Los Pumas inician una gira exigente

El seleccionado se medirá el próximo sábado ante Irlanda, en el primer compromiso que tendrá en una ventana en la que lo esperan otras selecciones de alto nivel. Luego del partido en Dublín, jugará ante Francia en Lille, después visitará a Escocia en el Murrayfield, y finalizará el recorrido por el viejo continente con el partido ante Barbarians en el histórico Twickenham.

El equipo viene de hacer una aceptable participación en el Rugby Championship, edición en la que alternó aspectos positivos con falencias, pero en la que logró revertir la imagen. Logró imponerse ante Sudáfrica y Australia, y mostró un nivel que hace tiempo no se veía, quizás desde el Mundial 2015.

Pero ahora Los Pumas tienen la tarea de volver a demostrar que están al nivel de estas importantes selecciones. Es la oportunidad de dejar atrás las derrotas en las ventanas de junio de este año y de noviembre del año pasado, para dar un  paso adelante y seguir creciendo con la Copa del Mundo Japón 2019 en el horizonte. Se trata de una preparación acorde al potencial de este plantel, que pudo hacerle frente a los Springboks y a los Wallabies, por momentos también a los All Blacks, y que tendrá a Pablo Matera como flamante capitán para este nuevo rumbo, con Mario Ledesma como Head Coach, y la inclusión de juveniles en el conformado de la lista.

En la capital de la República de Irlanda será el primer reto en esta serie de amistosos, y ante nada más y nada menos que el campeón del último 6 Naciones. Como primer examen, una prueba muy exigente.

 

Martín O’Donnell 

 

La Selección cierra un año con sobresaltos

Como una montaña rusa, la Selección Nacional transitó este 2018. Lleno de sobresaltos, el camino fue una ruta plagada de curvas, marchas y contramarchas, avances y retrocesos y un sinfín de inconvenientes que se sucedieron como hacía tiempo no ocurría. La imagen del equipo retrocedió más de cuarenta años, hasta parecerse a la de fines de 1974, cuando empezó el ciclo de César Luis Menotti y se organizó un departamento de selecciones que cobijó un trabajo prolijo, moderno, superador que concluyó no sólo con la obtención de la Copa del Mundo en 1978, y luego la de 1986 bajo el mando de Carlos Salvador Bilardo, sino que estableció el orden bajo el cuál debe trabajar y desenvolverse el seleccionado nacional.

Este año pareció un viaje al pasado. Todo lo que se había vivido entre 1974 y 2018 quedó en el olvido y como una película de regreso al pasado, los tiempos parecieron volar hasta aquellos años y esas formas que parecían olvidadas.

Es cierto que la crisis no fue una tormenta desatada en este último tiempo. Quizás empezó con la renuncia de Gerardo Martino, la crisis que vivió la AFA y su indefinición en la sucesión de Julio Grondona, la seguidilla de técnicos y los cambios en el plantel.

Se fue Martino, la comisión normalizadora eligió a Bauza y cuando Claudio Tapia ganó la presidencia optó por Sampaoli. El Mundial fue su condena y ahora el equipo está a cargo de Lionel Scaloni, aunque no se sabe si continuará el año que viene. Todo sumó para la confusión general, aunque vale reconocer que cada uno que estuvo y cada uno que está en la selección, en la función que le toque, siempre intentó ordenar y organizar la situación para darle el empuje definitivo.

Ya es tiempo de arrancar. De dejar atrás todas las complicaciones que acompañaron la temporada y aprovechar esta ventana de noviembre para darle forma al seleccionado. Lionel Scaloni armó la lista, aún sin los históricos y con la salvedad de no incluir a los futbolistas de Boca y River para no interrumpir su preparación y dedicación a la final de la Copa Libertadores de América.

La serie contra México abre una nueva oportunidad. Tomemos provecho de ella.

 

Hernán O’Donnell