Con tres tiros, Racing de Montevideo tomó La Paternal

Fue un partido vibrante, mucho más dinámico e intenso que bello, pero lleno de emoción y también, por que no, de sorpresas. Porque al reconocible buen nivel de Racing de Montevideo, pocos le podían augurar una actuación tan plena como la que tuvo en la noche de La Paternal, en la que le bastaron tres tiros y una actitud desbordante para correr los noventa minutos sin parar, hasta ahogar a un Argentinos Juniors que había comenzado bien, con dominio del partido y varias llegadas al área rival, pero que se quedó a partir del primer gol visitante, y en el complemento, con el segundo y tercer tanto de Racing, se desinfló por completo.

El local formó con Diego Rodríguez; Alan Rodríguez, Jonathan Galván, Tobías Palacio y Román Vega; Alan Lescano, Franco Moyano y Nicolás Oroz; Gastón Verón, Maximiliano Romero y Luciano Gondou.

El conjunto de Montevideo comenzó con Renzo Bacchia; Guillermo Cotugno, Hugo Magallanes, Lucas Monzón y Ocsar Quiñonez; Erik De Los Santos, Lucas Rodríguez, José Varela y Jonathan Urretaviscaya; Tomás Verón Lupi y Dylan Nandín.

A los 14′ un remate de Luciano Gondou se estrelló en el travesaño. Era una señal clara del dominio inicial del local. Y así sumó muchas jugadas ofensivas, que no prosperaban por el buen sistema defensivo del equipo rival. Argentinos proponía jugar en el campo uruguayo, pero Racing se sostenía en un esquema de muchas coberturas, solidez en los zagueros centrales, y una dinámica permanente para bloquear cada avance de su adversario.

Hasta que a los 40′ de un tiro libre bien preparado, llegó el gol del equipo visitante. Porque acumuló gente en el área, pero Tomás Verón Lupi esperó el pase en la puerta del área, recibió solo, y sacó un tiro que tras un desvío venció al “Ruso” Rodríguez, y puso el 0-1 a favor de Racing de Montevideo.

Argentinos sintió el golpe, algo inesperado, pero que iba a tener un correlato al comenzar el segundo tiempo.

Iban 48′ de juego, y un remate lejano de Tomás Verón Lupi colocó el 0-2 para Racing. La sopresa y la incredulidad se apoderaba de los hinchas de Argentinos, mientras el equipo empezaba a trastabillar en defensa.

Y a los 53′ llegó el tiro del final. Fue de Jonathan Urretaviscaya, quien sacó un disparo muy lejano, pero preciso, fuerte y con un efecto tremendo que resultó imposible para el arquero local, se metió en su ángulo superior derecho, para poner el 0-3 a favor de Racing de Montevideo.

Fue la sentencia. A pesar de que a los 59′ Gondou sacó un buen remate que controló Bacchia. Argentinos quería dar señales de vida, pero el fútbol es un estado de ánimo, y esos tres goles, casi seguidos aún con el intervalo del entretiempo entre el primer y segundo tanto, fue un empujón fundamental para que Racing sea una máquina de correr, meter, pensar y jugar, y Argentinos se enredara aún en sus buenas intenciones.

La catarata de cambios no varió el desarrollo del partido. A los 63′ José María Herrera entró por Alan Lescano, y Santiago Montiel reemplazó a Gastón Verón en el equipo de La Paternal, y en la visita Robinson Ferreira ingresó por O. Quiñonez, mientras que Santiago Mederos entró por Jonathan Urretaviscaya.

Racing cerraba los caminos con mucho despliegue físico para la recuperación. A los 74′ Agustín Pereira ingresó en lugar de José Varela, mientras que Nicolás Sosa reemplazó a Dylan Nandin.

Pablo Guede volvió a recurrir al banco, y realizó dos variantes más cuando iban 77′ de juego. Sebastián Prieto entró por Tobías Palacio, y Damián Batallini reemplazó a Franco Moyano.

Pero el partido no cambiaba. Argentinos atacaba, peros siempre rodeado de resistentes opositores. cada jugador que tomaba la pelota, se veía con dos, o más, rivales para enfrentar. La gambeta no prosperaba, y los pases progresaban hasta tres o cuatro, y luego se frustraban por la oposición de Racing.

La visita agotó las variantes a los 83′, con el ingreso de Agustín Alaniz por Tomás Verón Lupi. Y cerró la noche con un disparo de Erik De Los Santos, a los 90′, que pasó muy cerca.

Fue la síntesis del partido. Argentinos propuso, pero se topó con un rival duro, que fue por todo a La Paternal, y que le alcanzaron tres tiros para tomar el barrio.

Hernán O’Donnell