Atlanta y Tigre dividieron momentos y el empate fue la consecuencia

Fue un partido en líneas generales, parejo. Equilibrado. Cada uno de los contendientes tuvo su momento. En el primer tiempo, Atlanta fue algo más. En un contexto parejo, el equipo de Erviti tuvo más situaciones para convertir y dejó una imagen valorable. En el complemento, con lagunas variantes, Tigre mejoró de modo ostensible y terminó el partido con un dominio sostenido y varias llegadas claras, en un segundo tiempo donde se mostró superior al local. El empate fue la lógica consecuencia en una tarde calurosa, primaveral y con mucha gente en Villa Crespo.

Atlanta salió con Francicso Rago al arco; una línea de cuatro que intentó apretar hacia el medio campo: Gabriel Carrasco, Alan Pérez, Martín García y Ramiro Fernández, lateral de salida permanente. Un doble cinco conformado por Agustín Bolívar y Gabriel Ramírez, tres hombres por delante, Daniel Saggiomo, Edilio Cardozo y Fabricio Pedrozo, y de centro atacante, “Nacho” Colombini. Así tuvo un par de llegadas; a los 8′ probó Pedrozo desde afuera y controló Gonzalo Marinelli, el arquero visitante. A los 17′ Sebastián Prieto se mandó por la izquierda y su remate pegó en el palo derecho de Rago; después, fue Ignacio Colombini quien metió un buen cabezazo cruzado que salió cerca del palo derecho de Marinelli. Y a los 34′ Cardozo armó un buen contraataque, combinó con Pedrozo, recibió de este y sacó un remate combado, que se fue cerca del arco visitante. A los 40′ Colombini recibió una asistencia dentro del área, bajó el balón de pecho, jugó atrás para Saggiomo y el remate del volante fue bien tapado por Marinelli.

Tigre intentó jugar con un esquema amplio y dinámico: 4-2-2-2. El respaldo de Marinelli, la línea de cuatro con Lucas Blondel, Víctor Cabrera, Abel Luciatti y Sebastián Prieto; dos volantes centrales, Sebastián Prediger y Cristian Zabala. Más adelantados, Ijiel Protti y Milton Céliz y delante de todos, Tomás Fernández y Pablo Magnín. El juego lo equilibraba, porque se desarrollaba en la mitad de la cancha, pero el local había tenido algunas llegadas más profundas. Hasta que avisó el equipo de Victoria: iban 42′ cuando salió lejos Rago, jugó mal el balón, se desacomodó la defensa local y Tomás Fernández sacó un disparo fuerte que pegó en el palo derecho de Rago; el rebote estuvo a punto de tomarlo Protti, pero García cruzó justo y sacó la pelota al corner. Sobre el cierre, el equipo de Diego Martínez envió señales de preocupación al conjunto de Villa Crespo.

En el complemento, el inicio fue equilibrado. Hasta que se abrieron las ventanas de los cambios y allí Tigre encontró algunas soluciones que le permitieron modificar el esquema, tener crecimientos individuales y controlar el segundo tiempo, hasta acumular varias posibilidades de abrir el score.

Primero fue Walter Erviti el que movió la estructura de su equipo y a los 54′ determinó que Joaquín Ochoa Giménez ingresara por Daniel Saggiomo y Juan Bisanz reemplazara a Fabricio Pedrozo. A los 59′ tuvo la mejor oportunidad del segundo tiempo, con un tiro libre ejecutado por Gabriel Ramírez, cuyo disparo fue sacado abajo por Marinelli.

Pero iba a llegar la levantada visitante; a los 61′ Flores reemplazó a Pablo Magnín y Caín Fara ingresó en lugar de Tomás Fernández. Pero no solo se produjeron esas variantes; el equipo se reacomodó: Fara se ubicó como lateral por derecha, Lucas Blondel pasó a la mitad de la cancha, recostado sobre la derecha y se convirtió en el mejor jugador del partido. Comenzó a tener mayor participación, sumado al trabajo incansable de Cristian Zabala, quien también se destacó, y a los 65′ Blondel sacó un tiro fuerte y preciso que Rago envió al corner con una buena intervención. A los 66′, tras el tiro de esquina, Abel Luciatti cabeceó afuera, en una buena chance. Tigre empezaba a dominar las acciones. A los 69′ Diego Sosa entró por Zabala en la visita, mientras que en el local, a los 73′, Santiago Solari reemplazó a Edilio Cardozo.

El encuentro se había volcado a favor del visitante, a partir de su adelantamiento en el campo, la buena circulación de pelota y el trabajo de Blondel, Prediger, Protti y Céliz. A los 75′ un tiro libre desde la izquierda fue capturado por Prediger y su disparo se fue alto. A los 77′ fue otra vez Blondel el que remató desde lejos y la pelota pasó por arriba del travesaño. Erviti leyó el partido y buscó tener mayor presencia ofensiva, por eso a los 78′ Alejo Dramisino reemplazó a Gabriel Ramírez. Salió un volante de marca y puso a un interior con más llegada.

Atlanta quedó con la línea de cuatro original, Bolívar como contención, por la derecha Juan Bisanz, al medio y un poco más adelante de Bolívar, Ochoa Giménez, a la izquierda Dramisino y Santiago Solari y “Nacho” Colombini en ataque. Pero no podía armarse el “Bohemio”, porque Tigre ya había tomado la iniciativa. Con Fara, Cabrera, Luciatti y Prieto; Blondel, Prediger y Diego Sosa; y adelante Protti, Flores y Céliz.

A los 84′ Enzo Díaz reemplazó a Milton Celiz en la visita, que contó con otra chance más, a los 90+2′ con un remate de Lucas Blondel que pegó en el palo derecho de “Pancho” Rago. Era la última del partido, y tal como había sido en la media hora final, para el equipo de Victoria.

Atlanta había hecho un primer tiempo correcto y contó con varias llegadas; Tigre creció en el segundo tiempo, se acomodó con las variantes y tuvo una muy buena media hora final. El empate fue una lógica consecuencia.

Hernán O’Donnell

Argentina allana su camino y afianza al equipo

La noche ante Perú no fue igual a las anteriores. Argentina no pudo repetir la fantástica actuación que había tenido frente a Uruguay ni la dinámica intensa mostrada en Asunción contra Paraguay. Tampoco la excelsa brillantez y capacidad goleadora de Lionel Messi. Pero sí obtuvo un triunfo merecido, justo y valioso. Sí supo imponer condiciones, dominar al rival y ganar las unidades en juego. La Argentina no tuvo el brillo ni el nivel de los encuentros anteriores, pero no puso jamás en duda el triunfo, ni siquiera cunado el equipo de Ricardo Gareca contó con un penal para equilibrar las acciones.

La selección se sostuvo en lo que su entrenador sostiene es una de sus grandes virtudes: la paciencia. El conjunto supo ser cauto y prudente para entender el partido que Perú le propuso. Manejar el balón con seguridad y tranquilidad desde el fondo, moverlo hacia los laterales, repetir el péndulo hasta hallar el espacio justo para dañar. Perú le cedió el balón y el terreno. Armó una línea de cuatro cerca de su arquero, Pedro Gallese. Los laterales, Lora, de gran partido, y Trauco, contenidos. Los centrales, Carlos Zambrano y Callens, atentos y vigilantes para cerrar espacios, achicar el terreno y anticiparse a las maniobras. Este último sobresalió por encima del zaguero de Boca Juniors.Aquino delante de los centrales, como volante tapón. Una línea de cuatro volantes, Cueva, Gonzales, Yotún y Raziel García, y Lapadula adelante, como referencia de ataque.

Ante ese planteo, la Argentina buscó conducir con el trío Romero, Otamendi y Leandro Paredes. De esa salida cuidados y prolija, se buscaba por los costados a Molina y Marcos Acuña. O por el medio, a Rodrigo De Paul o Giovanni Lo Celso. Luego el balón pasaba por Messi, para desembocar en Lautaro Martínez o Angelito Di María. En general, el desarrollo iba de izquierda a derecha para volver a la izquierda y que apareciera Di María en soledad. Así sucedió un par de veces, hasta que se abrió el marcador a los 42′ con un certero cabezazo de Lautaro Martínez que superó la estirada de Pedro Gallese. 1-0 para la Argentina.

Perú se soltó un poco más en el complemento. Se adelantó unos metros en el campo y trató de dar pelea, aunque sin arriesgar en demasía ni abrir espacios en la defensa. A los 59′ salió Lapadula e ingresó Jefferson Farfán; delantero por delantero, sin cambiar el esquema de 4-5-1.

Y fue Farfán el que se mostró rápido e incisivo; a los 64′ le ganó la espalda a “Cuti” Romero tras un buen pelotazo de Yotún y Emiliano martínez salió en velocidad a atorarlo, pero lo derribó con el pie y el árbitro Sampaio cobró el lógico penal. Lo ejecutó Yotún, a los 65′, y el balón pegó en el travesaño, se elevó y salió desviado. Sonrió el arquero Martínez y Argentina se aferró al resultado. Porque si Perú contaba con una buena posibilidad de empatar el juego, la acababa de dilapidar.

Enseguida llegó la ventana de los cambios, con varias modificaciones en los dos equipos. A los 72′ G. Costa reemplazó a Raziel Garcia y W. Cartagena entró por Y. Yotun en el conjunto visitante, en tanto en el local, Nicolás González ingresó por Angel Di María y Guido Rodríguez ocupó la posición de Leandro Paredes.

No varió demasiado el desarrollo del juego. Se mantuvo el argumento de la película; Argentina al dominio, casi sin espacios y con pocos agujeros para entrar a la férrea defensa visitante. Un tiro libre de Leo Messi fue de lo más claro al final, con una tapada brillante de Pedro Gallese.

A los 84′ Marcos Johan López entró en lugar de C. Gonzales en Perú, mientras que en Argentina, Joaquín Correa ingresó por Lautaro Martínez. Perú avanzó en los últimos minutos y dispuso de un par de tiros de esquina que pudieron suponer algún peligro, pero que no se tradujo en la realidad. Ninguno trajo problemas, Por eso Lionel Scaloni pareció desesperarse en un momento y cerró el partido con el último cambio a los 90+2′, cuando Exequiel Palacios reemplazó a Giovanni Lo Celso.

Argentina venció a Perú por 1 a 0, y el resultado es justo. Tal vez un poco apretado, porque el dominio de la Seelcción Nacional debió tener el premio de algún gol más, aunque tampoco le sobraron situaciones claras. Lo concreto es que el equipo no detiene su marcha, mantiene la autoridad en cada encuentro y se perfila para un Mundial que cada vez aparece más cercano.

Hernán O’Donnell

Estados Unidos remontó el resultado, derrotó a Costa Rica y se encaminó al Mundial

Apenas había comenzado el partido y una emoción sacudió el Lower.com Field, el magnífico Estadio de Columbus Crew, en esa ciudad de Ohio. No se habían acomodado y Costa Rica sacó ventajas, cuando una maniobra rápida por izquierda derivó en un centro pasado y por derecha apareció Keysher Fuller para poner el 0-1 con un remate preciso, cuando iba 1′ de juego.

Pero el impacto no amilanó al local ni tampoco a su público, que cada vez más entiende la idiosincracia de este deporte y colma cada uno de los escenarios donde se presenta su selección. Y con un equipo dinámico, sostenido en una línea de cuatro con buena salida por derecha a través de Sergiño Dest, dos centrales ágiles y veloces como Miles Robinson y Chris Richards, más la dinámica de Musah, Mckennie y Adams en el medio, con el talento de Aaronson para crear y la potencia de Weah para atacar, estados Unidos comenzó a llevar el partido hacia el arco de Keylor Navas.

Costa Rica trazó un planteo interesante. Línea de cuatro tradicional, dos volantes de contención, Celso Borges y Tejeda, tres para crear, donde se destacó Bryan Ruiz y Jonathan Moya como centro delantero. Con la ventaja inicial, el equipo se recostó en su campo a la espera de acertar un contragolpe.

Pero a los 24′ Sergiño Dest se metió por derecha hacia adentro, en posición de ataque y al borde del área grande, y sacó un buen disparo que permitió la igualdad por 1-1.

Otra vez salió Costa Rica y a los 38′ tuvo una magnífica oportunidad con un remate de Celso Borges que el arquero local, Zack Steffen, desvió al tiro de esquina.

Y la última del primer tiempo la tuvo Estados Unidos cuando Ricardo Pepi metió un buen cabezazo, a los 41′, que Keylor Navas controló con seguridad.

Y fue el arquero de Costa Rica quien no pudo continuar en el segundo tiempo, y fue reemplazo de por Leonel Moreira. Pero el conjunto dueño de casa era más. Tenía mayores ambiciones y las combinaba con una idea clara: traslado rápido y prolijo del balón, dinámica en el juego, velocidad en sus movimientos. Le alcanzó para empujar a Costa Rica ante su valla. Y empezó a tener oportunidades.

A los 54′ Brenden Aaronson disparó con precisión y Moreira contuvo su remate. Y la visita enseguida respondió con un corte de Bryan Ruiz, quien interceptó un pase lateral de Robinson, se fue derecho al arco local y al intentar engachar cuando entraba al área, la velocidad de Robinson le permitió recuperarse y quitarle la pelota, para salvar un peligro inminente en su arco.

Y a los 65′, el equipo que conduce Gregg Berhalter revirtió el marcador. Weah sacó un disparo fuerte que dio en el palo y la espalda de Moreira, para terminar en la red visitante y poner el definitivo 2 a 1 para Estados Unidos.

El ingreso de Randall Leal por J. Moya fue la respuesta visitante a los 66′. Después, llegarían más variantes; a los 72′ el local iba a sacar a dos de sus mejores figuras: Sergiño Dest, reemplazado por D. Yedlin, y T. Weah, quien le dejó su lugar a M. Hoppe. Enseguida, a los 77′ G. Busio ingresó en reemplazo del volante Y. Musah en el local y a los 83′ Costa Rica volvió a realizar variantes: C. Bolaños ingresó por K. Fuller, A. Saborio lo hizo por J. Venegas, y K. Waston reemplazó al lesionado Duarte.

En el dueño de casa, a los 85′ W. Zimmerman ingresó en lugar de B. Aaronson y G. Zardes entró por Ricardo Pepi. El local había variado casi todo su ataque.

Pero lo que no modificó fue su estilo, aunque al final Costa Rica forzó un par de tiro libres que le dieron una ilusión y preocuparon al local. Pero nada empañó su triunfo, que fue claro, merecido y lo pone en camino hacia la próxima Copa del Mundo.

Hernán O’Donnell

Cuando Messi abrió el marcador, Argentina armó un carnaval

”Fue el partido que imaginaba, durísimo, contra un equipo que cuenta con buenos jugadores y una defensa fuerte y que se cerró muy bien en el primer tiempo. Contaron con un par de situaciones, pero este equipo tiene la paciencia como una virtud”, explicó él entrenador argentino, Lionel Scaloni, cuando lo consultamos sobre el partido que imaginaba a priori y el que se desarrolló después. Porque la Argentina ganó, goleó y gustó, pero el gran partido, la gran producción se desarrolló a partir de los 37’ cuando Lionel Messi abrió el marcador. Antes hubo una media hora compleja, con el local que sostenía el control del juego y Uruguay que hallaba espacios para meter contragolpes con olor a peligro.

A los 5’ Luis Suárez tuvo una situación clara con un potente disparo que controló Emiliano Martínez con mucha seguridad. Respondió Argentina con un tiro de Leandro Paredes desde afuera del área. A los 8’ fue Lo Celso quien probó a Muslera.
El local dominaba con un gran trabajo de sus volantes, De Paul, Paredes y Lo Celso, sumados a la magia de Messi en cada intervención. Pero Uruguay iba a a volver a avisar con un tremendo disparo de Suárez a los 20’ que Martinez rechazó tras volver sobre sus pasos.

Se dividían ocasiones. A los 25’ Cristian Romero cortó un avance de Uruguay con mucha astucia, cedió a De Paul, Rodrigo la abrió a la derecha y llegó el Centro que Lautaro Martínez no pudo conectar.
Pero Uruguay iba a tener una chance increíble con un disparo de Suárez que estrelló en el palo izquierdo del arco local. Y de contra, tras una salida de “Dibu” Martínez hacia Nicolás González, el pelotazo largo y profundo le llegó a Lo Celso, quien entró al área, gambeteó a Muslera, y ante cuatro futbolistas uruguayos que cerraban la valla, sacó un tiro fuerte que pegó en el travesaño y no pudo entrar.

Hasta que Lionel Messi se perfiló por derecha, sacó un buen pase a González, este no logró tocar la pelota, engañó a Araujo y Muslera creyó que Nico González sería el definidor: de esa secuela, el balón siguió desde el pie de Messi hasta la red, y 1-0 para la Argentina a los 37′ de juego.

Y ahí nació otro partido. Se derrumbó el equipo del “Maestro” Tabárez, no pudo sostener el juego, se vio golpeado y perdió la línea. El trabajo que intentaban sostener Araujo, Coates y Diego Godín en defensa, los laterales volantes Nández y Viña, por el medio Matías Vecino y Federico Valverde, De la Cruz como enlace y Rodríguez y Suárez en ataque, entró en crisis. Argentina lo embotelló en su área. Crecieron las figuras de De Paul, Paredes y Lo Celso, y a los 43′ Rodrigo De Paul marcó el 2-0 para la Argentina.

Oscar Tabárez intentó modificar laestructura y comenzó el segundo tiempo con dos variantes: Edison Cavani entró en lugar de B. Rodriguez y D. Nuñez reemplazó a Nicolás De La Cruz; pero el equipo, que ahora apostaba a la velocidad de los ingresados, no halló respuestas. De hecho, la Argentina aumentó el marcador a los 62′ cuando Messi abrió a la derecha para Molina, de ahí vino el centro rasante y pasado, y Lautaro Martínez convirtió el 3-0 para el Seleccionado Nacional.

Otra vez a acomodar las piezas; Tabárez cambió los laterales; y a los 63′ J. Piquerez entró por M. Viña y Lucas Torreira ingresó en reemplazo de Nahitán Nandez; en el local, a los 64′, Joaquín Correa entró por Lautaro Martinez y Angel Di Maria reemplazó a Rodrigo De Paul.

La visita intentó liberar a los laterales, sostener a Valverde como volante central y trató de juntar a Vecino con los hombres de punta. Pero chocaban con la solidez del fondo de Argentina y de contraataque pudo sufrir una goleada dolorosa. Porque se perdió varios la selección de Scaloni. Algunos por pocos centímetros, otros por la aparición de Muslera…la visita hizo el último cambio a los 72′, cuando G. Gonzalez entró por R. Araujo. Línea de cuatro y a matar o morir. Pero casis sin balas ni chances, todo quedó en un remate casi de mitad de cancha de Luis Suárez, que reveló más impotencia que peligro, pues fue controlado con facilidad por Emiliano Martínez.

Los últimos cambios del elenco nacional fueron a los 74′, cuando Julián Alvarez entró en lugar de Nicolás Gonzalez y Exequiel Palacios reemplazó a Leandro Paredes; y a los 80′, Facundo Medina ocupó el lugar de Nicolás Otamendi.

Argentina fue un show en los minutos finales, donde movió el balón con rapidez, se soltó con Di María, Alvarez trazó una jugada increíble cuando recuperó el balón en su área, lanzó la contra para “Fideo” Di María y llegó para recibir en el área rival, para luego cederle el remate final a Leo Messi.

Messi cerró la noche con un par de toques rápidos y una gambeta que lo llevaba al arco adversario, poero fue cortado por los zagueros rivales y allí Tobar se apiadó de Uruguay para cerrar el encuentro.

Fue otra noche feliz de la Selección Argentina, que enamoró a su público y no quiere que la pasión llegue a su fin.

Hernán O’Donnell

Defensa y Justicia fue rápido, dinámico y eficaz

La fiesta que tenia preparada el barrio quedó opácala con el resultado final. Había que ver ese contraste entre las primeras horas de la mañana en La Paternal, cuando los vecinos ya se preparaban para regresar al Estadio “Diego Armando Maradona”, con sus camisetas, gorros y camperas. Vestidos con los colores de Argentinos Juniors iban a comprar el pan, o a tomar el café previo en el bar de siempre. Otros se reunían en las esquinas. Antes del mediodía el clima se vivía a pleno. Y a las 13.30 hs, cuando comenzó el juego ante Defensa y Justicia, todo parecía como si nunca hubiera habido falta de público en los estadios.

Salió un primer tiempo muy bueno, con un comienzo a todo ritmo. Dinámico, veloz, los dos equipos se repartieron la posesión del balón y la lucha se circunscribió a la mitad de la cancha. Ambos estaban muy atentos y por eso no prosperaban en ataques profundos los dominios iniciales. Argentinos tuvo algunas novedades: Lanzillotta reemplaza desde hace varias fechas al lesionado Lucha Cháves en el arco; Luciano Gómez en el lateral derecho de la línea de cuatro, Pablo Minissale como primer zaguero central, Lucas Villaba a su lado y Elías Gómez en el lateral izquierdo. Enzo Kalinski como volante derecho, en el centro del campo Franco Moyano y a su izquierda, Gabriel Carabajal. Y adelante Diego Sosa por derecha, Nicolás Reniero de centrodelantero y Gabriel Florentín por la izquierda.

El equipo de Sebastián Beccacece presentó a Ezequiel Unsaín en la valla; Nicolás Tripicchio como lateral por derecha, en la zaga Adonis Frías y Nazareno Colombo, de gran partido, y por la izquierda, Alexis Soto. En el medio, Hugo Silva por la derecha, Kevin Gutiérrez en el centro del campo y Gabriel Hachen por la izquierda. Y en el ataque, Walter Bou, Miguel Merentiel y Francisco Pizzini.

Tuvo buena circulación la visita, en tanto el equipo de Gabriel Milito buscaba abrir la cancha y explotar los cabezazos de Reniero. Pero les costaba a ambos profundizar. Recién a los 24′ tuvo Defensa una llegada clara con un cabezazo franco de Hachen que Federico Lanzillotta desvió al corner; de ese tiro de esquina que ejecutó Alexis Soto, Tripicchio ganó en la altura y remató de cabeza, pero el balón pegó en la parte superior del travesaño. Dos llegadas claras del equipo de Florencio Varela.

Argentinos avisó a los 37′ con un cabezazo de Nicolás Reniero que rozó en un defensor y se fue al corner. Pero Defensa volvió a dejar una imagen un poco mejor en el final con una llegada de Walter Bou, quien remató desde un ángulo muy cerrado y la pelota pasó cerca del palo izquierdo del arco local.

El equipo de La Paternal salió con mayor decisión en el complemento, y dominó los primeros minutos. A los 50′ Carabajal ejecutó un tiro libre que se fue cerca del palo derecho de Unsaín; a los 55′ otor tiro libre de Carabajal fue controlado por el arquero visitante. Desfensa salió a los 58′, con un disparo de Hachen que se fue muy cerca del palo izquierdo de Lanzillotta. Y a los 59′ otra vez Hachen volvió a exigir al arquero local.

El esfuerzo y la intensidad del juego derivó en unos calambres de Minissale, quien debió dejar el campo de juego a los 63′ y lo reemplazó Di Césare, en la defensa local. Enseguida llegó el primer gol de la visita: Iban 64′ cuando Alexis Soto ejecutó un tiro libre desde la izquierda y cerca de la media cancha, con buena rosca al corazón del área. Por allí apareció Nicolás Tripicchio para entrar libre de marcas y meter un cabezazo que abrió el marcador: 0-1 para Defensa y Justicia.

Rápido de reflejos, Gabriel Milito realizó dos variantes más en su formación. Jonathan Gómez entró en lugar de Gabriel Carabajal y Gabriel Avalos reemplazó a Diego Sosa, cuando iban 65′ de juego. Sebastián Beccacece comprendió que debía reforzar el medio campo porque el local se iba a adelantar en forma masiva y dispuso que Raúl Loaiza ingresara por Hachen a los 68′. Así, el “Halcón” iba a trabajar con dos volantes centrales: Kevin Gutiérrez y el colombiano Loaiza. Después, a los 73′, decidió que Carlos Rotondi reemplazara a Merentiel.

El partido de ajederez entre los entrenadores ya estaba abierto, y Milito fue por una variante táctica más, la última: a los 76′ Carlos Quintana entró en lugar de Enzo Kalinski y Emanuel Herrera ingresó por Lucas Villalba. El local quedó con un esquema de 3-4-3; Luciano Gómez, De Césare y Quintana; Florentín, Moyano, Jonathan Gómez y Elías Gómez; y tres delanteros de área: Nicolás Reniero, Gabriel Avalos y Emanuel Herrera. Pero el equipo no pudo abastecer a los delanteros. No llegó. Chocó con la defensa y el medio visitante. Y a los 81′ sentenció el partido con un golazo. Walter Bou recibió de Adonis Frías, enganchó sobre De Césare y se fue adelante ante la marca de Carlos Quintana quien debía cubrir también la subida de Francisco Pizzini. Quedaron dos contra uno los hombres visitantes, y la hicieron muy bien, porque Bou condujo hasta que la marca de Quintana debió salirle, ahí abrió para Pizzini, este retuvo hasta que volvió Quintana, en tanto el arquero Lanzillota debía salir…y allí le devolvió el balón a Walter Bou quien, sin inconvenientes marcó con el arco desprotegido, para poner el 0-2 a favor de Defensa y Justicia.

Argentinos sintió el golpe. Como si le quedar un último round en una pelea que por puntos perdía con claridad, intentó con un buen remate de Eamnuel Herrera a los 85′, pero Unsaín la sacó al corner. Beccacece determinó las dos últimas modificaciones cuando iban 86′; Rodrigo Contreras entró por un exhausto Walter Bou, y Matías Rodríguez reemplazó a Silva.

El final tuvo una chance más para el elenco de Varela, cuando Contreras sacó un fuerte tiro que salió apenas desviado a los 90+1′.

Un mediodía de fútbol con público. Como se esperaba desde hacía mucho tiempo. Argentinos intentó plantear un partido ofensivo, pero se desdibujó con el correr de los minutos; Defensa y Justicia fue siempre rápido, dinámico y certero, por eso logró un triunfo valioso y justificado.

Hernán O’Donnell

Excursionistas puso fervor y usó la cabeza para empatar un partido complicado

Fue una tarde que se tornó compleja con el correr de los minutos, porque Excursionistas había hecho un primer tiempo correcto, interesante, sin demasiado volumen de fútbol, pero con una disposición anímica y posicional que lo habían mostrado mejor que su visita, Argentino de Merlo. Sin embargo, en un momento del segundo tiempo un nubarrón negro se cruzó por el Bajo Belgrano y el “Verde” debió apelar a todo su fervor y su cabeza para disipar la tormenta que podía caer en el “Coliseo”.

El local se posicionó bien arriba, apretó a su rival y comenzó el partido con muchas ambiciones. La experiencia de Carlos Kletnicki en el arco, línea de cuatro con Pistoia, Francisco Abre, Diego Molina y Matías Alaníz. Montemarani por derecha y cerca de Patricio Roldán para patrullar la media cancha, y en el ataque, Ivan Müller por derecha, Faust por el medio y Claudio Galeano volcado a la izquierda. Enfrente Argentino propuso un 4-1-4-1 cerrado y con sus líneas cercanas. Germán Oviedo al arco, Sergio Díaz, David Sueldo, Cristian Pelaez y Lucas Argelini. Adelante de ellos, Ezequiel Cohen, de buen manejo de balón y criterioso para la distribución. Más adelante Diego Vasino, Facundo Macarof, Gastón Scisci y Miller moreno. De atacante central, Javier Arias.

A los 9′ tuvo una chance la visita, tras una salida fallida de Diego Molina, recuperó el balón en ataque y la maniobra finalizó con el disparo de Cohen que se fue muy cerca del palo derecho del arco local. A los 14′ avisó Excursionistas; Müller remató, el tiró rebotó en un defensor y volvió tirar, pero la pelota salió muy cerca del palo izquierdo del arquero visitante. Luego, un par de incidentes frenaron el juego. Excursionistas pudo tener un penal a favor a los 35′, cuando Miguel López pateó al arco y el balón dio en la mano de Sueldo, pero estaba de espaldas y el árbitro entendió que no había intención de jugar el balón.

Y el primer tiempo se cerró con la lesión de Pelaez, quien debió dejar el campo a los 45+2′, y fue reemplazado por Facundo Romero, quien se ubicó de lateral derecho y Sergio Díaz pasó al lugar de Peláez, de segundo zaguero central.

Excursionistas comenzó el segundo tiempo con el mismo ímpetu, y a los 47′ Müller no llegó a conectar el balón tras un centro cruzado desde la izquierda. Y cuando pocos lo preveían, a los 51′ la visita abrió el marcador, tras un tiro de esquina, apareció por el segundo palo Sergio Díaz para marcar el 0-1 a favor de Argentino de Merlo.

El local salió con decisión a buscar la igualdad y a los 53′ tuvo una linda chance cuando López ejecutó un tiro libre y Rodrigo Faust ensayó una chilena que se estrelló en el travesaño. Sin embargo, en esos momentos apareció el nubarrón sobre el cielo del Bajo Belgrano, del que hablábamos al principio de esta crónica. Porque con el marcador ya en 0-1, el experimentado Patricio Roldán cometió una infracción desmedida y se fue expulsado a los 58′. El partido había entrado en una zona de complejidad, con el resultado adverso y un hombre menos para jugar por más de media hora por delante.

El entrenador local, Pablo López, decidió re acomodar las piezas. Mantuvo la línea de cuatro, Miguel López se volcó como interno por derecha, Leandro Montemarani se ubicó de volante central en la posición del expulsado Roldán, Claudio Galeano se paró de interno por izquierda, Ivan Müller se cerró un poco: por momentos se paró detrás de Faust, como media punta, de a ratos iba a la izquierda, y en otros lapsos a la derecha, cerca del delantero central, Rodrigo Faust.

Y le puso fervor a la tarde, para correr, mostrarse y sumar voluntades. Había que transpirar para equiparar el hombre de menos. Y usó la cabeza para igualar. A los 65′ tuvo un corner a favor desde la derecha, Miguel López puso el cabezazo y Oviedo no logró retener el balón. 1 a 1 y celebraba Excursionistas.

Argentino salió cuando las circunstancias lo llevaron a ello. Empatados, y con un hombre de más, otra vez lo fue a buscar. Y volvió a desnivelar a los 70′, tras una buena jugada por derecha, el centro cruzado y el remate de Scisci para poner el 1-2 a favor de Argentino.

Pablo López volvió a mover el banco y dispuso, a los 71′, que Juan Segundo entrara por Pistoia para reforzar el ataque. El “Colo” Müller se retrasó al lateral derecho y el equipo se paró con un 4-3-2, pero con mucha energía para intentar remontar otra vez el marcador.

Y vaya que fue; a los 73′ Faust probó y el balón se fue al corner; de ese tiro de esquina llegó el cabezazo de Ivan Müller para marcar el 2 a 2 a los 74′ de juego. Otra vez y con una jugada similar, Excursionistas alcanzaba el empate.

El visitante movió el banco a los 77′: Coselli entró por Javier Arias y Maximiliano Laso reemplazó a Miller Moreno. En el local, a los 80′ Nahuel Arias ingresó en lugar de Claudio Galeano. En esa jugada, Angelini ejecutó un tiro libre para Argentino que Kletnicki desvió abajo, en una tapada muy destacada.

Sin embargo, el empuje de Excursionistas le iba a dejar una jugada final que pudo significar mucho; Arias combinó con Segundo, quien le dejó el balón con un buen toque, Arias probó fuerte y rechazó Oviedo. El rebote lo tomó Juan Segundo, pero su cabezazo salió desviado, cuando iban 89′ de juego.

Y así llegó el final. Excursionistas salvó un punto a base de fervor, entrega y cabeza, cuando una nube negra había aparecido en el cielo del Bajo Belgrano al promediar el segundo tiempo.

Hernán O’Donnell

Argentina fue ambiciosa, pero Paraguay supo resistir

La jornada comenzó con alguna dificultad. Una molestia muscular no le permitió a Lautaro Martínez comenzar en la alineación titular del partido en que la Selección Argentina visitó a Paraguay en el Estadio Defensores del Chaco, por la 11ra fecha de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Joaquín Correa ocupó su lugar. Marcos Acuña se mostró recuperado del dolor en su tobillo y pudo ser titular. pero los rumores ganaron toda la tarde, en la previa al choque. Hasta que llegó la hora de jugar…

Y fue un encuentro abierto, emotivo, lleno de situaciones. Sobre todo en la primera media hora inicial, Con dos equipos abiertos, francos, que buscaban presionar al adversario, recuperar rápido en zona de ataque y buscar lastimar en ofensiva. Al minuto Correa se metió en profundidad, combinó con Lo Celso y el remate del ex hombre de Central fue controlado por Antony Silva, el arquero de Paraguay. A los 2′ Joaquín Correa picó para aprovechar un excelente pelotazo y Silva lo cortó con una buena y apropiada salida. Paraguay se plantaba con tres centrales, Gustavo Gómez, Junior Alonso y Alderete, Robert Rojas por el lateral derecho y Arzamendia por el costado izquierdo. En el medio, Morel y Matías Villasanti, más adelantados Miguel Almirón y Angel Romero y de cetro atacante, Antonio Sanabria. Y a los 4′ Arzamendia probó de afuera para el lucimiento de Emiliano Martínez, quien sacó el balón al corner.

Argentina se movía al ritmo de Messi, con el respaldo de la línea de cuatro, Molina, Romero, Otamendi y Acuña, los volantes Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso, más Di María, volcado a la derecha al comienzo y Joaquín Correa del medio hacia la izquierda.

Crédito: @Argentina

A los 9′ Messi habilitó a Correa, este sacó un buen tiro y Silva, con una mano, sacó la pelota al corner. A los 11′ habría una posibilidad más clara aún, cuando Messi tras una gran jugada, combinó con Correa y Alderete salvó sobre la línea. Luego tuvo otra chance a los 25′, con un tiro libre que Messi ejecutó apenas por arriba del travesaño. Había sido casi media hora de ataque constante de la Argentina, en la que acumuló una enorme cantidad de llegadas y situaciones ante el arco local. Luego, el ritmo decayó un poco y el primer tiempo se cerró con muchas expectativas por lo que podría ser el complemento.

Y se dio una continuidad de emociones que iluminaron la noche, aunque el gol no llegó. a los 49′ Lo Celso habilitó a De Paul, este se metió por derecha, cruzó el centro y el balón le pasó por detrás a Angelito Di María, quien no pudo conectar pues le quedó a su espalda. Una chance clarita.

Enseguida hubo una buena para el local, con un contragolpe de Miguel Almirón, quien se proyectó en velocidad por derecha, superó la marca y sacó un tiro potente que Martínez tapó de modo brillante, a los 53′. Llegó el primer cambio del partido; a los 56′ Nicolás Tagliafico reemplazó al lesionado Marcos Acuña. El juego fue abierto y si bien Argentina presionaba, paraguay metía contra golpes con peligro. A los 59′ Messi abrió a la izquierda para Di María, que había cambiado de punta, tiró el centro para Correa y Villasanti salvó a Paraguay, que hizo su primera variante a los 62′: Cardozo Lucena por Morel.

A los 64′ De Paul intentó desde afuera y Silva rechazó el violento remate. Más tarde, Scaloni propuso otras dos modificaciones; Alejandro “Papu” Gómez ingresó por Rodrigo de paul y Guido Rodríguez reemplazó a Angel Di María.

Crédito: @Argentina

Paraguay empezó a tener sus chances y a los 70′ Miguel Almirón asistió a Sanabria, quien sacó un tiro cruzado y cercano. Eduardo Berizzo dispuso otras dos variantes, a los 72′ C. Gonzalez entró por A. Sanabria y R. Sanchez reemplazó a S. Arzamendia, mientras que Scaloni a los 75′ Nicolás González entró por Lo Celso y Julián Alvarez ocupó el lugar de Joaquín Correa.

Siguió Argentina en la insistencia y a los 81′ Guido Rodríguez metió un formidable cabezazo que contuvo muy bien Silva. A los 82′ fue Alejandro Gómez quien sacó un gran remate lejano y el arquero paraguayo desvió al tiro de esquina con un vuelo y la mano cambiada para desviarla.

Paraguay tuvo un gran contragolpe a los 87′, Angel Romero profundizó para Cardozo Lucena, este abrió al medio y González elevó su tiro cuando la ocasión era factible. Los últimos cambios llegaron a los 88′: F. Balbuena entró por Matías Villasanti y J. Escobar reemplazó a Angel Romero.

El encuentro fue rápido como el viento y brillante como la noche estrellada de Asunción. Sólo faltó el gol.

 

Hernán O’Donnell

Argentina viaja a Paraguay con la ilusión de consolidar su marcha

“El equipo no está confirmado; es muy posible que sea el mismo que jugó la final de la Copa América, pero depende de algunos jugadores que están con alguna molestia”, comenzó su alocución Lionel Scaloni, entrenador del seleccionado argentino de fútbol, de cara al partido de mañana por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. “Paraguay es un rival muy difícil, cada vez que hemos jugado con ellos nos pusieron en dificultades, estoy de acuerdo con la palabra de su entrenador (Eduardo Berizzo) que siempre fue un rival complicado para todos los seleccionados y mañana necesitará ganar, ante su gente, para mejorar en la tabla de posiciones. Es un rival incómodo para todos”, agregó en la conferencia de prensa previo al partido.

Crédito: Media AFA

El director técnico reveló que hay varios jugadores con molestias y aguardará hasta mañana jueves a la mañana para definir la alineación. “Hoy queremos que el equipo sea competitivo en todos los partidos y las cosas que se hacen bien, potenciarlas. Y las que se puedan mejorar, hacer hincapié en eso, en los entrenamientos y partidos. A nivel colectivo tenemos un rendimiento bastante regular; a nivel individual, es evidente que tenemos jugadores que deciden partidos. Pero lo importante es que el grupo está bien, a nivel colectivo mejoramos muchísimo. Trabajamos como equipo y el que entra o sale sabe muy bien lo que tiene que hacer. Eso es muy importante. Funcionamos bien como equipo, aunque sabemos que tenemos mucho por mejorar”, continuó Scaloni.

“Para este partido no cuentan mucho los antecedentes; se juega en su casa y nosotros veremos que nos proponen, pero nuestra manera de jugar no varía mucho. Nos proponemos ir partido tras partido, pensamos en el encuentro de mañana y después en el siguiente. Esa es la filosofía de nuestro trabajo, no pensamos en cuantos puntos debemos sacar”, siguió el DT.

También comentó: “Nosotros miramos mucho fútbol; tratamos de ver todo, como se paran los rivales, como nos van a enfrentar. No miramos un equipo en sí, sino al fútbol de modo global y sumarle cosas a nuestros conocimientos.”

“El hincha de la selección siempre fue incondicional; siempre ha sido así, si bien es muy reciente lo de la Copa América, pero este es un país muy futbolero, y la gente siempre acompañó al equipo” destacó sobre la presencia del público.

Crédito: Media AFA

El entrenador de Paraguay, Eduardo Berizzo, sostuvo: “Argentina ganó en confianza tras obtener la Copa América. Para nosotros el planteo será al margen de esa situación; debemos hacer un partido incómodo, de mucha presión, de mucho ajuste, medirnos uno contra uno donde no perdamos ante nuestro rival a enfrentar, con una presión lo más alta posible para evitar que controlen el partido a través de sus zagueros centrales o su medio centro y que la pelota les llegue limpia a sus atacantes, por eso la presión alta tendrá mucho que ver, y luego hacer un control de balón con mucho criterio y seguridad. Debemos hacer un partido completo, pasar de la fase defensiva a la ofensiva muy rápido, y si hay que retroceder, luego llevar el balón con seguridad. Debemos hacer un partido completo”.

Con respecto a la situación de los Romero, afirmó: “No creo que los afecte el hecho de no tener club. Está claro que los partidos oficiales te afinan, pero hemos trabajado desde el lunes 27 con ellos. Son dos jugadores muy profesionales, que se preocupan mucho por el cuidado, por el entrenamiento, por el descanso; no creo que se deteriore mucho su forma por no tener partidos oficiales, y la idea es que sigan los entrenamientos con nosotros”.

“Tenemos que clausurar nuestra área contra gente que juega muy bien en ataque como Argentina, y aprovechar en ataque con agresividad y practicidad nuestras situaciones ofensivas”, finalizó Berizzo.

Así están las cosas, América. A la espera de una nueva fecha de las eliminatorias, con la pasión y el ritmo que siempre propone cada uno de nuestros partidos.

Hernán O’Donnell

Agropecuario se quedó con la fiesta que se había preparado en Villa Crespo

Desde temprano las calles de Villa Crespo vivieron el partido del regreso. Desde la mañana, en la estación de servicio de Muñecas y Dorrego algunos muchachos tomaban el café con la camiseta del “Bohemio” puesta. Por Juan B. Justo, apuraban el paso. Por la Secretaría de la calle Humboldt la fila para habilitar el carnet de socio era incesante al mediodía…todo estaba dado para que Atlanta tuviera su tarde de fiesta en el reencuentro con su gente, a pesar de que la campaña aflojó en las últimas fechas. Pero la gente estaba entusiasmada por ver otra vez a Atlanta y fue en el número habilitado por las autoridades.

Sin embargo, se iban a encontrar con una sorpresa. Porque Agropecuario les presentó un partido muy complicado desde el inicio. El equipo de Manuel Fernández sostuvo un libreto en el que maniató al rival, le quitó aire y posibilidades y lo remató de contragolpe. Tres zagueros, con Ezequeil Parnisari y Nicolás Dematei siempre en posiciones defensivas y en el medio Juan Ignacio Díaz, quien alternó en posicionarse entre sus compañeros de zaga y adelantarse para unirse con Fernando Juarez, el volante central para encabezar las salidas o cortar los avances locales. A Juarez lo acompañaban Alejo Montero, como lateral-volante por la derecha, Renso Pérez por el medio para batallar y Gabriel Lazarte por el anadarivel izquierdo. Y adelante, Brain Blando, Emanuel Dening y Gonzalo Ríos.

Atlanta tuvo un buen remate de Bolívar a los 9′, pero se fue un poco alto. El equipo de Erviti quería dominar, pero le costaba romper el bloque de Agropecuario. Y a los 14′ sufrió un duro golpe; tras un tiro de esquina a favor y peligroso, que el arquero visitante Darío Sando supo despejar, Atlanta vio como la primera contra lo sacudía, porque el pelotazo largo no pudo ser controlado ni por Alan Pérez ni por la salida presurosa del arquero Rago, y Dening aprovechó para quedarse con la pelota y poner el 0-1 a favor de Agropecuario.

Durante unos minutos el local sintió el cimbronazo. Pero fue a buscar la igualdad. Adelantó a la línea de cuatro, carrasco, Alan Pérez, Martín López y Martín García; Saggiomo fue más por derecha y Dramisino por izquierda, mientras Agustín Bolívar barría a lo ancho de todo el medio campo. Y arriba Bisanz, “Nacho” Colombini y Fabricio Pedrozo.

A los 23′ probó Alejo Dramisino con un tiro bombeado al ángulo, que Sand controló muy bien. A los 29′ Fabricio Pedrozo ejecutó un tiro libre preciso y Martín López conectó bien de cabeza, pero su disparo pasó muy cerca. se lamentó el zaguero, pero le sucederían cosas peores. Porque a los 37′ hubo una falta dentro del área local que el juez Sebastián Martínez no dudó en sancionar. Lo ejecutó Brian Blando, a los 39′, tras las quejas y protestas habituales de nuestro fútbol, y concretó el 0-2 para Agropecuario.

El partido se le había hecho cuesta arriba al “Bohemio” y si bien a los 45+1′ tuvo un tiro libre de Fabricio Pedrozo que el arquero visitante desvió, aún iba a ser peor el final del primer tiempo, porque sobre el cierre, a los 45+2′, Martín López se enredó con el balón, el delantero visitante Dening se lo quitó y cuando encaró la salida de Rago, ejecutó por arriba, para marcar el 0-3 a favor de Agropecuario. El fin del primer tiempo dejó una sensación de malestar en el público local.

Walter Erviti, entrenador de Atlanta, decidió dos modificaciones para comenzar el segundo tiempo: Evelio Cardozo ingresó por Gabriel Carrasco y Mauro Luque por Bisanz. El equipo se paró con línea de tres, Luque se recostó por la banda derecha y se mostró como salida, aunque algo impreciso. A los 48′ probó Pedrozo y respondió Sand. A los 61′, Erviti volvió a modificar la estructura. Gabriel Ramírez ingresó en lugar de Daniel Saggiomo y Santiago Solari entró por Fabricio Pedrozo. Pero el infortunio de Atlanta se revelaría aún más en la siguiente acción: iban 66′ cuando Alejo Dramisino sacó un buen tiro que se fue apenas alto y tras el impacto sintió una molestia muscular que lo obligó a dejar la cancha; Lucas Río lo reemplazó a los 67′ de juego.

El equipo de la localidad de Carlos Casares se sintió cómodo en el planteo. Se retrasó un poco, cedió el balón al local y apostó a liquidarlo de contragolpe. esta última parte del plan no funcionó tan bien, pero el cierre de espacios y el deseo de congelar el desarrollo, lo logró.

A los 70′ Manuel Fernández hizo sus primeras variantes. Gonzalo urquijo entró por Emanuel Dening, en tanto Pablo Rosales reemplazó a Renso Pérez. Agropecuario se sentía cómodo, confiado y sereno, salía desde abajo la mayoría de las veces con Dematei, Lazarte y Juarez, en triangulaciones bien trabajadas, o por el otro lado con Parnisari, Díaz y Montero o Rosales. No lograba romper la barrera de la defensa de Atlanta, pero no sufría sofocones. A los 79′ Atlanta tuvo una llegada, con un centro bien hecho por Mauro Luque y el cabezazo de Colombini que fue bien controlado por Darío Sand. A los 80′ Solari probó con un buen remate que se fue arriba del travesaño. Y a los 81′ Cardozo ejecutó un buen disparo que Sand sacó al corner.

Fernández manejó los tiempos con las últimas modificaciones. A los 81′ Melo entró por Blando. Y a los 87′ dispuso que  N. Menendez reemplazara Gonzalo Rios y Agustín Alles ingresara en lugar de Alejo Montero.

No hubo tiempo para más. La fiesta que Villa Crespo había preparado para reencontrarse con “su” Atlanta se frustró porque se topó con un rival que tuvo un plan de juego, lo ejecutó a la perfección y aprovechó cada situación al máximo para llevarse una victoria muy valiosa.

Hernán O’Donnell

Platense y Patronato no se sacaron ventajas

Fue la tarde del reencuentro con el público, con el socio, con la barra del bombo y la bandera. Pero no apareció el fútbol el Vicente López. La tarde que debía ser para abrazar otra vez nuestro deporte favorito se sostuvo en los cantos, el aliento y el fervor que pone la gente, amén de los gritos, las quejas y las clásicas indicaciones de los plateístas. Y el encuentro tuvo ese clima, tan esperado y necesitado, para que cada contienda se parezca más a una lucha deportiva que a un entrenamiento. En ese sentido, clima de partido no faltó. Lo que se extrañó fueron las ideas, la creatividad, y por supuesto los goles, aunque también hay que decir que los dos intentaron ganar y que, con sus herramientas, buscaron la forma de desequilibrar la paridad.

Patronato se presentó en Vicente López con un esquema pretencioso. No habría que engañarse por su tradicional 4-4-2, porque Iván Delfino dispuso una alineación ambiciosa, ofensiva, con la línea de defensores adelantada, sostenida en la firmeza de Benítez y las subidas de Leandro Marín, la línea de volantes con un trabajo más que interesante, Garay y Pardo por los costados, Nievas más contenido por adentro y Fabio Vázquez más suelto, muy claro en el manejo y la distribución, al cabo la figura de la visita. Y en el ataque Junior Arias y el siempre peligroso Sosa Sánchez.

A los 5′ tuvo su chance con una buena llegada de Junior Arias, el rebote en el arquero Ojeda y luego el remate de Vázquez que se fue alto. Y volvió a tener una chance clara a los 22′, tras un corner de la derecha y el cabezazo de Olivier Benítez que se estrelló en el travesaño.

Era mejor el equipo de Paraná en el comienzo. Platense se empezó a asomar cuando promediaba el primer tiempo. También con una línea de cuatro defensores, cuatro volantes en los que Curuchet empezó a tallar por derecha, en tanto Iván Gómez lucía firme en el quite, y Franco Baldassarra como enlace con Brian Mansilla en el ataque, empezaron a darle forma a la faz ofensiva del “Calamar”.

Así tuvo su primera oportunidad a los 36′ cuando llegó un tiro libre llovido al área, cabeceó Iribarren y Matías Ibáñez desvió el balón en dos tiempos, en una jugada con mucho olor a peligro. Y volvió a avisra el local a los 44′ con un gran cabezazo de Cardozo que también tapó Matías Ibáñez.

En el segundo tiempo Patronato volvió a dominar los primeros minutos. A los 52′ tuvo una clara situación, tras un disparo de Martín Garay, el balón se desvió en Recalde y Ojeda, con esfuerzo, la sacó al corner. Tras ese tiro de esquina, a los 53′, el delanetro uruguayo Sosa Sánchez metió un espléndido cabezazo que pegó en el travesaño.

Claudio Spontón, director técnico de Platense, entendió que era el momento de las modificaciones y a los 60′ realizó dos variantes: Facundo Ruso entró por Gastón Gerzel y Matías Tissera ingresó en lugar de Facundo Curuchet. En la visita, a los 71′ se iba a producir una variante que tuvo influencia en el partido; Nicolás Delgadillo reemplazó a Matías Pardo, e iba a tener mucho recorrido por la banda izquierda.

Para el “Calamar” los cambios no eran suficientes, si bien Russo entró con buenas ideas en el partido, y a los 72′ Tiago Palacios ocupó el lugar de Franco Baldassarra. Platense buscaba soluciones en un partido que se le había presentado muy complicado. Tal es así que a los 72′ volvió a llegar la visita con un disparo de Sosa Sánchez que se fue apenas desviado. Y a los 78′ el uruguayo encabezó un buen contragolpe que no prosperó. A los 81′ Nicolás Franco sustituyó a Sosa Sánchez, que ya había dado todo, en la segunda modificación de Patronato.

Platense atacaba con más empuje que ideas, pero iba. Patronato recurría a la velocidad de Delgadillo para encabezar cada salida y ataque. A los 84′ Sandoval entró en lugar de Brian Mansilla, en el cuarto cambio de Platense. Y en la visita a los 88′ Gabriel Gudiño entró por Garay, mientras que Lucas Kruspzky ingresó en el lateral izquierdo por Facundo Cobos.

Así llegó el final del partido. Con un encuentro que tuvo más marco que cuadro, pero que dejó algunas emociones y varias sensaciones. Platense esta en etapa de reconstrucción, de búsqueda de su identidad. Patronato luce firme, está consolidado, le da batalla a cualquiera, tal como lo vimos en La Paternal ante Argentinos Juniors, porque sabe cerrarse atrás, pero también abrirse para armar ataques. Y le puede dar un dolor de cabeza a cualquiera, aunque esta vez no le alcanzó en la tarde de lluvia y reencuentro en Vicente López.

Hernán O’Donnell