El triunfo de Los Pumas tuvo más presión por lograr el resultado, que juego para conseguirlo

Les jugó mucho en contra todo lo que acarreaba este partido frente a Samoa. Para Los Pumas, ganar era una obligación, y lo que debió ser un triunfo tranquilo ante un rival inferior, fue, al cabo, una victoria apretada y angustiosa, que recién encontró la liberación en el penal de Nicolás Sánchez, que amplió el marcador al 19-10 final que alejaba al adversario a una distancia mayor a un try convertido.

Los Pumas ganaron con la angustia puesta en la cabeza, que les impidió concretar esa diferencia que existe con Samoa. Y además, con algunas fallas que empiezan a ser reiterativas, y preocupantes. La pareja de medios no funciona, y eso le impide armar y desarrollar juego. Hubo imprecisiones en el manejo de la pelota, y eso le quita ritmo al ataque. Algunos rendimientos individuales debajo de sus posibilidades también conspiran contra el equipo. La victoria vale porque le permite seguir en carrera, y mejorar con la expectativa de crecer en el campeonato.

Crédito: Prensa UAR/Gaspafotos-Andrés

Los Pumas formaron con Tomas Gallo, Julián Montoya y Eduardo Bello; Guido Petti y Alemanno; Pablo Matera, Kremer y González; Bertranou y Santiago Carreras; Mateo Carreras, Chocobares,Matías Moroni y Emiliano, Boffelli; Juan Cruz Mallía

Samoa comenzó con Paul Alo-Emile, Seilala Lam y James Lay; Chris Vui (capitán) y Brian Alainu’uese; Fritz Lee, Steven Luatua y Theo McFarland; Christian Leali’ifano y Jonathan Taumateine; Nigel Ah-Wong, UJ Seuteni, Tumua Manu y Ben Lam; Duncan Paia’aua.

Argentina salió con intensidad, pero también con una enorme ansiedad por sumar puntos rápidos, que le permitieran jugar con más tranquilidad. Apurados por abrir el marcador y de esa forma, desarrollar su juego sin la presión del resultado. Al equipo aún le cuesta discernir que los puntos llegan como consecuencia del juego, no que primero se suman los puntos y después se juega. No; hay que jugar y por consecuencia, marcar la diferencia. Se necesita paciencia y despojarse de la ansiedad.

Para colmo, la amarilla al minuto al full back samoano trajo los fantasmas del partido con Inglaterra. La presión de tener que ganar por l hecho de contar con un hombre más. El try de Emiliano Boffelli, a los 8′, y su conversión, puso 7-0 el marcador y algo de tranquilidad. Luego, el penal a los 24′ del propio Boffelli llevó el marcador a 10-0; descontó Leali´ifano de penal a los 27′, 10-3. Y el cierre fue de Boffelli, con un penal, a los 33′, para cerrar el primer tiempo por 13-3.

La lógica indicaba que Los Pumas iban a encarar el segundo tiempo con la tranquilidad necesaria para desarrollar su juego y luego ampliar el marcador. Pero hubo fallas en la conducción, la pareja de medios no funcionó, y el manejo de la pelota fue muy impreciso. Samoa complicó con espíritu y juego simple. Boffelli se convirtió en la mejor figura d los argentinos. Por su puntería, a los 53′ marcó otro penal para ampliar a 16-3, su juego aéreo, y la capacidad de cerrar con velocidad, cuando un kick rasante, al fondo y por el centro de la cancha pudo haber terminado en try de Samoa.

Crédito: Prensa UAR/Gaspafotos-Andrés

Los primeros cambios en los forwards renovaron un poco el aire y la fuerza en la batalla de los delanteros; así, a los 42´Francisco Gómez Kodela entró por Eduardo Bello, a los 54´Rodrigo Bruni ingresó por Juan Martín González, y Pedro Rubiolo remplazó a Matías Alemanno a los 60′. Pero la clave fue el cambio de los medios.

Iban 66′ y Tomás Cubelli entró por Gonzalo Bertranou, mientras que Nico Sánchez ocupó el lugar de Santiago Carreras. Dos hombres experimentados, con poco tiempo por delante, para conducir el barco.

El partido se complicó cuando, a los 74′, Sama Malolo, que había ingresado en el complemento, llegó al try, lo convirtió Leilua, que también había aparecido en el segundo tiempo, y el partido quedó en un apretado 16-10.

Quedaban cinco minutos por jugarse y los fantasmas caían sobre Saint-Etienne. Hasta que el penal dl experimentado Sánchez, cuando ya estábamos en los 79′, puso el 19-10 que cerró las preocupaciones.

Había que ganar, y se ganó. Ahora viene el crecimiento, y mentalizarse en que en el juego, en las bases, está el camino para conseguir los resultados. Los Pumas deberían obtener buenos resultados ante Japón y Chile. Para ello, tienen que jugar. Y olvidarse del resultado.

Hernán O’Donnell