Facundo Bagnis hizo valer su experiencia y se llevó el Challenger Santander de AAT II

Fue un maravilloso domingo de tenis de verano. Con muchos condimentos, un partido cambiante, dominios alternados, una temperatura más que agradable, un hermoso clima, y todo el glamour que encierra el señorial Tenis Club Argentino.

Crédito: Omar Fasjido / Prensa AAT

Facundo Bagnis hizo valer toda su experiencia para ganarle la final a Mariano Navone por 7-5, 1-6 y 7-5. Fue un partido donde tuvo un gran comienzo, y un gran final. En el medio, algunas dudas, una laguna en el segundo set, y un tercero sufrido, que en un momento estuvo en serio peligro, pero sacó adelante con temple, experiencia y tenis.

Mariano Navone tuvo una buena semana, donde avanzó a paso firme en cada rueda hasta llegar a la final. Pero ahí se topó con otra clase de jugador, y si bien supo recuperarse de un comienzo fallido, y asumir el protagonismo durante un largo lapso dl encuentro, sobre el cierre sucumbió ante la jerarquía de su oponente, que jugó con enorme categoría los puntos decisivos.

Bagnis tomó rápido la iniciativa del partido. Hizo un quiebre muy pronto, y se adelantó por 4-1. Hasta ese momento, su dominio era claro, sostenido en un juego agresivo y en no dejar entrar en ritmo al rival. Incluso, se adelantó 5-2. Pero Navone pudo hallar un resquicio, para quebrar cuando estaba 3-5, quedó 4-5 y con su servicio alcanzó la igualdad en 5 games.

Pero ese fue el primer momento donde el nacido en Armstrong, Provincia de Santa Fe, hizo valer toda su experiencia, para defender su servicio y quebrarle rápido a Navone, y de esa forma cerrar la primera manga por 7-5.

Crédito: Omar Fasjido / Prensa AAT

El segundo set fue veloz como un rayo. Bagnis entró en una laguna que le hizo perder su saque y enseguida quedar 0-2 abajo. Y, si bien luego mantuvo su servicio, tras ese 1-2, el set se le escabulló como agua entre los dedos. Y Navone, con ganas y convicción ganó la manga por 1-6.

El dominio del nacido en 9 de Julio, Provincia de Buenos Aires, se hizo extensivo al comienzo del tercer set. Con su saque se puso arriba 0-1, quebró para adelantarse 0-2, y Bagnis recuperó el quiebre para irse al descanso con un más cercano 1-2.

Pero no pudo sostener su saque y quedó abajo por 1-3. Era una continuidad del segundo set, donde Mariano Navone se sentía protagonista del partido.

No se fue Bagnis, ni la laguna del segundo set se repitió. Quebró para achicar a 2-3, y con su saque igualo en 3 games, para darle comienzo, en esa parte del set definitivo, a un nuevo partido.

Crédito: Omar Fasjido / Prensa AAT

Navone sacó y tuvo que trabajar mucho para lograr el game. Al cabo, se iba al descanso con el empujón que le daba haber obtenido el séptimo juego, y de esa manera llegaba estar adelante 4-3, que en un abrir y cerrar de ojos se transformó en 5-3, en el que fue su mejor game del partido.

Parece mentira, pero tras ese excelente game, el estar 5-3 arriba en el marcador, y con su saque, el partido se le escurrió. Un juego clave, en el que Navone arrancó 0-30, pero logró ponerse 30 iguales, y así quedó a dos puntos del partido y del torneo.

Ahí resolvió Bagnis con un drop exquisito, que le dio la ventaja que lo llevó luego a quebrar y quedar 4-5 con su saque.

También allí tuvo una chance Navone, pues estuvo 15-30 con el saque de su rival, otra vez a dos puntos de ganar la Final. Pero Bagnis no dudó, y logró igualar para luego ganar el juego y poner el set definitivo en 5 iguales.

El siguiente game fue determinante. Navone, que ya había perdido su saque cuando estaba 5-3, jugó el más errático de los juegos, mientras que Bagnis no falló. Ganó cuatro puntos consecutivos, quebró el saque del oponente, y se fue al descanso por 6-5.

El último game fue un calco del anterior. Facundo Bagnis jugó con total solidez, ganó los cuatro puntos, para totalizar ocho puntos consecutivos, y liquidó el partido con un 7-5 en el tercer set.

Se arrodilló y dejó caer toda su emoción sobre el suelo del Argentino. Apenas sintió el saludo respetuoso de su rival. Se levantó y desató el grito de euforia.

Facundo Bagnis había ganado la final por 7-5, 1-6, y 7-5. Con sufrimiento y altibajos, pero con una enorme jerarquía y una alta dósis de experiencia para jugar de manera increíble en los momentos claves del partido: cuando parecía que el tercer set se le escapaba al principio, y al final, cuando se achicaba el margen de error. Para que no se le fuera el partido primero, y para abrazarlo con contundencia al final.

Facundo Bagnis, al cabo, tuvo los condimentos justos para celebrar en una hermosa tarde de verano porteño.

Hernán O’Donnell