Archivo de la categoría: Fútbol

México, en una nueva etapa

Luego de la Copa de Oro de la CONCACAF y la última Copa América Chile 2015, el “Tri”, como se conoce al seleccionado de México, inició una nueva etapa. Es que era necesario, pues el cierre del ciclo de Aguirre en esos dos torneos (que se jugaron casi en forma simultánea) fue polémico, controvertido, lleno de accidentes que le pusieron un límite ineludible a su labor. Los escándalos rodearon a Miguel “El Piojo” Herrera y, al margen de resultados deportivos, se intuyó su final.

Con un equipo sin demasiadas figuras se presentó en Chile. Igualó con Bolivia 0-0 en su debut. Luego jugó un buen partido ante Chile, en Santiago, y empató 3 a 3. En la última jornada fue superado por Ecuador por 1-2 y se despidió de un torneo que, a lo largo de la historia, casi siempre le fue esquivo.

México IV

Luego llegó la Copa de Oro de la CONCACAF. Allí se jugó todas sus fichas. Y cumplión una buena labor en la fase eliminatoria, hasta llegar al polémico partido ante Panamá. Dos penales le permitieron ganar por 2 a 1, y la discusión fue efervescente. Los propios medios mexicanos entendieron que el pasaje a la final no se obtuvo con claridad. Las críticas resultaron muy elevadas y ni siquiera la victoria en la final ante Jamaica las pudo aplacar.

Un entredicho resultó el detonante: “Los resultados no pueden ponerse por encima de nuestros estatutos, reglamentos y la libertad de expresión”, aseguró Decio de María, presidente electo de la federación mexicana de fútbol, en conferencia de prensa. “La violencia no cabe en nuestra familia y mucho menos en ningún deporte”, agregó. La decisión fue tomada luego del incidente que protagonizó Herrera, de 47 años, en el aeropuerto de Filadelfia, un día después de que México consiguió el título en la Copa Oro. De acuerdo al periodista de TV Azteca, Christian Martinoli, el entrenador le propinó un golpe en el cuello y lo insultó. El DT Herrera negó haberlo golpeado, pero el daño estaba hecho. Herrera estaba molesto con el reportero por una serie de declaraciones que había realizado en las últimas semanas, sobre todo después de la discreta actuación de el Tri en la Copa América de Chile a la que acudió con un equipo alternativo. Asumió, de modo interino Ricardo Felleti, tras una buena campaña en Tigres. Y ya le toca presentarse ante la Argentina, el martes 8, en Dallas, Texas, Estados Unidos de América.

“Lo más importante es tener una buena actuación ante Argentina -dijo el DT en conferencia de prensa-. Nosotros contamos con buenos jugadores, de mucha capacidad y tenemos un potencial grande. Me importa el rendimiento individual y colectivo.”

Con respecto al adversario, explicó: “No debemos preocuparnos por ellos, sabemos que tienen un talento y capacidad, pero no vamos a jugar temblando las cañitas como decimos. Argentina sabe atacar bien y defender con propiedad, pero yo no tengo miedo, no creo que mis jugadores tengan miedo.” Y continuó: “Hay un respeto, también pedí respeto cuando jugamos contra Trinidad y Tobago, pero miedo no, si vamos a jugar así para qué vamos. Es una buena oportunidad siempre y contra la Selección Argentina qué mejor, espero que mis jugadores vayan a la cancha mañana y demuestren que como el rival tiene nosotros también lo tenemos”, cerró el entrenador.

Un anueva etapa, un nuevo ciclo y un rival muy grande para medirse. México también espera su nuevo recorrido con ilusión y humildad. Y ante Argentina tiene la gran oportunidad de comenzar a recorrerlo.
Hernan en Estadio Kempes

 

Hernán O’Donnell

 

La gira comenzó con una sonrisa

A los 4 minutos, y unos segundos más, el golazo de Ezequiel Lavezzi abrió (y cerró) el partido. Porque fue la apertura del marcador, el inicio del camino y porque dejó la sensación de que esta Bolivia, en crisis e improvisada, iba a tener muchas dificultades para remontar la cuesta. Porque es un equipo que se juntó para este partido, con un DT recién llegado y una crisis dirigencial importante.

Llegó la Argentina con un cabezazo de Aguero y un remate de Gaitán. Eran avisos de lo que vendría: el segundo gol, tras un preciso remate de “Kun” Aguero y el tercero, de Ezequiel Lavezzi. 3 a 0 y partido liquidado. Había sido un primer tiempo a pedir de la Argentina. Con Sergio Aguero como motor del equipo, acompañado por Pereyra, la movilidad de Lavezzi, las proyecciones de Mas y la velocidad de Gaitán, el conjunto de Martino no tuvo inconvenientes para desbordar al elenco de Julio Baldivieso,

El segundo tiempo arrancó con un grito: “Me-ssi, Me-ssi!!”, bajaba desde las tribunas. Todos querían ver al astro de Barcelona. Es que el partido había perdido interés. o emoción. Era un relato repetido: La Argentina que atacaba, abría la cancha y desbordaba con facilidad. Una película conocida. Creció Lamela. Creció Pereyra. Y se afirmó Casco. Bolivia insinuaba algo, a partir de la pujanza de Marcelo Martins, hábil y experto. Pero era apenas eso, una insinuación.

A los 13 del ST un arranque a toda velocidad de Lavezzi, por la banda derecha, derivó en un centro rasante que Aguero concretó en la red con un toque sutil. Pero todo eso ya estaba en segundo plano. La gente repetía su grito, pedido, ruego; “Me-ssi, Me-ssi” bajaba de las gradas con más fuerza, al unísono. Y Martino les dio el gusto.

A los 20 entró El Rey Messi; a los 21, un centro de Milton Casco al corazón del área, fue bien provechado por Leo, y de cabeza marcó el 5 a 0.

Y a los 29 llegó el sexto; Pase largo de Gonzalo Rodriguez, habilitación de Aguero y gambeta de Leo Messi al arquero para marcar el 6 a 0. Mucho de Argentina, casi nada de Bolivia.

Los cambios se sucedieron en los dos equipos; para destacar; el ingreso de Angel Correa, un crack con enorme presente y larguísimo futuro. Figura en el San Lorenzo Campeón de la Copa Libertadores de América 2014, llegó para quedarse. Ingresó a los 35 y a los 37 debutó en la red de Argentina: 7 a 0, en un partido que repartía sonrisas pero que había perdido su esencia y su sentido.

Fue una victoria previsible, categórica, contundente. Para cerrar la herida de la Copa América reciente y empezar a soñar el futuro.

100_9586

 

Hernán O’Donnell

Bolivia busca salir de la crisis

Es una crisis grande, que abarca lo institucional y lo deportivo. Lo primero es lo más grande y lo más importante. La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) vive un año de sobresaltos, con la detención de su presidente, Carlos Chávez, en el mes de julio pasado, tras ser detenido por la Policía de Bolivia a partir de una investigación por supuestos hechos de corrupción en el manejo de recursos económicos. Tras quedar detenido, la FBF en un congreso extraordinario, revocó su mandato y en otra sesión nombraron presidente, de forma interina a Marco Ortega.

De ese modo, la Federación intentó poner en orden su estructura que se vio debilitada tras el escándalo que comenzó con las denuncias sobre las autoridades de la FIFA y continuaron con otros dirigentes, como el caso de Carlos Chávez quien también era tesorero de la CONMEBOL.

A partir de la asunción de Ortega, los dirigentes debieron arremangarse, tratar de recuperar a la entidad y hasta poner dinero de su bolsillo para salir adelante. De hecho, el trámite del visado para la gira por Estados Unidos debieron abonarlo ellos.

FBL-WC2014-QUALIFIERS-BOL-ARG

Y de a poco empezaron a ordenar la FBF. Debieron, contrareloj, contratar a un DT. Y la responsabilidad cayó en Julio César Baldivieso, ex crack del seleccionado, con un pasado en Newell´s y una larga trayectoria como jugador.

“No hay que mentirle a la gente, es un partido que me hubiese gustado jugarlo con más tiempo de trabajo, pero que ya estaba pactado por la Federación y hay que respetarlo y cumplirlo”, afirmó el entrenador apenas se oficializó su nombramiento.

“Es un desafío grande para los futbolistas enfrentar a un monstruo del fútbol como es Argentina”, agregó el DT, quien pidió la ayuda de Evo Morales: “Voy a invitar al presidente  para que se sume a este proyecto”.

Proyceto que empieza a desarrollarse el viernes 4, en Houston, Texas, Estados Unidos de América, ante un coloso del fútbol mundial que llega con su máxima figura y la aureola que siempre lo distingue. Para Baldiviezo, sus muchachos y el renacer del fútbol de Bolivia, todo un desafío.

WP_20150122_006

 

Hernán O’Donnell

También el “Tata” Martino está en un laberinto

Si convocá a los de acá, porque convocá a los de acá. Si llama a los de afuera, porque llama a los de afuera. Si lo cita a Tévez, porque se lo saca justo antes de dos clásicos. Si no lo cita a Tévez, porque no lo cita a Tévez. Y así hasta el infinito, el fútbol argentino vive un gataflorismo exasperante, donde todo se cuestiona, todo se protesta y todo se pone en tela de juicio.

La selección también ha caído en esa vorágine. A pocos de dias de enfrentar una gira por Estados Unidos, con partidos frente a Bolivia y México, la selección tampoco se salvó del bochorno inquietante de estos días desprolijos del fútbol argentino.

Primero, la pelea por jugar o no la 23ra fecha. Luego, la pulseada por la convocatoria de jugadores que debilitarían a los equipos. Más tarde, la amenaza de Bolivia de no presentarse a jugar si no se le abonaba el cachet por anticipado. Y por último, las lesiones de Zabaleta, Di María, etc que obligaron a modificar una vez más la lista de convocados original.

Demasiadas situaciones controvertidas para afrontar el trabajo deportivo. Con todo eso debe convivir Gerardo Martino, el entrenador de la selección. “Es una situación difícil para los jugadores, que quieren jugar en los clubes. Existieron y existen desprolijidades en la AFA. Es injusto que los jugadores no estén en partidos decisivos para los que trabajan todo el año. Y sé que desde mi puesto de entrenador es difícil crear lazos de amistad, sobre todo si me quejo de la parte organizativa. Siendo técnico de la Selección es imposible salir indemne de esta situación”, explicó en la conferencia de prensa. “Hoy es una gran oportunidad para que el mundo del fútbol diga ‘qué buena decisión que tomó la AFA’ al suspender la fecha, que es lo que debería pasar, y no esperar hasta último momento. Son desprolijidades que pasaron, que pasan y que tiene que cambiar. Así, evitarían un montón de especulaciones y comentarios, que van más allá de los dirigentes, y también alcanza a entrenadores y futbolistas”.

WP_20150826_002

Con respecto a la gira, indicó: “Son dos partidos importantes, porque vamos a jugar ante equipos, como Bolivia, que luego enfrentaremos en las eliminatorias. Además, hay cosas que van más allá de los 90 minutos de un partido. Por ejemplo, hablar de la Copa América, que sentimos, que piensa cada uno, expresar lo que vivimos para hacer un cierre y seguir adelante.”

WP_20150826_001

“Convocamos a los del medio local en los puestos que pensamos que nos podían cubrir necesidades. El año pasado, en noviembre, nosotros hicimos una convocatoria sin jugadores del fútbol local porque estábamos lejos de la Copa América, pero ahora estamos a 30 días de que comience la eliminatoria para Rusia y es importante estar en la selección”, agregó.

“Queremos profundizar lo que comenzamos a hacer en este año de trabajo, inclusive con lo que pasó en la Copa América. También la idea es insertar jugadores nuevos, o algunos que estuvieron poco. Creo que las giras tienen mucho de importante, más allá de los 90 minutos de partido”. En ese sentido, dijo que “Angel Correa es el juvenil más destacado que tiene la Argentina. Quien debe manejar su inserción, luego de la operación que tuvo, es Simeone. Gaitán aporta juego por los costados, puede ser el reemplazante natural de Di María. Ramiro Funes Mori está en un gran nivel. Sergio Romero tuvo un rendimiento impecable en la selección y ahora tiene continuidad en Manchester United”, comentó el entrenador.

Así están las cosas: complicadas, desencontradas, criticadas…La crisis que envuelve a la AFA llega a la selección. El estado deliberativo en el que se encuentra neustro fútbol, el desorden que goberna, el tironeo por el poder, la injerencia política, todo lo que ya sabemos, alcanza también a la selección argentina. Y su responsable no se hace el distraído ni expresa malabares dialécticos para disimularlo.

Hernán en Estadio Mendoza

 

Hernán O’Donnell

 

El fútbol, en su laberinto

La enorme pelea por el poder en la Asociación del Fútbol Argentino, las declaraciones cruzadas de los dirigentes, la unión forzada, el pacto atado por un hilo débil y lleno de desconfianzas, la merma de jerarquía en el campeonato de los 30, el bajo nivel futbolístico la ausencia de los simpatizantes visitantes y la permanencia de la inseguridad y las incomodidades en los estadios. Todo se junta hasta formar un estado de situación preocupante, doloroso, sombrío.

No parece asomar una expectativa que invite a la ilusión. La puja por el poder de la AFA ha sido muy clara, aunque muchos sólo se sostengan en las formas que, claro está han sido patéticas y alarmantes. Pero no es sólo un problema de formas. Es una cuestión de fondo. El fútbol argentino entró en un espiral descendente desde el fallecimiento de Julio Grondona (que bien o mal tenía un estilo de conducción), y sin tiempo de descanso o de tregua vivió cada jornada como una lucha interminable de los dirigentes de los distintos clubes por el horario de los partidos, árbitros que los dirigirían, estadios a jugar, cesión de futbolistas al seleccionado…hasta llegar a estos días, donde ya no se pelearon por esas nimiedades sino por algo mucho más sabroso y tentador: la presidencia de la casa, el control total del fútbol.

En ese escenario, la lucha se planteó sin tregua ni contemplaciones entre quienes querían llegar y asumir el control de todo y aquellos que no permitían ni asomarse por la puerta a los forasteros. Dos extremos, dos posiciones antagónicas donde, detrás de los famosos y consabidos “proyectos” que nos prometen un mundo ideal de amor y paz, se advierte una intencionalidad política, mercantil, ambiciosa.

Es difícil de creer que alguien viene con la promesa de transformar este fútbol caótico en un jardín de rosas. Además, no lo demuestra su trayectoria. No hay un mecenas ni un Papá Noel. Ni tampoco los reyes magos. Se trata, apenas, de gente ambiciosa, con ganas de entrar o de mantenerse (depende el caso) en el “negocio” del fútbol. Esa fuente de recursos que se generan a partir de un deporte único, y que se vinculan con el show, el marketing, el espectáculo, pero muchas veces más ligado a la televisión, o sea a las transmisiones televisivas, que a los concurrentes a los estadios vetustos, incómodos, abandonados, deteriorados, dominados en su control por los barra bravas que juegan de local.

Así, la explotación comercial y artística del producto fútbol se dirigirá a un público masivo, enorme, pero que lo ve por TV. Para el hincha común, el que va al estadio, habrá que presentarle escenarios cómodos, higiénicos, seguros, donde pueda llegar con medios de transporte o vehículos particulares y pueda estacionar en lugares habilitados a un precio lógico y no en la calle, extorsionado por un trapito que le “cobra” una fortuna por portación de auto.

Y así podríamos hablar de muchas cosas más. Queremos dirigentes que se ocupen del fútbol; de cuidar al deporte, a los clubes y a los socios. Que el negocio llegará después. Esta lucha nos deja una imagen, ojalá equivocada. La de dirigentes que van tras el “negocio” del fútbol, que es un tren gigante y cuya locomotora es la televisación de los partidos. Ojalá tengan otro pensamiento. Otras ideas. Que sepan que para ordenar al fútbol tienen que ordenar a los clubes. Que deben ser lugares para las familias, para los socios, no dominios de los barras. Que deben ordenar las economías. Que deben refundarlo.

Ojalá aparezcan estas intenciones, en medio de una batalla desenfrenada por el control del poder.

HERNAN-en-el-Estadio-Malvinas-Argentinas[1]

 

Hernán O’Donnell

La selección busca su destino

En medio de las peleas, las discusiones, los cruces mediáticos y toda la polémica que envuelve a la Aasociación del Fútbol Argentino y su futuro, el equipo que conduce el “Tata” Martino quiere continuar su camino rumbo a la Copa del Mundo FIFA-Rusia 2018, aunque ni siquiera la selección puede evitar inmiscuirse en la polémica.

Al equipo nacional le tocó también estar en el centro de la batalla mediática. Es que las fechas de los partidos ante Bolivia y México se mezclan con jornadas claves del torneo “Julio Humberto Grondona”. Y más que con una fecha clave, con un partido importante, casi determinante: el clásico Boca vs San Lorenzo. A partir de allí, la interminable polémica por la discusión que generó la posible convocatoria de futbolistas  de cada equipo. En particular, la citación de Carlos Tévez. Días de protestas, de declaraciones cruzadas, de rumores…La convocatoria no tuvo demasiadas sorpresas; los que fueron a Chile por la Copa América y algunas novedades. la más importante, la de Funes Mori.

messi6

Argentina se medirá ante Bolivia el viernes 4 de septiembre, en el BBVA Compass Stadium de Houston, mientras que cuatro días después será el turno de enfrentar a México en el AT&T Stadium de Dallas, en ambos casos, con horario a confirmar. Son dos partidos que sirven para medir al equipo. Bolivia fue irregular en el torneo de Chile; México, con alguna polémica en su victoria ante Panamá, se llevó la Copa de Oro de la CONCACAF.

Irán los arqueros: Sergio Romero, Nahuel Guzmán y Marchesín; los defensores: Pablo Zabaleta, Facundo Roncaglia, Ezequiel Garay, Otamendi, Rojo, Ramiro Funes Mori, Milton Casco y Demichelis; los volantes Lucas Biglia, Mascherano, Banega, Javier Pastore, Erik Lamela, Roberto Pereyra, Fernando Gago, y Angel Di María y los delanteros: Lionel Messi, Agúero, Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez y Ezequiel Lavezzi.

Un plantel de alta calificación, que deberá empezar a remontar la cuesta dolorsa de haber perdido otra final, pero que puso la vara muy alta y alimenta la ilusión futbolera de todo el país.

SONY DSC

 

Hernán O’Donnell

Vamos subiendo la cuesta…

Aún dura y perdura el dolor de otra final perdida. Aún resuenan los acordes de una derrota en la Copa América Chile 2015 con una melodía melancólica. La Argentina tropezó y la ilusión se hizo añicos. Pero hay que seguir. Hay que levantarse y volver a empezar. En definitiva, que de eso se trata el deporte, y la vida.

Tal como si se hubiera ganado. Porque los festejos hubieran durado algunas noches, porque la alegría pudo haber sido un poco más duradera…Pero, después, volver a empezar.

Bolivia

Ya pasó el momento más doloroso: ese en que la premiación distingue al mejor, y uno debe morderse los labios, levantar la cabeza y aplaudir con hidalguía y caballerosidad, a la espera de que alguna vez nos vuelva a tocar a nosotros ocupar ese lugar estelar, el más alto del podio. Pero ese instante, hay que pasarlo. y la mejor manera es la de reconocer al rival ocasional, felicitarlo y empezar a trabajar para el futuro.El fútbol argentino debe organizarse. Hace un año que, tras la pérdida de su líder, entro en una zona gris, de debate, cierto desconcierto y tironeo por ver quien toma el timón del barco. De ahí para abajo, sucede todo lo que uno se pueda imaginar: Un campeonato con problemas de organización, indefinición de formas futuras en cuanto a fechas y ascensos y descensos de categoría, incertidumbre por no saber hasta cuando habrá 30 equipos en la elite, como se hará la depuración, que pasará con las transmisiones televisivas, cuales serán las formas en que los clubes reordenen sus economías, asperezas y desencuentros de cara a las elecciones de octubre…Y en el medio, una selección que cuenta con estrellas de nivel mundial que espera que se ordene la casa para poder despegar.

El camino a Rusia está a la vuelta de la esquina. No perdamos más tiempo. Es hora de dejar de lado mezquindades, ambiciones personales, y pensar en el futuro. Si la selección es el producto más importante que tiene el fútbol argentino, cuidemosló. Cuidemos ese producto. Cuidemos esa expresión genuina que todavía permite que la familia se acerque a la cancha, que las mujeres y los chicos sean una parte importante del público dominante, que el espectáculo sea lo más virtuoso posible. Por eso, trabajemos con el pensamiento puesto en ella. En nuestro máximo equipo. La selección necesita de la unión de todos. El 5 de octubre hay que recibir a Ecuador y el 13 habrá que visitar al Paraguay de Ramón Díaz en Asunción. No hay demasiado tiempo para chicanas o disputas personales. La selección, el equipo de todos, debe estar por encima de cualquier rencilla, para poder desandar el nuevo camino.

A partir de allí, el trabajo deportivo. La dedicación de Gerardo Martino, la presencia imprescindible de Lionel Messi, el aporte de todos. Argentina ya tiene encima el camino al Mundial de la FIFA-Rusia 2018. Pongamos en marcha el equipo y empecemos a subir la cuesta…

 

Hernán O’Donnell

Que el árbol no tape el bosque

Ahora, que pasaron varios días del final de la Copa América Chile 2015, que la tarde-noche triste y amarga de Santiago empieza a formar parte de los recuerdos de la historia deportiva de la selección. Ahora, que las voces comienzan a bajarse, que la serenidad le gana a la espontaneidad, que todos estamos un poco más fríos y tranquilos, vale la pena hacer un análisis de lo que ocurrió con el seleccionado, porqué se perdió la final y que debemos pensar, hacer y trabajar para el futuro.

WP_20150704_032

La Argentina hizo una buena Copa América. Quizás no haya llegado al nivel de “muy buena”, pero sí se jugó bien, hizo buenos partidos, obtuvo resultados y, excepto en la final, fue siempre superior a los rivales.

El primer tiempo del primer partido ante Paraguay fue de gran nivel. El equipo se mostró lúcido, veloz, agresivo. Leo Messi se movió por todo el frente de ataque, generó juego, desbordó, lució muy compenetrado con el partido y con el equipo. Un bajón en el segundo tiempo le permitió a un equipo con más oficio que volumen de juego llegar a la igualdad. No era del todo justa, pero en fútbol los merecimientos no cuentan. No existe un fallo de un jurado como en el boxeo. Se gana con goles. El equipo de Martino desperdició unos cuantos en el primer tiempo y luego se lamentó. Mucho se habló de los cambios, sobre todo del ingreso de dos delanteros (Tévez e Higuaín) por un volante y un atacante. La salida de Pastore desequilibró la mitad de la cancha, pero al márgen de esa discusión, la Argentina no supo rematar el partido.

El clásico con Uruguay fue eso: un clásico. Trabado, friccionado, luchado. Uruguay, como casi todos, salió a esperar a la Argentina y a tratar de lastimar de contraataque. El excelente centro de Pablo Zabaleta y el perfecto cabezazo de Agüero liquidaron el pleito.

Contra Jamaica no se jugó bien. Se ganó por la experiencia, el oficio, y el peso de los nombres y de la camiseta. El gol de Gonzalo Higuaín trajo una tranquilidad muy cercana al relajamiento. Argentina se durmió con el correr de los minutos y no pasó sobresaltos ante un rival de menor jerarquía que estaba más preocupado por autorretratarse en fotografías con Leo Messi al finalizar el partido que en intentar la hazaña.

WP_20150626_035

Con Colombia se jugó el mejor primer tiempo del campeonato. La selección dominó a voluntad. Tuvo el monopolio de la pelota, atacó por derecha, centro e izquierda, presionó al rival, contó con unas cuantas posibilidades de gol, entre ellas la más clara fue la doble tapada del arquero Ospina ante el remate de Agüero y el cabezazo siguiente de Messi. Fue mucho más que su adversario y debió ponerse en ventaja en ese lapso. después Colombia creció, emparejó el desarrollo y con mucho esfuerzo, disciplina defensiva (Mejía persiguió a Messi toda la noche) y la actuación de Ospina, forzó los penales. Allí se impuso el equipo de Martino.

La semifinal ante Paraguay fue brillante. Un muy buen primer tiempo, un 2-1 parcial auspicioso y un segundo tiempo a todo trapo. Entonces dijimos que Messi jugó de Maradona. Armó juego, gambeteó, corrió por toda la cancha y asistió a sus compañeros para que todos y cada uno de ellos pudieran convertir. El 6 a 1 lapidario al equipo de Ramón Angel Díaz nos invitó a soñar. Sentimos, lo reconocemos ahora que pasó el tiempo y la suerte quedó sellada, que la Copa estaba muy cerca…

WP_20150704_035

El fútbol nos enseñó, una vez más, que nada está definido hasta que se juega. Que nada puede darse por terminado hasta que suena el silbato final. Que los partidos no se disputan en la oficina ni en la calle ni en las redacciones. Que se juega en la cancha. Que allí todo se dirime y nada está escrito de antemano. Que por eso es el deporte más hermoso del mundo. Que nadie es declarado ganador de antemano. Por eso nos gusta. Por eso nos apasiona tanto. Por eso despierta amores y odios y es el pan nuestro de cada día en latinoamérica, en Europa, en Africa, Norteamérica, Asia y todo el mundo. Por eso es la “religión” con mayor cantidad de fieles. Porque todo puede suceder. Hasta que un equipo que empezaba a “matar”, a liquidar a sus rivales, se pareciera a una sombra desdibujada, superada por un rival, Chile, que estaba lleno de nervios y de responsabilidad por ganar en su casa el primer título internacional, pero que supo tranquilizarse, aprovechar la localía y jugar con una determinación que emparejó las jerarquías individuales. Que supo ser agresivo para recuperar el balón y rodear a Messi para que no pueda recibir ni jugar cómodo. Un Chile que se jugó por su oportunidad. ¿La Argentina pudo ganar? Sí, la última jugada que armaron entre Messi, Lavezzi y Gonzalo Higuaín le pudo haber dado la victoria. pero también pudo perder 8 minutos antes, cuando Alexis Sánchez encontró un rebote sólo en el área y de media vuelta sacó un remate que tenía mucho olor a gol y se fue apenas desviado…

Los penales sonrieron a los locales como muchas otras veces nos sonrieron a nosotros. de esta final queda el sabor amargo que el equipo se desinfló en el momento cumbre. Que realizó una gran Copa América y se vio equilibrado y por momentos superados por un adversario que tiene buenos jugadores que corrieron y lucharon por el partido de su vida, y un gran entrenador que planteó muy bien el partido. Pero que no es más que la Argentina. Al contrario. Por eso la decepción de no haber aprovechado una oportunidad ante un rival al que se le puede ganar sin complicaciones. Pero que la tarde justa, el día indicado, la selección no apareció. El equipo no lo ayudó a Messi, no tuvo reacción anímica, no supo repetir actuaciones anteriores. Desde el banco no llegaron las respuestas para revertir lo que proponía el rival. Y se perdió cuando aún en una tarde -noche decepcionante hubo chances para ganar.

Una pena porque habrá que esperar al Mundial de la FIFA-Rusia 2018, o la Copa América Brasil 2019. Y renovaremos el optimismo y la fe; acompañaremos a la selección, como siempre lo hemos hecho, en la construcción de un nuevo ciclo, de un equipo que de estos destellos de excelencia mostrados haga un acto de compromiso. Y que todos sepamos que nada se gana hasta que suena el silbato en el partido final.

WP_20150704_008

 

Hernán O’Donnell

 

Chile descubrió América

Cuando Alexis Sánchez fue a la pelota, a patear el cuarto penal de Chile, sentimos que todo estaba terminado. Que la Argentina perdía, de nuevo una final, y que el sueño construido durante casi un mes se derrumbaría en cuestión de segundos. El silencio que inundó el estadio cuando se iba a iniciar la serie se empezó a transformar en un rumor que  comenzó a crecer  con la carrera de Alexis (la figura de la cancha) y la concreción suave, a la derecha de Sergio Romero, que había elegido el otro palo.

WP_20150704_040

¡Chile Campeón de América! El sueño de todo un país, la ilusión de un pueblo que en cien años vio siempre festejar a sus vecinos: Uruguay ganó 16 campeonatos, Argentina 15, Brasil 8, y siguen las firmas. Sólo quedan Ecuador y Venezuela sin probar el sabor dulce de un título. Chile se acaba de sacar la espina. Por eso vivió un dia larguísimo, pero que valió la pena vivir…

El día comenzó muy temprano. Desde las 7 de la mañana las radios, los programas de TV, arengaban al equipo e invitaban a la gente a sumarse al optimismo de la victoria posible, esa que le permitiría ganar un título importante. La gente apuraba el paso en Las Condes, en Providencia, en Ñuñoa. Había que llegar temprano al estadio, ocupar un lugar, comprar el refrigerio, pasar por el toilette, adquirir algún souvenir y esperar el partido. Eso, todo junto o paso por paso.

El duelo de cantos, los saltos y los epítetos contra la Argentina, el rival más odiado, tal vez el más temido. Una larga silbatina a la nominación de la formación adversaria y, vale destacar, el silencio respetuoso en el momento de escuchar el himno visitante, acompañado de unas tarjetas verdes que la organización local dejó en cada asiento. En medio de burlas e insultos, un momento de paz y hermandad que emocionó y vale la pena remarcar, como para que se haga costumbre…

WP_20150704_039

Y el primer tiempo, con un Chile que quería tener la iniciativa, que proponía ante una Argentina dormida, quieta, superada por el marco y con pocos argumentos. Apenas la habilidad de Messi, la voluntad enorme de Mascherano y la capacidad de Zabaleta. El resto, desconocido. Flojo Rojo, muy flojo Pastore, inseguros los centrales y ahogado Sergio Aguero en su soledad injustificable.

Chile iba. Con los pelotazos a espaldas de Rojo y Zabaleta, para que piquen Alexis y Beasejour. Con la calidad de Arturo Vidal y el temperamento de Gary Medel. Y la seguridad de Claudio Bravo. Cuando finalizó el primer tiempo, sentimos un frío recorrer nuestras espaldas. La Argentina había dejado una imagen muy pobre ante un rival que proponía pero no profundizaba, todavía dominado por sus temores. Además Di María dejó su lugar a Lavezzi.

En el segundo el juego se hizo más equilibrado. La Argentina fue un poco más. Se hizo más parejo. Y tuvo la chance más clara en el minuto 92, cuando Leo Messi armó un contraataque, habilitó a Lavezzi y este jugó para la entrada de Higuaín, un poco exigido sobre el poste derecho. No pudo Pipita, no tenía espacio ni ángulo.

Y el alargue fue más de lo mismo. Llegaron los penales. Convirtió Mati Fernández y Chile 1 a 0. Igualó Messi. El penal de Arturo Vidal fue clave. A punto estuvo Romero de atajarlo, pero fue gol. Y erró Gonzalo Higuaín. Chile aprovechó para ponerse 3 a1. Y erró Banega…

En ese momento, el silencio que se veía alterado por los gritos de gol o de júbilo le dieron paso a un rumor que empezó a crecer y estalló en un alarido atronador cuando Sánchez decretó el 4 a1 en los penales.

¡Chile Campeón de América! No lo podían creer. Los festejos se desparramaron por todo el país, la gente hizo sonar sus bocinas y salió a la calle a festejar. Un título deseado, anhelado, imaginado. Y, un día, llegó.

chile 1

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Santiago, Chile)

 

Perú tuvo un final feliz

A los 4 minutos del segundo tiempo se sacudió la modorra. El partido que nadie quiere jugar, pero que es un aperitivo necesario para esperar más relajados la gran final y para distenderse, ese partido por el tercer puesto, que por lo general resulta abierto y atractivo, en este caso en la noche fría de Concepción, había consumido un primer tiempo agradable pero con muy pocas emociones.

Luego vino el gol de Perú y entonces todo se hizo más abierto. Bobadill y Oscar Romero tomaron las riendas de Paraguay y mandaron al ataque a un equipo siempre conducido por la sabiduría de Ortigoza. Enfrente, Perú lo había sacudido. Entre Yotún, Cueva y Paolo Guerrero construían buen fútbol y, de contragolpe, anunciaban que podían ampliar el marcador.

Per vs Ven II

Era el Perú conocido, el que quiere volver a las fuentes, el de los gloriosos años ’70…

Y la garra paraguaya para responder con verguenza deportiva. A los ’66 lo tuvo Edgar Benítez, para intentar el empate, pero le faltaron unos milimetros para empujar la pelota al gol. Era de ida y vuelta. Sin miedos, sin especulaciones. Porque Paraguay fue a buscarlo, pero Perú no se refugió en su arco ni se colgó del travesaño. Ni siquiera hizo tiempo ni intentó demorar el juego. Jugó golpe por golpe. Y en el medio los gritos de aliento para Chile. Porque la mayoría, está claro eran locales, que fueron a ver un partido, pero a palpitar otro, “Chi, Chi, Chi…le, le, le. Vivá Chile!”, atronaba en el estadio. Y el ritmo no decaía: Un cabezazo de Paolo Guerrero besó el travesaño cuando iban 81 minutos.

Todo era vértigo. Porque en estos partidos no se especula . Se sale a ganar, que en definitiva perder no duele tanto. Y Perú encontró el sello a los 87, cuando Paolo Guerrero aprovechó un centro y con un remate bajo marcó el segundo tanto.

Una sonrisa para Perú, de gran Copa América. Arrancó con una derrota sobre la hora ante Brasil y a partir de ahí empezó a crecer, Venció a Venezuela, igualó con Colombia, superó  a Bolivia y perdió de modo ajustado con Chile.

Una sonrisa para Ricardo Gareca. Y a empezar a soñar con lo que viene.

WP_20150122_009

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Santiago, Chile)