El Campeón de América entró en escena. De una manera rotunda, decidida y contundente. Se adueñó del balón desde el silbato inicial y a los 40″ de juego Renan Lodi se fue por izquierda, lanzó un centro cerrado y Everton no pudo acertarle al arco; el balón se fue apenas desviado en la primera de las muchas ocasiones que iba a generar el local. A los 3′ llegó otro centro desde la izquierda al corazón del área, y el cabezazo de Marquinhos se fue muy cerca del palo izquierdo de Carlos Lampe, arquero de Bolivia.
Era un monólogo de Brasil, que tenía el control absoluto. Con Neymar como eje, Coutinho como socio y las trepadas de los laterales, Danilo y Renán Lodi para abrir a un Bolivia que se refugiaba en su campo.
El gol era cuestión de tiempo, y llegó a los 16′, tras un corner desde la derecha, el pase atrás para Danilo y el centro del lateral que cabeceó Marquinhos al arco para marcar el 1 a 0 para el equipo de Tité.

Siguió Brasil con su libreto. Un equipo que tenía siempre la pelota, la manejaba con criterio, dinámica y velocidad. Así, desbordaba a la visita por todos lados. Era un vendaval que se le hacía difícil al equipo de Césra Farías poder controlar.
La llegada del segundo tanto era lógica y esperable. Una pared por el sector izquierdo entre Renan Lodi y Neymar, la llegada al fondo del lateral brasileño del Atlético de Madrid y el centro rasante al área chica, que aprovechó Roberto Firmino y con un toque suave depositó el balón en la red, para dejar el partido 2 a 0 a los 30′ de juego.

Bolivia se animó en los últimos diez minutos del primer tiempo. Fue el momento en que el local se tomó un pequeño respiro y cedió en la presión sobre el área rival. Bajó un poco Menacho para juntarse con Miranda y Wayar, en tanto buscaba el resto del equipo acompañarlos en una presión más alta. pero fue sólo una intención, en tanto Brasil le cedió un poco la pelota. El cierre del primer período lo encontró, otra vez, al local con el control del partido.

Bolivia salió al segundo tiempo con un cambio: Cespedes por Saldías; pero nada se modificó, porque a los 48′ Firmino marcó el tercer gol y ya con el 3-0 el único interrogante era cuando se iba a detener la cuenta del local.
A los 58′ entró Rdrygo por Everton; a los 61′ J. Campos ingresó por C. Menacho y R. Cardozo reemplazó a C. Arabe en Bolivia; y a los 65′ Philippe Coutinho desbordó por derecha en una buena maniobra, sacó un centro que pegó en el defensor visitante Carrasco y se metió en su propia valla para dejar el marcador en 4 a 0.

Tité decidió dos cambios para renovar el equipo y repartir del desgaste de sus futbolistas: a los 70′ Richarlison entró en lugar de Roberto Firmino y Felipe Augusto ingresó en reemplazo de Thiago Silva.
A los 72′ llegó el quinto y el cierre de la cuenta del local. Centro desde la izquierda de Neymar y Philippe Coutinho metió un cabezazo formidable para marcar el 5-0.
Ya no era partido. Quedaban cambios para registrar. En Brasil, a los 76′ A. Telles entró por Renan Lodi y E. Ribeiro lo hizo por P. Coutinho. En Bolivia, a los 79′ F.G. Mejia entró por A. Bustamante y unos minutos más tarde, a los 83′ L. Zabala ingresó en lugar de D. Wayar.
Sobre el final, Carlos Lampe tuvo un vuelo y una atajada fenomenal de un tiro libre de Neymar. Iba al ángulo superior izquierdo del arquero boliviano, pero su reacción impidió el gol que tanto había buscado Neymar.
No hacía falta. Era solo por una cuestión personal. Brasil, el equipo, apareció en escena en todo su esplendor y asoma como el equipo dominante de una eliminatoria que dio su primer paso.

Hernán O’Donnell