Una máquina llamada David Ferrer

Es un jugador enorme: por despliegue físico, potencia, fortaleza, espíritu de lucha y talento. Todo lo hace con una carga física impresionante; la variedad de su juego la sostiene con una intensidad dificíl de equilibrar para el rival. En menos de 24 hs liquidó a David Nalbandián y Fabio Fognini, para meterse en las semifinales de la Copa Claro.

El jueves cayó Nalbandián, como cayeron tantos otros. Aunque el cordobés jugó muy bien, más aún, el primer set fue extraordinario (lo ganó 6-2) y en el segundo sólo tuvo algunos errores en el décimo game (que le costaron el set), todo lo que había hecho se demolió como un castillo de arena. Jugó un tremendo primer parcial y muy prolijo en el segundo; pero ya se había enchufado “Ferru” y cuando se llevó esa manga por 6-4, todos imaginábamos el final.

Nalbandián cayó, aún cuando jugó un partidazo. Pero el tenis es largo y no basta con un gran inicio si no se lo sostiene a lo largo de todos los sets. En el tercero el primer juego lo encontró a Ferrer metido con todo en el partido: dominó con un saque profundo, se metió tres metros adentro y movió a Nalbandián de un lado a otro: el unquillense ya no tenía resto físico. Quebró para 2-0, mantuvo el servicio, y ya no tuvo piedad,

Ferrer y su gran noche ante Nalbandián
Ferrer y su gran noche ante Nalbandián

Fue una noche grandiosa de tenis: los dos jugaron muy bien, ganó quien en este momento está 4 del mundo: Al gran tenis del cordobés, el español en una noche inmensa, le hizo ver las estrellas.

Luego, le tocó el turno a Fabio Fognini. Un jugador de gran talento, fino, con una hábil muñeca que le permite ejecutar drops muy llamativos. Así consiguió varios puntos. Pero no pudo nunca entrar en el ritmo del español. La primera manga se la llevó por 6-2; en el segundo set, cuando estaban 1-1 tuvo algunas oportunidades de quiebre el italiano. No pudo. Cuando servía 1-2 tuvo un game muy peleado, jugó muy bien Fognini, pero del otro lado se encontró una pared. Resultado: quiebre a favor del español, 3-1 con su servicio y la intensidad de su juego que aumentó con el correr del tiempo.

Fognini se mostró resignado; Ferrer, implacable. Fue 6-2 y 6-1, claro y contundente.

“Pese al calor y la humedad, he estado muy fuerte de la cabeza”, declaró “Ferru”. Simpático y respetuoso, se encamina hacia otro fin de semana de gloria. 

De noche o a la tarde, el tenis sublime de David Ferrer llena de impacto el verano de Buenos Aires.

 

Hernán O’Donnell