convirtió un penal para Inglaterra: 3-3. A los 15′, otra vez Bofelli metió un penal para la visita, 3-6.

Los Pumas estaban bien en el partido, sin ceder espacios y con el primer tackle firme, hasta que Joe Cokanasiga pudo filtrarse en una buena jugada colectiva y marcó el primer try del partido para el local, cuando iban 24′. Convirtió Farrel y el equipo de La Rosa se puso adelante por 10-6.

Argentina no se fue del partido y a los 32′ Bofelli descontó con otro penal, 10-9 quedaba el marcador. Era un partido donde cada infracción sancionada con penal era facturada por el equipo que tenía la sanción a favor. Aumentó Farrel de penal a los 35′, 13-9 para Inglaterra. Descontó Bofelli a los 38′, de penal, y el marcador se puso 13-12, pero Los Pumas cometieron un penal a los 42′, facturó Farrel y el primer tiempo se cerró con el 16-12 para el local.

Crédito: @lospumas

Los Pumas tuvieron su momento en el inicio del segundo tiempo. Fue la mejor versión del equipo, sobre todo en ofensiva, y en pocos minutos marcó el norte del juego. Empezó a los 46′, con una gran jugada armada tras un line-out, el balón fue abierto a la izquierda y llegó bien Bofelli para apoyar junto a la bandera. Argentina quedaba adelante 16-17. Y a los 50′ Santiago Carreras marcó un try con una gran corrida, convirtió Bofelli, y Los Pumas se escaparon a un optimista 16-24.

Pero no iba a ser fácil la historia. Era Inglaterra y en Twickenham. Jack van Poortlviet se escapó en un pasillo estrechísimo de un ruck, y apoyó, a los 55′, para que convirtiera Farrell. Inglaterra se acercaba en el marcador: 23-24.

Facundo Isa entró por Lavanini a los 56′; Eduardo Bello por Francisco Gómez Kodela, a los 58′. Los Pumas necesitaban cambiar el aire y el local aprovechaba su momento. Penal de Farrell a los 60′, Inglaterra adelante 26-24. Respondió Bofelli con un penal a los 62′: Argentina arriba 26-27. Farrell convirtió otro penal a los 66′, y el local pasaba a ganar 29-27. A los 67′ Ignacio Ruiz entró por el hooker Julián Montoya, y Matías Orlando por Mateo Carreras.

Hasta que llegó el penal de Bofelli, a los 69′, que puso adelante a la Argentina por 29-30. El partido entró en la zona de fuego final. A los 73′ Lucas Paulos ingresó en lugar de Marcos Kremer.

Los Pumas se sostuvieron en el partido, a través del tackle y el juego seguro. No dejaron espacios, ni perdieron el control. No cometieron errores disciplinarios, de esos que derivan en penales en contra. Pusieron alma y corazón, pero sobre todo, inteligencia y juego. Y se llevaron un triunfo justo, cerrado y merecido, para hacer historia en la Catedral del Rugby.

Hernán O’Donnell

Los Pumas, a la espera del gran match ante Inglaterra

Será el domingo, un día inusual para el rugby, que tiene una tradición enorme de jugarse los sábados, aunque en estos tiempos modernos, donde el deporte se ha mimetizado con el entretenimiento y el espectáculo, ya no es tan fijo un día de la semana, sino que puede suceder casi en cualquier momento. El f{utbol es el mejor ejemplo. De aquel tradicional encuentro de los domingos a las 15.30 hs, y el ascenso los sábados en el mimso horario, ahora es posible encontrar partidos en cualquier horario de cualquier día de la semana. El rugby puede ir hacia el mismo camino, aunque aún mantiene esa magia de jugarse los sábados por la tarde, como el día de las carreras de autos es el domingo por la mañana, o el boxeo es una cita imperdible del sábado a la noche. Pero empezaron a haber variantes. Y en esta ocasión tenemos una muy importante. Inglaterra y Los Pumas en día domingo, el 6 de Noviembre, para ser más exactos.

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“He tenido una semana muy movida y con muchas cosas para hacer”, dijo Michael Cheika, entrenador de Los Pumas. “Tuve muchos viajes, por compromisos con los dos equipos, tanto el Líbano como Argentina. El lunes en la tarde nos reunimos en Londres, el martes trabajamos todo el día, igual el miércoles, con la planificación del juego, el viernes tenemos libre y el sábado cerramos la semana de preparación para jugar el domingo”.

“Creo que todo funciona bien, son dos equipos muy distintos y todo va bien. Ante Inglaterra será un partido muy importante. Estamos cerca del Mundial, y nosotros hacemos el recorrido desde Junio, estamos en la punta de la curva. Sería excelente lograr un triunfo en Twickenham, pero también debemos pensar en el equipo como un todo. Hay que estar muy concentrado y no perderse en las emociones que pueden surgir el jugar ante Inglaterra en su casa. Tenemos que mantener nuestra estrategia y buscar los resultados, tenemos que estar enfocados en los fundamentos de nuestro juego. Adaptarnos a las circunstancias, a lo que nos plantea el juego. Tenemos que ajustarnos a los desafíos que nos representa cada equipo, y así es como vamos a mejorar”, comentó Cheika.

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En una conferencia de prensa internacional, vía zoom y con medios ingleses y argentinos, Cheika agregó: “Creo que hemos tenido una evolución de nuestro juego, y tenemos que seguir con adiciones, con agregados a nuestro juego. En los fundamentos del juego, el line o el scrum, debemos basarnos. Y siempre seguir adelante”.

“Estamos listos para jugar, debemos dar los toques finales y los últimos preparativos para el domingo”, cerró el Head Coach.

El capitán, Julián Montoya, señaló que “el equipo asimila bien lo que propone Michael; somos un grupo que tiene muchas ganas de mejorar, de hacer las cosas bien, de crecer y, como decía Michael, hacernos fuertes en nuestras virtudes, y en la capacidad de adaptarnos a lo que el partido requiere. En ese sentido estamos en crecimiento, y ya se empieza a ver en los entrenamientos que las cosas que nos planteamos empiezan a salir”.

Ahí están Los Pumas. Con el compromiso y las ganas intactas, ante un rival enorme y tradicional, en un Estadio que respira rugby y con el Mundial que se acerca. Ante Inglaterra, en Twickenham, en un curioso domingo.

Hernán O’Donnell

Racing remontó el desempate con Tigre y ahora se ilusiona con la final ante Boca

“Que el domingo cueste lo que cueste; el domingo tenemos que ganar…” El viejo canto tribunero que nació allá por los años ’70, alrededor de 1977 para ser más precisos, y que se repite año tras año en la víspera de un partido importante tras haber pasado un escollo previo, se repitió al final del partido que Racing revirtió ante Tigre, y bajó en forma de una mezcla de ruego, deseo y pedido, como una forma de reivindicar el campeonato perdido y paliar un poco la amargura y tristeza de un campeonato que estuvo en la palma de la mano cuando faltaban poco minutos y contaba con un penal a favor…pero Racing le ganó el “Desempate Clasificatorio” del Trofeo de Campeones a Tigre, tras haber sufrido en el comienzo, y ahora va con esa ilusión a medirse ante Boca, el próximo domingo en San Luis.

El equipo de Victoria, que hizo las veces de local, se presentó con Gonzalo Marinelli en la valla; Lucas Blondel, Cabrera, Abel Luciatti y Sebastián Prieto; Alexis Castro, Lucas Menossi, Ezequiel Fernández y Colidio; Armoa y Mateo Retegui.

La formación inicial de la Academia fue con Gabriel Arias de arquero; Iván Pillud, Sigali, Piovi y Eugenio Mena; Matías Rojas, Jonathan Gómez, Aníbal Moreno, Carlos Alcaraz y Jonathan Carbonero; Enzo Copetti como centro atacante.

Tras un inicio fervoroso, donde ambos quisieron tomar el protagonismo, llegó una jugada que abrió el partido. Iban 26′ cuando vino el centro de la izquierda del ataque de Tigre, Mateo Retegui iba a dominar la pelota con el pecho y Jontahan Gómez lo sujetó de la camiseta. El árbitro Darío Herrera no advirtió la falta, pero el VAR lo invitó a revisar la jugada y entonces el juez cobró el correspondiente penal, que Mateo Retegui convirtió a los 29′ para poner el partido 1-0 a favor de Tigre.

A partir de allí, una serie de incidencias iban a pesar en el partido. A los 32′ se fue expulsado Abel Luciatti, por doble amonestación, en una decisión apresurada de Herrera, pues pareció que la segunda falta fue muy leve como para merecer la segunda amarilla. Se quedó con un hombre menos Tigre, en un partido que se le iba a ser muy largo. El entrenador Diego Martínez decidió rearmar la defensa, y a los 35′ sacó al delantero Armoa, para poner a Brian Leizza, y así rearmar la línea de cuatro.

Pero Tigre iba a tener un buen ataque. A los 38′ desbordó Retegui por izquierda, sacó el centro al medio, Castro no pudo conectar bien, rebotó en Arias, y Colidio, de atropellada, marcó el segundo gol de Tigre, para dejarlo 2-0 arriba en el marcador.

Reaccionó Racing y se fue con todo arriba. A los 41′ elevó un disparo Aníbal Moreno. A los 42′ se lesionó Enzo Copetti y debió dejarle su lugar a Maximiliano Romero. Y cuando iban 43′ Alcaraz le bajó un balón de cabeza a Romero, este remató cruzado y Lucas Blondel despejó sobre la línea.

Crédito: @LigaAFA

El inicio del complemento fue una continuidad de ese final. Apenas iban 45′ y15″ y Jonathan Gómez sacó un tiro cruzado que Marinelli sacó al corner. A los 47′ un cabezao de Sigali fue desviado por el arquero de Tigre al corner.

Y a los 58′ llegó la igualdad, con una jugada muy bien elaborada por Jonathan Gómez, quien dejó dos hombres en el camino y asistió a Maximiliano Romero, quien con un tiro combado achicó el resultado a 2-1.

Dos cambios más hizo Fernando Gago; el segundo de la Academia fue el ingreso de Gabriel hauche por Iván Pillud; y el tercero fue el de Emiliano Insúa por Eugenio Mena.

Respondió Martínez con dos variantes, también la segunda y tercera de su elenco. Iban 62′ cuando Sebastián Prediger entró por Lucas Menossi, y Ortega reemplazó a Colidio, para jugar de lateral derecho y subir a Lucas Blondel al medio campo.

Pero a esa altura Racing ya era imparable. El equipo de Fernando Gago se había parado en campo “local”, presionaba rápido y se hacía muy pronto del balón. Dominaba el juego con autoridad, y Tigre resistía muy cerca de su área, con el objetivo de que pasaran los minutos y pudiera sostener la mínima diferencia. A los 73′ Martínez volvió a hacer dos modificaciones, la cuarta y la quinta, y también generaron alguna sorpresa: salieron dos jugadores importantes, incluso para rematar penales llegado el caso, como Lucas Blondel y Mateo Retegui, reemplazados por el “Flaco” Zabala y Gonzalo Flores.

Racing se llevaba por delante a Tigre y el empate empezaba a madurar. A los 83′ un pelotazo largo para Maxi Romero, quien la peleó con Cabrera, ganó la posesión y la cruzó a la derecha para la llegada limpia de Jonathan Gómez, quien puso el 2-2 sobre el cierre del encuentro.

Carbonero lo tuvo a los 85′, pero su tiro salió desviado. Racing había atropellado a Tigre y parecía que lo liquidaba en los noventa minutos reglamentarios. Y antes de concluir, a los 90+2′, Fernando Gago realizó la cuarta y quinta modificación reglamentaria de su equipo para dejar la sexta pactada para la prórroga. Facundo Mura entró por Jonathan Gómez, y Nicolás Oroz ingresó en lugar de Matías Rojas.

Antes del inicio de los treinta minutos suplementarios, el entrenador de Tigre hizo su sexta variante: Agustín Baldi entró por Víctor Cabrera. El ingresado se ubicó de volante, y Prediger se paró de central. Poco común, Tigre había iniciado el juego con dos centrales, Víctor Cabrera y Abel Luciatti, y terminó con Sebastián Prediger y Brian Leizza.

El primer chico del alargue fue todo de Racing. Sin profundidad, pero con un dominio sostenido y ostensible. Para comenzar el segundo tiempo, a los 105′ la Academia usó su sexta y última modificación: Jonathan Galván ingresó por Gonzalo Piovi.

Tigre no tenía fuerzas para oponer más que una defensa ordenada y un contragolpe que no prosperaba. A los 114′ lo tuvo Racing con una escapada de Romero que Marinelli cortó justo a tiempo. Y a los 117′ llegó el gol de la victoria. Desbordó Carbonero por izquierda, enganchó para su pierna derecha y sacó un centro preciso bien conectado por Gabriel Hauche de cabeza, para poner el balón abajo, junto al palo derecho de Gonzalo Marinelli, y dar vuelta el resultado. Racing se ponía 2-3 arriba en el marcador.

No hubo tiempo para más. Un arrebato final de Tigre, una jugada dudosa en el área de Racing, una caída de Prediger que el árbitro desestimó y el pitazo final, que dio pie a la alegría de la gente de la Academia, y al canto, mitad ruego, mitad exigencia, que el domingo le pueda dar una reivindicación.

Hernán O’Donnell

Noviembre comienza con una gira importante de Los Pumas

El seleccionado nacional de rugby, Los Pumas, tal como se los conoce desde aquella legendaria gira por Sudáfrica en el año 1965, afronta noviembre con la tradicional gira, desde hace un tiempo llamadas “ventanas” a estos encuentros internacionales, ante rivales europeos. Con una competencia establecida ante las potencias del hemisferio sur, jugar ante los grandes del viejo continente siempre es estimulante y edificador. La Argentina se medirá el domingo 6 de noviembre con el seleccionado inglés, en el primer partido de la serie, a las 11:15 hs de nuestro país, en Twickenham Stadium. Luego, el sábado 12 a las 14:30 hs de Argentina, jugará frente a Gales en Principality Stadium, y cerrará contra Escocia el sábado 19 de noviembre a las 12:15 hs de nuestra nación, en Murrayfield Stadium. Siempre con el objetivo que está a la vuelta de la esquina: la Copa Mundial de Rugby Francia 2023.

El equipo ya está en Gran Bretaña, con los primeros entrenamientos, que empezaron hace poco más de una semana en Manchester. Antes de partir, Michael Cheika afirmó: “Estamos muy contentos de continuar con nuestro camino rumbo a la Copa del Mundo de 2023. Esta gira es muy importante, y la vamos a afrontar con un plantel que tendrá algunas incorporaciones y habrá cambios para cada partido; habrá oportunidades para algunos de nuestros jóvenes talentos como Ignacio Ruiz, Pedro Rubiolo, Eliseo Morales, Tomás Albornoz, Mateo Carreras, Martín Bogado y Franco Molina. Son jugadores que pueden llegar a estar en el equipo en el primer partido, contra Inglaterra”.

“Lamentamos no poder contar con Guido Petti, Joel Sclavi, Rodrigo Bruni y Mayco Vivas”, agregó el entrenador, “pero también habrá Pumas experimentados o con participación en el equipo que no fueron seleccionados en esta primera lista, como Nicolás Sánchez, Juan Imhoff, Agustín Creevy, Joaquín Oviedo o Benjamín Urdapilleta, pero que pueden ser convocados para ser parte del equipo en los próximos partidos de la gira”.

Ya están Los Pumas en las Islas Británicas. En unas horas empieza la serie internacional ante Inglaterra, Gales y Escocia. Tres Test-Match de alta exigencia, para claibrar al equipo y continuar con la preparación de la Copa del Mundo, el gran desafío del año que viene.

Hernán O’Donnell