Almagro, una figura que se repite

Es un jugador firme, sobrio, sólido. Tal vez no le sobre carisma; quizás le falte mejorar algunas cosas, tal como él lo repitió. Pero hace tiempo que es un animador permanente de la Copa Claro, esa tradición tenística de Buenos Aires que comenzó en febrero de 2001 y se repitió cada verano sin interrupciones.

Y Nicolás Almagro siempre está. En un torneo maravilloso, donde los españoles se sienten como en casa, “Nico” aparece, una vez más, como un gran candidato.

Almagro celebra en la piscina del Buenos Aires. Crédito: Sergio Llamera. Prensa Copa Claro
Almagro celebra en la piscina del Buenos Aires. Crédito: Sergio Llamera. Prensa Copa Claro

Siempre dice presente en Buenos Aires. En 2011 ganó el torneo; en 2012 fue finalista y cayó ante el temible Ferrer luego de jugar un excelente primer set y un gran partido en general.

“Cada año es un mundo; todo es distinto, todo cambia – afirmó- Está claro que voy a lucha por ello, que voy a trabajar para repetir lo que conseguí en los dos años anteriores, pero hay que seguir en este camino. Debo ser optimista y luchar”.

También habló de su cariño por Buenos Aires y su torneo: “Aquí se vive un ambiente extraordinario, distinto a cualquier otro lugar del mundo y eso hace que para nosotros sea bonito e interesante estar aquí. Para mí, mientras este torneo se juegue en febrero, en este maravilloso estadio, y con toda la gente que lo hace posible, siempre estaré. Si se cambia la fecha y la superficie, yo tengo muy claro que no vendré”.

Para mejorar, nada se compara con la ayuda de Juan Carlos Ferrero: “Es una de las personas con las que más confianza tengo, le puedo contar cualquier cosa de lo que me sucede en la vida, no sólo en el tenis. Cuando él se retiró del tenis, le propusimos, junto a mi entrenador, que nos asesorará, para buscar un salto de calidad, él pasó por los momentos que yo pasé. Que puedo decir de Juan Carlos: Fue número 1 del mundo, ganó Grand Slams, ganó la Copa Davis…creo que tengo mucho que aprender de él, me puede aportar mucho y es un privilegio que pueda trabajar conmigo.”

“Debo encontrar una regularidad en mi juego que aún no he encontrado, debo trabajar el aspecto mental, debo seguir en el trabajo físico, conseguir cerrar los puntos en la red, en fin son muchas cosas, pero sin olvidar que otras muchas las hacemos bien; estamos en el buen camino y debemos seguir por esta senda para ver que nos depara el futuro”, finalizó.

Ahora, es tiempo presente. Tiempo de gozar este momento en Buenos Aires, cuando un viernes templado le abre las puertas a soñar con un final feliz que, desde hace un par de años, se repite.

 

Hernán O’Donnell