Argentina dio cátedra en Wembley y es un brillante campeón

En la “Catedral del Fútbol”, el escenario más emblemático de este deporte, el más mítico, el más célebre, el más famoso, el más tradicional, Argentina dio una cátedra de fútbol, una exhibición para recordar por mucho tiempo, derrotó a Italia por 0-3 y se consagró campeón de la Copa de Campeones CONMEBOL-UEFA, el nuevo torneo intercontinental que reúne a los campeones de América y Europa, tal como en algún momento fue la Copa “Artemio Franchi”.

El equipo de Lionel Scaloni fue muy superior a su rival y logró un triunfo indiscutido, categórico, inolvidable. Apenas Italia pudo hacerle partido en el cuarto de hora inicial, cuando Jorginho se movió cómodo en el medio y movió los hilos de su equipo. Así, a los 11′ Raspadori sacó un buen tiro que controló Martínez, y a los 19′ Bernardeschi desbordó por derecha, sacó un centro rasante y peligroso, y “Cuti” Romero desvió al corner. Después, la Argentina tomó el mando del juego, y no lo soltó nunca más.

Crédito: www.media.afa.org.ar

Con Emiliano Martínez en la valla, Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico en el fondo. Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez, Gio Lo Celso volcado a la izquierda, Leo Messi por todos lados, Angel Di María a la derecha, y de centrodelantero Lautaro Martínez, el conjunto de Scaloni se hizo dueño del balón y manejó el desarrollo del partido.

Italia trataba de mantener el juego inicial, con Donnarumma en el arco; Giovanni Di Lorenzo, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini y Emerson en la defensa. En el medio, Matteo pessina, Jorginho y Nicoló Barella. Y en el ataque, Federico Bernardeschi, Andrea Belotti y Giacomo Raspadori. Pero ya se imponía la presencia “Albiceleste”.

A los 27′ probó Leo Messi, de derecha, y controló Donnarumma. Y enseguida llegó el balón otra vez al ataque argentino, Messi se fue por izquierda, Di Lrenzo no pudo frenarlo, tampoco lo movió con un puntapie, llegó al fondo y tiró el centro a la puerta del área chica. Donnarumma no pudo cortarlo, Bonucci se vio sobrepasado y antes que cerrara Chiellini, en el medio de los dos centrales, Lautaro Martínez tocó de revés para marcar el 0-1 a favor de Argentina, cuando iban 27′ de juego.

Respondió Italia, cuando Nicoló Barella tomó un balón que se le escapó a Lautaro Martínez y sacó un remate repentino que “Dibu” desvió al corner, a los 29′.

Y el equipo argentino cerró el primer tiempo con una tremenda jugada en la que Lautaro martínez recibió por el medio, se la cortó al vacío a Angel Di María, este superó en velocidad a Chiellini y cuando salió Donnarumma, le picó el balón por encima para sellar el 0-2 para Argentina, a los 45′ del primer tiempo.

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Con mucha personalidad y buen trato del balón, la Argentina cerraba el primer tiempo y casi daba por definido el partido.

Italia comenzó la segunda parte con tres modificaciones: Lazzari ingresó por Giorgio Chiellini; Scamacca entró en la posición de Belotti, y Manuel Locatelli reemplazó a Federico Bernardeschi. Sin embargo, casi no hubo influencias de esas modificaciones en el juego, porque Argentina creció aún más y desarrolló un complemento casi perfecto. De lo mejor de la etapa de Scaloni al frente del seleccionado. Cuarenta y cinco minutos brillantes, a todo ritmo, con el monopolio del balón, control del juego, dominio territorial y una cantidad enorme de situaciones para aumentar el marcador.

A los 55′ casi viene el tercer tanto tras un buen contragolpe y el pase de Bonucci a Donnarumma, un poco exigido a un costado, otro poco por reacción lenta del arquero, lo cierto es que el guardameta se tuvo que esforzar para evitar el gol en contra de su compañero, y salvó sobre la línea al despejar el balón.

A los 59′ Otamendi largó un pelotazo fantástico para el pique de Di María, desde el fondo a la izquierda al ataque a la derecha. Di María controló, enganchó y sacó un zurdazo al ángulo que Donnarumma sacó al corner.

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El dominio era total de la Argentina. Iban 61′ cuando Messi ejecutó un corner bien abierto para Di María, y este, desde afuera del área, sacó un disparo que desvió el arquero de PSG. Roberto Mancini efectuó su cuarta variante a los 62′: Leonardo Spinazzola entró por Pessina. El ingresado fue al lateral izquierdo, Emerson se corrió al centro-izquierda de la defensa y Manuel Lazzari pasó al medio.

Argentina tuvo otra magnífica chance a los 63′; recuperó Messi por derecha, tocó con De Paul, este se la pasó al pique de Leo, Di María se quedó quieto porque estaba inhabilitado, Leo sacó el centro pasado y Lo Celso remató a la pared de la red. Era un ángulo cerrado y complejo, pero la oportunidad fue clara.

Además del buen juego, Messi movía los hilos y buscaba su gol. A los 66′ probó y devolvió Donnarumma; a los 68′ volvió a insistir y otra vez le ahogó el grito su compañero en París Saint Germain.

El primer cambio de Argentina fue a los 74′: Exequiel Palacios reemplazó a Rodrigo De Paul. Y la cuarta modificación en Italia sucedió a los 76′: Bastoni ingresó por Emerson. Era la síntesis del partido. Argentina fue una máquina casi sin necesidad de hacer retoques; Mancini agotaba variantes en la búsqueda de soluciones.

Lo Celso recibió en el área, a los 80′, enganchó y sacó un tiro espléndido que rechazó Di Lorenzo de cabeza. Sobre el final, a los 84′, llegaron la segunda y tercera modificación en la Argentina: Germán Pezzella entró por Cristian Romero, y Julián Alvarez reemplazó a Lautaro Martínez. El propio Alvarez probó de lejos, a los 86′. A los 90′ Argentina realizó sus últimos cambios: Nicolás González entró en reemplazo de Angel Di María, y Paulo Dybala lo hizo por Lo Celso.

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Y otra vez Argentina, que se había hecho muy fuerte en defensa, al punto que Italia casi no inquietó a Martínez en el segundo tiempo, arrancó con un contragolpe poderoso. La consiguió Dybala en su campo, cedió para Lionel Messi, este arrancó a toda velocidad rumbo al arco contrario, no pudo disparar al llegar al área, el balón le volvió a quedar a Paulo Dybala, y con un toque suave, a la izquierda de Gigi Donnarumma, sacó un tiro que dio en el poste y se metió en el arco, para sellar el 0-3 a favor de la Argentina cuando ya se jugaban 90+3′ del partido.

Argentina gritó “Campeón” en Wembley. En la “Catedral del Fútbol” dio una lección de juego. Un recital inolvidable que le permite sumar un nuevo título, ganar esta Copa de Campeones CONMEBOL-UEFA, estirar el invicto, y soñar, soñar, con el Mundial que viene…

Hernán O’Donnell