La gira de la Selección y un futuro esperanzador

Por lo que jugó el equipo, porque tuvo momentos de lucidez, porque supo acomodarse a los partidos y porque de a poco empezó a encontrar lo que el entrenador pretende. Pero sobre todo, porque se reencontraron con la gente. Ese abrazo emotivo, cálido y sincero que se dieron en la puerta del Hotel donde se hospedó la Selección en Mendoza fue el pacto que a partir de ahora une a la gente con el equipo.

Ese reencuentro fue todo un símbolo. La gente enloqueció con sus ídolos, borró todo vestigio de rencores pasados y decidió hacer borrón y cuenta nueva con el seleccionado: se completó el Estadio “Malvinas Argentinas”, se gritó hasta la afonía el gol tempranero de Mauro Icardi y explotaron con el tanto agónico de Paulo Dybala, que dejó esos minutos finales para el aplauso y las ovaciones para los máximos protagonistas.

“Me quedé sólo para dirigir la Sub 20, y luego surgió la posibilidad de ser entrenador de la Mayor. Nunca pensé que iba a suceder ésto. Creo que el balance es positivo. En mi lugar, pienso que cualquiera hubiera hecho lo mismo”, dijo Lionel Scaloni al final del partido, muy emocionado.

Y también habló del apoyo de los futbolistas: “Veo normal que cualquier jugador hable bien de su entrenador. Yo les agradezco a todos, es evidente que tengo una buena relación con ellos. Los que tenemos que estar agradecidos somos nosotros, el cuerpo técnico, porque estos chicos nos hicieron la tarea muy fácil. Se entregaron con unas ganas tremendas”.

Así fue. El equipo desbordó humildad y voluntad. Todos tenían muchas ganas de jugar, mostrarse y comenzar a armar el nuevo grupo. Mauro Icardi, que supo estar en el plantel anterior, remarcó las diferencias que los separan.

El equipo se mostró versátil y dinámico. Tuvo elaboración de juego en Córdoba, allí hizo un buen primer tiempo y se frenó un poco en el segundo.

En Mendoza realizó una producción similar: Fue directo en la primera etapa, rápido y punzante para atacar, pero en el complemento perdió peso. México también jugó su partido y, tal como nos reconoció el “Tuca” Ferretti en la conferencia de prensa posterior, “el equipo mejoró, tuvo un segundo tiempo bueno, equilibró el partido, lo hizo parejo”, donde se destacó el ingresado Jesús Gallardo.

“Tenemos que estar felices porque dos jugadores tan importantes como Icardi y Dybala se desbloquearon. Le van a dar muchas alegrías a los hinchas”, dijo Scaloni como resumen de lo que dejó el partido. Dos hombres que serán claves en el nuevo plantel. Dos futbolistas que van a tomar el timón, que serán muy pronto referentes y tendrán la misión de mantener a la selección cerca de la gente. Icardi y Dybala saben de que se trata y bien pueden ser los conductores de la nueva tropa.

Argentina sonrió en la cálida noche mendocina. Argentina se abrazó a la gente. La Selección marcó las pautas: quieren un nuevo diálogo, una nueva manera de relacionarse y encarar el futuro unidos en el afecto y con el sueño en común de conquistar los objetivos.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Ciudad de Mendoza, Provincia de Mendoza)