Deportivo Madryn gritó “Campeón” y se presenta en el Nacional

Una tarde de calor, una multitud que llega desde dos puntos distantes de la Argentina. El escenario, el Estadio “Julio Humberto Grondona” de Arsenal, en Sarandí, en el conurbano bonaerense, corazón y sìmbolo del ascenso nacional. hasta allí llegaron miles de entusiastas de Puerto Madryn, detrás de la ilusión de ver al Deportivo, al que ellos llaman Madryn, en el fútbol grande. Y miles y miles desde Córdoba, desde el barrio de Nueva Italia para acompañar al Racing mediterráneo, aquel que causó sensación en el Campeonato Nacional de 1980 en un inolvidable equipo que condujo Alfio Basile y en el que jugaban Del Mul, Noriega, Coloccini, Aramayo, Gasparini, Amuchástegui, entre otros, y que fue sub campeón detrás de Rosario Central.

En ese clima de fiesta, alegría y optimismo se jugó la final. Con un clima extraordinario, con dos equipos y sus respectivas parcialidades, algo que parece atípico en el fútbol argentino, pero que en realidad hace a su esencia y a su impronta. Desde los tiempos inmemoriales de su fundación.

El partido fue trabado, luchado, con más nervios que fútbol, sobre todo en el comienzo. Racing se mostró un poco mejor en los primeros minutos, con una línea de cuatro con Rinaudo, Facundo Rivero, Marcio Gómez y Albertinazzi. Emmanuel Giménez como volante central; por delante, Franco García, Raúl Chalabe y Leandro Fernández. Mientras que en el ataque, Emiliano Blanco y Martín Garnerone se ubicaban como referencias.

A los 21′ tuvo una buena jugada y el remate de Blanco fue contenido por Juan Ojeda, el arquero de Deportivo Madryn, que planteó un partido con una línea de cuatro, Mauro Peinipil, Gonzalo Rocaniere, Mauricio Mansilla y Alan Moreno. Marcos Pérez como volante central; a su derecha, Fabio Giménez, más abierto Leonardo Marinucci, por el medio Emiliano López y a la izquierda Farncisco Molina; y como centro atacante, Sebastián Jeldres.

Se acomodó mejor en la segunda mitad del primer período el equipo del sur; a los 23′ tuvo un corner de la dercha, al ras, lo tomó Jeldrès y su disparo salió elevado. Cuando iban 30′ llegó una jugada parecida pero desde la izquierda, también recibió Jeldrés, y remató por encima del zaguero, pero contuvo Rodríguez.

Insistió Madryn con un tiro libre a los 34′ y otra vez el arquero del equipo cordobés contuvo en dos tiempos.

Racing se enredó en la discusión con el árbitro Adrián Franklin, por todo lo que se había hablado en la semana, y perdió el foco del partido. Cuando a los 37′ fue amonestado Raúl Chalabe, se descontroló. Reclamó un penal a los 41′, y de esas protestas fueron expulsados el entrenador Hernán Medina y su ayudante, además de ser amonestados Nicolás Fassino y Diego Jara, quienes estaban entre los suplentes.

No lo conformó el tiro libre de Giménez a los 45+2′, que se fue alto. Se marchó al descanso envuelto en nervios y ni siquiera se tranquilizó en el complemento, cuando tuvo un comienzo favorable. Iban 48′ cuando Franco García quedó mano a mano con Ojeda y el arquero de Madryn tapó el tiro con el pecho. y el rebote lo tomó Fernández, y su disparo pegó en el poste izquierdo del arco de Deportivo Madryn. Volviò a probar García a los 52′ y su remate, que parecía un centro, fue al arco, pero Ojeda contuvo con seguridad. Pero iba a ser la visita el que diera el golpe.

Fue a los 62′, Marinucci se fue por derecha, sacó un centro preciso y Jeldrés convirtió con un cabezazo fuerte y alto, difícil para Rodríguez. 1 a 0 para Deportivo Madryn.

Ahí el partido se tornó favorable para el elenco de Chubut. Supo serenarse, ordenarse y jugar con los nervios del rival. Racing se adelantó por instinto y contó con un tiro libre de Garnerone a los 66′ que controló Ojeda.

Madryn empezó a manejar los tiempos, y a los 69′ Daniel Opazo entró por López y Rodrigo Migone ingresó en lugar de Francisco Molina. El equipo se contrajo, y a los 73′ José Michelena reemplazó a Jeldrés. Entoces se ordenó con un 4-1-4-1. La línea de cuatro inicial, Pérez de volante central, adelante, Marinucci, Migone, Pérez y Michelena, y adelante, Opazo.

Racing trató de acomodar las piezas, y a los 77′ ingresaron Franco Schiavoni y Nicolás Parodi en lugar de Franco García y Emiliano Blanco. Enseguida Schiavoni se fabricó una chance, a los 78′, y apareció otra vez Ojeda. A los 80′ fue Leandro Fernández remató alto, en otra buena chance.

A los 82′ hizo dos cambios más. Diego Jara entró por Fernández y Nicolas Fassino reemplazó a Giménez. Y fue por la heróica. A los 84′ Garnerone rematò fuerte y tapó Ojeda. A los 85′ Schiavoni jugó hacia atrás para Rocaniere, este lanzó un buen centro y Parodi metió un cabezazo cruzado que se fue muy cerca.

Madryn cerró filas a los 87′. Hernán Ruquet entró por Marinucci y el equipo se acomodó con tres centrales, Ruquet, Rocaniere y Mauricio Mansilla. Dos laterales, Peinipil y Moreno, tres hombres para batallar Giménez, Migone y Michelena, y Opazo arriba para aguantar.

La última de la “Academia” fue a los 90+3′ cuando Santiago Rinaudo armó una buena jugada individual y sacó un tiro que pasó muy cerca. Fue la última esperanza cordobesa.

Deportivo Madryn se abrazó al empate, aguantó los minutos que quedaban y celebró el campeonato y el ascenso a la Primera Nacional en una tarde que será inolvidable para el equipo aurinegro.

Hernán O’Donnell

Avanza la semana y las candidatas se perfilan en el Argentina Open

Pasó un miércoles intenso, con muchos partidos y el perfil que empieza definirse en el Argentina Open WTA 125 K. En la tradicional belleza que encierra el Buenos Aires Lawn Tennis Club, con los bosques de Palermo y el lago de Regatas alrededor, con el público tradicional de tenis, que arrastra décadas y décadas de ver lo mejor de este deporte en este escenario, cuna de grandes alegrías y olvidables tristezas, que hemos caminado desde hace más de cuarenta años, cuando en 1980 fuimos con la ilusión adolescente a ver a la Argentina ante Estados Unidos por la final americana, en un marzo de calor intenso y tribunas atiborradas para ver a Vilas, Clecr, Mc Enroe…en ese mismo Estadio, las chicas viven su momento en una semana hermosa, que avanza y resuelve sus favoritas.

Irina Bara, recién llegada de Rumania y con una expectativa importante, logró el primer gran triunfo del miércoles ante la local Martina Capurro Taborda por 6-3 y 6-1. Fue sólida con el servicio, sobre todo con el primero que le permitió tener dominio del partido y también supo ser agresiva en la recepción del saque de la joven argentina. Se sintió cómoda y así lo expresó tras el juego, en el mismo court, aún con las secuelas del largo viaje de Europa.

Luego llegó el turno del partido del día; la brasileña Beatríz Haddad Maia frente a la ascendente chilena Daniela Seguel. Comenzó la trasandina con su saque y se adelantó por 1 a 0, pero allí se vino un vendaval de tenis de la brasileña que ganó tres juegos seguidos sin ceder ni un punto, para adelantarse por 3-1. Quebró en el quinto game y se hizo fuerte con su saque: 5-1. Seguel sirvió y achicó a 5-2, y Haddad Maia mantuvo su servicio para cerrar la primera manga por 6-2.

Era más agresiva, más intensa y muy ofensiva, con un juego de ataque y cercanía a la red que la hizo dominar con autoridad ese primer set.

Mejoró Seguel en el segundo set y lo hizo más peleado. Mantuvieron ambas su saque hasta igualar 3-3 y en el séptimo game, la brasileña logró quebrar y esa fue la diferencia. Porque con el 4-3 conseguido, sacó y se puso 5-3, luego Seguel ganó con su saque (5-4) y la brasileña mantuvo el suyo para cerrar por 6-4.

Fue, al cabo, 6-2 y 6-4 para Beatríz Haddad Maia, y avanzó a los cuartos de final a jugarse el viernes.

El último partido del miércoles en el court central lo jugaron la húngara Anna Bondar y la número uno de juniors, Victoria Jiménez Kasintseva, de Andorra. Comenzó con el saque Jiménez y se quebraron de manera mutua en los primeros cuatro games: 2-2. Luego supieron conservar el servicio en los cuatro siguientes, 4-4. Quebró Bondar, para ponerse 5-4 y luego mantuvo para ganar el primer set por 6-4.

En el segundo set cada uno conservó el saque hasta el 3-2 de la andorrense. Allí logró quebrar y se adelantó por 4-2, con la posibilidad de forzar un tercer set. Pero afloró la experiencia de la húngara y quebró el saque de Jiménez, luego mantuvo el suyo y el set quedó igualado en 4. Luego, 5-5. Allí volvió a obtener un quiebre Bondar, para adelantarse por 6-5 y con su servicio cerró la manga 7-5.

El partido fue para Anna Bondar por 6-4 y 7-5. Y el miércoles se llenó de sol, ante un público que empezó a acercarse al Buenos Aires y a revivir los viejos noviembres, cuando el Abierto de la República invitaba a disfrutar de buenos partidos en un escenario entrañable.

Hernán O’Donnell

El WTA Tour regresó a la Argentina y el Tenis vive una semana de fiesta

Pasaron 34 años, una eternidad. Pasó la época de la admirable Gabriela Sabatini, de la dulce Mercedes Paz, de Bettina Fulco y “Pato” Tarabini…cuando el tenis femenino, en la Argentina, le empezaba a ganar la pulseada al masculino, y tenía más seguidores, más fanáticos, más acompañamiento de los medios, más apoyo general. Esa luz se apagó con el tiempo y hoy parece volver a encenderse. El Argentina Open WTA 125 k está en su semana de disputa y ahí estamos para vivir y gozar lo mejor del tenis femenino y el futuro de nuestras jugadoras.

La primera ronda comenzó con un cielo nublado y fresco, inusual para Noviembre. Pero no por ello con menos pasión y expectativas. En el Court Central la chilena Daniela Seguel dio el primer paso, tras un comienzo incierto, pero con una consolidación muy grande a medida que trabajó el partido frente a la local Jazmín Ortenzi. El arranque fue para la joven argentina, quien eligió sacar, quebró en el segundo game y mantuvo en el tercero, para ponerse 3-0. Ahí apareció la trasandina. Se acomodó en el juego, se aplomó en la cancha y eslabonó cinco juegos seguidos, con dos quiebres de servicio incluidos, para adelantarse por 5-3. Reaccionó Ortenzi, se puso 4-5 y le quebró el saque para llegar una igualdad esperanzadora de 5 iguales. Pero allí afloró la experiencia y el momento de Seguel, quien le quebró el saque sin ceder ningún punto, se adelantó 6-5 y con su srevicio se llevó el primer set por 7-5.

En la segunda manga la chilena jugó más suelta, más tranquila y más fuerte. Quebró el servicio de Ortenzi en el inicio, se adelantó 2-0, volvió a quebrar y sostener su saque, 4-0, quebró y se puso 5-0 y con su servicio a favor no pudo definir el juego. Fue el único momento del segundo set en el que flaqueó, y cedió su saque a la argentina. Con el 5-1 a favor volvió a romper el servicio de su adversaria y cerró el partido con un 6-1 contundente en el segundo set.

En el siguiente partido que pudimos observar, Solana Sierra jugó el partido del día y derrotó con un contundente 6-2 y 6-4 a Sol Faga, quien venía de la qualy. Fue una tarde muy buena de la tenista de Mar del Plata; comenzó con un quiebre del servicio de su rival, ganó el segundo game y volvió a quebrar para ponerse 3-0 muy rápido. Faga pudo recuperar en el game siguiente para achicar el resultado y mantener su servicio y quedar 2-3 abajo, pero luego la marplatense se recuperó: 4-2, quiebre para 5-2 y agresividad con su saque para cerrar el primer set 6-2.

Sol Faga arrancó con su servicio el segundo set y luego quebró a la marplatense. El partido quedó 2-0, pero allí ninguna pudo mantener su saque y el set quedó 2-3 para Sierra, quien ahora sí con su saque igualó 3-3; quebró para 4-3, luego cada una hizo su parte y el segundo parcial se cerró a favor de Sierra por 6-4.

“Jugué mejor el primer set; siempre estaba adelante en el marcador y me sentí mejor. El segundo set lo comencé mal, pero después lo pude remontar. Estaba firme de la cabeza y me sentí bien en los puntos importantes”, dijo Solana Sierra tras el 6-2 y 6-4 de su victoria sobre Sol Faga.

“Estoy muy contenta por la victoria y por ser parte de este torneo tan grande”, dijo en conferencia de prensa. “No sentí la presión de ser favorita. Traté de hacer mi mejor juego”, agregó la marplatense.

Y se fue con una sonrisa, el optimismo en la piel, y los sueños que este torneo en Buenos Aires le pueden dar forma a la ilusión.

Hernán O’Donnell

Platense vivió una tarde de verano

El calor del sábado a la tarde le puso fuego a Vicente López. Y un partido que parecía difícil en la previa, que se presentó complicado, que tuvo un inicio desfavorable, terminó a favor de Platense con comodidad, tranquilidad y una exhibición de fútbol muy bien llevada a cabo.

El “Calamar” recibió a Atlético Tucumán con la intención de mantener la buena imagen que había dejado ante Defensa y Justicia, pero también con la necesidad de ganar, de traducir un buen rendimiento futbolístico en un resultado positivo. Debía reiterar la actuación pero no el resultado. Empresa difícil, que se hizo más pesada al comenzar el juego. Atlético Tucumán salió con determinación, empujado por el carácter de su entrenador, Pablo Guiñazú, y a los 2′ Erbes sacó un tiro peligroso que salió arriba del travesaño.

Luego llegó la jugada que armó Ramiro Carrera por izquierda, el centro pasado y medido para la cabeza de Menéndez quien asistió de cabeza a Leonardo Heredia, quien concretó el 0-1 a favor de Atlético Tucumán a los 12′ de juego.

Platense se sintió tocado en su orgullo y salió a llevarse por delante a su adversario. No se dejó vencer por el comienzo impreciso y arremetió contra la valla de Cristian Luchetti. A los 21′ llegò con un tiro libre, el cabezazo de Nahuel Iribarren y apareció el arquero visitante para controlar el balón. A los 23′, otro tiro libre desde la izquierda, la pelota rebotó en el área y Augusto Schott puso el cabezazo que se estrelló en el travesaño.

Y a los 30′ Bertolo asistió a Matías Tissera, quien se fue al área volcado hacia la izquierda, sorteó la salida de Cabral, gambeteó a Luchetti y con un remate sereno puso el 1 a 1 en el partido. Platense llegaba la merecida igualdad.

La pelota parada empezó a ser un arma poderosa para el Calamar, y a los 35′ otro tiro libre fue bien conectado de cabeza por Schott, pero su disparo salió por encima del travesaño.

Atlético Tucumán se había desdibujado. Reapareció con una jugada individual de Heredia, quien enganchó dos veces en el borde del área y sacó un buen tiro a los 36′ del primer período. En ese minuto salió lesionado Cabral e ingresó Matías Orihuela en el equipo tucumano.

Volvió a avisar Platense con una jugada de pelota detenida. Iban 39′, corner desde la izquierda y Schott volvió a cabecear, esta vez con dirección cruzada. La pelota salió ancha.

El final de ese tiempo fue para el equipo visitante; a los 44′ Heredia combinó con Lotti y su disparo salió afuera. Y a los 45′ falló Nahuel Iribarren, no pudo conectar el balón y Menéndez se fue al arco, pero, a pesar de superar la salida de Luchetti no quedó bien posicionado, por lo que tiró el centro y Lomónaco salvó cuando entraba Lotti para definir.

En el complemento el encuentro se iba a resolver más rápido de lo imaginado. Fue comenzar y que todo se tiñera de marrón. A los 46′ Hernán Lamberti cambió de frente, recibió Schott quien cedió a Tijanovich, y este sacó un disparo al palo derecho de Luchetti para meterse pegada a la red y poner el 2 a 1 para Platense.

Los dolores de cabeza no iban a terminar allí para los dirigidos por Guñazú. a los 49′ se fue expulsado Orihuela por una violenta falta y a partir de ahí todo fue del local. En pocos minutos del segundo tiempo, el partido quedó definido. Atlètico debía reacomodar otra vez la defensa, y luego intenar equilibrar un partido que Platense ya sabía como jugarseló, porque Claudio Spontón definió pararase con un 4-1-4-1 que le permitiera dominar el medio campo y llegar con mucha gente. Schott, Iribarren, Lomònaco y Juan Infante. Lamberti como volante central. Por delante Tijanovich, Gomez, Bertolo y Brian Mansilla, mientras que Tissera seguía en su posición natural de centro atacante.

Para los tucumanos el panorama era sombrío, a pesar de la tarde soleada de Vicente López. Por eso Guiñazú realizó tres variantes más. Albornoz entró por Acosta, Franco Mussis ingresó en lugar de Erbes y Ciro Rius reemplazó a Lotti, cuando iban 55′ de juego.

Pero era difícil para la visita y Platense se sentía confiado. A los 61′ Augusto Schott probó de media distancia y el tiro salió apenas alto. También Spontón movió el banco; a los 67′ Russo ingresó en lugar de Brain Mansilla y Mauro Bogado entró por Nicolás Bertolo. En el equipo tucumano, Ruiz Rodríguez reemplazó a Menéndez cuando iban 68′ del partido.

A los 69′ llegó el tiro libre para el local, el remate que rebotó en la barrera y le cayó justo a Hernán Lamberti para que metiera un remate fuerte, medido y lejano, que entró en el ángulo superior derecho de Cristian Luchetti, para transformarse en el 3 a 1 para Platense.

Y allí todo quedó terminado. ya no tuvo resto Atlético Tucumán, solo la verguenza deportiva de Carrera y Heredia que jugaron y lucharon hasta el final, incluso con una hermosa jugada entre ambos, llevada por varios toques, que no pudo prosperar.

A los 82′ Claudio Spontón realizó las últimas variantes en el equipo local. Gastón Gerzel entró por Matías Tissera y Sandoval reemplazó a Tijanovich. Hubo tiempo para un tiro libre de Mussis a los 86′ que Ojeda controló en dos tiempos y también para sellar el marcador.

Ya se jugaba tiempo adicionado, a los 90+3′ cuando Russo desbordó por la derecha, metió un gran centro al corazón del área y Sandoval se elevó para cabecear y torcer el rumbo del balón, y así señalar el 4 a 1 a favor de Platense.

Con una enorme sonrisa cerró el “Calamar” la tarde de verano que vivió en una primavera que empieza en este suelo. Y una victoria a puro fuego, para soñar con el futuro, tal como lo imaginaba su gente cuando emprendía la retirada hacia Saavedra, Belgrano, Vicente López y aledaños.

Hernán O’Donnell

Atlanta volvió a sonreír y apunta al futuro

Fue un triunfo justo y necesario. Apretado, con muchos sofocones al final y con la actuación de “Pancho” Rago para evitar la caída de su valla, con tres intervenciones notables, lo que lo ratifican como uno de los mejores arqueros de la Argentina. El equipo de Walter Erviti se hizo fuerte en la mañana del sábado y Villa Crespo gozó un fin de semana feliz.
El primer tiempo resultó espeso; no tuvo acciones de gol, solo algunas llegadas, y bien hacia el final de la primera parte.

El comienzo fue lento, previsible, con un calor agobiante y mucho estudio por parte de ambos equipos. Estudiantes salió decidido, pero chocó con la fortaleza local. Y se hizo un partido de mitad de cancha. Con mucha lucha , intentos de armar juego y frustración por no poder romper las defensas. Se jugaba de tres cuartos a tres cuartos de cancha. No se lograba llegar a las áreas. Y en ese contexto, el juego quedaba dividido. Un rato parecía que el local iba a tomar el mando; en otros momentos, la visita lucía más ordenado.

Y el calor que jugaba su papel, en una mañana que parecía de verano.

Atlanta se paró con un clásico 4-3-3; Carrasco, Alan Pérez, Martín García y Ramiro Fernández; Alejo Dramisino, Agustín Bolivar y Joaquin Ochoa Gimenez. Y adelante, Bisanz, “Nacho” Colombini y Cardozo. El “Pincha” de Caseros propuso una línea de cuatro, Arena, Juan Randazzo, Ivan Zafarana y Nicolás Fernández. En el medio Rodrigo Melo y Pelaitay; más arriba Enzo Acosta, Sebi González y Fernando Joao; y como referencia de ataque, Tomas Bolzicco. En ese andar, Estudiantes dejó algunas buenas sensaciones con un juego asociado, cuya mejor llegada fue a los 38′ del primer tiempo con un remate de Feranando Joao desde afuera del área, que salió desviado.

En el complemento, mejoró el partido. Sobre todo porque mejoró Atlanta. Se volvió más ofensivo, se paró mejor en el campo de juego y Erviti acomodó algunas piezas que le dieron más envergadura al equipo. Mantuvo la línea de cuatro, ubicó a Bolívar como volante central acompañado a su izquierda por Alejo Dramisino, quien podía soltarse un poco para unirse a los hombres que armaban el ataque: Juan Bisanz por derecha, Edilio Cardozo por el medio y Joaquín Ochoa Giménez por la banda izquierda. Ignacio Colombini se mantenía en su posición de centrodelantero.

Así empezó a dominar el partido. A los 54′ se fue Ochoa Giménez por la izquierda, entró al área, gambeteó al arquero y sacó un remate que tapó el defensor Arena. Era un aviso. Y enseguida llegó el campanazo.

Iban 59′ cuando llegó el tiro de esquina, Nacho Colombini peleó el balón y ante la salida de Centurión marcó para Atlanta el 1 a 0.

El partido se hizo más agradable. Más jugado. El local ganó en confianza. A los 62′ Cardozo sacó un buen tiro de afuera que Centurión sacó al corner.

Y llegaron las variantes, en ese espacio que se repite en cada partido y fluye durante todo el complemento en el afán de modificar el argumento de un partido de fútbol. A los 64′ se produjeron dos modificaciones en Estudiantes: Enzo Coacci ingresó por Acosta y Gonzalo Di Renzo reemplazó a Sebastián González. Enseguida llegó el primer cambio en Atlanta; a los 66′ Fabricio Pedrozo entró en lugar de Alejo Dramisino.

Pero no se iba a quedar conforme Walter Erviti, y a los 69′ decidió realizar dos variantes más; Gabriel Ramírez reemplazó a Joaquín Ochoa Giménez y Santiago Solari ingresó en lugar de Juan Bisanz. Se reforzó la mitad de la cancha; Ramírez fue de volante tapón, bien cerca de los centrales Alan Pérez y Martín López, en tanto Agustín Bolívar se paró delante del ingresado y se soltó un poco más.

Estudiantes se adelantó en el campo por la lógica obligación de buscar la paridad. Y apareció la figura de “Pancho” Rago en todo su esplendor. A los 70′ el equipo de Caseros tuvo un corner y Rago desvió el tremendo cabezazo de Zafarana con un vuelo espectacular. De ese tiro de esquina, ya a los 71′, el remate vino en comba, como si fuera un tiro olímpico y otra vez Rago sacó el peligro (y el balón) con otro vuelo formidable.

Estudiantes se jugó el resto, y a los 78′ Nicolás Toloza entró en reemplazo de Bolzico. El local respondió con sus últimas modificaciones; a los 79′ Martín López entró por Gabriel Carrasco y Mauro Luque ingresó por Cardozo. El equipo se paró con tres centrales, Pérez, García y López, por la derecha Luque y por la izquierda Ramiro Fernández, y un doble cinco, Ramírez, pegado a los centrales y más adelantado Bolívar, para que Solari, Pedrozo y Colombini fueran para el contragolpe.

La visita metió sus últimos dos cambios a los 84′. Fernando Evangelista entró en lugar de Nicolás Fernández y Franco Lonardi ingresó por Arena.

Estudiantes fue con lo último y Atlanta aguantó con orden, sacrificio y las manos de Rago, que otra vez dijeron no, a los 90′ cuando Di Renzo remató con posibilidades. También tuvo otra chance Di Renzo a los 90+5′, pero su disparo tuvo un desvío y se fue al corner.

Era la última. Atlanta volvió a sonreir, porque supo ordenarse en el segundo tiempo, fue efectivo, luego entendió como protegerse y las manos de Juan Francisco Rago hicieron el resto.

Hernán O’Donnell

Lanús no se rinde

El Campeonato “Socios.com” 2021 parece definido. La cátedra entiende que River ya se llevó el título y el resto juega por el segundo puesto. Nosotros somos de los que creen que las cosas terminan cuando terminan. Que los partidos finalizan cuando el juez hace sonar el silbato por última vez, que las carreras terminan con la bandera a cuadros, que las peleas se definen con la cuenta de diez o al finalizar el último round, que el tenis se resuelve con la última pelota…Hasta entonces, nada està terminado ni definido. Tampoco los campeonatos. Lanús parece creer lo mismo, porque jugó con el corazón, puso empeño y voluntad ante un Argentinos Juniors aguerrido y en un encuentro que fue, por momentos, una batalla, terminó por imponerse y se llevó tres unidades muy valiosas del barrio La Paternal.

El equipo de Zubeldía fue ambicioso desde el inicio. Al minuto había llegado con un disparo de Malcorra y enseguida fue José López el que probó de afuera. Salió decidido el “Granate”, con sus líneas adelantadas y mucha movilidad en sus volantes, Esquivel, Morel y Malcorra. Tambièn con Lautaro Acosta y las trepadas de Bernabei por izquierda.

Argentinos se vio maniatado y no podía salir ni tampoco hacerse del balón, a pesar de que Luciano Gómez, Jonathan Gómez, Matías Romero, Gabriel Florentín y Elìas Gòmez intentaban copar la mitad de la cancha. Pero se ahogaban en el manejo de Lanús. Recién a los 19′ Jonathan Gómez metió un buen pase desde el medio hacia la izquierda para el pique de Avalos, este llegó al fondo, lanzó el centro y Coronel remató alto.

A los 21′ Malcorra probò de tiro libre y contuvo Lanzillotta; a los 27′ respondió el local, centro de Luciano Gómez y Coronel disparó alto. De a poco, Argentinos empezó a llegar y a equilibrar el control del juego. A los 32′ fue Jonathan Gòmez el que rematò por arriba del travesaño, hasta que Lanús abrió el partido.

Fue a los 33′ cuando Malcorra asistió desde la izquierda y por la derecha apareció Lautaro Acosta para poner el 0-1.

Argentinos cerró el primer tiempo con una llegada clara; tiro de esquina, rebote y Coronel elevó el disparo desde una muy buena posición.

Lanús salió a jugar el complemento con la misma determinación que en el inicio y enseguida sumó chances. A los 48′ Minissale quiso cerrar y cabeceó contra su arco; Lanzillotta, con un vuelo efectivo, desvió el balón al corner. Luego fue José López quien metió un buen cabezazo, y Lanzillotta controló en dos tiempos, cuando iban 50′ de juego.

Gabriel Milito pretendió a darle más fuerza al ataque local y a los 52′ decidió que Nicolás Reniero ingresara por Mateo Coronel. Y fue el “Bicho” por el empate. A los 57′ llegò un centro desde la izquierda y el cabezazo de Carlos Quintana rozó el travesaño.

Como en todos los partidos, a partir del promedio del segundo tiempo, empezaron a sucederse las variantes. A los 62′ Facundo Pérez entró por Esquivel y Angel González reemplazó a Lautaro Acosta, en Lanús. Luis Zubeldía resolvió cambiar a los dos jugadores amonestados, en un partido que se había vuelto muy caliente, en el que incluso, al final del primer período, se habían arremolinado varios integrantes de cada equipo, camino al vestuario.

Luego, Matías Pérez entró por Diego Braghieri, lesionado en Lanùs y Javier Cabrera reemplazó a Luciano Gómez, en el conjunto local.

Ya se había hecho un partido de ida y vuelta. Con el local que trataba de apretar a la visita junto a su arco y el conjunto del Sur que proponía asustar con contra golpes veloces. A los 73′ fue Malcorra quien sacò un disparo violento y tapó el arquero local. Diego Sosa ingresó por Jonathan Gómez en el equipo de La Paternal a los 76′ de juego, en tanto Matìas Pèrez salvò en la línea y evitó la caída de la valla de Lanús a los 78′ del encuentro.

Quedaba tiempo para algo más. A los 80′ Tomás Belmonte ingresó por Malcorra y Pedro de la Vega reemplazó a José López en la escuadra visitante. Lo tuvo Argentinos a los 82′, cuando Gómez (Elías) asistió desde la izquierda y Reniero sacó un tiro fuerte que atajó muy bien Lautaro Morales.

A los 90′ Matías Romero ejecutò un tremendo remate, y otra vez Morales desvió abajo; saliò el contra golpe “Granate” y Sand terminó la jugada con un gran cabezazo que pegó en la parte superior del travesaño. Y a los 90+3′ Tomás Belmonte remató de cerca, pero el tiro se fue por encima del travesaño.

Fue el final. De un partido a todo trapo, que por momentos fue una batalla dura y llena de roces, que Argentinos luchó por llevarse algo, pero Lanús salió decidido a dar pelea en el encuentro y en el campeonato, y por eso conquistó tres puntos muy valiosos, para avisarle a todos que en el sur nadie se rinde.

Hernán O’Donnell

Sevilla se enredó en Mallorca y se quedó en el empate

“Sevilla, tan sonriente. Yo me lleno de alegría cuando hablo con su gente…”; las estrofas de una de las canciones más bellas, las que reflejan el color, el ánimo y los secretos de una ciudad que enamora, que apasiona, que cobija el corazón de Andalucía y que vive detrás de su enorme cultura, y que late detrás de las pasiones de sus equipos de fútbol, en el que Sevilla Fútbol Club ocupa un lugar especial e inmenso. Y ahí está el equipo de Julen Lopetegui detrás de una esperanza, en un torneo que es difícil, que estuvo (está) monopolizado por Real Madrid y Barcelona, que tiene un Atlético de Madrid valiente y que ha logrado dar el zarpazo en un par de ocasiones.

Este año, otra vez la ilusión se puso en marcha. ¿Será posible? Depende. De su rendimiento y el de los demás. Sobre todo de su propia producción, para que los “Palanganas” vuelvan a vivir esa miel de sentirse el mejor de España, tal como sucedió una vez, allá por la temporada de 1945/46. Para ello deberán jugar mucho mejor de lo que hicieron en Mallorca, ante un conjunto local que fue más en el primer período, que lo pudo resolver en el inicio del complemento y que terminó apretado, pero que con sacrificio, y VAR mediante, se llevó el empate y dejó al equipo andaluz atrás de la Real Sociedad de San Sebastián y con el futuro más complicado.

Mallorca avisó a los 38″ de juego, con una llegada a fondo. Bono, el arquero visitante, debió intervenir, pero era todo un mensaje del conjunto mallorquín. Y a los 21′ logró el primer gol del partido. Fue una jugada desde la derecha que Antonio Sánchez supo capitalizar y venció a Bono con un fuerte remate que puso el 1 a 0 para Mallorca.

Sevilla intentó salir. Apretado por la presión local, con una buena tarea de sus volantes donde se destacó Baba, a la visita se le hacía complicado manejar el balón. Salía mejor por los costados a través de Jesús Navas y Marcos Acuña, pero no tenía elaboración de juego en tres cuartos de cancha. Logró llegar con un pelotazo largo a Rafa Mir a los 32′ que el delantero resolvió con un disparo de emboquillada que salió desviado. Luego tuvo una magnífica chance, a los 38′, con un tiro de esquina ejecutado por Jordan desde la derecha y el cabezazo de Diego Carlos salió apenas afuera del poste izquierdo local.

Mallorca cerró la primera parte con un disparo de Angel que se fue ancho cuando se jugaban 42′.

Julen Lopetegui, el entrenador de Sevilla, decidió que Lucas Ocampos ingresara en lugar de Marcos Acuña para el comienzo del segundo tiempo. Sin embargo, Sevilla sufrió con una línea de tres, pues Mallorca le generó más peligro, incluso a los 48′ Angel Rodríguez estrelló un tiro en el palo derecho de Bono, así que Lopetegui volvió a la línea de cuatro con tres variantes a los 52′ de juego: Erick Lamela ingresó por Suso; T. Delaney reemplazó a O. Torres y L. Augustinsson entró en lugar de M.El Haddadi.

Y mejoró mucho la visita. Porque el “Coco” Lamela se hizo cargo de la pelota y la conducción. Porque se adelantaron las líneas y los zagueros, Koundé y Diego Carlos, se pararon cerca de la mitad de la cancha. Porque Navas se proyectó una y otra vez. También porque Mallorca retrocedió en forma peligrosa. Y empezó a rondar la igualdad…

A los 56′ Lamela puso un buen pase al vacío para Mir y el arquero Manolo Reina atoró bien la llegada del atacante. A los 58′ Rafa Mir metió un tiro muy peligroso que desvió Reina con un pie y luego la pelota dio en el poste. A los 69′ Jesús Navas se proyectó por derecha, sacó un buen centro y Lucas Ocampos metió un cabezazo, pero medio se había pasado y su remate salió paralelo a la línea de gol, que resultó más sencillo para que Reina controle.

Mallorca abrió su primera ventana de variantes, y a los 70′ A. Sedlar entró por el lesionado Antonio Sanchez.

Era más la visita, y a los 72′ logró el empate, tras una jugada de Lamela, quien sacó un disparo fuerte, con la comba exacta, y metió el balón en el ángulo superior derecho de Reina. Un golazo para poner 1-1 las cosas.

Luis García, entrenador del equipo local, decidió tres modificaciones, a los 77′ de juego:  F. Niño ingresó por Angel Rodriguez; Salva Sevilla reemplazó a I. Ruiz de Galarreta y J. Costa entró en lugar de A. Ndiaye.

La última variante de la visita fue a los 81′, cuando Ivan Rakitic reemplazó a Jordan.

Y todo parecía concluir, cuando llegó la gran polémica de la noche. Jesús Navas cruzó un pelotazo de derecha a izquierda, sobre esa banda recibió Fernando y dentro del área, controló el balón con el pecho y cruzó el centro dentro del área chica, donde arremetió Lucas Ocampos para convertir, cuando ya iban 90+4′ de juego. Sin embargo, el VAR convocó al árbitro, quien observó que el volante brasileño había desviado el balón con su mano luego de bajarlo con el pecho y antes de sacar el centro al área chica. No validó el tanto, el resultado quedó en 1-1 y las protestas cerraron la noche, que tras la reanudación se jugaron unos segundos y todo concluyó.

Mallorca sorprendió a su rival con un juego ambicioso y ofensivo. Sevilla tardó un tiempo en meterse en el partido, cuando lo hizo llegó al empate y no le alcanzó el tiempo para revertir el marcador. Una lástima, porque dejó dos unidades importantes en su camino al sueño de tantos años postergado.

Hernán O’Donnell

Al final, Tristán Suárez perdió algo más que dos puntos

El gol agónico de Miximiliano Pollacchi, el defensor de Villa Dálmine que se había adelantado y se posicionó como delantero cuando el partido terminaba, que le dio la igualdad al visitante, significó mucho más que la pérdida de dos puntos de los tres que casi tenía en el bolsillo Tristán Suárez. Porque fue un golpe anímico que habrá que ver con el tiempo como se lo asimila, pero sobre todo, le quitó la oportunidad de sumar tres unidades que lo hubiera catapultado a la zona de clasificación y le hubiera dado un impulso grande para pelear por el ascenso. Ahora se le achicó el margen de error y tendrá que intentar la máxima cantidad de unidades para soñar con la clasificación.

Una pena para el local, porque había corregido un partido que se le había presentado muy complicado al principio, pero que en el segundo tiempo lo supo manejar y justificaba la ventaja. Para el conjunto de Campana el premio está en no haberse entregado y haberse llevado algo después del buen primer tiempo que había realizado.

Porque Dálmine fue un poco más en el inicio. Arrancó más metido en el partido, más concentrado. Quizás porque Suárez efectuó un homenaje a los campeones del pasado, celebración merecida y saludable, lo cierto es que el equipo de Aníbal Biggeri estuvo maniatado y le costó meterse en el juego.

A los 8′ llegó la visita a través de un remate de Fernando Bersano que controló Ezequiel Bacher, con seguridad. A los 10′ Dálmine volvió a llegar al área y Tomassini salvó de cabeza hacia atrás complementado por el vuelo de Bacher.

Suárez tuvo su primera llegada a los 12′ cuando Matías Muñoz cortó una buena pelota, habilitó a Muller, cuyo remate salió desviado. Y luego vino un momento donde todo fue de Villa Dálmine. A los 13′ Remató el lateral izquierdo Rizzi y Bacher sacó al corner. A los14′, de ese tiro de esquina, llegó un buen cabezazo de Rodrigo Cáseres y el balón rozó en un defensor para volver a tener un corner a favor. Y a los 15′ Muller debió arrojarse para salvar un remate, su despeje fue hacia su arco y Bacher la sacó del ángulo al corner. El conjunto de Franchini dominaba y mostró lo mejor de su repertorio en ese momento del mediodía de primavera.

Suárez volvió a acercarse al arco de Bilbao a los 19′, con un tiro de Pucheta cruzado, que pasó muy cerca. A los 25′ Bettini probó de emboquillada y la pelota pasó cerca del arco visitante. Había aparecido el local en escena. A los 27′ Enzo Arreguín armó una buena jugada individual, con dos amagues en zig-zag, y su disparo se fue cerca. El primer cambio llegó a los 37′ por una lesión en el hombro izquierdo de Brian Giménez. Lo reemplazó Ezequiel Melillo, en el equipo local.

Sin embargo, Dálime estaba dentro del partido y a los 40′ tuvo una buena chance con un tiro de Gagliradi que Bacher sacó al corner; a los 45′ Bersano enganchó, recostado sobre la derecha, sacó un remate fuerte y controló el arquero local.

El equipo violeta intentó continuar en el segundo tiempo y a los 40″ llegó con una combinación entre Nouet y Gagliardi que no prosperó. Y enseguida el partido se volcó a favor del local. A los 49′ el “Pony” Oyola se metió con peligro en el área y Bilbao sacó su tiro al corner. De ese tiro de esquina, a los 50′ Bruno Duarte convirtió de cabeza con un salto preciso y puso el 1 a 0 para Tristán Suárez.

Brian Oyola tuvo otra oportunidad a los 54′ cuando realizó un doble enganche y sacó un disparo que se fue apenas alto.

Franchini entendió que su equipo necesitaba una renovación y movió el banco. Lautaro Díaz entró por Nouet y Ezequiel D’Angelo reemplazó a Stancato a los 58′ de juego. Y tuvo a los 59′ una buena jugada de Bersano. de a poco, Suàrez sintió el desgaste y Aníbal Biggeri reacomodó la táctica. A los 67′ Marcos Brítez Ojeda reemplazó a Saúl Nelle y José Barreto ingresó en lugar del “Pony” Oyola. El equipo mantuvo la línea de cuatro, con Bettini, Tomassini, duarte y Muller; Muñoz quedó de volante central. por delante de él, otra línea de cuatro con Enzo Arreguín, Marcos Brítez Ojeda, José Barreto y Ezequeil Melillo, mientras que Pucheta seguía como centro delantero.

También la visita realizó variantes y a los 72′ Juan Franzoni reemplazó a Germán Díaz. Pero el dominio era del local y a los 75′ Pucheta sacó un tiro que salió muy cerca, tras recibir el pase de Arreguín.

Cuando ya iban 76′ Eduardo Vallejos entró en lugar de Santiago Moyano. El desgaste era grande, Suárez quería liquidarlo pero Dálmine no se entregaba. A los 81′ Biggeri hizo los dos últimos cambios del conjunto “Tambero”. Franco Quiroga entrò por Arreguín y Lucas Delgado reemplazó a Pucheta. Se rearmó la línea de cuatro volantes con Barreto, Quiroga, Brítez Ojeda y Melillo. Delgado fue de centro atacante.

La visita también modificó su esquema, porque soltó a los laterales, adelantó líneas, Emiliano Aguero fue a la zaga y el central Maximiliano Pollacchi se mandó al ataque. Tuvo una buena llegada a los 85′, pero el cruce a tiempo de Muller evitó el peligro. Y Suárez lo pudo resolver a los 90′, cuando Delgado entró solo y su remate se fue elevado. Parecía el final. Tristán Suárez había hecho mucho por el triunfo y saboreaba un paso adelante importante para la clasificación por el ascenso. Pero en el fútbol nada está resuelto hasta que suena el pitazo final. Y más cuando la diferencia en el marcador es mínima.

Entonces llegó la jugada agónica. D’angelo sacó un centro de la derecha cuando iban 90+2′ y faltaba poco más de un minuto para terminar. Cáseres, que también había subido, la peinó hacia la izquierda y por atrás de todos apareció Maxi Pollacchi para meter el 1 a 1.

Tristán Suárez había hecho un esfuerzo enorme y al final se le escaparon dos puntos, que pueden ser muy caros para su sueño de clasificación.

Hernán O’Donnell

Argentinos fue el Tifón de Boyacá

Hay un canto añejo de la hinchada de Argentinos Juniors que habla de “El Tifón de Boyacá”. Es alusiva a un viejo apodo de los bichitos colorados, que mezclaba su fútbol ofensivo y agresivo con la calle del barrio que más lo identifica. Argentinos fue, ante Colón de Santa Fe, otra vez el “Tifón”, porque jugó de manera ofensiva, intensa, agresiva y voraz. Tuvo el dominio del partido desde el inicio, se llevó por delante a su rival y no tuvo problemas para consolidar la victoria, excepto unos diez minutos del primer tiempo, los que van de los 25′ a los 35′. Antes y despuès, fue todo del local. Desde el arranque, porque apenas comenzó el encuentro, el “Bicho” se lanzó al ataque sobre el arco de la calle San Blas y al minuto tuvo su primera llegada.

Colón intentó pelear el partido en mitad de cancha, se aproximó a los 9′ con una llegada de Farías que supo cortar Lanzillotta, pero luego quedó sometido por el equipo local. Argentinos, con línea de tres habitual, Mac Allister, Pablo Minissale y Lucas Villalba. Javier Cabrera, Franco Moyano, Gabriel Carabajal y Elías Gómez; Florentín un poco más suelto y adelante, Nicolás Reniero y Gabriel Avalos. A los 13′ volvió a apretar a la visita; un centro, la bajó Avalos y Minissale no llegó a conectar. Y a los 16′ abrió el marcador: Cabrera llegó al fondo, lanzó el centro y por el medio apareció Carabajal para rematar fuerte; Burián, arquero de Colón, rechazó con el pecho y el propio Carabajal tomó el rebote para convertir, de cabeza, el 1-0 a favor de Argentinos Juniors. Era mucho más el local y el equipo de Domínguez, con una línea de cuatro compuesta por Meza, Garcés, Paolo Goltz y Rafael Delgado; Lértora como volante tapón, a su derecha Alexis Castro, a su izquierda, Aliendro, y Bernardi suelto par juntarse con Pierotti y Farìas, no podía soportar el asedio del “Bicho”, aunque tuvo un lapso en el que pareció hallar los caminos.

Iban 27′ cuando Delgado cruzó un pelotazo largo, Alexis Castro la bajó de cabeza y apareció solo Pierotti, pero Lanzillotta le tapó el remate. Y a los 34′ Aliendro consiguió la igualdad. Fue una jugada en la que el local pretendió salir con juego desde el fondo; la recuperó la visita con una buena presión alta y Meza, desde la derecha sacó un centro al corazón del área. Aliendro pudo dominar el balón, superar a la marca y convertir con un tremendo derechazo para poner el 1 a 1.

Pero fue solo una ráfaga. A los 42′ el propio Aliendro se iba a ir expulsado tras empujar a Cabrera cuando se iba derecho al arco visitante tras recibir una buena asistencia de Carabajal. Colón cerraba el primer tiempo con la expulsión de uno de sus hombres más valiosos y en el complemento Eduardo Domínguez intentó acomodar las piezas con el ingreso de Goez por Pierotti, para equilibrar la mitad de la cancha.

Pero el local volvió a mostrar las mismas intenciones. presión alta, juego ofensivo, búsqueda del arco contrario, muchos hombres en ataque. Y a los 48′ tuvo una llegada con un remate alto de Cabrera. A los 55′ Avalos llegó a una buena posición de remate, tras una gran jugada colectiva, pero lo detuvo el cruce a tiempo de Paolo Goltz, quien despejó el disparo al corner.

Domínguez decidió corregir algunas cosas y a los 60′ dispuso que Formica ingresara por Bernardi y Mura entrara en lugar de Meza. A su vez, Gabriel Milito resolvió que Jonathan Gómez reemplazara a Franco Moyano, y Matías Romero a Florentín a los 62′ de juego.

Con el ingreso de Jonathan Gómez Argentinos tuvo más juego y verticalidad que con el despliegue y el quite de Moyano en mitad de la cancha. Y fue el hombre que generó varias situaciones seguidas. A los 67′ tuvo un remate que se fue alto; a los 69′ volvió a disparar Gómez y Burián contuvo abajo y seguro. A los 70′ Jonathan Gómez se proyectó por el medio, bien vertical, armó una jugada individual y cuando llegó al área sacó un disparo que atrapó el arquero.

Era más Argentinos, que se dispuso a quemar las naves. A los 76′ Colón tuvo su única chance de contragolpe, encabezado por Farías, quien asistió a Formica y el disparo factible de este se fue abierto y desviado.

A los 77′ Romero entró por Farías en el equipo de Santa Fe. En Argentinos, Mateo Coronel ingresó por Carabajal, Lucian Gómez por Mac Allister y Marco De Césare reemplazó a Pablo Minissale. Y el local se transformó en el “Tifón”.

A los 78′ Lucas Villalba abrió de izquierda a derecha para la entrada de Matías Romero, llegó el centro al borde del área chica y Nicolás Reniero resolvió de “taquito” para poner el 2 a 1 a favor de Argentinos.

Pero no terminó ahí. A los 82′ Mateo Coronel encabezó una buena jugada, combinó con Reniero, se fue por el medio y sacó un tiro que venció a Burián. Argentinos Juniors quedaba adelante por 3 a 1.

Pero había tiempo para más, y a los 89′ Reniero asistió a Coronel y su tiro se fue muy cerca.

Era el cierre de una tarde a pleno sol en La Paternal, pero en la que un “Tifón” apareció vestido de rojo y arrasó con la visita de Colón.

Era justo el resultado; el equipo de Milito aprovechó el envión y continuó con el ataque y la presión constante. A los 17′ Florentín recibió desde la derecha, entró por el medio y sacó un disparo que tapó el arquero uruguayo, Burián. A los 21′ fue Reniero el que consiguió otro buen tiro y otra vez apareció el arquero de Colón.

Hernán O’Donnell

Central estuvo más cerca, pero Platense ofreció sacrificio y voluntad

Fue un partido entretenido, con un ambiente agradable, gente que se acercó a pesar de jugarse en horario laborable y una temperatura ideal para jugar al fútbol. En Vicente López, Platense y Rosario Central dividieron honores. El equipo visitante tuvo un poco más de fútbol y de situaciones para concretar, pero el “Calamar” fue un conjunto duro, sacrificado, y siempre buscó variantes para llevarse la victoria. El empate suena lógico, porque el equilibrio dominó las acciones.

A los 7′ avisó Central, con un desborde de Torrent por derecha y un centro pasado que Ruben no llegó a conectar. Platense respondió con una jugada bien elaborada; cambio de frente de izquierda a derecha, Augusto Schott la controló con eficacia, lanzó el centro y Mansilla metió el cabezazo que capturó “Fatura” Broun. Enseguida iba a llegar el primer gol del partido, con una asistencia de Facundo Curuchet a Matías Tissera, quien giró en el área y sacó un disparo cruzado que venció al arquero de Central, a los 12′ de juego. Paltense se adelantaba por 1-0.

Central empezó a jugar mejor, a soltarse en el campo. Con las subidas permanentes de Lautaro Blanco por izquierda y el cambio posicional de Diego Zabala por Gino Infantino. Zabala pasó a la banda izquierda e Infantino a la derecha. Central jugaba con una línea de cuatro, Torrent, Almada, Gastón Avila, de buen partido, y Blanco. Leandro Desábato como volante central. Por delante de él, Zabala, Ojeda e Infantino y Lucas Gamba junto a Marco Ruben en ataque. Así, a los 22′ armaron una buena pared entre Zabala, Infantino, Zabala que se la devolvió de cabeza y luego recibió del volante para sacar un remate que se fue muy cerca.

El “Calamar” presentó una línea de cuatro, con Augusto Schott, Nahuel Iribarren, Recalde e Infante. Curuchet, Iván Gómez, Hernán Lamberti y Brian Mansilla, como volante-extremo por izquierda. Nicolás Berttolo de media punta y adelante de él, Matías Tissera.

Seguía Central con el dominio de las acciones y a los 26′ avisó con un tiro de esquina que cabeceó Almada y Ojeda controló con seguridad. Hasta que llegó la igualdad.

Iban 29′ y la visita armó una buena jugada de izquierda al medio, Gamba le ganó la espalda a los centrales, aprovechó la asistencia y metió un fuerte disparo que venció a Ojeda. El encuentro quedaba 1-1. Era justo.

Y el primer tiempo se cerró con otra ocasión para el “Canalla”. A los 39′ enganchó Lucas Gamba y sacó un remate fuerte que se fue apenas alto.

Platense intentó un lavado de cara y arrancó el complemento con una actitud más agresiva. A los 48′ desbordó Curuchet por derecha, sacó un centro recto y Broun cortó con rapidez. después, le costó llegar. El “Canalla” llegó a los 56′ con un centro de Blanco y el disparo de Zabala, conjurado por el arquero local, Ojeda.

Luego, los cambios empezaron a modificar los dibujos tácticos de los entrenadores. a los 60′ llegaron dos variantes dispuestas por Cristian Alberto González: Emiliano Vecchio entró por Desábato, con lo cual Emmanuel Ojeda se retrasó como volante central y Vecchio se paró de enlace, en tanto, Luciano Ferreyra ocupó el lugar de Diego Zabala por izquierda.

En el equipo de Claudio Spontón llegaron tres modificaciones a los 63′; Facundo Russo entró en lugar de Curuchet; Gastón Gerzel reemplazó a Brian Mansilla y Franco Baldassarra ingresó en lugar de Nicolás Bertolo. El “Calamar” buscaba más fútbol y más peso ofensivo.

El juego era más parejo que en el final del primer tiempo, pero la visita tenía las llegadas más peligrosas. A los 69′ Gamba se fue con buenas posibilidades e Infante cortó justo para desviar al corner, cuando el delantero visitante se iba hacia el arco de Luis Ojeda.

Más variantes llegaron a los 76′: Francesco Lo Celso reemplazó a Gino Infantino, y el mexicano Luca Martínez Dupuy entró por Lucas Gamba. En el local, a los 78′ Kevin Lomónaco reemplazó al lesionado Luciano Recalde. Y Spontón iba a tener una variante más a los 84′: Tomás Sandoval en lugar de Matías Tissera.

El final ya se acrecaba y el conformismo les empezaba a gustar a ambos, aunque Cnetral tuvo otra oportunidad a los 89′ con un centro de Blanco y el toque de Martínez Dupuy que Ojeda volvió a controlar. Era la última de un partido que Platense mostró intenciones y buen juego en los primeros minutos, luego se diluyó y Central creció hasta mostrar una mejor imagen, pero sin la profundidad necesaria para lastimar a un rival que, a falta de fútbol, ofreció sacrificio. y el empate cayó con la tarde de una jornada cálida y soleada de primavera.

Hernán O’Donnell